Suele decirse que a los buenos amigos se les conoce en los malos momentos. Ahora bien, otro instante clave donde apreciar también su sinceridad es cuando la suerte nos abraza, cuando alcanzamos nuestros deseos. Si esa persona muestra una alegría sincera y comparte tu emoción, jamás pierdas ese vínculo. Yo no anhelo tus felicidades, no envidio tus triunfos o tus logros. Yo celebro tus victorias como si fueran mías y mi corazón late con tus mismas alegrías y pesares. Por ello, desearé ...

Continuar leyendo…