Hoy me  pregunté, ¿que quiero yo para vivir?, y la lucha comenzó…, hay tantas cosas, (soy tan ambicioso), quisiera desaparecer en la vida para ser en cada cosa que veo, quisiera poder brotar en el verde y morir cada tarde en los pies del día, quisiera convertir mis deseos en quietud, despertar en las palabras para que fueran más explicitas, quisiera no tener rostro para que acaricien mi alma. Quisiera tener menos capacidad de amar y poder empinarme hasta donde duerme el desapego y empaparme las manos, los ojos y el pensamiento con él.

Quisiera…, quisiera ser poeta de los muertos, escribir poemas a los vivos, desarmarme en cada verso cuando estos logran escaparse de mis dedos, ser matriz de todos mi silencios para alcanzar esos mundos que por tanto ruido, no me permiten encontrar el camino.

En lo material?, bueno ahí quisiera tener una casa estuviera perdida en algún cerro nevado, con árboles inmensos, piedras vivas y arroyos solitarios, sin humanos cerca, bueno, tal vez uns sola mujer, de esas que no existen porque son infinitas, de esas que te escuchan en silencio, que se meten en tu alma por los ojos, que sin palabras mantienen contigo…, conversaciones eternas. Si, con esa mujer sin rostro con el cual converso, una que de profundo, me arrastre con ella con su fuerza.

Que mis hijos, me visiten de tanto en tanto y quedarme en paz por saberlos completos e íntegros, como dos pinos eternos en un bosque sin tiempo. Quiero si, un montón de animales, ojalá de dos y cuatro patas, los que tienen muchas me dan nervios y los que se arrastran me espantan. Mucho papel, tinta color sepia y una pluma. Un cajón lleno de sueños y un canasto de esperanza, para ir sacándola de a poco, muy lentamente, ¡para que nunca se acabe!, y regalársela al mundo cuando este muriendo de tedio.

Por último, lo que quisiera para mi, es ser más humano, menos animal, y aprender a vivir sin cargar en mi espalda; la vida de los que sufren, el dolor de los que mueren por iniciativa propia, y los recuerdos, con eso, podría ser por fin, como el aire, ser en cada cosa que veo, o tal vez…, ser el brote minúsculo en un tronco viejo, de un eterno árbol.

He dicho...