En estos tiempos de inseguridad económica en que todos estamos pasando y en una sociedad alimentada por el consumo constante, muchas personas gastan demasiado en lo que quieren y no lo suficiente en lo que realmente necesitan es muy importante invertir en necesidades, no deseos. El consumismo se ha entretejido en el tejido de nuestras vidas, creando un ciclo implacable de deseo, adquisición y posterior insatisfacción.

La riqueza no consiste en tener grandes posesiones, sino en tener pocos deseos. Creo que estamos en una burbuja no esencialista, todo parece importante, por lo que, por supuesto, nada lo es. Hemos sido condicionados a creer que nuestro valor se mide por nuestras posesiones, y que la acumulación de riqueza material es el mejor marcador de éxito y felicidad. Sin embargo, este paradigma perpetúa una sensación de vacío y anhelo perpetuo, ya que nuestros deseos son insaciables y nunca pueden estar completamente satisfechos.

Pero podemos trascender este paradigma cultural y reorientar nuestro enfoque hacia invertir en necesidades en lugar de deseos. Vale la pena reconsiderar los cimientos de nuestras actividades.

¿Está tu vida realmente arraigada en la necesidad genuina y la realización personal, o está formada por las expectativas sociales, la presión de los compañeros y el marketing manipulador?

La búsqueda de la felicidad, el éxito y el cumplimiento a menudo se entrelazan con una búsqueda constante de gratificación superficial. Perseguir las necesidades desafíos la esencia misma de la naturaleza humana. Cambiar su enfoque para invertir en necesidades significa que está listo para cuestionar la naturaleza del deseo humano en sí.

En el mundo moderno, la línea entre necesidades y deseos es borrosa, y nos encontramos atrapados en una búsqueda implacable de exceso y superfluidad. Invertir en necesidades es la base misma de la vida con una idea de lo esencial: una existencia simple pero significativa. Es un llamado para priorizar las cosas esenciales que nutren nuestro bienestar físico, emocional y espiritual en lugar de sucumbir a la lista en constante expansión de posesiones externas.

Invertir en necesidades significa aprender a encontrar alegría en los aspectos intangibles de la vida, como relaciones significativas, crecimiento personal y experiencias que nutren nuestras almas. Nos desafía a ir más allá de los deseos de nivel de superficie que perpetúan un ciclo de insatisfacción y a buscar un sentido de satisfacción más profundo y duradero. Nos llama a cultivar una conexión más profunda con nosotros mismos, los demás y el mundo que nos rodea.

En esencia, invertir en necesidades redirige nuestra atención al valor inherente de la simplicidad y la satisfacción. Reconoce que el verdadero cumplimiento no radica en acumular cosas que probablemente no usaremos, sino en cultivar experiencias significativas, relaciones auténticas y crecimiento personal.

Perseguir la vida con una idea de lo esencial es un viaje de autodescubrimiento, donde cuestionamos los motivos detrás de nuestros deseos y discernimos si realmente se alinean con nuestros valores y aspiraciones más profundos.

La búsqueda de necesidades sobre las necesidades no significa la renuncia al progreso. Más bien, representa un ajuste de nuestras prioridades, una enmienda que nos permite trascender el atractivo de los deseos fugaces y reorientar nuestras vidas hacia lo que realmente importa. Es una base sólida para una existencia más equilibrada, satisfactoria e impulsada por un propósito donde nuestras acciones se alinean con nuestros valores centrales.

Cuando quitamos las capas de deseos superficiales, obtenemos una comprensión más profunda de nuestro ser auténtico y podemos cultivar un sentido de propósito y satisfacción más genuino.

Invertir en necesidades se alinea con los principios de la simplicidad. Abrazar un estilo de vida simple nos permite arrojar la carga del exceso y desaprobar nuestras vidas, tanto física como mentalmente. Nos libera de la búsqueda constante de más posesiones para crear espacio para contenido real, gratitud y satisfacción.

Una búsqueda implacable de propósito y significado impulsa la vida a identificar nuestros intereses, talentos y valores y canalizar nuestras energías hacia las actividades que se alinean con ellos. 

Simplicidad sobre la complejidad. La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de los no esenciales. 

En el núcleo de lo esencial se encuentra el reconocimiento de que nuestra verdadera esencia, nuestro ser auténtico, no está definido por posesiones o deseos superficiales. En cambio, se encuentra al fomentar nuestras relaciones, seguir nuestras curiosidades y contribuir al bien mayor. La verdadera satisfacción y felicidad se encuentran al eliminar el exceso y centrarse en lo que es realmente esencial en nuestras vidas.

Por ejemplo, antes de realizar una compra, podríamos cuestionar si el artículo es realmente necesario o simplemente una necesidad fugaz que traiga una satisfacción temporal. Debemos valorar la calidad sobre la cantidad. Invertir tiempo, energía o finanzas, en menos actividades, pero más significativas. Derivamos una satisfacción más profunda al enfocarnos en experiencias de calidad, relaciones y posesiones.

Reconoce la importancia de fomentar conexiones profundas y significativas en lugar de extenderse demasiado en una gran red de conocidos que no puedes mantener. Priorizar las interacciones de calidad y fomente los bonos auténticos para crear un sistema de apoyo de amigos y seres queridos de confianza que proporcionen conexiones significativas.

En lugar de acumular muchos artículos que brindan satisfacción temporal, invierte en bienes de alta calidad que se alinean con tus valores y traen utilidad y disfrute duraderos. Por ejemplo, en lugar de acumular un armario grande lleno de ropa moderna pero desechable, podemos optar por algunas piezas atemporales de alta calidad que reflejan su estilo personal y se puedes disfrutar en los años venideros.

En resumen, la vida esencial es un marco para vivir deliberada y auténticamente. Solo eliminando lo no esencial y abrazando una existencia simplificada e intencional podemos descubrir un profundo significado, propósito y satisfacción en nuestras vidas.

Es una invitación para abrazar la vida consciente e intencional. Vale la pena dejar de lado las expectativas sociales, las presiones externas y la búsqueda de más.

Para una vida más significativa, identifica y concéntrate en lo que realmente te importa, y elimina los elementos no esenciales que a menudo desordenan tu vida.

Mantente segura o seguro, saludable y que tengas un productivo día de paz y tranquilidad.

Patricio Varsariah.