Vivir la vida y aceptar el reto.
Publicado por Patricio Varsariah el lunes, mayo 3, 2021



Porque cada día es un comienzo nuevo. Porque esta es la hora y el mejor momento.
Y tú... ¿para qué te levantas cada mañana?
Uy, perdón. ¡Qué atrevido! Un poco profundo para comenzar. Nadie se para a pensar en ello un domingo por la tarde. Y, probablemente, un lunes será demasiado pesado. Y el martes no será un buen día. Ufo... y ya el miércoles, ¿para qué? El jueves ya casi es fin de semana y el viernes todas las cosas pendientes se dejan para la semana que viene. Y el sábado... ah, ¿pero el sábado se hace algo? Y así, relegamos a "la semana que viene" todo lo que queremos hacer y no hacemos. A ese día que nunca se llega si no le ponemos fecha, hora e intención. Y muchas ganas.
¿Hacia dónde vas?
¿Qué sentido tiene tu vida?
Y, sin embargo, encontrar la propia respuesta no es tan difícil.
Sobre todo, si no tratas de convencer a nadie para que vaya contigo. Sobre todo, si no tomas prestados de por vida sentidos ajenos. Sobre todo, si no te dejas convencer por cualquiera que te diga: "No, ese no puede ser tu rumbo."
Cuando el camino es correcto se tiene la certeza de no estar perdido, se siente la satisfacción de saber que uno ha encontrado el rumbo. Pero tampoco es tan fácil. Sobre todo, si el sentido de tu vida es uno, pero tu meta inmediata es otra, y debes elegir entre el placer de conquistar ésta y la serenidad que promete seguir a aquél. Especialmente cuando te das cuenta de que acertaste el camino sin saber siquiera cuál es tu respuesta a la pregunta clave, es decir, cuando tus pasos accidentalmente coinciden con aquello que, aunque no seas consciente, le da sentido a tu vida, cuando aún sin saber por qué, te sientes feliz.
Podemos creer que todo lo que la vida nos ofrecerá mañana es repetir lo que hicimos ayer y hoy. Pero, si prestamos atención, percibiremos que ningún día es igual a otro. Cada mañana trae una bendición escondida; una bendición que solo sirve para este día y que no puede guardarse o desaprovecharse. Si no usamos este milagro hoy, se perderá.
Este milagro está en los detalles de lo cotidiano; es preciso vivir cada minuto porque allí encontramos la salida de nuestras confusiones, la alegría de nuestros buenos momentos, la pista correcta para la decisión que ha de ser tomada.
No podemos dejar nunca que cada día parezca igual al anterior porque todos los días son diferentes.
Presta atención a todos los momentos, porque la oportunidad, el “instante mágico”, está a nuestro alcance.
Feliz semana.
Patricio Varsariah