Recibimos enseñanzas continuamente..
Publicado por Patricio Varsariah el sábado, abril 16, 2016

En la vida, llegamos al momento en que estamos dispuestos a asimilar nueva información. Antes de eso no lo veremos aunque la tengamos delante de las narices. Somos animales de costumbres. Seguimos con lo que estábamos haciendo hasta que nos obligan a cambiar. Así pues, ¿la vida es una sucesión de desastres dolorosos? No necesariamente. El universo siempre envía señales amables. Cuando no hacemos caso de ellas, nos hace la señal con un mazo.
El progreso duele más cuando nos resistimos. Determinadas personas reciben determinadas enseñanzas. Mi vida es una sucesión de enseñanzas que yo necesitaba, y que se suceden en perfecto orden. Recibimos enseñanzas continuamente. Pero si no las aprendemos, tendremos que repetir curso una y otra vez… y otra vez… y otra. Cuando nos sentimos desgraciados siete días a la semana, seguramente nos hemos saltado una lección. VIVIR Y APRENDER A este mundo no vinimos a castigarnos sino a educarnos.
Todo lo que sucede nos ofrece una oportunidad de transformación y los grandes desastres pueden transformar incluso nuestra mentalidad. Actúa como si cada suceso tuviese una finalidad, y tu vida tendrá finalidad. Averigua por qué te hacía falta esa experiencia, domínala, y ya no volverá a serte necesaria.
Todo lo que sucede nos ofrece una oportunidad de transformación y los grandes desastres pueden transformar incluso nuestra mentalidad. Actúa como si cada suceso tuviese una finalidad, y tu vida tendrá finalidad. Averigua por qué te hacía falta esa experiencia, domínala, y ya no volverá a serte necesaria.
Cuando tú cambias, tu situación cambia. Es axiomático. No hace falta que te pares a pensar cómo ocurrirá. Tu transformación modifica tu circunstancia. Pero el cambio ha de ser auténtico. Antes de cambiar la dirección, intenta cambiarte los esquemas. Al miedo sólo se le vence enfrentándonos a él. Como atraemos constantemente las enseñanzas que necesitamos, muchas veces atraemos las experiencias que tememos. Cada uno de nosotros es una causa. Nuestros pensamientos atraen las circunstancias y las crean.
Si cambiamos, creamos circunstancias diferentes. No es imprescindible que la vida sea siempre dolorosa, pero el dolor sigue siendo la razón principal que nos mueve a cambiar. Mientras no nos duela nada, podremos consentir que nuestro ego siga diciendo “voy bien”. Cada uno de los sujetos que aparecen en tu vida es un maestro.
Si cambiamos, creamos circunstancias diferentes. No es imprescindible que la vida sea siempre dolorosa, pero el dolor sigue siendo la razón principal que nos mueve a cambiar. Mientras no nos duela nada, podremos consentir que nuestro ego siga diciendo “voy bien”. Cada uno de los sujetos que aparecen en tu vida es un maestro.
Aunque nos vuelvan tarumba, aprendemos, porque nos enseñan dónde están nuestros límites. Que sean nuestros maestros no significa que tengamos que amarlos. La vida es como una escalera. Para subir, antes hay que sentarse bien en el peldaño donde estamos, sea el trabajo, las relaciones, el dinero o cualquier otro. Hecho esto, podremos avanzar al peldaño siguiente. Cuando las cosas se ponen demasiado fáciles, nos buscamos los problemas nosotros mismos. Nunca digas: “No podré descansar y disfrutar hasta que…”
Descansa y disfruta mientras te ocupas de tus asuntos. Aunque nosotros estemos preparados para recibir la información, los demás no lo están necesariamente. Si no te preguntan, por lo general significa que no quieren la información. El universo es un maestro paciente y perseverante. Dedica tu atención a las señales y todo transcurrirá con relativa facilidad.
Descansa y disfruta mientras te ocupas de tus asuntos. Aunque nosotros estemos preparados para recibir la información, los demás no lo están necesariamente. Si no te preguntan, por lo general significa que no quieren la información. El universo es un maestro paciente y perseverante. Dedica tu atención a las señales y todo transcurrirá con relativa facilidad.
Tu éxito y tu felicidad dependen de leyes y principios naturales… y de cómo los aproveches. La enseñanza de la semilla es: Recogerás la cosecha cuando hayas hecho el trabajo. Hay que cavar la tierra y regar la semilla (esfuerzo), esperar un tiempo (paciencia) y sólo entonces puedes recoger tus alubias. Esfuerzo + paciencia= resultados. Primero el esfuerzo, después la cosecha. Ése es el principio. No se puede invertir el proceso.
Aunque plantes una docena de semillas no vas a tener una docena de plantas (algunas salen, otras se agotan, otras se las comió el pájaro)… así es la vida. La vida es un sistema energético. Si nada te sale bien, tuya es la culpa. Cuando te hayas dado cuenta de que lo que aportas configura tus circunstancias, dejarás de ser una víctima.
La vida suele darnos lo que le pedimos. Si somos sinceros con nosotros mismos recordaremos casi todo lo que nos ha ocurrido… y cómo hemos contribuido a que ocurriese. No hagas caso de lo que las leyes del universo disponen para tu vecino. Ocúpate del funcionamiento de la causa y efecto en tu propia vida: en tus relaciones, tus triunfos y tus decepciones. Será mejor para tu paz mental.
La vida suele darnos lo que le pedimos. Si somos sinceros con nosotros mismos recordaremos casi todo lo que nos ha ocurrido… y cómo hemos contribuido a que ocurriese. No hagas caso de lo que las leyes del universo disponen para tu vecino. Ocúpate del funcionamiento de la causa y efecto en tu propia vida: en tus relaciones, tus triunfos y tus decepciones. Será mejor para tu paz mental.
El universo premia el esfuerzo, no las excusas. Empieza por donde puedas. Entrégate de lleno a lo que hagas, y la oportunidad empezará a buscarte. Es lo que se llama crearse una reputación. Es lo que se llama “una cosa lleva a la otra”.
Ten disciplina para hacer las pequeñas cosas que no te gustan, y podrás pasar la vida haciendo las grandes cosas que sí te gustan. La clave de la autodisciplina no está en tener una voluntad de hierro. Sino en saber por qué deseamos tal o cual cosa. Te resultará más fácil ahorrar si realmente sabes por qué quieres vivir libre de deudas. Es más fácil ponerse a estudiar si tiene uno claro por qué necesita sacar mejores calificaciones. Si quieres que tus negocios prosperen, necesitas tener método. Si quieres que tu vida florezca, debes poner orden. Y observarás una cosa más: Lo que está dentro, también está fuera. Tu entorno refleja tu mentalidad.
Por lo general, el que tiene su casa en un caos suele tener la vida en las mismas condiciones. Ningún esfuerzo se desperdicia. Es posible invertir mucha energía en algo, sin que suceda nada a primera vista. En realidad, tu energía ya está produciendo cambios, sólo que no se ven. Sigue invirtiendo energía y verás sin duda una transformación. Recuerda el principio… no te asustes, y no desesperes.