30 Abril 2020
Publicado por Patricio Varsariah el jueves, abril 30, 2020
Muchas veces tú te has preguntado: ¿Porque existe el mal?
He aquí mi respuesta: Dios permite que ocurra el mal, porque el amor es más grande que él. Sin embargo, no estoy seguro de que el mal realmente exista. El sufrimiento sí.
Si te cruzaras con un coyote y te mostrara los dientes, sería aterrador Parecería "malvado". Y si te atacó, o lo viste atacar a otro animal, ese acto parecería malvado. Pero yo creo que el coyote no es realmente "malvado". Mi razón es que el coyote está simplemente en modo de supervivencia. Que está haciendo lo único que sabe hacer para sobrevivir. Simplemente parecería malvado.
Si viéramos a un ser humano hacer tales cosas, inmediatamente concluiríamos que estaba presenciando un acto de maldad. No importa lo hambrienta que esté la persona, consideraríamos que el acto de matar y comer a otra persona es malo.
Cuando un animal actúa de forma salvaje, nos parece malvado. Luego nos recordamos que es "solo un animal" tratando de sobrevivir. Pero cuando un ser humano actúa de esa manera, creemos que la persona es malvada.
Para complicar aún más el problema es el hecho de que los humanos son capaces de matar por placer. A veces concluimos que la persona tiene una enfermedad mental, por lo que no es su culpa. Pero el acto aún causó los mismos resultados. El acto en sí todavía parece malvado.
Entonces, en toda esta complicación, ¿cómo sabemos si el mal existe objetivamente? ¿Y cómo lo identificamos? ¿En qué circunstancias el salvajismo es objetivamente malo? ¿Solo se aplica a los humanos? ¿Se excluyen los animales? Parecen no tener conciencia, pero nosotros sí.
Quizás el mal no sea el punto. Tal vez el mal es solo una palabra. Una etiqueta Quizás el sufrimiento es el punto. Quizás la pregunta más importante no es "¿por qué Dios permite que exista el mal?", Sino "¿por qué Dios permite que exista el sufrimiento?"
En lugar de tratar de identificar el mal y luchar contra él, tal vez deberíamos tratar de identificar el sufrimiento y tratar de minimizarlo. Es más fácil de identificar y es menos probable que genere represalias o chivos expiatorios. Sería menos probable que pensemos en otros que no nos gustan como enemigos.
No pensamos en los animales de esa manera, aunque sabemos que algunos de ellos nos destrozarán de la manera más salvaje posible. En cambio, empatizamos con su sufrimiento. ¿Quizás deberíamos empatizar con las personas cuando hacen cosas horribles, en lugar de pensar en ellas como personas malvadas?
Eso no significa que debamos dejar que tales actos continúen. Simplemente significa no pensar el uno en el otro como malvado. Podemos reconocer una acción como una idea destructiva sin demonizar a la persona que la realiza. Todavía deberíamos evitar que lo hagan, pero también podemos elegir verlos como a nosotros mismos. Todos hacemos cosas destructivas. Cosas que lastiman a otros. Algunas personas lo hacen con mayor frecuencia o en mayor grado, pero esto no excusa nuestras propias acciones.
Saludos son reflexiones producidas por el insomnio...
Patricio