Sencillamente para mí, significa amar al otro, a cualquiera, de cualquier parte, sin que medie parentesco, raza, amistad, vecindad, sexo, recomendación, ni interés en sacar un beneficio de ninguna naturaleza.

Es, de la manera que puedas, ser solidario, dar una mano en el momento que se te cruce la necesidad del otro, tu prójimo o bien en forma continua como lo hace mucha gente. Dando de comer a carenciados en comedores comunitarios, visitando enfermos en hospitales, buscando trabajo para una familia que está en problemas económicos, poniendo el oído al que necesita hablar. Colaborando económicamente a una buena causa si no tienes tiempo físico. etc.

La religión cristiana y otras del mundo, lo dan como un mandamiento que, sería la salvación de la raza humana, y muchos se rebelan poniendo en juicio la existencia de Dios, de un Poder Superior. Al hacerlo, pierden el tiempo en esas discusiones, no se dan cuenta que al margen de creer o no, el dogma, la ley, el mandato, la frase o como quieran llamarla ésta es por su sabiduría la salvación de toda humanidad.

Mi sugerencia para aquellos es, discutan sobre el mensajero, acéptenlo o no, tómense su tiempo, pero no dejen de: leer, aprender y poner en práctica el mensaje.

Hagamos de cuenta que el país es un gran bote, si todos estamos dentro remando para el mismo lado, no cabe duda vamos a sobrevivir y salir adelante. Significa levantar al que se cae, o se queda atrás, no procurar salvarnos solos.

Voy a dejar de lado mis creencias para que no interfieran en el análisis, los no creyentes en nada, por favor no huir de la lectura. Cuando en el párrafo anterior menciono que la frase amarás a tu prójimo como a ti mismo, es la salvación para el país, no me refiero a la que dijo Jesús según los evangelios, el que crea en mi será salvo.

Esta última se refiere a las almas, y la otra, la primera, a la vida, a la armonía y paz de tu vida, la de aquellos a quienes amas y a la de todo ser humano, viviente y por qué no también suponer que la de sus almas. Al margen de fe o creencias. No nos damos cuenta de la enorme sabiduría del mandato segundo. Si el país o el mundo aprendiera a amarse, no existirían guerras, conflictos, problemas, intereses mezquinos y egoístas. En una palabra se viviría en paz y armonía.

Desde hace 2000 años, o más está la "solución", pero el hombre sigue siendo imperfecto, se deja llevar por su codicia, ira, egoísmo, mezquindad, orgullo, deseo de poder, bajos instintos, hipocresía, conspiración y traición, violencia física, verbal y escrita etc.

Los defectos humanos son innumerables, ¿Como puedes tener un diálogo? con alguien que no quiere escuchar, o se cierra estrictamente a evaluar como probable algo, que no acepta, por su formación, su manera de pensar, ni hablar si está totalmente alejado de lo espiritual o lo filosófico. Pero sin dudarlo digo que gente que no pertenece a esas corrientes puede destacarse por su honestidad, ética y moral.

Entiendo al que no tiene fe en alguna religión u otra buena doctrina , porque durante gran parte de mi vida fui igual, a pesar de ser buena persona y tener sólidos valores éticos y morales. Tuve que tocar fondo, luego de años continuados de sobre exceso laboral intelectual llegar a estar tan mal, para llegar pensar que solo la muerte era la salida al dolor y la inacción que produjo lo emocional que entrampaba mi mente. A pesar de amar la vida, era ya imposible continuarla. Nadie que no haya pasado por una estado similar puede juzgar o comprender.

Cuando estaba en esa situación, una palabra salió de mi boca, ¿Dios mío que me ocurre? No lo conocía, pero nombré a un ser superior, como cada cual pueda concebirlo buscando su interpretación. Estoy vivo porque el intento me salió mal o porque Dios tendría otra misión para mí. Y vaya que la tuvo. Porque estuve presente en infinidad de situaciones que requirieron más adelante de mí consolidado y fortalecido por años y hasta ahora.

A la vida llegamos para vivir y aprender muchas cosas, cuando perdí el control remoto de la mía, tuve que dejarme llevar por los caminos a los que, sin interpretarlo así en ese momento, mi ser interior y tal vez un poder superior me conducían.

Me pasaron cosas tristes, dolorosas, pude comprobar que no fui el único y tomar conciencia de que mucha gente en el mundo sufre acontecimientos terribles , muchos peores que los míos. Lo importante es salir más sabio, más fuerte emocionalmente, más espiritual, para seguir viviendo con ajustes de personalidad y de forma de vida. 

Las personas, reconociendo sus debilidades o fragilidades de carácter, pueden cambiar, superarse, ser felices y exitosos en serenidad.

Es difícil para la mayoría auto conocerse y aceptar que necesita modificar en los hábitos, pensamientos, sentimientos que formaron su personalidad , y le impiden ser feliz, pero, paso a paso con aceptación, ¡Funciona!. 

De nuestro interior surgen virtudes y fragilidades de carácter que pugnan entre ellas. Radican en el alma espíritu “corazón” e influyen en nuestro intelecto racional. Son nuestra sensibilidad nuestros pensamientos sentimientos reacciones frente a situaciones de vida y en nuestra relación con los otros.

No cabe discutir sobre Jesús de Nazaret para los creyentes, para los que no lo son, tomen “La sabiduría del mensaje”. ¿No nos damos cuenta que una sola frase aplicada, soluciona todos los problemas conflictivos del mundo y no requiere más definiciones? Con quien amas o te aman ¿se harían daño? o, ¿Buscarían razonar para salvar las diferencias?

Saludos.

Patricio Varsariah.