Publicado por Patricio Varsariah el miércoles, noviembre 7, 2018

Hay días en que parece como si estuvieses pedaleando sin ir a ninguna parte. En esos casos lo mejor que puedes hacer es, simplemente, seguir pedaleando. Si te dieses por vencido y te detuvieses por completo tendrías la más absoluta de las certezas de que nunca llegarías a ninguna parte.
En cambio sigue pedaleando y, finalmente, lograrás generar algo de movimiento. Avanzar lentamente es muchísimo más útil que no moverse en absoluto.
A pesar de que quizás lo mejor que puedas conseguir hoy sea terminar empatado, ello te coloca en situación como para que lo primero que ocurra mañana sea que empieces a avanzar.
En cada frustración yace la semilla de la oportunidad.
Oportunidad que está al alcance de aquellos que se resisten a ser desmotivados aún incluso luego de haber estado haciendo movimientos laterales por un tiempo.