Tengo preguntas:

¿Por qué algunas personas se deslizan con gracia por la vida, dejando estelas de luz y risas a su paso? ¿Y por qué otros tropiezan, perpetuamente frustrados e insatisfechos?

¿Qué separa estos dos caminos?

¿Algunas personas son simplemente más afortunadas y nacen con una existencia encantada? ¿O hay un código oculto, un conjunto de reglas de vida tácitas, que sólo los “sabios” siguen?

Las reglas de la vida son complicadas. La gente juega con reglas diferentes. Pero existen reglas fundamentales que las personas con mejor desempeño utilizan para guiar sus acciones. Es posible que le resulten menos cómodos. Pero vale la pena conocerlos. O mejor aún, saber qué funciona para quienes están ganando es fundamental.

Dos reglas básicas de la vida son: 1) El cambio es inevitable. 2) Todo el mundo se resiste al cambio. La mayoría de la gente nunca aprende las numerosas reglas de la vida. Eligen hacer las mismas cosas una y otra vez, pero esperan resultados diferentes. Eso es locura, dijo Einstein.

Comparto 5 reglas de vida tácitas que todo el mundo conoce, pero sólo unos pocos las siguen. Existen en el aire que respiramos, pero es fácil pasarlas por alto, ahogadas por las distracciones de las expectativas, las presiones sociales y el ruido seductor de nuestras inseguridades. No garantizan una vida libre de desafíos. Pero pueden empoderarte para tomar decisiones conscientes, desarrollar mejores hábitos y tomar posesión de la trayectoria de tu vida.

1. La competencia de la vida con un espectro de definiciones.
Es doloroso creerlo, pero en realidad es verdad. Todos somos jugadores que intentamos abrirnos camino y ganar el complicado juego de la vida. Pero ganar adopta muchas formas. Puede ser la euforia de superar sus límites, la profunda alegría de forjar conexiones profundas con los demás, la tranquila satisfacción de dominar una habilidad, conseguir un trabajo o contratar un nuevo cliente. También puede ser el impacto que generas en el mundo, el legado que dejas y el simple hecho de vivir cada día con propósito y pasión.

La voluntad de ganar, el deseo de triunfar, la necesidad de alcanzar su máximo potencial… estas son las llaves que te abrirán la puerta a la excelencia personal.  No existe un camino correcto o incorrecto, ni una tabla de clasificación obligatoria. En verdad, debes competir contigo mismo para mejorar o convertirte en una gran versión de ti mismo. Nadie necesita perder para que tú ganes.

En lugar de fijarte en una definición singular de ganar, toma la libertad de definir tus victorias. Redefinir el éxito no como un objetivo final sino como un viaje continuo de crecimiento, aprendizaje y autodescubrimiento. Establece el listón tú mismo. Canaliza tu energía competitiva para cumplir con tus estándares y expectativas.

2. El mundo real recompensa a quienes hacen las cosas.
Si bien tener metas e intenciones es importante, el mundo real tiende a valorar y recompensar a las personas que van más allá de la planificación y realmente toman medidas para implementar sus ideas y planes.

El mundo real está impulsado por el progreso y el logro de objetivos. Las personas que consistentemente entregan resultados, resuelven problemas y hacen avanzar las cosas son naturalmente valoradas en la mayoría de los campos. Hacen que las cosas sucedan, traspasan los límites y contribuyen al progreso real.
Gran parte del estrés que siente la gente no proviene de tener demasiado que hacer. Viene de no terminar lo que comenzaron.

Las personas que pueden “hacer las cosas” a menudo se consideran proactivas. Toman la iniciativa, identifican oportunidades y abordan los desafíos de frente. Esta mentalidad es muy valorada en muchos aspectos de la vida, incluido el lugar de trabajo y las relaciones personales. En muchos contextos, lo que en última instancia importa es el resultado. El mundo real tiende a reconocer y recompensar a las personas que pueden ofrecer resultados tangibles.

3. Lo que te trajo aquí no te llevará allí.
Los ganadores aprovechan múltiples conjuntos de habilidades. El dominio de algunas habilidades relacionadas te hace más adaptable y capaz de aprender cosas nuevas rápidamente. Puede adaptar fácilmente sus habilidades para adaptarse a las demandas cambiantes y aprovechar nuevas oportunidades.

Por ejemplo, un escritor sólido con conocimientos básicos de codificación puede crear contenido interactivo, mientras que un analista de datos con habilidades de comunicación puede presentar sus hallazgos de manera efectiva.

La vida es una progresión continua de acumulación de habilidades. Las habilidades relevantes que aprendas hoy se pueden utilizar no sólo mañana sino por el resto de tu vida. En lugar de dominar una habilidad, desarrolla un conjunto de habilidades.

Aprende y combina habilidades nuevas, incluso no relacionadas, para volverte más eficiente o valioso. Explora y profundiza en las habilidades que despiertan tu curiosidad. Tu motivación intrínseca alimentará tu vida y la hará más gratificante.

4. La vida es un juego largo: tu estrategia (hábitos, decisiones y elecciones) determina cuánto duras.
Tus decisiones diarias determinan dónde terminas (feliz, saludable, realizado) o miserable. Si aplicas las reglas correctas en cada etapa de tu vida, es posible que dures un poco más. La vida es un desafío, ¡enfréntalo! ¡La vida es un sueño, date cuenta! ¡La vida es un juego, juégala! La vida es amor, ¡disfrútala! 

Elegir hábitos saludables como el ejercicio y una nutrición adecuada puede influir en el bienestar físico y mental, mientras que fomentar relaciones más profundas y realizar actividades significativas puede hacer maravillas para tu satisfacción emocional.

El objetivo no es necesariamente añadir años a nuestras vidas sino vida a nuestros años. Las decisiones que tomamos, grandes y pequeñas, son la forma en que vivimos.

5. La felicidad es ser responsable de la propia experiencia.
La felicidad significa tomar posesión. Eso significa un compromiso activo con tu vida. Tomar decisiones deliberadas sobre tus pensamientos, hábitos y acciones también significa establecer metas, perseguir tus intereses, cultivar relaciones y participar en actividades que te brinden alegría.

Si esperas que los demás te hagan feliz, siempre te decepcionarás. Ser responsable significa no culpar a los demás por tu infelicidad. Hasta que no te hagas cargo de tu vida, siempre estarás persiguiendo la felicidad.

La verdad más importante sobre la felicidad es ésta: tu felicidad es tu responsabilidad personal. En lugar de buscar ser feliz gracias a una persona, un trabajo o un factor externo, considera las relaciones y el trabajo como salidas para la felicidad y concéntrate en cómo puede brindar más felicidad.

La felicidad es un trabajo interior. No le des a nadie tanto poder sobre tu vida. Todo lo que está fuera de ti puede ayudarte a mejorar en la vida, pero no es el medio para tu felicidad.

Patricio Varsariah.

El arte de vivir implica saber cuándo aguantar y cuándo soltar.