No es lo que le dices a los demás lo que determina tu vida; es lo que te susurras a ti mismo lo que tiene el mayor poder. Tú sabes que esto es cierto.  La felicidad de nuestra vida depende en gran medida de la calidad de nuestros pensamientos.

La mente es de hecho nuestro campo de batalla.  Es el lugar donde reside el mayor conflicto.  Es donde la mitad del caos que creíamos que era real, fue completamente fabricado.  No se puede escapar del hecho de que somos lo que pensamos, que no podemos cambiar nada si no podemos cambiar nuestra forma de pensar.

La clave, por supuesto, es calmar nuestra mente ...

Es mi deseo que comparto con Ustedes que, al comenzar cada día en 2022, seamos consciente y tomémonos un segundo para pensar en el privilegio de simplemente estar vivo y mucho de Ustedes con buena salud. Respiremos en el espejo del baño solo para ver lo increíble que se ve nuestra respiración. 
Cuando comenzamos un día en un estado consciente como este, podemos concentrarnos de manera más efectiva, comenzar el día con el pie derecho y llevar el impulso hacia adelante.

Yo sé y estoy consciente de que es más fácil decirlo que hacerlo la mayoría de los días, pero la práctica siempre ayuda.  Entonces, te sugiero practica recordarte a ti mismo, que…

1.- El problema rara vez es el problema; el problema es la cantidad increíble de pensar y analizar demasiado que estás haciendo con el problema.

2.-Muchas personas se vuelven infelices simplemente porque les resulta imposible aceptar la vida tal como se presenta en este momento.  No tienes que ser uno de ellos.

3.-Nunca fuerces nada.  Haz tu mejor esfuerzo, luego déjalo estar.  Si está destinada o destinado a ser así, lo será.  No se reprima con cosas que están fuera de tu control.

4.-Aprende a confiar en el viaje, incluso cuando no lo comprendas.  A veces, lo que nunca quisiste o esperaste resulta ser lo que necesitas.

5.- Finalmente: RELAJATE.  Tú eres suficiente.  Tienes suficiente.  Haces lo suficiente.  Inhalar.  Exhala ... déjate llevar y vive ahora mismo el momento.

Saludos desde mi alma.

Patricio Varsariah.