TENEMOS TRES ILUSIONES enormes que nos confunden... 

Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte.

Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia.

 Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer.

La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir...