Bajo el cielo de este nuevo otoño dibujan mis pasos en ocre crujiente el camino diario de la vida misma. Sigo unos tibios rayos atrapándolos en esta piel como un abrazo. Desnudos árboles marcan el tiempo del encuentro vespertino tras una taza humeante de café. Y me dirás, y te diré que no hay nada más dulce que encontrarnos. Afuera todo es gris por hoy, adentro todo es primavera cada día con tu amor