tremenda faena..
Publicado por Patricio Varsariah el jueves, septiembre 22, 2016

Siguiendo con estas reflexiones cortas que he escrito en estos últimos días, hoy pienso sobre el galopar del tiempo en este interminable espacio que ocupamos nos hace sentir minúsculos, expuestos y desatendidos. Cada día cruzamos una frontera más y el nuevo día con sus retoños de esperanzas rehúsa aceptar ese raciocinio negativo y nos levanta la moral con nuevas ideas para alimentar el alma, el corazón y la conciencia.
No es vivir la virtud que mueve este planeta. Es cómo lo hacemos cada día entre el amanecer y el crepúsculo, con qué ojos miramos por las ventanas de nuestra existencia y de qué color percibimos el entorno que nos rodea.
Somos supervivientes de una especie que por la prehistórica crudeza de la naturaleza nunca debería haber llegado hasta aquí, pero ya ven, frágiles, crueles e imperfectos, hasta aquí hemos llegado y tú y yo somos la prueba fehaciente de que la esperanza existe y de que la Fe mueve montañas.
Es una nueva hora en este calendario y cada paso que damos es crucial para fortalecer nuestra autoestima y la certeza de que sí somos buenas personas.
Ahora bien, pon tu mano sobre el corazón y sentirás la tremenda faena que se está llevando a cabo dentro de ti para que puedas dar un paso más, para que tomes una nueva decisión y que en efecto, tu vida mantenga dirección y sentido.Es un camino donde no se mide la distancia pero sí nuestras capacidades para cambiar, convencer, amar y ser amados.
Añoranzas en el viento que sopla desde este último suspiro del día. Puedo cerrar los ojos e imaginar un beso de mi madre en la mejilla, su aroma y textura, tal como si hoy fuera el ayer de ese camino que todos, de la manera que nos corresponde, recorremos.
Olores y sabores de todos mis tiempos, voces que ya no están pero que oigo cuando a mi corazón se le antoja, al igual que los celajes de instantes vividos que a esta hora y cada nuevo día me asaltan para enternecer mi corazón con los retazos de mi vida.
Y heme aquí, de la mano de lo único que me queda dulce y bueno, preparado para dar el salto a un nuevo día. Conmigo llevo el deseo de quererlos a todos sin importar distancias, de mantener los vínculos que nos atan y de ser merecedor del milagro de tenerlos en mi mundo y yo de ser parte del vuestro.
Que tengas un buen día.