¿Por qué me sigue pasando esto?
Publicado por Patricio Varsariah el domingo, octubre 12, 2025

Cuando estés atrapada o atrapado en un círculo vicioso, aplica esto. A lo que me resisto persiste hasta que lo reconozco. Y aplico la sabiduría que se supone que debe enseñarme. El dolor, la pena, la decepción, el resentimiento o la angustia que sientes no están ahí para torturarte. Sino para enseñarte. Y hasta que prestes atención, hasta que reconozcas por qué aún los sientes, no se irán.
Nada desaparece hasta que nos ha enseñado lo que necesitamos saber. Las lecciones de la vida se repetirán hasta que se aprendan. La angustia no irá a ninguna parte hasta que te sientes con la lección y la apliques correctamente.
Crees que lo has superado. Te dices a ti mismo: «Ya terminé». Pero entonces suena una canción que ambos disfrutaban, o peor aún, los ves disfrutar de la vida en las redes sociales, e inmediatamente el dolor del arrepentimiento y la confusión vuelve a agudizarse. Sucede porque hay límites y patrones que has estado ignorando.
Y no se trata solo de los sentimientos fuertes. Incluso las pequeñas molestias repetitivas tienen un mensaje. Ese compañero de trabajo que siempre te interrumpe. Ese hábito de comprometerte demasiado y agotarte. Esa constante sensación de insatisfacción. No se irán hasta que realmente prestes atención. Hasta que descubras por qué sucede y qué intenta enseñarte.
El crecimiento es incómodo y, a veces, paradójico. Crees haber aprendido una lección. Pero luego regresa de una manera ligeramente diferente. Sucede porque aún no lo has internalizado ni procesado. Hasta que el dolor se transforma en sabiduría. O si trasciendes tus frustraciones, siempre se convertirá en una pesadilla repetitiva. Una lección se repite hasta que se aprende. La vida primero te la envía en forma de piedra; si ignoras la piedra, te envía un ladrillo; si ignoras el ladrillo, te envía un muro; si ignoras el muro, te envía un camión de demolición.
La vida no te debe comodidad. Te debe crecimiento. Y si eres lo suficientemente inteligente como para verlo así, incluso los sentimientos más duros se convierten en herramientas que realmente puedes usar. Seguirás conociendo al mismo tipo de persona, atascado en la misma discusión, repitiendo el mismo error, hasta que finalmente te detengas y digas: espera, ya he pasado por esto antes. Ya he pasado por algo así antes. Ese es el universo presentándote la experiencia a simple vista.
Si estás listo para aprender o ver cómo siempre termina, encontrarás la sabiduría para hacer las cosas de manera diferente. La mayoría de la gente no lo hace. No puedes seguir haciendo lo mismo ciegamente ni repetir un patrón recurrente y esperar un resultado diferente.
Tienes que mirarlo de frente y pensar: "¿Qué demonios intenta enseñarme esto?". Una vez que aprendes, el problema deja de ser un obstáculo. Porque cambiaste. Reconoces el camino y encuentras una mejor manera de avanzar. Superas la lección. La prueba desaparece cuando la superas. Pero nadie te dice que la prueba puede parecer interminable.
Pensarás: "¿Por qué me sigue pasando esto?". Porque sigues desempeñando tu papel. Sigues reaccionando de la misma manera. Sigues buscando la misma validación. Sigues intentando ganar el mismo juego que nunca estuvo destinado a ti. En el momento en que te detienes y eliges de otra manera, la realidad cambia.
El crecimiento se parece mucho a perder cosas que creías necesitar. Es dejar de reaccionar ante la vida y responder con intención. Es alejarte de la gente, decepcionar a otros o enfrentarte a ti mismo. Eres tú, viendo a través de los patrones invisibles y trascendiéndolos. Nada desaparece jamás. No la lección de la que huyes. Simplemente cambia de forma hasta que la enfrentas.
Hasta que hagas consciente lo inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino.
La vida quiere que lo entiendas. Pero hasta que lo hagas, las viejas heridas seguirán atormentándote y lo llamarás destino. Nada desaparece jamás. No hasta que termine de enseñarte. La lección siempre es práctica. Se trata de sobrevivir mejor, vivir con más inteligencia, amar con más sabiduría o construir una mejor relación contigo mismo. No puedes saltártela.
No puedes adelantar la lección. No escapas de tus patrones eludiéndolos. Escapas superándolos. El dolor no desaparece cuando la vida se vuelve más fácil. Desaparece cuando te vuelves más sabio.
Prefiero aprender. Prefiero recibir el golpe, aprender la lección y ser libre. Lo único peor que el dolor es repetirlo. Cuando estés atrapado en un bucle, vuelve a lo que te falta. Porque una vez que aprendes, el bucle se rompe. La carga se vuelve más ligera. Y de repente, te das cuenta de que nunca intentó hacerte daño. Intentaba despertarte. Ese es el secreto que nadie quiere oír.
Las lecciones de la vida no se van. Pero sí evolucionan, una vez que tú lo haces.
Con los años y con los golpes que me ha dado la vida, he aprendido a las malas que la vida no avanza solo porque estés cansado de ella. No superas tu dolor fingiendo que no existe. Lo trasciendes aprendiendo lo que vino a enseñarte.
Puedes cambiar de ciudad, bloquear números o borrar fotos. No importa. El mismo patrón te encontrará con un nuevo nombre, una nueva cara, un nuevo trabajo. Porque puedes cambiar de entorno, pero si no cambias tu patrón, es solo una repetición.
Pero eso no significa que estés condenado. No estás maldito. La vida no te ha fallado. Solo quiere que aprendas la lección de autoconciencia a la que pareces no prestar atención. Trascender cualquier dolor comienza con la honestidad.
Una vez que empiezas a ser honesto contigo mismo, las lecciones no duelen tanto. Empiezan a sentirse como el camino que has estado ignorando. No como un castigo. Pasas de "¿Por qué me pasa esto?" a "Muy bien, ¿qué necesito ver aquí?" Ahí es cuando empiezas a sentir que la vida está sucediendo para ti.
Al reflexionar sobre lo que se lee, se desarrolla la empatía, la creatividad y el pensamiento crítico. Es un diálogo silencioso con con uno mismo.
Patricio Varsariah.