Si tu alma no está en paz, nada externo puede arreglarla.
Publicado por Patricio Varsariah el martes, junio 3, 2025

Te preguntas por qué te sientes vacío, incluso cuando todo lo haces bien.
El alma es la vida misma de nuestra existencia. Es el ser interior. No son tus pensamientos. Ni tus emociones. Es el "testigo" más allá de tu conocimiento del yo. El observador de la mente. No es algo que puedas medir, definir ni comprender por completo. Pero la sientes. Sabes que está ahí. Es la parte de ti que habla con conocimiento.
Puedes sentir el alma cuando algo no está bien. Pero la mayoría de la gente la ignora. Pasamos la mayor parte de nuestra vida escuchando a la mente. Calcula, planifica, juzga y protege. Es útil, sin duda. La lógica tiene su lugar. Pero la mente no siempre es sabia. No siempre sabe qué es lo más importante. El alma sí.
La mente intuitiva es un don sagrado y la mente racional es un sirviente fiel. Hemos creado una sociedad que honra al sirviente y ha olvidado el don Y ese es el problema. Valoramos la productividad, la velocidad y los logros por encima del despertar del alma. Así que aprendes a ignorar a la persona sabía que llevas dentro. Ignoras el dolor en tu pecho. Adormeces el anhelo de algo más. Sigues adelante, pensando que todo lo demás fuera de ti llenará el vacío. Pero nunca lo hace.
Si tu alma no está en paz, nada externo puede arreglarla. Ninguna cantidad de dinero, atención o validación llenará el silencio de tu corazón. Toda la claridad que necesitas para encontrar tu dirección está ahí dentro.
El alma sabe qué le da sentido a tu existencia. Pero la mayoría de la gente rara vez escucha lo que la hace cobrar vida. El desafío es evitar que la mente se apodere de tu vida. Hay una fuerza vital en tu alma, búscala. Hay una joya en la montaña de tu cuerpo, búscala.
Si la buscas, no mires afuera, mira dentro de ti y búscala. La gente busca la vida fuera de sí misma. Hasta que es demasiado tarde para volver a su interior y dedicar tiempo a trabajar por el bien del alma. El arrepentimiento siempre ha sido el precio de ignorar lo que el alma necesita. Si ignoras el afán de hacer lo correcto por tu alma, pasarás tu jubilación arrepentida.
La buena noticia es que no necesitas ser espiritual para ser más consciente de lo que hace que tu ser interior cobre vida. Solo necesitas dedicar tiempo a escuchar más. Tu alma siempre espera que le prestes atención. Un ser humano tiene tantas pieles por dentro, que cubren lo más profundo de su corazón. Sabemos tantas cosas, ¡pero no nos conocemos a nosotros mismos! Treinta o cuarenta pieles, tan gruesas y duras como las de un buey o un oso, cubren el alma. Sumérgete en tu propio territorio y aprende a conocerte allí.
Si un lugar, una persona o una experiencia es tan acertada que te hace querer quedarte allí el mayor tiempo posible, es una señal del alma. Puede que tengas un trabajo que se ve genial en el papel, pero te sientes muerta/o por dentro. Es una retroalimentación de tu alma. Tu alma te está diciendo que el trabajo no se alinea con quién eres. No necesitas renunciar. Pero sí necesitas escuchar. Y encontrar otras actividades que alimenten tu alma.
O tal vez estás en una relación que lo cumple todo, pero te sientes invisible. Algo falta. Tu alma quiere la verdad honesta. Quiere conexión, no solo consuelo. Te sientes fuera de lugar y esa sensación importa. El privilegio de una vida es unirte a tu alma. Eso solo puede suceder si la alimentas a diario. Cualquier cosa que toleres y que entre en conflicto con las necesidades de tu ser interior es la fuente de tu miseria.
El alma no usa la lógica. Busca la verdad honesta. La reconoces cuando la sientes. Cuando haces algo que encaja con tu alma, hay tranquilidad. Paz. Y claridad. No necesitas forzarlo. Simplemente fluye. Esa es la vida que quieres. Esa es la vida que tu alma desea para ti. Si empiezas a escuchar más, tu relación con tu alma cambiará. Puedes bajar el ritmo. Deja de fingir que no te importa. Deja de reprimir lo que sabes que es verdad. Haz espacio para volver a sentir. Entrégate a las tareas y experiencias que te dan energía. Presta atención a lo que te agota. Y haz más de lo que alimenta tu curiosidad. La búsqueda del significado. Lo que te hace sentir bien. No lo que la gente piensa.
Tendrás miedo una vez que empieces a ceder a la vida del alma. Es normal. La mente busca certeza. El alma busca la verdad. La mente se resiste al cambio. El alma da la bienvenida al crecimiento. Tú eliges a quién escuchar. Si ignoras a tu alma el tiempo suficiente, pierdes la chispa. Te cansas, te amargas y te llenas de resentimiento. Pero si escuchas, aunque sea un poco, revives. Tu alma sabe qué te hace sentir vivo. Confía en ella. Escúchala. Vive de ella. Nadie más puede hacer eso por ti.
Mi gratitud por dedicar tu tiempo en leer, que tengas un día maravilloso.
Patricio Varsariah.