Publicado por Patricio Varsariah el lunes, octubre 1, 2012
Qué tramposa eres!
inquieta, pícara,
te presentas,
sin llamar a la puerta,
embarcas al alma
sin pedir permiso.
Soberbia,
eres bienvenida
aunque el ánimo resople
con cierto recelo.
Si serás vieja, sabia y bandida,
que asaltas con la guardia baja,
sonríes bajo tu sombrero de ala ancha
y las entrañas saben
que no hay as que poder guardar
bajo la manga.
Pasas con tu baile por mi lado,
sonriendo satisfecha y cantando victoria,
pues sabes que tus desaires no calan en mi memoria,
por más que quiera, tus traiciones pasadas se desdibujan
como el humo de mi cigarrillo en la madrugada.
¿Qué más puedo hacer yo,
que inclinarme a tu paso?
Pues eres sangre que desata vida,
aire fresco en bocanadas envolventes de agua y agua.
Así eres, ilusión.