Enfrentamos solos esta vida. Nadie vive nuestra vida por nosotros. No hay droga ni embrujo que nos pueda extirpar, ni por un instante, de nuestra propia vida. Podemos negarlo, pero es inútil: estamos aquí solos, para participar en cada precioso momento de acuerdo a nuestra voluntad.Los precedentes de los antecesores pueden ser útiles, pero a la larga son sólo referencias. El parecer de aquellos que nos seguirán es asimismo meramente una consideración. Lo que importa es ser, simplemente ser. Acepta quien eres. Se quien eres.
Si hay dioses en los cielos, quizás conozcan el futuro. Como ser humano, sólo puedo decir que el futuro está aún por crearse. Sigamos adelante y forjémoslo, pero hagámoslo lo más bellamente que podamos. Su grado de elegancia es determinado por nuestra voluntad y por la perfección de nuestra propia personalidad. Por lo tanto, no suspiremos ante la desgracia o la adversidad. El ser feliz o el estar triste depende completamente de nosotros.