Hoy los guerreros que moran en mí están en huelga, no tengo ganas de lidiar con mi humanidad, la dejo que se recueste en algún prado imaginario para que respire un poco de tempestad, y vuele en ella y sea en ella como una libélula salvaje. Dejaré que cabalgue en un ápice de luz para que reviva, todo eso…, mientras duermo.