un proceso de cáncer
Publicado por Patricio Varsariah el viernes, marzo 25, 2016
Voy a compartir contigo unas pautas que debes tener en cuenta si estás pasando por un proceso de cáncer
1. No hagas una dieta para no tener cáncer. Si tienes esta intención, la ley de los opuestos te traerá precisamente lo que estás intentando evitar.
2. No te consideres un «enfermo», ni en palabra ni en pensamiento.
3. Vigila lo que entra por tu boca, pero también lo que sale de ella. Me refiero al poder de la palabra. Es muy conocida la frase «no es lo que entra por su boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de ella». Pues bien, mejor atendamos a ambas cosas. Te recomiendo que sigas la filosofía de creer en ti y cuidar tu templo (tu cuerpo) con amor y respeto; atiéndelo y cuídalo de la misma forma que haces con tu cosas que amas.
4. No existen panaceas. No te dejes llevar por los «remedios milagrosos comerciales». El cáncer es una enfermedad provocada por múltiples factores, pero ten fe en las repercusiones de llevar una vida sana y proporcionarle a tu cuerpo un mantenimiento óptimo: debes depurar tus filtros, así como hay que cambiar los filtros de una máquina o un coche.
5. Come para disfrutar del placer de respetar tu templo. Debes estar en paz con los alimentos que ingieres. Si comes a disgusto, esa vibración se transmitirá a todo lo que comes. Que tu alimento sea tu medicina.
6. Tómate tu tiempo para preparar los platos a conciencia. Es así como se transmite una vibración de amor en cada paso. Conviene seleccionar los alimentos, lavarlos, cortarlos, cocinarlos, servirlos y comerlos conscientemente.
7. Digerir, evacuar, asimilar y desintoxicar correctamente son la clave de una alimentación sana.
8. Conviene que la digestión sea tan ligera como sea posible –ya que al organismo de la persona con cáncer nos conviene ahorrar energía– con el fin de digerir de forma armoniosa y óptima, asimilar los nutrientes (se debe estar bien nutrido, lo que significa que los nutrientes deben ser bien aprovechados por todos los sistemas corporales, incluidos el sistema nervioso y el inmunológico) y permitir una óptima eliminación de los desechos. Esto último hará que el sistema inmunoló- gico sea objeto de una menor carga, lo que facilitará que lleve a cabo su función de deshacerse de un tumor, de una metástasis o de los efectos adversos de la medicación del protocolo convencional. La correcta aplicación de las pautas que te estoy dando debe permitir una digestión ligera.
9. No comas con prisas. Celebra el acto de comer como si se tratase de una ceremonia. Así, tu aparato digestivo tendrá el tiempo necesario para preparar las enzimas digestivas. Un carbohidrato (pan, pasta, arroz, patatas, cereales) mal digerido producirá gas por fermentación en el intestino delgado. Una proteína mal digerida (carne, huevos, queso, pescado, frutos secos, setas, champiñones) producirá putrefacción intestinal (literalmente, la proteína se pudre, y a consecuencia de ello deja muchos subproductos tóxicos). Puedes encontrar más detalles al respecto en mi libro Alimentación consciente. En el caso del cáncer, la idea es reducir o eliminar la toxicidad del cuerpo y optimizar las defensas todo lo que se pueda, empezando por lo más básico y elemental: la digestión.
10. Aprende a escuchar a tu cuerpo. Pon atención al proceso digestivo y a las evacuaciones. Observa todo lo que sale de tu cuerpo; examina la forma, textura, consistencia, color y olor de las heces. Esta es una práctica inteligente; las madres lo hacen con sus bebés cada vez que les cambian el pañal, porque conocen la importancia de observar y evaluar las heces de su hijo –esto les permite saber cómo ha hecho la digestión y si algo le ha sentado mal.
Sí, eres lo que digieres. Pero no caigamos en el error del fanatismo.
continuara....