Un latido, una flor que cae abierta, extiendo alas en una noche que anuncia su despliegue de estrellas.Destellos de luz, que no queman, que no ciegan. Soy yo, es mi voz, es mi fuerza dormida que me coge de la mano en gesto tierno de confianza. Sólo con levantar la cabeza descubro un mundo que me espera. Y la sonrisa se transforma en cambio, a la que sigue risa por dentro, a la que sigue carcajada por fuera. 

Se acalla el silencio de los "no puedo" para ser música de entusiasmo. Y no queda nada atrás. No hay espacio para sin sabores, ni decepciones ni viejas batallas  No hay pérdida. Nunca supo tanto saber que nada es en vano. Colores que bailan a mi alrededor y sabores hechos exclusivamente para mi paladar.

Dejarse llevar por la tormenta de la vida que siempre se abre paso. Magia es cada segundo si tenemos los ojos bien abiertos y un corazón que escucha.
No hay miedo. No hay posibilidad de fallar. No hay cansancio, ni después. Ahora, sólo estoy yo y Tu Cielo y esta sensación que es presente absoluto.