Con los años he aprendido que todos quieren vivir en la cima de la montaña sin darse cuenta de que el secreto de la felicidad reside en escalarla. Aprendí que cuando un bebé recién nacido tira del dedo de su padre por primera vez, significa que la agarró para siempre. Aprendí que una persona tiene derecho a mirar desde arriba a la otra, solo cuando debe ayudarlo a ponerse de pie, ¡he aprendido muchas cosas en esta vida! Pero pocos me benefician, si los guardo en mi bolso, por eso me gusta compartirlo con Ustedes.

Compañera de mi camino, los años me han enseñado a decir siempre lo que siento y hacer lo que pienso. Si supiera que hoy fuera la última vez que te vea dormida, te abrazaría con fuerza y rezaría a Dios para que proteja tu alma. Si supiera que hoy fuera el último momento en que te vería, diría "Te amo" e ignorará, avergonzado, que lo sabes. 

Siempre hay un mañana, y la vida nos da la oportunidad de hacer lo mejor, pero si me equivoco y este es mi último día, me gustaría decirles cuánto los amo, y nunca les olvidaré. Porque mañana no está garantizado, ni para el joven ni para el viejo. 

No esperemos más, ni la Navidad o Año Nuevo o su Cumpleaños, actuemos hoy porque mañana puede no llegar, y podremos lamentar el día en que no encontramos el momento para una sonrisa, un abrazo o un beso, o porque estábamos ocupados para enviarles un último deseo. 

Familia que el día de hoy susurres a tus seres queridos en sus oídos que los necesitas, amalos y cuídalos, y tómate el tiempo suficiente para decirles frases como: Te entiendo, perdóname, por favor, Gracias, y todas las palabras de amor que conoces. 

No se te recordará por albergar las ideas, o por pedir a Dios la fuerza y sabiduría para expresarlos, se te recordara porque dijiste día a día a tus seres queridos lo mucho que son importantes para Ti. 

Que el día de hoy llene de paz tu corazón y no te abrume ningún dolor.

Patricio Varsariah