La tarea principal en la vida es la de tener dos opciones: control y rendición. Si te preocupas por las cosas que están más allá de tu alcance, te sentirás constantemente frustrado y decepcionado.

La tarea principal en la vida es simplemente esta: identificar y separar asuntos para poder decirme claramente cuáles son cosas externas que no están bajo mi control y cuáles tienen que ver con las elecciones que realmente controlo, por lo tanto, clasifico cada experiencia en dos círculos.

• El círculo de control (mis pensamientos, acciones, hábitos y reacciones)
• El círculo de aceptación (las acciones de otros fuera de mi control)

Luego utilizo estos círculos para tomar decisiones proactivas y reactivas en la vida. Elimina la mayoría de las frustraciones de la vida, especialmente si no puedes hacer nada al respecto. ¿Por qué estresarse por cosas que prácticamente no se pueden cambiar?

Reconoce el caos que te rodea. A menudo reaccionamos impulsivamente sin detenernos a considerar el origen de nuestras emociones y acciones. Tómate un momento de quietud, respira y observa tu mundo interior.

¿Cuáles son los desencadenantes de tu reacción ante cualquier cosa? ¿Están impulsados por factores externos como atascos o notificaciones de redes sociales, o están arraigados en sus propios valores y deseos?

Se más consciente de los exteriores. Observa tus experiencias diarias. ¿Está estresado porque el tráfico retrasa tu reunión? ¿Frustrado por el correo electrónico grosero de un amigo o familiar? Observa cuánta energía se desperdicia pensando, reflexionando y enojándose por ellos.

Una vez que reconoces estos “exteriores”, desarmas tu poder sobre tu estado emocional. Si bien a menudo nos sentimos tentados a preocuparnos por las acciones de los demás, aceptar su naturaleza incontrolable es el primer paso hacia la serenidad mental.

Ahora, dirige tu atención a los “cajones” de tu control.

¿Qué opciones tienes en esta situación? ¿Puedes elegir tu actitud hacia el evento externo? ¿Puedes optar por actuar con integridad y razón, independientemente de las circunstancias? Aquí es donde reside tu poder y hacia donde debes dirigir tu energía.

Concéntrate en tus propios pensamientos, reacciones y elecciones.

En lugar de reflexionar sobre el tráfico incontrolable, concéntrese en salir más temprano. ¿No puedes cambiar el correo electrónico de tu amigo o de tu familiar? Elije responder con calma. Inicia una conversación profesional con ellos si es necesario. Los ecuánimes recomendarían defender sus propios valores personales y su código de conducta.

Nuestras únicas influencias internas son nuestros pensamientos, hábitos, acciones, creencias, reacciones, perspectivas y esfuerzos. Perfeccionar estas habilidades nos permite vivir con mayor propósito y resiliencia.

Establece objetivos para las cosas que puedes controlar. 

Si lo que desea es tranquilidad, comience a practicar el arte de la separación. Una promoción perdida, una discusión acalorada, un aguacero, una tormenta de nieve: todas estas son oportunidades para practicar nuestro mecanismo de clasificación mental.

¿Puedes ver el evento externo tal como es (una circunstancia neutral) y concentrar tu energía en tu respuesta interna? ¿Podemos elegir reaccionar con calma, comprensión o incluso aceptación en lugar de enojo, frustración o desesperación?

A medida que dominas el arte de la separación, cultivas una sensación de control interior. Te das cuenta de que tu tranquilidad no está a merced de las experiencias externas. Puedes elegir estar contento incluso en medio de las dificultades, encontrar alegría en el momento presente y afrontar los desafíos con sabiduría estoica.

Cada día presenta oportunidades para practicar el arte de la separación. Un atasco puede convertirse en una oportunidad para concentrarse en otra cosa, una oportunidad perdida, una lección de resiliencia y una palabra dura, un recordatorio para concentrarte en tu reacción ante ello.

Elija no sufrir ningún daño y no se sentirás perjudicado. No te sientas perjudicado, y no lo has serás.

Aplicar este principio te ayudará a desarrollar resiliencia mental contra todo lo que no puedes controlar. Es un camino hacia la paz. Nadie puede controlar lo incontrolable. Déjate llevar y libérate de la tiranía de las circunstancias externas.

Concéntrate en tu poder: el poder de elegir tus respuestas, dar forma a tus pensamientos y diseñar tus respuestas proactivas ante cualquier cosa. Domina tu propio dominio (tus pensamientos, reacciones y elecciones) mientras aceptas la inevitable aleatoriedad del mundo externo.

Aunque lleva tiempo. La clave es cultivar el hábito de la observación atenta y la acción intencional. Con cada práctica, te volverás más experto en identificar y separar, reclamar tu espacio interior y dirigir tu energía hacia lo que realmente importa.

Habrá momentos de frustración y debilidad. No lo harás bien todo el tiempo. Todavía me recuerdo constantemente que debo separar los eventos. A veces, lo “incontrolable” resultará abrumador.

Pero con cada intento, cada elección consciente, te acercarás cada vez más a una vida más consciente. Una vida donde la tarea principal en la vida resuena no sólo como sabiduría sino como una forma práctica de vivir: ¿Dónde, pues, busco el bien y el mal? No a cosas externas incontrolables, sino dentro de mí a las decisiones que son mías.

¿Quieres cambiar tu vida? Concéntrate en tu círculo de influencia.

Saludos.

Patricio Varsariah.
El arte de vivir implica saber cuándo aguantar y cuándo soltar.