Hay algo que no me encaja. Si el Universo en su conjunto, si la Tierra en particular es tan hermosa, con esa inmensidad de azules, tal como la describen los astronautas; si ya en la tierra, podemos apreciar la belleza que se manifiesta en tantas cosas y fenómenos como la habitan y tienen lugar en ella: las plantas, las aves, las distintas estaciones…, ¿por qué el discurrir de la vida del hombre no se produce de la misma forma? ¿Dónde ha perdido su belleza? ¿No será que todo eso que he nombrado se abandona a su Destino, confía en él y nosotros no? ¿Que en nuestra creencia de seres autosuficientes, queremos construir nuestro propio destino?

Y no se por qué, pero para mí que ese Destino está en mi interior y no tengo por qué construirlo sino, simplemente, contactar con él y dejarme llevar

La transformación que tiene que suceder en nuestra vida: hay un nombre para ella. Y el nombre de esa transformación es “entendimiento”. Entender esta vida. Entender esta respiración. Entender lo que nos ha sido dado, lo que ya tenemos

Hacemos muchas preguntas, recibimos muchas respuestas, pero la verdadera respuesta sólo aparecerá cuando se hayan desvanecido todas las preguntas.


Con todo mi dulce afecto