Y como siempre, para mi eterna maldición, soy de los que no se conforman con su ignorancia, y no cesan de preguntarse: ¿pero por qué estoy aquí? ¿pero donde voy? ¿Quién mueve los hilos de mi existencia? ¿Quién maneja la maquina del tiempo? ¿Por qué estamos aquí? ¿Somos una casualidad cósmica? ¿Es verdad que somos producto de la creación de un Padre amoroso, que nos creó a su imagen y semejanza? ¿O no será que fue al revés, y que fuimos nosotros, como decía Nietzsche, los que, en nuestro orgullo, creamos a Dios a nuestra imagen y semejanza?

“¿Que provecho saca el hombre de todo el esfuerzo que realiza bajo el sol?" Verdades como puños. Nada somos y nada sabremos.

Nada somos y nada sabremos: no podías resumirlo mejor. Lo único que podemos hacer es procurar que este camino sea lo más llevadero posible; viajar por sitios en los que el paisaje sea agradable de ver, frondoso a la vista; aunque la meta nunca sea visible, sin perder de vista que por este mismo camino transitaron ya decenas y cientos de generaciones que nos precedieron: todos murieron y pasaron. Mas ¿donde están ahora?

Espero que esta vida no sea una gran estafa... De pronto absorto en mis pensamientos, me pregunte. "¿Por me siento tan pequeño?" Y me inundó la tristeza, hija de mi ignorancia y de mi impotencia para atrapar esa verdad ten esquiva, que tanto tiempo (y lo que me queda...) llevo buscando.

Descartes dijo que: “Daría todo lo que se por la mitad de lo que ignoro”. 

Yo me conformaría con mucho menos, quizás con solo unos gramitos de esa verdad que está ahí afuera...excepto el alma tranquila que nada llevó a su nido pues como el viento voló para acariciar sonrisas. Vanidad, todo es vanidad, menos la mirada limpia, de los ojos que lloraron, y me ofrecen sus pupilas, para mirarme al espejo, Y aferrarme a la vida."

-¡Vive,una vida humana me digo a mi mismo! Y no te dejes seducir tanto por tu melancolía: que bastante castigo tenemos ya con lo que tenemos como para, encima, tener que vivir eternamente buscando lo que jamás encontraremos. Pero mucho me temo que no tienes remedio.

Patricio  Varsariah.