No quiero mendigar tu sonrisa, aquella que un día fue tragada por el silencio. No pretendo arrastrarme ante la vida cuando puedo utilizar mis piernas para levantarme, aunque tenga que volver a llorar a escondidas. No tiraré la percepción de saberme vivo Cuando puedo resplandecer por mí mismo. hay que saber decir ante la iniquidad sometida, debemos argumentar ante los designios de la vida. ¿de qué sirven las luchas esgrimidas, si nos damos por vencidos? ¿para qué tantos esfuerzos, si nos paramos en seco ante las injusticias? ¿Por qué seguir camino por la tristeza, cuando podemos reír de la mano de la vida?