La condición humana nos obliga a vivir más allá de nuestra piel.  Estamos llamados a ayudar, servir y proteger a todos los que caminan con nosotros. No hay excepciones ni escusas. O bien decidimos ayudar, o no lo hacemos.

Cuando vemos a alguien luchar, estamos llamados a echarle una mano. Cuando vemos a un amigo necesitado, estamos llamados a dar lo que podamos. Cuando un ser querido está abajo, estamos llamados a ayudarlos a hacer reaccionar y que vuelva a subir

¿Por qué?

Porque el mundo no es sobre mí todo el tiempo. Es sobre nosotros también.

Hay una diferencia entre ser engañado y estar atento. Confíe en su sentido común. Cuando hay una necesidad de ayudar, llegar más allá de su propia piel y tocar la vida de otro. Cuando lo hace, ambos son ayudados y la condición humana se mejora un poco más.

La compasión es una de las nociones de la vida que los seres humanos siguen trabajando conscientemente o inconscientemente para reunir el verdadero sentido de la vida, momentos como éstos definitivamente traerán a cada uno de nosotros el darnos cuenta de que todos somos hermanos y hermanas  aunque tengamos diferentes vidas, estamos destinados a ayudarnos unos a otros por el bien de la humanidad realmente estamos destinados a ser: Los seres de amor hasta los huesos tarde o temprano ..

Los vientos son más tranquilos ahora y mi ira se ha calmado desde la semana pasada. El regalo inesperado me recordó que a veces la mejor manera de vivir más allá de nuestra piel es mostrando un poco de perdón y algo de compasión - incluso cuando es inconveniente.

Tenemos que "elegir" cómo vamos a responder en cada situación. Sí, la ira es sin duda una reacción natural y una vez que nos calmamos y nos registramos con nuestros verdaderos espíritus, debemos vivir más allá de nuestra piel.

Tenemos que recordarnos a diario que cada uno ve el mundo con una "lente" diferente, basada en nuestras creencias y perspectivas. El ser generoso de espíritu con las cosas pequeñas tiene grandes ventajas; por ejemplo, no hay sueño perdedor por pequeñas indiscencias percibidas. La generosidad del espíritu también nos exige ver lo mejor de los demás, tener empatía por los demás, algo que amplía nuestra capacidad de amar.

Reaccionar con el amor contra el miedo puede conducir a resultados sorprendentes.

Saludos
Patricio Varsariah