La constelación de mis momentos se me hacen una obra maestra cuando la tarde se cierra tras de mí, sí, eso sucede cuando logro aquietar totalmente las emociones y me abismo en el secreto de mi silencio, cuando logro acercar a la gente que no conozco y que quiero o estoy aprendiendo a querer.

Tal vez por lo que me enseñan con su palabra o por lo que percibo de sus almas, por lo que me llega de ellos cuando navego en las frases que entregan, cuando percibo su alegría o tristeza, cuando logran meterse en el punto de mi alma que a veces ni aquellos que me rodean distinguen, cuando desaparezco de mi cuerpo y me extiendo en esa enorme cantidad de universos que habitamos en esta tierra, y soy en cada pequeña estrella.