La Obesidad y la sopa de mi abuela....
Publicado por Patricio Varsariah el domingo, julio 25, 2010

La regla de oro en el tratamiento de la obesidad es “conseguir que el gasto sea superior a la ingesta”, en buen castellano quiere decir “haga más ejercicio y coma menos”. Recuerda que comer sano, no es sinónimo de falta de variedad. No confíe en dietas milagrosas y siempre déjate guiar por un especialista. Y no olvides que “caminar no engorda” y que “¡Unidos nos ayudamos mejor! Tenemos un compromiso de rebajar un KILO por mes y creo que la sopa favorita de mi abuela nos ayudará un poco.
Sopa de cebolla
Ingredientes:
6 o 7 cebollas grandes.
2 pimientos verdes
6 tomates maduro
1 atado de apio maduro.
1 repollo de tamaño mediano
Preparación:
Lavar la verdura.
Corta en pequeños trozos las verduras.
Hierve la verdura en abundante agua.
Sal y pimienta a gusto.
Las frutas
Ninguna fruta es prohibida para el diabético, pero debes comer en pequeñas cantidades las siguientes: banas, higos, uvas, kiwis, mandarinas, mangos, piña y fruta seca por ser altos en contenido de azúcar.
La sopa de cebolla de mi abuela es una sugerencia para una semana. El objetivo de esta sopa es para no morir en el intento de rebajar la talla y bajar un KILO por mes.
Distribución semanal:
Día uno: Puedes consumir toda la sopa y fruta que desees, salvo banana.
Día dos: Puedes consumir toda la sopa y verdura que desees.
Día tres: Puedes consumir toda la sopa, fruta y verdura que desees.
Día cuatro: Sopa, toma toda la leche descremada que quieras y come 2 o 3 bananas.
Día cinco: Sopa toda la que quieras, 250 gramos de pollo sin piel y seis tomates frescos.
Día seis: Sopa toda la que quieras, pescado o pollo y verduras en la cantidad que desees.
Día siete: Sopa toda la que quieras, agregar arroz integral, verduras y fruta en la cantidad que desees.
Esta dieta de mi abuela nos permitirá bajar de peso. Por ser una dieta restrictiva no la lleves a cabo más de una semana. No beber gaseosas o sodas. Mis informaciones, datos y sugerencias, tienen como propósito de informar, y ante cualquier duda consulta a tu médico o nutricionista, ellos son autoridad en la materia.
Y no olvides que caminar no engorda.