Colgado en medio de la noche, espero el mejor momento para tensar suavemente la cuerda y oír esa calma tensa que en esos instantes baila entre mi mente y los músculos en tensión, nada se oye solo la casi inapreciable vibración de la madera,ante de soltar de manera fugaz la flecha en dirección a una diana imaginaria, donde el destino nos muestra ese camino que en el horizonte se esconde y que no siempre solemos ver.

Mientras un sendero de pequeñas luces estelares sigue brillando para que ese viaje frenético de la veloz flecha sea seguro y encuentre la justa diana de la vida. Tal vez por ser un alma rebelde, mi destino no  es como el del resto de las personas, que casi sin esfuerzo, ven como las puertas de las oportunidades se abren delante de ellas,  mostrandoles todas las cosas que pueden llegar alcanzar si con esfuerzo y convicción trabajan para hacer realidad esos sueños que durante la  noche han podido visualizar. 

En la sencillez de mi vida, de muy pequeño aprendí que no siempre vas a tener a tu lado personas que te empujen a buscar tu lugar, personas que con amor, te inciten a seguir adelante y que te muestren una mano en los momentos duros, donde las dudas te asaltan y siente el vacío inmenso de una vida que no  sabes muy bien que es.

El destino me presento desde temprana edad, que ante el miedo y la soledad, no hay mejor  compañera que la del alma que desde tu interior te muestra un mundo diferente del que te toca ver y palpar. Sin embargo ese mismo destino va tejiendo imparable un muro grueso y donde los sentimientos quedan enterrados, por el dolor por la insensibilidad, por no sentir que hay un libro escrito de tu vida, donde la luz te de calor en el corazón.

En esa soledad en la que crecí y que me marco la vida, fui cosechando mi reserva que me alejaba de todo y todos , donde solo en la noche cuando envuelto  en el manto estelar, podía dejar volar mi imaginación y donde la saeta viajaba por mi por el aire en libertad, clavándose lejos donde de manera certera penetraba en otra textura donde a veces era difícil de desenterrar.

Eso hizo que mis dotes como arquero  fuera cada vez mejores y que muchos temieran mi arco.Pero el arco del destino, no quiere darme una diana donde aterrizar, donde la magia de un corazón noble me envuelva y me enseñe que hay otra luz, otra manera de vivir, donde nos es necesaria la lucha, donde la entrega es la dicha de cada mañana, y donde la única flecha luminosa es la de un hermoso sol, despuntando por el horizonte, donde el camino deja  de ser triste, oscuro y solitario.

Donde las praderas ya no son espacios vulnerables, donde los rayos no son flechas de dioses castigadores 

Ese destino que haga florecer una nueva primavera y con ella todo brote con sabia renovada y hasta el árbol más solitario, encuentra las fuerzas necesarias para llenarse de vida, y sentir que entre sus frondosas ramas, otros pueden  protegerse e iniciar un nuevo ciclo de vida. 

Sin embargo llega un momento en que te adaptas a todo y sientes que tu destino es la soledad, donde  acompañada de mi fiel arco, solo puedo desafiar a la vida con el certero tiro de mi flecha, hacia un lugar oculto y del cual no ves el objetivo final. Cruel realidad la del arquero que dispara flechas sin cesar y que el destino se encarga de desviar del amor, de la dicha de un ser que le entregue compresión, valor  y amor.

Saludos
Patricio.Varsariah