Ser quien realmente eres, simplemente tú.
Publicado por Patricio Varsariah el martes, julio 29, 2025

La verdadera felicidad y el verdadero poder residen en comprenderte, aceptarte y tener confianza en ti mismo.
Ser adulto es difícil. Asumes tantas responsabilidades y te integras tan bien que olvidas quién eres. Las expectativas pueden agotarte. La gente termina actuando para el público. O usando máscaras. Complacer a los demás, encajar o evitar ser juzgado.
Tenemos que atrevernos a ser nosotros mismos, por muy aterrador o extraño que ese yo pueda resultar.
La auto claridad o el autoconocimiento cambian tu relación contigo mismo. El privilegio de una vida es convertirte en quien realmente eres. Pero convertirte en ti mismo puede ser aterrador. Podrías decepcionar a la gente. Podrías destacar. Y destacar significa volverse vulnerable. La mayoría de la gente no puede arriesgarse a convertirse en la «verdad». La paradoja de la vida es que cuanto más te escondes, más desconectado te sientes. Encajas, pero no perteneces. Actúas, pero no vives.
El individuo siempre ha tenido que luchar para no verse abrumado por la tribu. Si lo intentas, a menudo te sentirás solo y, a veces, asustado. Pero ningún precio es demasiado alto para pagar el privilegio de ser dueño de ti mismo.
La autenticidad es la práctica diaria de dejar ir quienes creemos que deberíamos ser y aceptar quienes somos. Una práctica diaria es intensa. Por eso la gente prefiere usar máscaras. Algunos días lo lograrás. Otros días te retirarás. Mientras no olvides tu verdadero yo, estarás bien. Si ser tú mismo fuera fácil, todos lo harían. Pero algo se interpone: el miedo. Miedo al rechazo. Miedo al fracaso. Miedo a ser “demasiado” o “insuficiente”. Y no es irracional.
Desde una perspectiva evolutiva, el rechazo significaba la muerte. Nuestros cerebros están programados para evitar sobresalir. Según los experimentos, la mayoría de la gente se deja llevar por la multitud, incluso cuando esta está claramente equivocada, solo para evitar el aislamiento.
Sé tú mismo cuando sea seguro. Lo que quiero decir es: atrévete. Eso significa superar el miedo, no rodearlo. Poner en práctica tu sabiduría no es fácil. Podrías perder gente. Podrías enfrentarte a juicios. Enfrentarás dudas. Pero te ganarás a ti mismo. Un día te despiertas y te das cuenta de que ya no estás fingiendo. Estás viviendo.
"Sí, esto es lo que soy" es el verdadero riesgo. Pero también es la verdadera recompensa. La forma más común de desesperación es no ser quién eres. Eso es lo que está en juego. No solo la felicidad. No solo el éxito. Sino tu alma. Así que, si estás cansado de actuar, atrévete a ser tú mismo. Aunque dé miedo. Aunque sea extraño. Especialmente si es extraño.
Convertirse en quien realmente eres es un proceso de alineación. No hay una llegada definitiva. No te despiertas un día perfectamente consciente y auto expresado. Te realineas cada día. Es como ajustar tu postura cuando te das cuenta de que has estado encorvado. Cada vez que decides atreverte, dejas de necesitar impresionar. Te concentras en ser real. Dejas de comparar tu vida con la de los demás.
Empiezas a prestar atención a lo que te hace sentir bien. Lo que eres es suficientemente bueno si tan solo lo fuera abiertamente. La curiosa paradoja es que cuando te aceptas tal como eres, entonces puedes cambiar. Es el verdadero significado de la autoaceptación. Y la autoaceptación es un proceso activo. Es una elección que haces cada vez que te niegas a traicionarte para obtener aprobación. La vida es corta, y solo tú puedes vivir la tuya. Atrévete a ser tú mismo. Atrévete a ser extraño. Atrévete a ser visto.
Ser bello significa ser tú mismo. No necesitas ser aceptado por los demás. Necesitas aceptarte a ti mismo. Si naces como una flor de loto, sé una hermosa flor de loto, no intentes ser una flor de magnolia. Si anhelas aceptación y reconocimiento e intentas cambiar para adaptarte a lo que los demás quieren que seas, sufrirás toda tu vida. La verdadera felicidad y el verdadero poder residen en comprenderte, aceptarte y tener confianza en ti mismo.
Lo más difícil que harás en tu vida es también lo más importante: ser quien realmente eres. No la versión que crees que la gente quiere. No la que se define por el miedo, los aplausos o las expectativas. Simplemente tú. Y sí, eso te asustará. Se supone que debe hacerlo. Todo lo real siempre lo hace. Pero lo más aterrador es vivir toda tu vida como alguien que no eres. Porque ningún éxito, validación o control te hará sentir bien si te cuesta tu identidad.
Vive tu verdad. No necesitas ser más como los demás. Solo necesitas ser más como tú mismo. Ese es el propósito de la vida. Una auto revolución silenciosa. Pero hay una paradoja que solo tú puedes descubrir.
No sé qué es peor: no saber quién eres y ser feliz, o convertirte en lo que siempre has querido ser y sentirte solo.
Gracias por tu interés y tu tiempo.
Patricio Varsariah.