Hoy quiero rendir un homenaje a todas las personas que están en la lucha día a día por superar y hacer de cada batalla vuestro propósito para continuar a pesar de las tormentas. Para ti hoy es mi admiración porque puedes ver la luz cuando aparecen las tinieblas. Para ti hoy son mis palabras para que recuerdes que estás llena de amor, valentía y grandeza.

Conozco el rostro de seres valientes, que luchan por amanecer cada día con una sonrisa a pesar de que en vuestra vida exista una nube gris llamada cáncer. Vuestra mirada cargada de coraje, repleta de fuerzas os hacen ver que la vida puede ser dura pero que merece la pena vivirla. Sois seres valientes no porque no tengamos miedo, sino porque a pesar de ésa situación, han decidido seguir adelante.

Para vosotros, la lucha es vuestra rutina constante, vuestra tarea diaria, vuestro recurso, y estrategia. Día a día exprimen fuerzas y ganas de vivir, impregnando a todos aquellos que están cerca. Han sabido construir la luz en cada dificultad, en cada tormenta. Se han armado de valor, han puesto una armadura para luchar contra las adversidades y han aceptado que son parte activa de la lucha contra el cáncer. Son seres valientes, mujeres y hombres con coraje. Vuestra grandeza radica no solo en la actitud de lucha, sino en la capacidad de resurgir y de levantarse. Porque si de algo saben es de cómo sacar toda la fuerza interna y su potencial para no rendirse y continuar hacia adelante.

Han encontrado en cada debilidad la oportunidad de construir su fortaleza, sus rostros dicen que a pesar de los miedos, la incertidumbre y en ocasiones, el sufrimiento se mantendrán erguidas para exprimir la vida. Son padres, esposos, abuelas, madres, hijas, amigas, princesas guerreras y guerreros de color rosa con la fuerza por escudo y la actitud como armadura. En sus ojos se desvela el valor que llevan a cuestas. Son seres con decisión, mujeres y hombres con libertad, valientes, y con mucho coraje. 

En ocasiones también se derrumban, su sonrisa se entristece, pierden las ganas de luchar, el silencio las acoge, el miedo sale a escena. Se han hemos olvidado de que en tu interior está repleto de fuerza. Pero son hábiles constructoras de puentes hacia sus fortalezas. Por eso, lo mínimo que pueden hacer las familias que están a vuestro alrededor, es cuidarles, y amarles para acompañarles en el sendero de lucha para ayudarles cuando lo necesitan. Abrazar tu alma para sentir que no están solos o solas, que ustedes serán sus compañeros de batallas. Comprender sus silencios como símbolo de vuestro apoyo y cuidar tu sensibilidad ante la vida.

Admiro la fortaleza, la capacidad de renacer y de sacar fuerzas, las ganas de levantarse y continuar, y la potencial para seguir adelante. Lo que si estoy seguro es que las personas que pasan por esta situación en sus vidas están llenos de coraje, de amor y de vida, sus ojos son la transparencia de sus batallas y la sonrisa el motor de su día a día. 

Puede que llegara sin avisar, sin pedirte permiso para instalarse. Puede que el miedo les invadiera y la incertidumbre se hiciera su compañera. Pero con coraje, con fuerza interna y lucha han sabido buscar la luz entre las tinieblas. Nadie sabe cuánto duele, ni el miedo que puedas albergar. Nadie sabe cómo se sienten, ni lo que piensan. Pero siempre recuerdan quienes son y hasta dónde pueden llegar.

Deja que tus recuerdos inunden tu mente, traigan calidez, paz, consuelo y fuerza a tu corazón y te guíen hacia adelante.

Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.

Saludos.

Patricio Varsariah.