Publicado por Patricio Varsariah el martes, abril 9, 2019

En las últimas horas de la fría estación, entre las ramas peladas de los árboles, entre arbustos muertos, bajo tierra, a oscuras, sumida en una dulce y asumida soledad, late silenciosa la semilla de un nuevo comienzo. Se intuye el olor de las flores por nacer. Es en este instante que nace este proyecto amado. Hija de la Soledad, Flor del Frío, dando a luz en la plenitud de un vacío prometedor, bajo el auspicio de las Diosas. A partir de aquí, gozo poderoso del prodigio de vivir.