Publicado por Patricio Varsariah el jueves, julio 9, 2015
La profundidad de una persona no se mide por la huella que deja al pasar, sino por la distancia que abarca su mirada.
Hay miradas que lo dicen todo sin necesidad de expresar ninguna palabra, son profundas
y a la vez ligeras, sin ánimo de lucro, sin juicios,
con ese toque de dulzura fresca, con esa transparencia
que te permite avanzar hasta llegar al alma que las cobija.
Son las miradas que deseo generar y en las quiero reflejarme.
Cada vez más valoro esa alineación que me hace sentir en paz,
aunque la paz parezca ser un camino a contracorriente...