Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. 
    Mi pequeño sitio donde digo libremente lo que pienso y siento.   

Todos tenemos obligaciones y deberes hacia nuestros semejantes. Pero parece bastante curioso que, en la sociedad neurótica moderna, las energías de los hombres se consuman en ganarse la vida y rara vez en la vida misma. Se necesita mucho coraje para que un hombre declare, con claridad y sencillez, que el propósito de la vida es disfrutarla. Hay tanto que amar y admirar en esta vida que es un acto de ingratitud no ser feliz y estar contento en esta existencia.                                                        Mis escritos están encauzados como un camino de crecimiento personal y espiritual.

La gratitud es la mayor de las virtudes.

septiembre 7, 2024


La mayor virtud de todas las que más ha cambiado mi vida. La base de la alegría, la paz interior y la abundancia. El único hábito que siempre me pone de buen humor, me hace sentir más conectado con los demás y conmigo mismo y reduce el estrés mental es la gratitud. Me hace apreciar mucho más la vida. La alegría, la satisfacción y la paz interior son beneficios secundarios de una mentalidad de gratitud. 

Pienso que la gratitud es la mayor virtud y la madre de todas; la base de todas las demás. Creo que todas las demás buenas cualidades (la amabilidad, la humildad, la generosidad) crecen a partir de un corazón agradecido. La gratitud no es solo la fuente de todas las virtudes, sino también una mentalidad, una forma de ver el mundo. Es encontrar alegría en las cosas pequeñas y apreciar las grandes. Cambia tu enfoque. En lugar de detenerte en lo que te falta, ves lo que tienes.

La gratitud es la clave para una vida plena. No estropees lo que tienes deseando lo que no tienes; recuerda que lo que tienes ahora estuvo alguna vez entre las cosas que solo esperabas. Cuando estamos agradecidos, vemos el mundo de manera diferente. Nos centramos en lo que tenemos, no en todo lo que nos falta. Apreciamos las cosas simples: nuestra salud, las experiencias con las personas que amamos y las cosas ordinarias que damos por sentado.

La gratitud tiene una forma de mostrarnos la abundancia que damos por sentado. Notamos las pequeñas cosas: un buen sueño, una buena comida con tus seres queridos, la compañía de un buen amigo. Estos son los momentos que realmente importan. La interminable lista de deseos y necesidades no parece tan apremiante cuando te concentras en ellos.

No significa que las dificultades desaparezcan. La vida sigue siendo vida; los altibajos, los días buenos y malos están garantizados. Las experiencias siempre se sentirán como nubes pasajeras. Pero cuando eliges concentrarte en la gratitud, esos desafíos parecen más pequeños. Te das cuenta de que incluso en los momentos difíciles, hay algo por lo que estar agradecido. La gratitud no ignora las partes difíciles de la vida; solo las pone en perspectiva.

He descubierto que cuando practico la gratitud, me siento más ligero. Mi mente está más clara y mi corazón está más lleno. Cuanto más reconozco lo bueno en mi vida, más cosas buenas encuentro. Es como si la gratitud creara un efecto dominó. Un pequeño agradecimiento lleva a otro y, pronto, estás rodeado de bendiciones.

La gratitud cambia nuestra perspectiva. Cuando eres agradecido, la amabilidad, la compasión y la empatía crecen de forma natural. Te vuelves más paciente, comprensivo y perdonador. La mayoría de las personas se quedan atrapadas en lo que no tienen durante demasiado tiempo. Se apegan a la vida que deberían haber tenido o que quieren tener.

La gratitud cambia las historias que nos contamos a nosotros mismos. Te centras en la abundancia, no en la escasez. Ves bendiciones, no cargas. Piensas que la vida sucede a tu favor, no en tu contra. Lo cambia todo. Así que haz espacio para la gratitud en tu vida. Comienza de a poco. Puede ser cualquier cosa. Te sentirás más en paz y más satisfecho con el lugar en el que te encuentras. 

Practico la gratitud en el momento en que me despierto; estoy agradecido por el privilegio de estar vivo y la oportunidad de disfrutar de la compañía de las personas cercanas a mí. Cuando te levantes por la mañana, piensa en el privilegio que es estar vivo, pensar, disfrutar, amar utiliza la gratitud como fuente de felicidad. Te volverás más consciente, más presente y más conectado cuando aprecias la vida en movimiento. La gratitud transforma tu perspectiva. Convierte lo que tienes en suficiente. No te apegas a tus objetivos. Disfruta de lo lejos que has llegado. Cuando haces espacio para estar agradecido, te sientes más conectado con las personas en tu vida. 

Encuentra alegría en el momento presente en lugar de anhelar el futuro o detenerme en el pasado. Estar agradecido por la sensación de serenidad y conexión en los espacios verdes y azules. En una mentalidad de gratitud, tu alma está viva, porque la verdadera felicidad es disfrutar del presente, sin depender ansiosamente del futuro, no entretenernos ni con esperanzas ni con temores, sino quedarnos satisfechos con lo que tenemos, que es suficiente, porque quien es así no quiere nada. Las mayores bendiciones de la humanidad están dentro de nosotros y a nuestro alcance. 

Ni siquiera tienes que empezar un diario de gratitud para apreciar tu vida y cómo has llegado hasta aquí. Yo me recuerdo conscientemente cómo me va la vida todos los días: en mis paseos en soledad.

Es un hombre sabio el que no se lamenta por las cosas que no tiene, sino que se alegra por las que tiene. Puedes hacer espacio para la gratitud a tu manera. No tiene por qué ser complicado. Con el tiempo, notarás un cambio. Comenzarás a ver lo bueno en cada situación. Te sentirás más satisfecho, más en paz. Cuanto más lo practiques, más crecerá. Es el camino hacia una vida más significativa. “Reconocer lo bueno que ya tienes en tu vida es la base de toda abundancia.

La gratitud es la mayor de las virtudes porque es la base de una vida feliz y pacífica. Haz espacio para la gratitud e invitarás a más alegría, amor y satisfacción a tu vida. Toma nota de las cosas que te hacen sentir vivo. Conviértelo en un hábito y una práctica diaria. Cuanto más lo hagas, más abundante te parecerá la vida.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

La resistencia sólo prolonga lo inevitable.

agosto 30, 2024


Aferrarse a la ira, el resentimiento o el miedo solo lo agobia. Perdone, aprenda y siga adelante. Cuando deja de resistirse, libera espacio mental para las cosas que realmente importan. Se vuelve proactivo en lugar de reactivo. Amigas y amigos míos, es sabio nutrir el alma, de lo contrario, criarás dragones y demonios en tu corazón.

Si prestas suficiente atención, notarás que, a veces, cuanto más te resistes a algo, más grande se vuelve. Tal vez sea un mal hábito, un patrón de pensamiento negativo, oleadas de pensamientos, emociones, experiencias pasadas o una fecha límite inminente. Sea lo que sea, lo rechazas, intentas forzarlo a desaparecer, finges que no existe o incluso lo ignoras, pero nunca desaparece.

A lo que te resistes, acumula poder. En algún momento, amenazará con derribarte. También se lo llama el efecto del “elefante blanco”. Cuanto más intentas olvidar un elefante blanco, más piensas en él. La resistencia funciona de manera similar, manteniendo los comportamientos no deseados en primer plano en tu mente.

Lo que resistes no solo persiste, sino que también aumentará de tamaño. En resumen, lo que resistes, persiste. Obtienes más de aquello a lo que te resistes. La filosofía que cambia la vida es ésta: la resistencia crea tensión. Mantiene tu atención centrada en lo que quieres evitar. La concentración constante amplifica los pensamientos, sentimientos o experiencias no deseados. Se convierte en una especie de foco de atención que atrae toda tu atención y hace que parezca más grande y más poderosa de lo que realmente es.

La mente es como un iceberg. Tiene dos partes funcionales: por encima de la superficie (mente consciente) y por debajo de la superficie (mente inconsciente). La mente consciente es donde tomas decisiones y controlas tus pensamientos, pero debajo de la superficie está el vasto inconsciente, un remolino de emociones, recuerdos e impulsos primarios. Es en este reino inconsciente donde la resistencia echa raíces. Cuando te resistes a algo (un miedo, un pensamiento, un mal hábito), lo empujas hacia el inconsciente.

Pero aquí está la amarga verdad: el inconsciente no entiende la negación. No distingue entre resistencia y concentración. Cuando te resistes constantemente a algo, en realidad le estás dando poder en tu mente inconsciente. Es casi como un niño que hace una rabieta. Cuanta más atención les prestas, incluso atención negativa, más intensifican su comportamiento. De manera similar, resistirse a algo en tu mente consciente alimenta su presencia en tu inconsciente. Se convierte en un tira y afloja mental, que drena tu energía y obstaculiza tu crecimiento.

No eres solo tu mente consciente. La batalla interna entre tu mente consciente e inconsciente es el motor oculto de tu vida. Da forma a tus decisiones, colorea tus emociones e incluso puede sabotear toda la existencia.

Sabemos que los dramas más salvajes y conmovedores no se representan en el teatro, sino en los corazones de hombres y mujeres comunes que pasan sin llamar la atención y que no traicionan al mundo nada de los conflictos que se desatan en su interior, excepto posiblemente un colapso nervioso. 

Lo que es tan difícil de entender para el profano es el hecho de que en la mayoría de los casos los propios pacientes no tienen la menor sospecha de la guerra interna que se desata en su inconsciente. Si recordamos que hay muchas personas que no entienden nada sobre sí mismas, nos sorprenderá menos darnos cuenta de que también hay personas que no son conscientes de sus conflictos reales.

Entonces, ¿cuál es la alternativa?: La aceptación. Reconocer el sentimiento, el pensamiento, la experiencia, el hábito, el impulso sin juzgar. No luches contra él. Déjelo entrar, obsérvelo con calma y luego déjelo retroceder. No porque quiera que se quede, sino porque negar su existencia solo lo fortalece. La aceptación lo prepara para desprender su energía emocional de él. Ahora, con la resistencia reconocida, tienes una opción. Puedes observarla, comprender por qué está allí y luego elegir seguir adelante. La resistencia puede seguir allí, pero ya no es el impulsor. Lo eres tú.

La resistencia es una batalla perdida. Véala como lo que es. Sólo entonces podrás abordarlo. Ignorar tu angustia emocional o ansiedad sólo lo empeora. Perdura y crece hasta que te veas obligado a enfrentarlo. Reprimir lo que necesitas o tienes que decir conduce a una acumulación de tensión que finalmente explota de una manera que no te gustará. Haz tiempo para esa conversación difícil. Di tu verdad. Tal vez la relación se cure, o tal vez termine. Pero la resistencia sólo prolonga lo inevitable. Hasta que hagas consciente lo inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino.

Acepta la oscuridad debajo de la superficie para explorarla, comprender su origen y, finalmente, transformarla. Si ignoras la ira, hierve a fuego lento debajo de la superficie, amenazando con desbordarse en cualquier momento. Encuentra una forma constructiva de hablar de ello. Resuelve el asunto antes de que se convierta en un problema.

Cuando iluminas los rincones oscuros de tu inconsciente, lo sacas a la luz y trabajas con él. Tal vez esa emoción negativa provenga de una experiencia de la infancia. Con esa conciencia, tienes el poder de elegir. Puedes elegir dejarlo ir para desarrollar mecanismos de afrontamiento más saludables. Tal vez ese miedo pueda replantearse como una advertencia saludable. Tal vez ese mal hábito provenga de una necesidad emocional más profunda.

Hay libertad en dejar ir la resistencia. te permite ver las cosas como son, no como temes que sean. Le das poder para elegir la acción en lugar de la evasión. Les abres a posibilidades que no podía ver cuando estabas demasiado ocupada o ocupado luchando contra las sombras.

Cuando sientas la necesidad de resistir, pregúntate: “¿Esto me ayuda o me impide?” o “¿Qué puedo hacer al respecto?”. Elige moverte con la corriente, no en contra de ella. Puede que te sorprendas de lo mucho más suave que se vuelve el camino. La gente hará cualquier cosa, por absurda que sea, para evitar enfrentarse a su propia alma. Pero tú no eres su sombra. No somos lo que nos pasó; somos lo que elegimos convertirnos. 

Vuelve hacia tu interior para transformar tu realidad. Elige la libertad.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

Los años me han enseñado una poderosa lección de vida.

agosto 30, 2024


La vida no está destinada a rompernos, pero todos tenemos experiencias pasadas que cambian la forma en que lidiamos con el dolor y la vulnerabilidad. A veces, nos sentimos destrozados, defectuosos e imperfectos. Sé que he estado allí.

Pero con los años he aprendido una poderosa lección de vida: las grietas, las imperfecciones y las debilidades se pueden transformar en algo hermoso. En lugar de ocultar las grietas, la reparación las resalta, que significa “unir con oro”, es un recordatorio para mantener el optimismo cuando las cosas se desmoronan y para celebrar los defectos y los errores de la vida. La idea es que la pieza es más hermosa por haberse roto, es una forma de replantear las dificultades.

Mis luchas y cicatrices no me hacen menos, me hacen más. Añaden significado y carácter a lo que soy. He aprendido a integrarlas mi historia completa. Nuestras imperfecciones no son algo que se deba ocultar o avergonzar. Son algo que se debe celebrar. Nos hacen quienes somos.

Nuestras grietas son parte de nuestra historia completa. Son lo que nos hace quienes somos. No tenemos que ocultar nuestras grietas. He aprendido a aplicar esto a mi propia vida. Mi dolor, mis cicatrices y mis defectos no deberían impedirme vivir una vida significativa. Cuando paso por momentos difíciles, los veo como lecciones para mi próxima experiencia. En lugar de ocultar mi dolor, lo reconozco. Lo uso para reconstruir mi autoestima. Las peores partes de mí no me definen.

Como la cerámica reparada con oro, puedo usar mis luchas para recuperarme más fuerte y más resistente. 
Sé que puedo reconstruir cuando la vida me rompe. Y no tengo que salir de esto igual que antes. Puedo salir de esto incluso mejor, con mis cicatrices brillando como el oro.

Está bien sentirse roto. Pero debes saber que puedes reconstruirte. Y cuando lo hagas, serás incluso más hermoso por ello. Nuestros defectos no son algo de lo que avergonzarse. Son algo que se debe celebrar. No aspiro a resultados perfectos, autoestima o experiencias de vida. Estoy aprendiendo a aceptar mi ser completo, defectos y todo. Me está ayudando a encontrar la paz interior.

Tú y yo somos más que nuestras luchas. Somos las piezas hermosas e imperfectas. Y eso nos hace verdaderamente valiosos.

Cualquier cosa que la vida te depare (pérdida de empleo, eventos traumáticos, divorcio, lesión, la pérdida de un ser querido, estrés relacionado con el trabajo) puede sentirse como el final de todo. Pero estas experiencias pueden ser fuentes de transformación. La herida es el lugar por donde la Luz entra en ti.

Nuestras cicatrices representan los desafíos que hemos superado, la sabiduría que hemos ganado y la resiliencia que hemos desarrollado. Nos hacen quienes somos y en lo que podemos convertirnos. Úsalos para crear una vida más hermosa y significativa. Las grietas son por donde entra la luz.

A pesar de tus heridas, dolor y vulnerabilidades, puedes volverte más fuerte, más sabia o sabio y más resistente. Hay belleza en las cosas rotas y fuerza en superar la adversidad y te ayudara a reconstruir una mentalidad orientada a la fortaleza. Nadie está roto sin posibilidad de reparación. Solo estás en el proceso de convertirte en algo aún más hermoso.

Todos somos muy duros con nosotros mismos. Sé menos crítica o crítico con tus cicatrices y vulnerabilidades. Concéntrate en tu transformación. Una pieza de cerámica reparada no solo se arregla, sino que se le da una nueva forma. Las grietas, ahora rellenas de metales preciosos, le añaden belleza y singularidad.

No se trata de apresurarse a arreglar las cosas o fingir que todo está bien. Se trata de tomarse el tiempo para reparar, para rellenar las grietas con cuidado e intención. He tenido que recordarme eso a menudo y reducir la velocidad y apreciar el proceso de curación. La curación no siempre es rápida ni fácil, pero siempre vale la pena.

Tú y yo somos como la cerámica, nos volvemos más valiosos y únicos gracias a nuestras experiencias. Y eso es algo que vale la pena celebrar. No soy perfecto, y eso está bien. Soy más fuerte por lo que he pasado, y tú también. No tienes que ser perfecta o perfecto para reconstruir tu autoestima. Ninguno de nosotras lo es.

Nuestras imperfecciones, nuestras grietas, son lo que nos hace únicos. Son el oro de nuestras vidas. Úsalas para encontrar un mejor sentido de autoestima y paz. Serás más increíble por ello. He visto esta verdad en mi vida y espero que tú también puedas verla en la tuya. Estoy honrando mis partes rotas y llenándolas de oro. La forma en que me recompongo importa más que mi dolor y mis grietas.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

Caminos del vivir entre la lógica, la razón y el sentir.

agosto 26, 2024


Lo emotivo casi nunca camina al lado de la razón. Además ¿En qué se basa la razón realmente? ¿Qué elementos evaluamos al hacer un juicio de valor o ante una disyuntiva? La razón no es infalible y desde ya no es el camino a la felicidad. 

Todos los días de esta vida me he encontrado pensando, en la Razón, motivo, causa, consecuencias de mis actos y sentires. Me he enfrascado en una lucha constante de saber si mis razones son válidas, verdaderas para los actos que he llevado a cabo en mi existencia y de repente me encuentro desorientado, sin brújula cierta que me lleve a puerto seguro y es que a la deriva va mi barca desde hace un tiempo. 

Busco definirte Razón y encuentro, lo que ya sabía, un descubrimiento griego, una parte de la filosofía, del pensamiento de las premisas que nos planteamos, de los conceptos inculcados de generación en generación como base de familia, seguidor de reglas sociales en el espacio geográfico que me ha tocado vivir; receptor de las políticas educativas en las cuales he estado inmerso y de las que adquirí mis bases de formación integral para el conocimiento universal de la cultura y la especialidad en una carrera a seguir en la profesión vocacional que ha sido "razón" para mi realización y subsistencia. 

He de suponer es una base para reconocer e identificar conceptos, analizarlos, cuestionarlos, deducir e inducir todo cuanto distinto sea a los que capto o tengo por cierto, para entonces descubrir que hay certezas que no son tales, coherencias cuestionables y volver a comenzar al descartar lo que ya parecía un camino seguro en los caminos del vivir entre la lógica, la razón y el sentir. 

Es entonces cuando me cuestiono. El dicho tan cacareado de que "hay razones que el corazón no entiende", se agiganta ante mí en la lucha de saber, de sentir que tengo razón y sin embargo los otros, tú o aquel, me hacen ver que es posible venga equivocado por décadas de vida, que no hay que ser tan cándido, que no hay que creer como he creído, que la vida no puede ser una taza de cristal expuesta al mundo, que el decir lo que se piensa o siente sin cortapisas es una daga que puede devolverse y herir sin contemplación, porque mi verdad, razonada y analizada bajo lupa, puesta en cuestionario para verificar en estadísticas si hay un número de seres pensantes y con sentimientos que den luz a la razón que me mueve, encontrando adhesión, razonamientos, inclusive más enriquecedores, no dejan lugar a dudas que, si es cierto que pueda andar equivocado en algún punto de mi gran ecuación de vida, también encuentro identificación y "razones válidas para actuar como actúo, casi siempre" . 

Si todo esto ha ocurrido, mi pregunta a ti, Razón es, ¿por qué me siento tan mal a estas alturas de mi vida, cuando debería estar gozando de la paz que da la sabiduría de los años y el pasar por todo lo que hay que pasar para poder apreciar mejor la vida, al tocar los umbrales de la muerte? 

Quizá me falte tiempo para amar, ummmmmmmm..., quizás no he podido amar, quizás el miedo se interpuso en ello. La vida es curiosa si la observas desde tu interior más recóndito. La razón llega a convertirse en sin razón absoluta la mayoría de las veces…Es que debe haber un equilibrio, un sano equilibrio; de tal manera que, aunque distintas, las razones de una y otro, no sean incongruentes. (lo dice alguien que piensa con el corazón y muchas veces se cuestionó por ello) 

Al volver sobre lo escrito, quizás el problema esté en el "casi siempre tengo razón”, porque nadie tiene la "razón absoluta" eso es una prepotencia y un engaño feroz, atroz a la propia mente y al propio sentir. 
En resumidas cuentas, lo que me mueve a escribirte es que, desde hace unos días, no me encuentro en el encontrarte para tener una "razón" que me mueva con alegría de seguir aquí.  Con las dudas y el desconcierto de andar a la deriva en el mar de la existencia.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

Muchas personas escriben por diferentes motivos.

agosto 25, 2024


Yo lo hago por este motivo. Desde el corazón 

Desde que tengo memoria, me ha encantado escribir historias. Nunca me obligaron a hacerlo, pero algo en mi interior me decía que tenía que hacerlo. En la escuela primaria me di cuenta por primera vez de que podía crear palabras que conmovieran las emociones de las personas. Escribía historias que cautivaban las mentes de los profesores, conmovían sus corazones y les hacían sonreír de oreja a oreja.

Esto lo llevé a la escuela secundaria. Podía escribir media página con un mínimo esfuerzo y obtener una buena nota, mientras que otros tenían dificultades con el doble de palabras. Puede que suene a que soy arrogante, pero te prometo que no lo soy. Te lo estoy contando.

¿Creo que nací para escribir? No.
¿Creo que soy el mejor escritor del planeta Tierra? Por supuesto que no.
Pero soy una persona a la que le encanta escribir. Poniendo mis ideas en práctica

Todo lo que te rodea y que llamas vida fue creado por personas que no eran más inteligentes que tú y tú puedes cambiarlo, puedes influir en él, puedes construir tus propias cosas que otras personas pueden usar.

El mundo que hemos llegado a conocer y amar fue construido a partir de las ideas de personas que no son más inteligentes que tú o que yo. Esta es la belleza de la mente humana. Puede construir ideas sobre el futuro y lo que es posible de la nada. El teclado desde el que escribo, la silla en la que estoy sentado y el techo sobre mi cabeza fueron una vez meros pensamientos antes de convertirse en realidad. Y esta es una de las razones por las que escribo.

Todos tenemos opiniones, ideas y creencias, pero muchos de nosotros tenemos miedo de compartirlas con el mundo. Tu idea podría tener el poder de transformar vidas de maneras que no podrías imaginar, pero nunca lo sabrás si nunca las públicas. Sé audaz. Sé valiente. Sobre todo, sé tú mismo. Libre al fin

Todo el mundo tiene opiniones sobre las redes sociales. Algunas personas lo ven como una forma de control, otras como una forma de conexión y algunas como una manera de ganar dinero. Pero tengo una idea más que la gente tiene demasiado miedo de admitir. Lo veo como un escape de los horrores de la vida cotidiana. La gente ha estado buscando formas de escapar de la realidad durante miles de años. Ya sea a través del entretenimiento, las vacaciones o las drogas, no importa. Mientras no tengan que pensar en sus problemas, son felices.

Bueno, lo mismo me pasa a mí con la escritura. Cada vez que mis dedos tocan el teclado y aparecen letras en la pantalla, siento una liberación instantánea. Cuando escribo, todo deja de importar y todos mis problemas desaparecen.

Escribir me transporta a un estado de inconsciencia donde lo único que importa soy yo y las palabras en la página. En mi mente, el mundo entero se ha detenido y está esperando a que termine de escribir. La meditación, llevar un diario y caminar por la naturaleza son métodos de atención plena.

Escribir es lo mío. No voy al gimnasio, así que diría que estoy en buena forma y bastante fuerte. Bueno, espero que así sea. Pero a mi edad me cuesta mucho el trabajo físico. Albañilería, yesería, carpintería, lo que sea. Si se necesita energía física para hacer el trabajo, no cuenten conmigo. Odio usar el término, pero me considero un "trabajador del conocimiento". Quiero usar el contenido de mi mente para ganarme la vida en lugar de usar el contenido de mi cuerpo. Es por eso que trato de escribir tanto como puedo. Ya sea que vayas al gimnasio, coloques ladrillos o escribas palabras en una página, todo es ejercicio. Escribir ayuda a mantener mi mente ágil. Me ayuda a organizar mis pensamientos en un mundo donde el caos acecha a cada paso.

Mi mantra es este: dedica tanto tiempo a ejercitar la mente como al cuerpo. Recuerda, la mente puede funcionar sin el cuerpo, pero el cuerpo no puede funcionar sin la mente. No puedes detenerme. Ahora bien, este es el tema más cliché de todos.

Hace unos años tuve una conversación con una persona que me dijo que no le apasiona nada. “Mentiras”, dije. Pero al mirarla más profundamente a los ojos me di cuenta de que hablaba en serio. No podía creerlo. Pensé que todo el mundo tenía un pasatiempo, una salida creativa, algo que amaba hacer para expresarse. Parece que estaba equivocado.

La gente siempre me pregunta por qué escribo y mi respuesta siempre es la misma. Es porque me encanta. Ninguna cantidad de dinero en este mundo podría impedirme volver a escribir, pero si alguien quiere intentar disuadirme, que lo haga. Escribir es mi pasión. Es lo que me encanta hacer. Puede que me tome descansos, pero nunca pararé.

Es cierto lo que dicen. Encuentra lo que amas hacer y nunca trabajarás un día en tu vida. La pasión es un combustible incomparable.

Escribo para reflexionar, como humanos, siempre estamos tratando de darle sentido al mundo que tenemos ante nosotros. Estamos expuestos a una gran cantidad de información, lo que nos dificulta distinguir qué es verdad y qué es mentira. Y con tanta exposición a la información, tenemos que aprender a darle sentido a todo, en lugar de creer todo lo que escuchamos. Por eso escribir es una herramienta tan poderosa. Si quieres darle sentido al mundo que te rodea, escribe. Si quieres reflexionar, escribe. Si quieres convertirte en una mejor persona, ya lo has logrado, escribe.

Escribe como si tu vida dependiera de ello. La mente humana es voluble. Olvida cosas en un abrir y cerrar de ojos. Pero cuando te tomas el tiempo de escribir, conviertes un simple pensamiento en realidad. Luego, en algún momento, puedes volver y reflexionar sobre tus pensamientos en vivo y en persona.

Todo el mundo tiene sus razones para escribir y estas son las mías.

Escribí esto con la esperanza de inspirar a quien lo encuentre. Escribir no es una tarea frívola, es un camino hacia la libertad. Úsalo a tu favor.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

Cinco características para construir una relación saludable.

agosto 24, 2024


Las relaciones son uno de los componentes principales de una vida plena. Infunden significado, alegría y pasión a tu vida. Pueden transformar lo que antes era una existencia aburrida en algo con profundidad y color. Pero el siglo XXI ha dificultado encontrar el amor. Las redes sociales han lavado el cerebro a todo el mundo. La gente siempre compara sus relaciones con lo que ve en Internet. Empiezan a pensar que el pasto es más verde del otro lado, no donde están.

Una relación saludable tiene muchos componentes clave, algunos de los cuales voy a explorar contigo ahora.

1.-Respeto mutuo
Cualquier relación que inicies estará llena de emociones y sentimientos intensos. Y aquí es donde se pone a prueba tu respeto mutuo. Pero aquí es donde muchas relaciones fallan. La gente se enoja, se dicen cosas y se lanzan disculpas. Pero esta es la verdad: si alguien dice algo por enojo, lo dijo en serio. Su enojo le dio la confianza para decir lo que piensa. El respeto no se desvanece cuando discutes o no estás de acuerdo. O está ahí o no está. Así que, hagas lo que hagas, nunca toleres la falta de respeto, porque lo único que estás haciendo es enseñar a la gente cómo tratarte.

2.-Confianza
Cuando era niño, tenía una creencia muy distorsionada sobre la confianza. Ya sabes, era más tóxica que distorsionada. Hacía que la gente pasara por aros para demostrarme su lealtad, mientras yo encontraba formas de desacreditarla. Para serlo, la confianza se tenía que ganar, y en lo que respecta a la confianza, eso es cierto. Pero tuve que reevaluar mis puntos de vista. Ahora tengo un enfoque diferente. Ahora doy confianza y espero a ver si alguna vez la violan. Ya sea que estés saliendo con alguien o en una relación completa, tienes que depositar tu fe absoluta en que esa persona hará lo correcto. Es hacer eso o vivir cada momento despierto en un estado de ansiedad.

3.-Compromiso
Te voy a dar un aviso. En el momento en que inicies una relación, prepárate para hacer algunos sacrificios. No siempre te saldrás con la tuya, así que acostúmbrate. Si quieres que tu relación funcione, tienes que estar dispuesto a reconocer y comprender el punto de vista de tu pareja. Tienes que ser capaz de tener en cuenta tus sentimientos y pensamientos. Esto puede significar sacrificar las salidas nocturnas con las chicas o los chicos. O puede que tengas que dejar de fumar. Sea lo que sea, el compromiso es fundamental para una relación sana. Al final, la elección es tuya. O el valor que obtienes de la relación supera a lo demás, o no estás dispuesto a hacer el sacrificio. La elección es toda tuya.

4.-Individualidad
Así es como funciona una relación. Tú tienes tu vida, tu pareja tiene la suya y ambos se unen para crear una. Anteriormente, sé que dije que tienes que aprender a hacer concesiones, pero hay algunos niveles de compromiso a los que nunca deberías adherirte. Si intentas coaccionar a alguien o cambiar sus valores y creencias, lo único que conseguirás es generar resentimiento, incluso si te sales con la tuya. Solo lo diré una vez: nunca sacrifiques quién eres ni lo que representas por el bien de la felicidad de otra persona. Siempre debes sentirte cómoda o cómodo siendo tu yo raro y peculiar, y si a tu pareja no le gusta, que se vaya a patear piedras.

5.-Buena comunicación
La comunicación nunca fue mi punto fuerte. Odiaba tener conversaciones difíciles, evitaba tener que hablar de las cosas y, a veces, ignoraba a las personas para evitarlo por completo. Pero tengo que reconocerme algunos méritos. He avanzado mucho. Ahora, disfruto de las conversaciones difíciles. No porque me guste el drama o el conflicto, sino porque sé que son necesarias, además con los años he aprendido sinceramente que las relaciones saludables no son más que una serie de conversaciones difíciles. En cualquier relación o amistad, si no puedes ser abierto y honesto, entonces sal corriendo. La buena comunicación depende de que ambas partes se respeten mutuamente y expresen sus opiniones. 

Es así como se genera seguridad emocional. Por algo tienes dos oídos y una boca. Escucha más de lo que hablas, entiende de dónde viene tu pareja y, hagas lo que hagas, no escondas las cosas bajo la alfombra.
Habla sobre ello y luego tíralo a la basura. Aprendí que las conversaciones difíciles no destruyen las relaciones. Las fortalecen más que antes. 

No dejes que las redes sociales te engañen. Una relación saludable no es encontrar a alguien que pague tus cuentas, te lleve a los restaurantes más elegantes o te compre todas las bolsas del mundo. Una relación saludable es alguien que se preocupa por tu bienestar emocional. Es encontrar a alguien que quiera verte prosperar en la vida y ser la mejor versión de ti mismo. No te dejes engañar por Internet. Hasta que no encuentres esto, no te conformes.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

Como podemos superar nuestros problemas. (yo los llamo “situaciones”)

agosto 22, 2024


Las preguntas más difíciles de la vida parecen interminables. Nos persiguen y exigen respuestas. Pero ¿qué pasa si no hay soluciones definitivas? 

Pienso que no conquistamos nuestros problemas, sino que los superamos. La lógica o la razón por sí solas no pueden solucionar los mayores problemas de la vida. Pienso que los problemas más importantes de la vida no están destinados a ser resueltos, sino a ser experimentados y superados.

Los problemas más grandes e importantes de la vida son fundamentalmente insolubles. Nunca se pueden resolver, solo se pueden superar. Los mayores problemas de la vida (cosas como el amor, la identidad, el significado y nuestro lugar en el mundo) no tienen respuestas claras. No se pueden resolver simplemente con fórmulas o conceptos únicos.

A medida que crecemos, los detalles de nuestros grandes problemas no nos agobian de la misma manera. Cosas como la manera en que mi pasado afecta mi futuro, las incertidumbres del futuro que antes parecían imposibles de comprender, ahora parecen diferentes, no porque las haya “resuelto”, sino porque no soy la misma persona que era. 

La vida no es un problema que se debe resolver, sino una realidad que se debe experimentar. Esta idea cambia el enfoque de intentar arreglarlo todo a simplemente vivir y experimentar la vida. Reemplazamos el estrés por la curiosidad. Creo que no estamos atrapados; estamos evolucionando.

Para cada problema, intento encontrar crecimiento y sabiduría; superar mis problemas es la forma de evitar quedar atrapado por ellos. No conquisto los desafíos tanto como evoluciono para superarlos.

A medida que crezco, desarrollo nuevas fortalezas y perspectivas para conquistar el siguiente, nos expandimos para superar nuestros problemas. Las nuevas experiencias y las perspectivas frescas nos hacen más grandes que nuestros problemas. Es como escalar una montaña. Cuanto más alto subes, más pequeños parecen los problemas en la base. Las experiencias de vida, el aprendizaje y el desarrollo personal son como subir esos escalones. Amplían nuestra perspectiva y comprensión. Así, en lugar de forzar una solución, evolucionamos más allá del problema en sí.

Tomemos como ejemplo las relaciones. No se puede “resolver” el amor ni los conflictos que lo acompañan. Cuando no estoy de acuerdo con alguien que me importa, puede parecer que encontrar la solución perfecta es la única forma de avanzar. Pero, a menudo, el verdadero progreso se produce cuando supero mis emociones y mi ego. Aprendo a comunicarme mejor, a ser más paciente y a comprender las perspectivas de los demás.

Con el tiempo, lo que antes parecía un gran problema se volvió más fácil de hablar, comprender y apreciar, no porque encontré la solución perfecta, sino porque encontré una forma de superar el problema. Incluso con algo tan fundamental como el miedo (como el miedo al fracaso o al rechazo), en realidad no resolvemos estos miedos. Aprendemos a vivir con ellos, a superarlos y, con el tiempo, pierden su control sobre nosotros. He tenido momentos en los que el miedo me paralizó, pero, al mirar atrás, veo cómo esos miedos se desvanecieron a medida que adquirí más experiencia de vida.

No resolví el miedo, lo superé. Para cada área, pienso en expandir la percepción, cambiar el enfoque. Lo que parece abrumador comenzará a perder su poder sobre mí. No porque el problema cambió, sino porque tú lo hiciste. El problema sigue, pero estás en un espacio diferente. Ese es el valor de superar nuestros problemas.

¿La lección clave? Tú y yo no necesitamos resolver todos los problemas. Podemos crecer a través de ellos. Puedes concentrarte en volverte más fuerte, más sabio y más resiliente. No deberíamos quedarnos estancados tratando de resolver lo irresoluble. No es tanto que resolvamos nuestros problemas como que los superamos. Agregamos capacidades y experiencias que eventualmente nos hacen más grandes que los problemas.

Los desafíos o preguntas más difíciles no tienen respuestas fáciles.

Cambiamos con el tiempo. Aprendemos, experimentamos y nos convertimos en personas diferentes. Estos cambios a menudo hacen que nuestros viejos problemas parezcan más pequeños. No conquistamos nuestros desafíos tanto como evolucionamos para superarlos. Siempre estamos cambiando y creciendo. Nuestros problemas siguen siendo los mismos, pero nos volvemos más grandes que ellos. 

La vida se vuelve menos sobre encontrar respuestas y más sobre experimentarlas.

No hay presión para resolver todo. Debemos permitirnos a evolucionar, aprender, vivir. Cambiamos, y en ese cambio, encontramos la capacidad de manejar mejor nuestros problemas. Eso alivia la presión.

No tenemos que ser solucionadores de problemas perfectos. Solo necesitamos seguir creciendo y evolucionando. Descubriremos las cosas a lo largo del camino. O mejor aún, superaremos la necesidad de resolverlo todo. Aprendemos sobre la marcha. Tal vez nunca “resolvamos” las cosas por completo, pero cambiamos. Crecemos. Y esa es la verdadera victoria en la vida. 

Nadie llega a comprender nunca de qué se trata la vida, y eso no importa. No necesitas todas las respuestas para vivir una buena vida. No necesitas todas las respuestas para disfrutar de tu vida. Disfruta de las pequeñas cosas, incluso si te parecen insignificantes. Ama a las personas cercanas a ti. 

Experimenta todo. No te estreses por encontrar respuestas perfectas. Puede que no haya ninguna.

Algunas cosas, eventos y problemas en la vida simplemente están ahí, son parte de la experiencia humana. No podemos eliminarlos, pero podemos aprender a vivir con ellos o, mejor aún, superarlos para encontrar la paz interior.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

La frigidez de una vida ajetreada.

agosto 19, 2024
Greg Rakozy 38802 Unsplash

El ajetreo no es nada nuevo bajo el sol. Se remonta mucho tiempo atrás. Pero hay que tener mucho cuidado con la frigidez de una vida ajetreada. Es posible que un hombre pueda vivir el doble de tiempo si no pasara la primera mitad de su vida adquiriendo hábitos que acortan la otra mitad.

No he buscado durante mi vida amasar riqueza y adornar mi cuerpo, pero he buscado adornar mi alma con las joyas de la sabiduría, la paciencia y, sobre todo, con el amor a la libertad. Constantemente cuestionó a las élites. Cuestionó sus percepciones sobre la moralidad, la virtud y la buena vida. Si bien valoro la interacción social, critico a quienes participaban en conversaciones superficiales y actividades carentes de profundidad intelectual o moral.

Veo con desesperanza a muchos ciudadanos (especialmente a los políticos de turno) consumidos por la búsqueda de riqueza, poder y placer, descuidando el verdadero propósito de la vida: la búsqueda de la sabiduría y el autoconocimiento para vivir bien. Pienso que están cultivando un huerto estéril en su incansable ajetreo.

 La fatiga por las tareas y la responsabilidad es una preocupación creciente. Hacemos malabarismos con las carreras, las familias, las obligaciones sociales y las actividades personales, sintiéndonos a menudo abrumados y agotados. 

La mentalidad de “estar siempre conectados” nos está agotando. El trabajo se expande por cada rincón de nuestra vida, convirtiendo las noches en extensiones del día. Revisamos los correos electrónicos durante la cena y trabajamos hasta altas horas de la noche. Todos los días están llenos de actividad, pero ¿estamos realmente viviendo? 

No confundamos el mero movimiento con una acción significativa, debemos detenernos y examinar los “frutos” de nuestro ritmo frenético. En nuestra incesante búsqueda de “hacer”, corremos el riesgo de descuidar el valor de “ser”. No abogo por la apatía; destacó los peligros de una vida sin tiempo y espacio para la introspección. Creo que la verdadera realización está en la búsqueda interna de significado y virtud. Pero requiere tiempo de inactividad y espacio mental, “lujos” que a menudo se sacrifican en nombre de la actividad. 

Creo que la verdadera medida de una buena vida no es la acumulación de actividades, sino la búsqueda de sabiduría y comprensión. El estar ocupado, puede convertirse en una barrera para alcanzar esa meta, distrayéndonos de las preguntas esenciales sobre nosotros mismos, nuestros valores y el significado de nuestra existencia.

Lo realmente importante no es vivir, sino vivir bien. Y vivir bien significa, junto con otras cosas más agradables de la vida, vivir de acuerdo con nuestros principios.

Existe una diferencia clave entre el simple estar ocupado y el compromiso significativo. Estás ocupado, pero ¿con qué fin? ¿Estás enriqueciendo tu vida o simplemente cumpliendo con las obligaciones? 

Apoyo por un enfoque consciente de cómo empleamos nuestro tiempo. En nuestra búsqueda de una buena vida, hacemos malabarismos con el trabajo, los compromisos sociales, los pasatiempos y un flujo interminable de información. La mayoría de las personas nunca se detienen a preguntarse: ¿Esta actividad o tarea me está acercando a mis objetivos a largo plazo? ¿Estoy realmente comprometido con lo que estoy haciendo o estoy en piloto automático? ¿Qué estoy sacrificando cuando voy corriendo de una tarea a otra?

El ajetreo se vuelve estéril cuando no estás cumpliendo tus metas de vida o de carrera. Hay que realizar un cambio de perspectiva. Se trata de priorizar la calidad sobre la cantidad. El secreto de la felicidad, como ves, no se encuentra en buscar más, sino en desarrollar la capacidad de disfrutar menos. Eso significa elegir un trabajo significativo en lugar de perseguir plazos. Priorizar el tiempo de calidad en tus relaciones sobre las interacciones superficiales. Y usar la tecnología para mejorar tu vida, no para reemplazar la conexión humana genuina y la reflexión. 

Si bien la actividad es necesaria, el ajetreo ciego puede convertirse en una trampa. Una vida rica en significado requiere tanto compromiso con el mundo como introspección. Conócete lo suficientemente bien como para buscar lo mejor de ti. Mi amigo, “cuida tu salud mental… conócete a ti mismo, porque una vez que nos conocemos, podemos aprender a cuidarnos a nosotros mismos.

Realiza una “auditoría del tiempo”. Realice un seguimiento de tus actividades durante una semana para comprender a dónde va realmente tu tiempo. Identifica tus valores. ¿Qué es lo que más te importa? 

Alinea tus actividades con tus valores fundamentales. Rechace cortésmente los compromisos que agoten tu energía y tiempo sin agregar valor a tu vida. Programa tiempo para la reflexión. Tómate un tiempo cada día o semana para introspectar y evaluar tu progreso. Podrías dedicar incluso 15 minutos diarios a la contemplación tranquila antes de comenzar a trabajar o más tarde en la noche. Todo esto te permite dar un paso atrás, evaluar tus prioridades y reconectarte contigo mismo. Las muchas actividades de la vida no significan una vida bien vivida.

Has una pausa en el ajetreo. Esta semana, concédase el regalo de una mente tranquila y serena. Alégate un paso del torbellino de distracciones y actividades fugaces.

¿Qué es lo que realmente le importa? ¿Es la familia, un proyecto apasionante, metas profesionales o algo completamente diferente? ¿Las distracciones lo alejan de estas prioridades? Descúbrelo y dedícale más tiempo. 

Deja el teléfono a un lado y silencie las notificaciones. Siéntate con una taza de té y simplemente sé. Redescubre la alegría de los momentos de tranquilidad y la claridad que aportan. Esta semana, elige la paz en primer lugar. Elige una vida que no sea sólo ajetreada, sino rica, significativa y verdaderamente tuya. 

Tienes el poder de elegir. ¿Cultivarás el huerto estéril de la actividad o cuidarás el jardín de una vida significativa? 

La elección, es tuya.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

Vive con fiereza. Llora, ríe, ama sin reservas.

agosto 19, 2024


¿Qué sentido tiene existir si no sientes? ¿Si no te arriesgas? ¿Si no amas intensamente? ¿Si no le dices sí a todo lo que te ofrece la vida? ¿Si no despiertas todo tu ser? ¿Qué te detiene? Creo que la vida tiene más que ver con la profundidad que con la longitud. Es más, sentir y experimentar que pensar. Es vivir, no simplemente existir, la única manera de vivir verdaderamente en un mundo absurdo es vivir hasta el punto de llorar.

La vida comienza con el absurdo: sin un significado inherente. Pero la única manera de triunfar en un mundo absurdo es volverse tan absolutamente libre que tu propia existencia sea un acto de rebelión. 

Cuando aceptamos que la vida no tiene un significado predeterminado, nos liberamos. Podemos crear nuestro propio propósito. Podemos vivir con intensidad, hasta el punto de llorar. Exprimimos cada gota de experiencia, cada sensación, cada conexión de la vida. Siente los altibajos, los intermedios. Son la prueba de que estás vivo. Vivir hasta las lágrimas, es decir: “Existo a pesar de todo”. Es honrar tu existencia, con defectos y todo.

La vida puede ser absurda, pero no debemos huir de ella. Es la base para construir una vida extraordinaria. Vive con fiereza. Llora, ríe, ama sin reservas. Esa es tu rebelión contra lo absurdo. El valor de la vida existe independientemente de su significado. Esa rebelión le da valor a la vida, la lucha en sí misma hacia las alturas es suficiente para llenar el corazón de un hombre. El significado es una construcción; el valor es un hecho.

La existencia en sí misma es un tesoro, independientemente de la razón. Si comprender por qué es una pérdida de tiempo, concéntrate en ganarte la vida de manera verdadera, plena y completa. No se necesita permiso. Nunca serás feliz si continúas buscando en qué consiste la felicidad. 

La única manera de darle sentido a lo absurdo es vivir sin reservas y decir sí a todo lo que nos ofrece la vida, incluso cuando parece inútil. Así es como afirmamos la fuerza y la individualidad. No necesitamos que el universo nos dé un sentido. Podemos crear el nuestro. Y ese será el sentido de la verdadera vida. Cuando acepto que la vida no tiene un sentido intrínseco, soy libre. Puedo elegir cómo vivir y crear mi propio sentido.

Vivir hasta las lágrimas es hacer las paces con las contradicciones de la vida. Es reír hasta que nos duela el estómago y luego llorar hasta que se nos rompa el corazón. Es experimentar la escala completa de las emociones humanas. No hay amor por la vida sin desesperación por la vida.

¿Qué pasaría si todo en el mundo fuera un malentendido, si la risa fuera en realidad lágrimas? La mayoría de las personas prefieren distraerse de su dolor. Se aferran a él, pero no pueden desprenderse de él para experimentarlo o despertar. Al tratar de evitar el dolor, también evitamos la alegría.

Déjate conmover. No rehúyas la intensidad de la vida. La belleza, el dolor, la alegría, la pena: deja que todo te conmueva hasta las lágrimas. Es entonces cuando una vida vive de verdad. La alegría, el amor, la pérdida: son las muchas expresiones de nuestra existencia. Suprimirlas es vivir una vida apagada, una pálida imitación de lo que es posible.

Porque si hay un pecado contra la vida, tal vez consista no tanto en desesperar de la vida como en esperar otra vida y eludir la implacable grandeza de esta vida. La vida es cruda, real. No es un mero preludio de algo mejor. Lo es todo. Esperar otra vida es disminuir esta. 

Tú y yo podemos sentirnos tentados a escapar de la realidad. Podemos desear la vida en otro momento. Pero lo veo como un pecado contra la vida misma. Cuando esperamos otra vida, una realidad diferente, nos perdemos la que tenemos. Ignoramos el valor y el significado que tiene aquí y ahora. La vida que tengo ya es hermosa y está llena de significado si elijo verla o despertar todo mi ser. Esperar una vida diferente no cambiará nada. La que ya tengo es suficiente.

Necesito vivirla con todo mi ser, tan intensamente que me haga llorar. Así es como honro la vida que tengo. Así es como evito el pecado de perderme lo que está justo frente a mí. Deja que la vida te mueva; hasta el punto de las lágrimas. La única salida es atravesarla. 

En medio del odio, descubrí que había, dentro de mí, un amor invencible. En medio de las lágrimas, descubrí que había, dentro de mí, una sonrisa invencible. En medio del caos, descubrí que había, dentro de mí, una calma invencible. Me di cuenta, a través de todo, de que… En medio del invierno, descubro que hay, dentro de mí, un verano invencible. Y eso me hace feliz, porque significa que, por mucho que el mundo me empuje, dentro de mí hay algo más fuerte, algo mejor, que me empuja de vuelta.

No importa cuán oscuro se vuelva el mundo, aún puedes vivir hasta el punto de llorar. La alegría siempre es posible, incluso cuando todo a tu alrededor se está desmoronando. Incluso en invierno, los momentos más difíciles de la vida, cuando todo se siente frío y sombrío, llevas contigo el verano: una calidez, una luz, una resiliencia que puede ayudarte a vivir hasta el punto de llorar. Tienes una fuerza invencible: amor, alegría, calma y resiliencia, que siempre te contraataca. Esa es tu fuente de vida.

Nunca he podido renunciar a la luz, al placer de ser y a la libertad en la que crecí.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
Cada día es un regalo, y mientras se abran mis ojos, me enfocaré en el nuevo día y los recuerdos felices que he almacenado...
 

La buena comunicación en una pareja, es fundamental.

agosto 19, 2024


La experiencia propia en tiempos pasados, me lleva a escribir hoy sobre un asunto que ha todos alguna vez nos ha sucedido, y es que, si aprendemos a decir las cosas, seguro que evitaremos muchos malentendidos. 

Los mal entendidos tienen el origen en uno mismo, sobre todo cuando nos creemos que estamos indefensos ante alguien. En estos casos desconfiamos en mayor medida de si nuestra personalidad es fuerte y segura. De ese malentendido surge el miedo a no saber defendernos, a vernos indefensos ante cualquier amenaza, ya sea real o inventada. 

Es muy frecuente encontrar tremendas dificultades de malos entendidos entre los componentes de una pareja, ya que puede generar roturas a través de los canales de comunicación, huidas para evitar conflictos o utilizar mecanismos inapropiados para expresarse.
             
En general todo deriva de malos entendimientos, producidos por discusiones improductivas, conflictos constantes que ocasionan el distanciamiento de la pareja. Esta situación de continuas desavenencias y sostenidas a través del tiempo, ocasionan pérdidas de capacidad para resolver los conflictos y otros problemas, como el acercamiento conyugal, disfunciones sexuales, etc.
            
No es nada nuevo reconocer que los verdaderos pilares de una relación es la pasión, la cual une a la pareja y proporciona el clima para una relación estable y perdurable. También el compromiso, el afecto, la intimidad y en definitiva el amor, son los componentes que pueden suavizar muchas tensiones que se producen día a día en la vida de pareja. 

Aunque el amor y el afecto por sí solos no resuelven grandes partes de las dificultades que diariamente se nos presentan, pueden ofrecer una gran dosis de poderosos incentivos, para llegar a encontrar una manera de superar los problemas. 

Lo que sí es realmente de suma importancia es una gran fuente de comprensión entre ambos, para así poder llegar a una buena forma de entendimiento.
            
Ya que mencioné anteriormente la necesidad de un alto grado de comprensión, he de decir que las personas susceptibles no suelen tolerar el razonamiento de los demás siendo demasiados exigentes con sus propias ideas. Creen que los demás hacen las cosas para fastidiarles, o hacerles daños. En estos casos sería justo ser más tolerantes con las ideas de tu pareja y comprender que a través del entendimiento podemos llegar a un perfecto estado de comprensión.
           
Por lo tanto, al fijarse solo en lo negativo, se dejan de ver “cosas” que pueden mejorar la relación, ya que ambos suelen estar empecinados en una sin razón que les impide llegar a un auténtico entendimiento. 

La verdad es que lo único que se nos viene a la mente es esa conocida frase: ¡Qué difícil es entenderse! 

Todos sabemos que la posibilidad de resolver cualquier tipo de problema no pasa precisamente por la recreación constante de la misma, haciéndole ver a tu pareja que tú sólo llevas la razón. Ello equivale a encerrarse de forma negativa y “tirar la toalla”. Desgraciadamente en muchas ocasiones, a lo largo de nuestra vida, nos vamos a encontrar ente situaciones que, teniendo solución, no sabemos resolver. Bien por su dificultad, bien porque las posturas contrapuestas son aparentemente irreconciliables.
           
De todas las experiencias he aprendido a solucionar esos problemas tomando siempre lo que es fundamental en una pareja, la comunicación. Ésta es una base primordial en toda relación. 

Hablar las cosas a tiempo, se evitan malentendidos equivocados, enojos que callamos y sobre todo rencores. Es de suma importancia evitar discusiones que surjan de temas pasados, ya que éstos endurecerán más la situación. 

Cada situación debe resolverse en el momento y no llegar a la “carcoma” del mal entendimiento.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.

 

Respeto individual y a la identidad personal.

agosto 16, 2024

Puesta del Sol en los Paises Bajos.

Cuando comenzamos una relación de pareja, esta es unas de las razones con la que todos soñamos, permanecer en un estado de fusión permanente con la persona amada. Pero para que el vínculo sea equilibrado y saludable necesitamos que ambos podamos sentirnos realizados y tener cada uno un espacio vital”.

Es cierto que frecuentemente decimos que: no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos. Por eso debemos pensar que para muchos todo el amor, nunca es un seguro de que te amarán, pero no esperes que te amen, sólo esperas que el amor crezca en el corazón de la otra persona, aunque sino crece, procura no desesperar.

Sencillamente, así es en la medida que hayamos construido previamente nuestro espacio “vital” y nuestra identidad; es entonces cuando podremos establecer vínculos afectivos más equilibrados y saludables. De esta forma nos enriqueceremos y creceremos en nuestro espacio personal, y eso es algo que también aportamos a la pareja Cuando se llega a la edad adulta, es cuando nos tropezamos con el “miedo al compromiso”, éste es un foco de motivación el cual se centra principalmente en encontrar un estado estable.

Claro está, que en primer lugar no es nada fácil para muchas personas conocer a alguien que pueda resultar interesante, pero cuando se encuentra y se decide iniciar una relación, uno se aventura en un universo de experiencias novedosas y de auténticos sentimientos emocionales. Este proceso de búsqueda de pareja y rechazo al compromiso se repetirá continuamente con diferentes tentativas, hasta que la persona asuma que tiene que abordar sus limitaciones. Este ciclo es muy frecuente que se repita hasta conseguir romper y conseguir que tu pareja se sincere contigo afrontando ambos las verdaderas necesidades arriesgando de esta manera el verdadero compromiso.

Así necesitamos ser consciente de las necesidades de cada uno, lo cual nos ayudará a renovar la vitalidad y la ilusión. En toda relación de pareja conviven ambos espacios. Cada uno puede tener amigos que no sean comunes, aficiones distintas e intereses personales. Este planteamiento con lleva al respeto individual y a la identidad personal, así como una comprensión real del concepto “libertad”. No quiere decir esto, que no existan momentos compartidos para poder mantener la pareja unida. A pesar de todos, siempre existen personas con características que les da miedo una relación de pareja estable.

Estas personas temen al compromiso con ellas mismas, todo debido a su autonomía, ya que ésta les asusta al ser responsable de sus actos y las consecuencias de tomar decisiones o de expresar sus opiniones. Es de suma importancia revisar todos los actos de renuncias: es decir aquellos en los cuales descuidamos algo importante para la estabilidad.

Algunos acontecimientos requieren una dedicación tan grande, que no es fácil descuidar el espacio “vital” y olvidarnos de lo que nos enriquece y nos ayuda a crecer interiormente. Todo lo importante es en resumidas cuentas, que nos demos cuenta de nuestro “espacio vital” para tenerlo presente, y así mantenerlo y cuidarlo, POR QUE ni todos los que se quieren se casan, ni todos los que se casan se quieren.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

Una mujer no se sentirá amada si sigues tratándola como si no fuera importante.

agosto 14, 2024


Si hay algo que es cierto en este mundo loco, es que las mujeres y los hombres ven el amor de manera muy diferente. Las cosas que hacen que una mujer se sienta amada y apreciada a menudo desconciertan al hombre moderno, en consecuencia, dejen de tratar a una mujer como si fuera un hombre; no se sentirá amada de esa manera.

Si bien los hombres podemos pensar que comprar flores o invitarla a una cena elegante es el camino a su corazón, la realidad es mucho más matizada. Lo que una mujer realmente desea a menudo está a kilómetros de distancia de lo que suponemos que la hará desmayar.

Muchos hombres tienen problemas con las mujeres en una relación porque un hombre puede pensar que ha hecho lo suficiente para demostrarle a una mujer que la ama, ¡pero ella se queja de que no la ama! A menudo, los hombres no entienden esto.

A veces, aquí es donde los hombres lo pasan por alto: piensan que las mujeres tienen las mismas necesidades emocionales que ellos, por lo que a menudo tratan a una mujer de la forma en que les gustaría ser amados. Sin embargo, no se puede complacer a una mujer de esa manera.

Por ejemplo, yo tenía un grupo de amigos hombres que creían que todo lo que se necesita para hacer que una mujer se sienta amada es poner a su disposición una cantidad considerable de dinero y asegurarse de que no le falte nada. Me di cuenta de que estaban muy concentrados en sus trabajos y carreras y no tenían tiempo para su pareja, hasta que recibieron la mayor sorpresa de sus vidas. Uno de ellos descubrió más tarde que su esposa lo engañaba. Dos de ellos ahora están divorciados porque sus esposas no pudieron soportarlo más. El otro sigue teniendo problemas en su relación.

Muchos hombres no entienden por qué una mujer se queja de que no se siente amada después de que él ya le ha proporcionado todas las cosas financieras y materiales que ella quiere. Porque en el mundo de los hombres, con una cantidad considerable de dinero en la cuenta bancaria, los problemas amorosos deberían estar resueltos. Sin embargo, las mujeres no se sienten amadas de esa manera.

Para satisfacer emocionalmente a una mujer, no se trata solo de lo que ustedes creen que deben hacer para que se sienta amada; es mucho más importante para ella cómo quiere ser amada. Deben aprender cómo una mujer quiere ser amada para complacerla verdaderamente.

Sin duda, el dinero es importante. Necesitan dinero para consentir a su pareja y hacerla feliz. Sin embargo, las necesidades de una mujer van mucho más allá de la seguridad financiera. El verdadero amor y la satisfacción provienen de la inversión que hacen en su pareja, no solo del tamaño de su cuenta bancaria. Desafortunadamente, algunos hombres ignoran esto.

A continuación, te presento como sugerencias otras cosas que debes hacer para que una mujer se sienta amada:

1. Estén emocionalmente disponibles para ella.
Las mujeres son seres más emocionales que los hombres, especialmente en las relaciones románticas. Necesitan disponibilidad emocional para sentirse amadas. Estar emocionalmente disponible para una mujer significa, entre otras cosas, que debes darle la atención que ella desea.
Los hombres no consideran que la atención sea algo importante en una relación romántica como lo hacen las mujeres. Darle demasiada atención a un hombre puede cansarlo; puede verlo como estrés emocional.
Por otro lado, la atención es una de las necesidades emocionales básicas de una mujer. Si no le prestas suficiente atención a una mujer, cualquier otra cosa que le ofrezcas puede no ser suficiente. 
No estás emocionalmente disponible para ella sí:
No escuchas activamente ni te involucras cuando tu pareja comparte sus pensamientos, sentimientos o preocupaciones.
Priorizas el trabajo, los pasatiempos o el tiempo con amigos por sobre el tiempo de calidad y la conversación con tu pareja.
Rara vez inicias gestos afectuosos, contacto físico o expresiones de amor y aprecio.
No recuerdas detalles importantes sobre la vida de tu pareja, sus intereses o lo que está pasando con ella. Desestimar o minimizar las necesidades y experiencias emocionales de su pareja como si "no fueran gran cosa".
Volverse irritable, impaciente o no estar disponible cuando su pareja expresa un deseo de más atención o intimidad emocional.
Fallar constantemente en hacer que su pareja se sienta escuchada, comprendida y cuidada a nivel emocional.

2. Asegurarle constantemente cuánto la ama o aprecia.
Debe asegurarle y seguir asegurándole a una mujer que la ama para que ella se sienta amada.
Muchos hombres solo se esfuerzan por demostrarle a una mujer cuánto la aman cuando la persiguen. Cuando comienzan a salir o se casan, la mayoría de los hombres asumen: "Ella ya sabe que la amo" y dejan de esforzarse.
Para un hombre, una mujer no necesariamente tiene que seguir diciéndole "Te amo" para demostrarle o asegurarle que lo ama. Los hombres son más lógicos; si una mujer los ama de verdad, pueden verlo en sus acciones.
Es posible que tengas que seguir diciéndole cuánto la amas y la aprecias.
Es posible que tengas que seguir sorprendiéndola con regalos.
Es posible que tengas que seguir tocándola (abrazándola, tomándole la mano, poniéndole la mano en el hombro).
Es necesario que sigas asegurándole a una mujer cuánto la amas y la aprecias para que se sienta valorada.

3. Tienes que valorarla y respetarla.
A las mujeres les encanta ser valoradas y respetadas, especialmente por el hombre que realmente aman. No importa lo que hagas para demostrarle a una mujer que la amas, no se sentirá amada si sigues tratándola como si no fuera importante.
Estos son ejemplos de lo que un hombre puede hacer para que una mujer se sienta valorada y respetada:
Valórala por encima de todas las demás personas de tu vida.
Apréciala genuinamente por sus esfuerzos y sacrificios.
Escúchala y respeta sus opiniones.
Reconócela y elógiala tanto en privado como en público.
Protégela de cualquier daño potencial, ya sea de tu familia, amigos o cualquier otra persona.
Sé sensible a sus sentimientos. Deja de usar palabras abusivas hacia ella, ya sea en público o en privado.
Siempre pregúntale cómo está. Llámala para saber cómo está.

4. Aprende a disculparte con ella cuando la ofendes.
En una relación, las ofensas son inevitables. Si ofendes a una mujer y no te disculpas, ella pensará que no la amas.
Muchos hombres no saben la forma correcta de disculparse con una mujer cuando la ofenden. Y cuando un hombre no se disculpa con una mujer en el idioma que ella entiende, no se sentirá emocionalmente segura a su lado.
Este es mi punto: muchos hombres a menudo se disculpan con las mujeres, pero no de una manera que ellas entiendan.
Por ejemplo, cuando un hombre ofende a otro hombre, puede que no necesite decir oficialmente "lo siento" para disculparse. Si ambos hombres pueden tener una conversación exitosa sobre otra cosa, se ha dado y aceptado una disculpa, y seguirán adelante.
El error que cometen los hombres es este: los hombres se disculpan con una mujer como lo harían con un hombre. Y eso no es una disculpa en el mundo de las mujeres.
¿Quieres que una mujer acepte tus disculpas cuando la ofendes?
Primero debes sentirte realmente arrepentido por lo que hiciste.
Ten la actitud correcta. No intentes ponerte a la defensiva ni mencionar sus errores pasados.
Dile por qué estás arrepentido y asegúrale que no volverá a suceder.
Asegúrale sinceramente que la amas y respetas.
Discúlpate de nuevo. Aunque ya haya aceptado tus disculpas, unos días después, más o menos, debes disculparte de nuevo. Esto le demostrará que estás realmente arrepentido por lo que hiciste.
Asegúrate de cambiar como prometiste. Si sigues haciendo lo que la ofendió, no estabas realmente arrepentido por lo que hiciste.
Compénsalo. Si le encanta que pases tiempo de calidad con ella, reduce el tiempo que pasas saliendo y crea tiempo para ella. Si le gustan los regalos, cómprale algunos que sean asequibles. Lo que ella quiera, hazlo por ella. Además, el amor se trata de sacrificio. Esto recuperará su confianza y se sentirá más segura a tu lado.

Consideración final: 
La verdad es que la forma en que las mujeres desean ser amadas puede ser muy diferente de lo que creemos que las impresionará. Es una brecha que hace tropezar incluso a los más bien intencionados.

Entonces, ¿cómo podemos superar esa brecha? Empecemos por cultivar una inteligencia emocional genuina y esforzarnos por comprender verdaderamente las necesidades de nuestra pareja. Tenemos que estar dispuestos a dejar de lado nuestras suposiciones y preconcepciones y, en cambio, centrarnos en crear un entorno de confianza, seguridad e intimidad emocional.

Porque, al fin y al cabo, el amor no se trata de exhibiciones llamativas ni de comprar su afecto. Se trata de aparecer, estar presente y hacerla sentir vista, escuchada y valorada por lo que es. Ese es el verdadero secreto para abrir el corazón de una mujer.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

A mis preguntas sin respuestas...

agosto 13, 2024


Vengo de pasear la noche en mi cabeza, de liberarla y refrescarla al viento. Siempre me gusto plantarles cara a días como estos, alborotados, esquizofrénico Relaja mis sentidos, pensar en positivo, aun empeñando el camino en torcer mi destino, sigo a la derecha, cuando quiero ir a la izquierda, incongruencias que matan el destierro de mi olvido. Busco en el reflejo de la luna en el mar, cierto paralelismo que me invite a desenmascarar mis propuestas diarias con el fin de avanzar.

Sigo caminando, cuesta arriba, de vuelta a casa, la pendiente se acrecienta, el aliento se hace más difícil, debo dejar de fumar, En realidad es solo un comentario, girando a mi alrededor no quiero pensar en monotonías compulsivas, aun así llevo tiempo con ganas de proponérmelo, y no encuentro el momento adecuado o quizás sean solo proposiciones al viento, porque claro, no todo lo que se dice se puede tomar al pie de la letra, dejando de tronar olvidamos la tormenta, pero al menos es un intento de configurar el deseo de una perspectiva mejor, reciclar la esperanza, contribuir a que la subida sea cuando menos, más subliminal.

Soy la noche de mis deficiencias, los días de mis aciertos. Mirando más allá de lo que no veo, donde reside la verdad misteriosa de la ceguera contra restada por el tacto beneficioso de no parar un solo instante, surreal teoría de conocer el mundo que está girando a mi alrededor cuando quiero ser optimista.

Tal vez sea menos de más cuando tomo el camino equivocado, pasando del blanco al negro o de la sequedad impropia al de la humedad desatinada. Me han descubierto y no puedo volver, soy el otro loco, otro más en la lista, convertido en palabras al azar, como la vida misma. 

Siguen mis dedos manipulando la conjugación del teclear intrépido, de versos sin rima, uniéndose a mis dilemas, a mis preguntas sin respuestas, no existen atajos, sino el largo camino entre mis locuras y las que intento soslayar 

¿Seré mañana lo que dicen mis palabras que soy hoy...? 

Puedo permanecer largo tiempo observando el baile que atrapa mi concentración, sin demasiado esfuerzo, su hechizo hace mella más allá de la cohesión, siempre me atrajeron sobremanera la llama de velas encendidas. No es extraño sentir, como si mi cuerpo, fuera la cera de la vela y mi mente, esa mecha que arde en ese antiguo almacén de vivencias, recuerdos y motivos para seguir adelante. 

Llama de conciencia que independiza la luz que proyecto, intentando por todos los medios regular la cera y mantener la llama, pero admito que se consume con demasiada rapidez, el desequilibrio entonces no es demasiado intuitivo, es sobradamente variable, por todo aquello que está girando a mi alrededor.

La miro y remiro cuando no deja de oscilar, como cuando me siento perplejo, confundido, catódico y parpadeante. Aun así, alimento la constancia por apuntar hacia las alturas, cimbreante sin estridencias, relajación absoluta, de vivos colores sus reflejos, empezando por descubrir las paredes interiores del espíritu, fuente de luz con fecha de caducidad.

Siempre tratando de encontrar un lugar en el mundo, aquel que por defecto o efecto nos toca vivir, buscando la confianza necesaria para ir más allá de simples palabras. En época de lluvias todo luce mojado, dejando golpear la inexperiencia consabida por miles de gotas estrellándose contra tus delirios, aquellos que proporcionan las desventuras. 

Hay épocas en las que la lluvia no es tan intensa, recalando en desconfianzas dolorosas, aun así, pequeños chubascos que recuerdan los años de generosos bienes. La sequía hace estragos, se vuelve dura e inhóspita, intransitable para los sentidos, curtidos por el mal camino. Son en esos momentos cuando más quisiera cambiar la soledad por el amor, la vida, la amistad. Cargar las alforjas de valentía y girar a mi alrededor como hacía tiempo no lo hacía...

Desde pequeños crecemos con ese sentimiento de apego, inculcado por nuestros mayores, la familia primero, los amigos después. Algo de utopía y contradicción encierra ese sentimiento, cuando la vida se empeña en llevarnos la contraria, dándonos a entender el verdadero final, el despego, porque nada es para siempre. 

A lo largo de todos estos años lo experimente en mis propias carnes y aun así no me canso de cuidar y mimar mis afectos, sabiendo de antemano que en un girar a mi alrededor, alguno de ellos tomaran rumbos distintos a los míos. 

No queda entonces otra opción que la resignación consentida, intentando comprender que también ellos tienen el derecho de vivir su propia vida, como yo vivo la mía propia. Cuesta entender el empeño en ese apego con los que nos rodean, si al final existirá el desapego. 

Sabor agridulce, diferentes consistencias, aromas contradictorios, sensaciones del todo extrañas, sin saber muy bien si vale la pena vivirlos así. Quizás sea otra perspectiva diferente con la cual aprender a evolucionar en nuestras relaciones con los demás, de crecer en nuestra consideración de no padecer lo que viene después.

Soy un pertinaz soñador, me gusta soñar, pero soñar despierto, rara vez tengo pesadillas, por eso las temo, siempre tratando de lo perdido en el camino, dolorosas creaciones del testigo vivido, de caricias y sonrisas que ya nunca volverán.

Tiene sus ventajas soñar despierto, controlas el sonido, el color, la intensidad, el lugar y el espacio, recreando la atmósfera idónea, delirantes surrealismos, delicados contrastes y sutiles aromas. Empiezas donde quieres y terminas, cuando satisfecho cumples el propósito, recrear el gusto, saboreando entretelas, recortando la monocromía y suscitando sensaciones a flor de piel.

Siempre acaban llenando esos vacíos locuaces, de espantos añadidos al suplir del día a día, suprimiendo el símil erróneo, desventurado contratiempo, consiguiendo armonizar la falta de ritmo, me gusta soñar despierto, a cuerpo descubierto, con el semblante tranquilo, por soñar lo que quiero.
Como me gusta tocar la inmensidad... El batacazo llega después, cuando regresas a tus sentidos, pero esa es otra historia, de cuando no puedo...soñar despierto.

Y me dejo mirar por dentro, en un arranque de exhibicionismo, porque solo quiero seguir encontrando sentido a estas palabras encadenadas, que más que palabras, suenan a latidos, que en algún tiempo no muy lejano, fueron de un corazón escondido.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

Huir de nuestra historia es más doloroso que asumirla.

agosto 5, 2024


El privilegio de una vida es integrar todo tu ser. Despertar todo tu ser para ser visto, realmente visto. Debemos mirar hacia adentro y enfrentar nuestra oscuridad, sombras y el yo inconsciente que tanto intentamos ocultar.

Apropiarnos de nuestra historia puede ser difícil, pero no tanto como pasar nuestras vidas huyendo de ella. Aceptar nuestras vulnerabilidades es arriesgado, pero no tanto como renunciar al amor, la pertenencia y la alegría, las experiencias que nos hacen más vulnerables. Solo cuando seamos lo suficientemente valientes para explorar la oscuridad descubriremos el poder infinito de nuestra luz.

Ocultar nuestro dolor es tentador. Por eso, fingimos ser fuertes. La vulnerabilidad parece arriesgada. Tememos el rechazo, el juicio y el dolor, por lo que nos escondemos detrás de máscaras. Pero nos perdemos el amor, la conexión y la alegría reales cuando elegimos vivir nuestras vidas al otro lado de nuestro ser completo.

Huir de nuestra historia es más doloroso que asumirla. Hasta que hagas consciente el inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamaremos destino.  Deja que la luz de tu locura brille y de repente amanecerá ante ti. La locura no debe despreciarse ni temerse, sino que, en cambio, debes darle vida… Alégrate de poder reconocerla, porque así evitarás convertirte en su víctima.

Integra todo tu ser para encontrar la libertad. Explorar todo tu ser revela tu luz. Solo al enfrentar la sombra podemos encontrar la fuerza. Tu historia puede ser dolorosa u oscura, pero aceptarla es el comienzo de la verdadera libertad. Es la forma de acceder a tu superpoder personal.

La ironía es que intentamos negar nuestras historias difíciles para parecer más completos o más aceptables. Pero nuestra integridad, incluso nuestra sinceridad, en realidad depende de la integración de todas nuestras experiencias, incluidas las caídas. Ocultamos nuestro dolor. Pretendemos que todo está bien. Queremos parecernos fuertes, perfectos. Pero nuestras grietas nos hacen reales. Ignorar el dolor no lo cura. Lo oculta. Nuestro mayor crecimiento proviene de las luchas. El desamor, el fracaso y la pérdida nos preparan para la próxima batalla. Nos hacen compasivos y resilientes.

Ocultar estas historias nos mantiene estancados. Compartir nuestro dolor nos conecta. Nos damos cuenta de que no estamos solos. La vulnerabilidad genera confianza. Da miedo, pero vale la pena. Asumir tu historia es poder. Es decir: “Esto sucedió, pero sigo aquí”. Se trata de estar verdaderamente completo.

Nuestras cicatrices cuentan una historia. Nos hacen quienes somos. Encuentra fuerza en los pedazos rotos. Reflexiona sobre lo que te enseñaron y cómo te definen. Acepta tu viaje, con defectos y todo. Ahí es donde ocurre la verdadera conexión contigo mismo y con los demás.

Todos tenemos historias difíciles. Sé que yo las tengo. Probablemente tú también las tengas. A veces, tratamos de ocultar estas historias. Queremos parecer más completos y más aceptables. Pensamos que, si ignoramos nuestras luchas, pareceremos más fuertes.

Nuestra integridad depende de aceptar todas nuestras experiencias, incluso las difíciles. Es irónico que queramos negar nuestras dificultades para parecer completos. Pero cuando rechazamos nuestras historias difíciles, perdemos partes de nosotros mismos. La verdadera completitud proviene de aceptarlas.

Somos seres complejos que nos despertamos cada día y luchamos contra ser etiquetados y disminuidos con estereotipos y caracterizaciones que no reflejan nuestra plenitud. Sin embargo, cuando no nos arriesgamos a defendernos y hablar, cuando las opciones que se nos presentan nos obligan a entrar en las mismas categorías a las que nos resistimos, perpetuamos nuestra propia desconexión y soledad. 

Cuando estamos dispuestos a arriesgarnos a aventurarnos en el desierto, e incluso a convertirnos en nuestro propio desierto, sentimos la conexión más profunda con nuestro verdadero yo y con lo que más importa.

A la sociedad le encantan las cajas. Nos etiquetan desde que nacemos. “Tímido”, “atlético”, “inteligente”. Estas cajas nos hacen sentir seguros, pero se convierten en techos. Nos convertimos en lo que otros esperan, no en quienes realmente somos.

Es un lugar solitario y un camino limitado. Solo puedes encontrar fuerza debajo de las etiquetas. Conéctate con las personas de manera significativa. Tu historia inspira a otros a buscar la libertad. Es un efecto dominó. Un alma valiente puede influir en otra. Eres más que una etiqueta. Eres un universo de experiencias, emociones y esperanzas. Aprópiate de todo tu ser. Inspira a otros a hacer lo mismo. La sociedad quiere encasillarnos en categorías ordenadas.

Estos estereotipos y caracterizaciones no reflejan nuestro verdadero yo. Limitan nuestra identidad. Sin embargo, si nos quedamos callados y no buscamos nuestro verdadero norte, nos convertimos en parte del problema. Es una lucha constante. Las etiquetas simplifican quién eres. Ignoran lo que hace que tu alma cobre vida. Cuando no nos arriesgamos a hablar, nos perdemos a nosotros mismos. Empezamos a creer en estereotipos. Nos sentimos desconectados y solos. 

La libertad requiere coraje. Las historias que te cuentas a ti mismo pueden atraparte en una identidad unidimensional. El privilegio de una vida es ser quien realmente eres.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás
 

Para esos días en los que estás abrumado (y no estás seguro de qué hacer a continuación).

agosto 4, 2024


¿Alguna vez te has sentido un poco abrumado? ¿O realmente abrumado?

Esta lectura rápida es para TI…

Había una vez un hombre que había estado perdido en el desierto durante tres días enteros sin agua. Justo cuando estaba a punto de desmayarse, vio lo que parecía ser un lago a unos cientos de metros frente a él. “¿Podría ser? ¿O es solo un espejismo?”, pensó.

Con las últimas fuerzas que pudo reunir, se tambaleó hacia el lago y pronto se dio cuenta de que sus oraciones habían sido respondidas: no era un espejismo; era de hecho un gran lago alimentado por un manantial lleno de más agua fresca de la que podría beber en toda su vida. Sin embargo, mientras estaba prácticamente muriendo de sed, no pudo beber el agua. Simplemente se quedó de pie al borde del agua y la miró fijamente.

Había una transeúnte montada en un camello de un pueblo cercano en el desierto que estaba observando el extraño comportamiento del hombre. Se bajó del camello, se acercó al hombre sediento y le preguntó: "¿Por qué no bebe algo, señor?".

Miró a la mujer con una expresión agotada y angustiada en su rostro y lágrimas brotando de sus ojos. "Creo que me estoy muriendo de sed", dijo, "pero hay demasiada agua aquí en este lago para beber. No importa lo que haga, no puedo terminarla toda".

La transeúnte sonrió suavemente, se inclinó, tomó un poco de agua con sus manos, se la llevó a la boca del hombre y dijo: "Señor, su oportunidad ahora, y a medida que avance por el resto de su vida, es comprender que no tiene que beber todo el lago para saciar su sed. Puedes simplemente tomar un sorbo, solo un pequeño sorbo... y luego otro si lo deseas. Concéntrate solo en el bocado que tienes frente a ti y la mayor parte de tu ansiedad, miedo y agobio por el resto se desvanecerán gradualmente”.
. . .
Si esa historia te resuena en este momento, puede que sea hora de hacer algunas llamadas de atención:

1. En la vida, no podemos tomar más de un sorbo a la vez.

Desafíate hoy a concentrarte únicamente en el sorbo (tarea, paso, etc.) que realmente estás tomando. Honestamente, eso es todo lo que es la vida: pequeñas acciones positivas que realizas momento a momento. Luego, un día, cuando mires hacia atrás, todo suma y se convierte en algo que vale la pena, algo que a menudo es muy diferente y mejor de lo que habías imaginado cuando comenzaste.

Y si tienes problemas para decidir por dónde empezar, recuerda que escribir las cosas ayuda. Por lo general, todo parece mucho más abrumador en nuestras cabezas. Así que sal de tu cabeza escribiendo todo en pequeñas tareas (que se pueden abordar gradualmente). Cuanto más pequeña, mejor.

Escribir la lista puede ser incluso una de las tareas (mira, ya has tachado la primera). Luego puedes hacer la siguiente pequeña cosa y tacharla, y la siguiente. Hacerlo crea una sensación gradual de logro y un grado de control sobre tu mundo, lo que reduce la sobrecarga, o al menos te permite afrontarla a medida que avanzas... un "sorbo" a la vez.

2. Todos hacemos muchas cosas que no necesitan hacerse.

Nuestras vidas se complican increíblemente, no de la noche a la mañana, sino gradualmente. Y las complicaciones nos van tomando por sorpresa...

Tenemos que dar un paso atrás de manera regular y reevaluar lo que realmente estamos haciendo y por qué. En lugar de pensar: “¡Dios mío, hay tanto que hacer!”… preguntémonos: “¿Debería realmente estar haciendo todo esto?”

La conclusión es que las personas nunca logran hacer más cosas trabajando ciegamente más horas en todo lo que se les presenta. En cambio, logran más cosas cuando siguen planes cuidadosos que miden y rastrean prioridades y metas clave. Entonces, si quieres tener más éxito y estar menos estresado, no preguntes cómo hacer algo más rápido y más eficiente hasta que primero te hayas preguntado: "¿Necesito hacer esto?". 

El simple hecho de poder hacer algo bien no lo convierte en lo correcto. Y si lo piensas, en realidad es un poco irónico que nos quejemos de que tenemos tan poco tiempo y luego prioricemos como si el tiempo fuera infinito. Así que haz lo mejor que puedas para concentrarte en lo que es realmente importante y no mucho más. 

3. Es necesario decir "NO" a algunas cosas realmente buenas.

Todos tenemos oportunidades y obligaciones, pero una rutina saludable y productiva solo se puede encontrar a largo plazo si gestionamos adecuadamente nuestros síes. Y sí, a veces hay que decir “no” a oportunidades y obligaciones realmente buenas. No siempre se puede ser agradable, así es como la gente se aprovecha de uno. Y así es como uno termina aprovechándose de sí mismo también. ¡Hay que establecer límites claros!

Es posible que tengas que decir no a ciertos favores, proyectos laborales, asociaciones comunitarias, actividades de la iglesia, grupos de voluntariado... entrenar a los equipos deportivos de tus hijos o alguna otra actividad que parezca que vale la pena. Sé lo que estás pensando: parece injusto decir que no cuando estas son cosas que valen mucho la pena hacer; ¡te duele decir que no! Pero debes hacerlo, porque la alternativa es que harás un mal trabajo en cada una, te estresarás, te sentirás atrapado en un ciclo interminable de ajetreo y, finalmente, llegarás a un punto de quiebre.

La verdad sea dicha, lo principal que mantiene a tantos de nosotros atrapados en un ciclo debilitante de agobio es la fantasía en nuestras mentes de que podemos ser todo para todos, en todas partes a la vez, y un héroe en todos los frentes. Pero, una vez más, esa no es la realidad. La realidad es que no eres Superman ni la mujer maravilla, eres humano y tienes límites. Por eso tienes que dejar de lado esa idea de hacerlo todo, complacer a todos y estar en todas partes.

Al final, o harás algunas cosas bien o todas mal.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

La vida debe vivirse hacia adelante.

agosto 2, 2024


La vida es un gran absurdo. Tú y yo acumulamos experiencias todos los días. Algunas no tienen sentido al principio. Cuestionamos nuestras elecciones. Dudamos de nuestro camino hacia adelante. Así que nos sentimos tentados a mirar atrás en busca de las piezas que faltan. Pero no existe una realidad perfecta. El dolor, la alegría, el sufrimiento que suceden todos a la vez no significa que siempre debamos buscar respuestas. Por supuesto, quieres entender por qué tomaste ese camino. No lo entenderás ahora.

Tal vez nunca lo hagas. Pero eso está bien. La vida solo puede entenderse hacia atrás, debe vivirse hacia adelante. Pero no puedes vivir la vida mirando el espejo retrovisor. El conocimiento retrospectivo es una lección, pero la realidad siempre es ahora.

Es realmente cierto, que la vida debe entenderse hacia atrás. Pero con esto, uno olvida la segunda proposición, que debe vivirse hacia adelante. Una proposición que, cuanto más se la somete a una cuidadosa reflexión, más termina concluyendo precisamente que la vida en un momento dado nunca puede realmente ser entendida completamente; exactamente porque no hay un solo momento en el que el tiempo se detenga por completo para que yo tome posición.

Debes avanzar sin conocer el panorama completo. Esta es la parte aterradora de la vida que naturalmente tratamos de evitar. La incertidumbre no se siente bien, pero debemos aprender a confiar en el proceso.

Aléjate de la mentalidad de destino. Baila mientras la música suena. Pensábamos en la vida por analogía con un viaje, una peregrinación, que tenía un propósito serio al final, y la cuestión era llegar a ese final, el éxito o lo que sea, tal vez el cielo después de que estés muerto. Pero perdimos el punto en todo el camino. Era una cuestión musical y se suponía que debías cantar o bailar mientras sonaba la música. 

La vida nunca ha sido un problema que resolver. Es un objetivo en movimiento. Debemos seguir jugando y añadiendo experiencias. No podemos detenernos ni analizar cada movimiento, por lo que corremos el riesgo de perder oportunidades. Ese es el movimiento hacia adelante. La comprensión viene después del hecho. La duda y el exceso de pensamiento paralizan la realidad. Confía en tus instintos. Elige vivir. Deja de lado la necesidad de certeza.

La sabiduría nace de la experiencia. No puedes controlar el futuro; solo puedes definirlo con tus acciones ahora. Nadie descubre nunca de qué se trata la vida, y no importa. Explora el mundo. Casi todo es realmente interesante si profundizas lo suficiente en él.

La vida es una realidad que se debe experimentar. Aprendo del pasado, pero no me quedo allí. Utilizo la sabiduría de todo lo que no salió bien para tomar decisiones informadas en el futuro. Al final, comprender la vida (especialmente el pasado) puede no ser tan importante como experimentarla ahora. 

Es legítimo y necesario preguntarse si la vida tiene un sentido. Al mirar atrás, puedo reflexionar sobre las conexiones, los patrones y los significados de las experiencias, pero el objetivo siempre ha sido vivir hacia adelante. Porque la vida no se detiene para la contemplación. Se vive en el momento a pesar de las muchas incertidumbres.

Cuanto más pienso en comprender la vida, más me doy cuenta de que es un espejismo. En el proceso, se me escapa un tiempo precioso. Entonces, ¿qué hago? Vivo, experimento, siento y me concentro en hacer que el presente sea memorable.

Nunca obtendré todas las respuestas que quieres. Por eso dejé de buscar la comprensión perfecta. Elegí confiar en el proceso y fluir con la vida, incluso cuando es confusa. Una mejor comprensión llegará, o tal vez no. De cualquier manera, la vida continúa. Elijo vivir, incluso con preguntas sin respuesta. Cada experiencia, sin importar cuán dolorosa o alegre sea, es el camino a seguir. Encuentra un equilibrio entre la reflexión y la acción. Ese es el secreto de una vida plena.

Esa es, quizás, la mayor sabiduría. Lo que realmente necesito es tener claro lo que debo hacer, no lo que debo saber, salvo en la medida en que el conocimiento debe preceder a cada acto, o crucial es encontrar una verdad que sea verdad para mí, encontrar la idea por la que estoy dispuesto a vivir y morir.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.
 

Las falsedades nos distraen de la realidad.

agosto 2, 2024



Tener razón no siempre es el objetivo. Entender la verdad sí lo es.

Las falsedades son trucos pequeños y astutos. Se esconden a simple vista, disfrazados de argumentos convincentes. Son herramientas de persuasión, manipulación y control. De cualquier manera, distorsionan la verdad. Una vez que comiences a buscar falsedades, las verás en todas partes: en anuncios, informes de noticias y conversaciones. Es como aprender un nuevo idioma.

De repente, entiendes los mensajes ocultos. Al principio es molesto, pero luego no puedes dejar de notarlo. Pero el hecho de que alguien use una falsedad no significa que sea malvado o estúpido. Tal vez sea simplemente descuidado. O tal vez esté tratando de manipularte. De cualquier manera, si una historia está lejos de la verdad real, es incorrecta. Casi todos los que son sorprendidos cometiendo una falsedad la interpretan como un "desacuerdo”,

Las falsedades explotan las vulnerabilidades y el ego (nuestro miedo a equivocarnos). Se aprovechan de nuestro deseo de pertenecer, de tener razón y de sentirnos seguros. Las falsedades en las fuentes de noticias explotan nuestros prejuicios, miedos y esperanzas. Son pegadizas y memorables. Nos distraen de la verdad y nos llevan por caminos engañosos. La incertidumbre es incómoda. Las falacias ofrecen respuestas simples y en blanco y negro. Los hechos y las pruebas suelen ser aburridos y complejos. 

Estamos programados para los atajos. A nuestros cerebros les encantan las respuestas fáciles. Las falsedades manipulan nuestras mentes a través de técnicas como el anclaje, el encuadre y la escasez. Estas tácticas crean ilusiones de control y urgencia que impulsan nuestras decisiones. Las redes sociales recompensan las respuestas emocionales. La indignación, la ira y el miedo impulsan la participación. Las falsedades se adaptan perfectamente a estas emociones. La verdad se pierde en el ruido.

La indignación obtiene "me gusta" y se comparte. El miedo impulsa los clics.

Los políticos las utilizan para ganar votos. Los amigos las utilizan en las discusiones. Los vemos por todas partes: generalizaciones apresuradas, falsos dilemas, pendientes resbaladizas y ataques ad hominem. Estos manipulan las emociones, no la lógica. La simple repetición de una falsedad, incluso por parte de una fuente cuestionable, puede llevar a la gente a creer realmente la mentira.

La gente comparte lo que resuena, no lo que es preciso. Los anunciantes utilizan falsedades para vender productos. El miedo, el deseo, la exclusividad: son herramientas poderosas. “Parezca más joven”, “sea exitoso”, “únase a la élite”. Es tentador. El anclaje establece expectativas. Un precio alto primero, luego un descuento parece una ganga. El encuadre cambia la percepción. “95% libre de grasa” suena más saludable que “5% de grasa”. La escasez crea urgencia. “Oferta por tiempo limitado” lo empuja a comprar ahora.

Las falsedades nos distraen de la realidad. Es la triste verdad. Valoramos la velocidad y la emoción por sobre la precisión y la razón. Las falsedades se propagan más rápido porque no tenemos tiempo para comprobar múltiples fuentes. Las personas son más propensas a creer algo que les hace sentir bien, incluso si es ilógico. Preferimos la información que confirma nuestras creencias existentes. Las falsedades refuerzan lo que ya pensamos.

Es reconfortante, pero también es peligroso. Debemos resistirnos a estos atajos para llegar a la verdad. Si te conviertes en un pensador activo y lógico, puedes diferenciar entre hechos y opiniones, evidencia y apelaciones emocionales. Los peligros de no pensar con claridad son mucho mayores ahora que nunca. No es que haya algo nuevo en nuestra forma de pensar, es que el pensamiento crédulo y confuso puede ser mucho más letal que nunca antes.

Pero, ¿por qué son importantes reconocer las falsedades?

Porque el pensamiento crítico te ayuda a eliminar el ruido, ver la verdad y tomar mejores decisiones. Será menos probable que te engañen las noticias falsas, los malos argumentos o las personas manipuladoras. El miedo, la ira y la emoción nublan nuestro juicio; Las falsedades nos impiden tomar decisiones informadas. Las falsedades manipulan nuestras emociones. Comprender las falsedades es la forma de convertirse en un mejor pensador. Es para buscar la verdad y construir una base de pensamiento crítico. Es la forma de pensar por uno mismo o mejor aún, de protegerse de la desinformación.

Estoy aprendiendo a detectar las falsedades para superarlas. Me gusta cuestionarlo todo. No tengo miedo de estar en desacuerdo. Mi capacidad de pensar críticamente es mi activo más valioso. El pensamiento crítico puede estar muriendo silenciosamente. La única forma de mejorar mi forma de pensar es cuestionar las cosas que normalmente ignoro. Para ser un pensador más sabio, necesito escepticismo y humildad intelectual, no cinismo sino duda curiosa. Debo cuestionarlo todo, especialmente las afirmaciones que se alinean perfectamente con mis creencias.

El aumento silencioso de falsedades puede distraerte de la verdad real. Busca evidencias, no solo afirmaciones. Ten cuidado con las simplificaciones excesivas. La vida está llena de estos trucos. Sé consciente. Piensa con claridad. Toma decisiones informadas. 

Podemos buscar la verdad, no solo la satisfacción de tener razón. La verdad puede no ser siempre satisfactoria, pero es esencial.  Comprometámonos a buscarla, sin importar lo difícil que sea. Protégete de la manipulación. Cuestiona las afirmaciones, busca evidencias, llega a la verdad.

Tener razón no siempre es el objetivo. Comprender la verdad sí lo es.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.

 

Los pensamientos no son hechos objetivos.

julio 30, 2024



Los pensamientos pueden parecer reales y urgentes, pero no te afectan hasta que crees en ellos y actúas en consecuencia. Los pensamientos van y vienen como nubes. Los pensamientos son interpretaciones, juicios e historias que nos contamos a nosotros mismos. Cosas que recordamos en función de la perspectiva. Teorías que construimos en nuestras cabezas. Y predicciones basadas en nuestras experiencias. Después de todo, lo que pienso no son hechos. Por mi propia cordura, me he desprendido de mis pensamientos y ese es el comienzo de la libertad mental.

Nuestros pensamientos están influenciados por nuestros cuerpos. Las sensaciones físicas pueden desencadenar un parloteo mental. Sentirse cansado puede llevarnos a pensamientos de incompetencia. Esa simple conexión nos ayuda a entender la fuente de nuestros pensamientos.

Es fácil confundir los pensamientos con los hechos. Se sienten reales. Suenan convincentes. Pero son solo ideas que flotan en nuestra cabeza. El cerebro es un narrador. Crea narrativas. A veces, estas historias son útiles. Nos motivan, nos guían. Pero la mayoría de las veces, nos limitan, nos asustan.

“No soy lo suficientemente bueno”, “soy terrible”, “nunca podré cambiar mi vida” no son hechos. Son historias que nos contamos a nosotros mismos. Tal vez basadas en experiencias pasadas o miedos sobre el futuro. Pero no es una verdad. Es solo un pensamiento: información en tu cabeza. Pero cuando es poderosa, intensa y ruidosa, eres más vulnerable a creer en ellas como reales. Puedes pensarlo, pero no es la realidad.

Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no la verdad. Una infancia difícil puede llevar a creencias como “no soy digno de amor”. Estas viejas historias pueden limitarte. Desafíalas. El hecho de que algo haya sucedido en el pasado no significa que defina tu futuro.

Cuida tu lenguaje. Las palabras crean pensamientos. Decirte a ti mismo “no puedo” refuerza la creencia. Intenta reemplazarlo con “lo resolveré”. Pequeños cambios en el lenguaje pueden cambiar tu mentalidad.

Puedes pensar: “Todo el mundo me está juzgando”. Ese pensamiento no es un hecho; es una suposición, una historia que tu mente inventa, especialmente cuando estás ansioso. Cuando tienes un desacuerdo con un amigo, tu mente puede llegar a conclusiones apresuradas: “Me odian”. Es una interpretación posible, pero no necesariamente la verdad.

Los pensamientos no son hechos. Son una mezcla de opiniones, juicios, historias, recuerdos, teorías, interpretaciones y predicciones sobre el futuro… Así como los pensamientos no son hechos, los sentimientos tampoco lo son. Las emociones son información, pero cuando esa información es poderosa, intensa y ruidosa, como pueden serlo las emociones, entonces somos más vulnerables a creer en ellas como un reflejo verdadero de lo que está sucediendo.  Lo siento, por lo tanto, debe ser un hecho. 

El razonamiento emocional es un sesgo de pensamiento que nos lleva a usar lo que sentimos como evidencia de que algo es verdad, incluso cuando puede haber mucha evidencia que sugiera lo contrario. ¿Por qué nadie me había dicho esto antes?

Tu cerebro es una máquina de búsqueda de patrones. Le encanta encontrar conexiones, incluso cuando no las hay. Si tienes un mal día en el trabajo, tu mente puede llegar a conclusiones precipitadas: “Me van a despedir”. Una vez más, es una predicción de tu mente, no un hecho. Es un resultado posible, pero no el único.

Cuestiónate cada pensamiento que te lleve por un camino oscuro. Cuestiónalos. ¿Se basan en evidencia? ¿O son solo viejas historias o hábitos que se repiten? Te sorprenderá la frecuencia con la que no se sostienen. Cuanto más practiques poner a prueba tus pensamientos, mejor te volverás a la hora de separar los pensamientos de los hechos.

Mis pensamientos no me definen. Yo defino mis pensamientos. Puedo elegir qué pensamientos creer y cuáles dejar ir. Así es como estoy redefiniendo mi camino hacia la libertad. No tengo que creer todo lo que mi mente me dice. No hay hechos eternos, como no hay verdades absolutas.

A tu cerebro le encantan las historias. Conecta puntos, incluso cuando no pertenecen juntos. Si tienes un mal día en el trabajo, tu cerebro puede crear una historia: "Soy un fracaso". Esto no es un hecho. Es un drama que tu mente escribió. Tu estado de ánimo, tu pasado y tu entorno influyen en tus pensamientos. Si te sientes ansioso, tu cerebro puede empezar a dar vueltas en los peores escenarios. Es bueno ser consciente de cómo el cerebro cuenta historias. Te ayuda a ver cuáles son tus pensamientos: solo pensamientos.

Recuerda, no eres tus pensamientos, eres el observador de tus pensamientos. Puedes elegir cuáles creer, hacer una pausa, rebobinar o cambiar el proceso de pensamiento por completo. Entiende que los pensamientos son pensamientos. Si son irracionales, razona con ellos, incluso si no te queda ninguna razón. Eres el observador de tu mente, no su víctima.

Ese es el comienzo de la libertad mental. Los pensamientos pueden parecer reales y urgentes, pero no te afectan hasta que crees en ellos y actúas en consecuencia. Los pensamientos van y vienen como nubes. Elijo dejarlos ir. No es necesario ningún apego. No tienes que ir al lugar al que va la mente cuando está inventando cosas.

Sufrimos más en el pensamiento cuando nos aferramos a interpretaciones del peor escenario posible. Para ver las cosas con claridad y no causarnos un sufrimiento mental innecesario sin ningún motivo, desapégate del ruido mental. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo, pero con la práctica, puedes adquirir el poder de deshacerte de tus miedos y ansiedades a voluntad.

Sin embargo, un paso importante es identificar la fuente de que pases todo ese tiempo en tu cabeza: lo que causa estrés y ansiedad no es la realidad; es tu imaginación indisciplinada. Es el pensamiento, no los hechos; son nuestras falsas interpretaciones, realidades, juicios y creencias. Exponlos para encontrar la libertad de ansiedad, preocupación y perturbación mental.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
Encuentra paz en el ahora. Sufrirás menos y vivirás más.
 

Cuando una realidad caótica se arremolina a nuestro alrededor.

julio 30, 2024


Muchas veces, las personas sobreestiman la importancia de un gran momento decisivo y subestiman el valor de tomar buenas decisiones y pequeños pasos de progreso a diario.

Probablemente conozcas lo que se conoce como la Oración de la Serenidad. Dice así: Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el coraje para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría para reconocer la diferencia.

Hay una lección importante aquí, una que muy a menudo se pasa por alto... Cuando una realidad caótica se arremolina a nuestro alrededor, a menudo tratamos de aliviar nuestra ansiedad ejerciendo nuestra voluntad sobre las cosas externas que no podemos controlar. Esto nos ayuda a evitar uno de los sentimientos más temidos: la impotencia total.

Con eso en mente, tengo buenas y malas noticias.

La mala noticia es que, en términos generales, casi todo está fuera de tu control. Lo que hagan otras personas, si lloverá mañana, si tus esfuerzos serán apreciados o no; todos estos resultados dependen de factores que no son TÚ.

Pero esa también es la buena noticia.

La fricción y la frustración que se crean al intentar cambiar cosas que no se pueden cambiar es el crisol donde nacen toneladas de infelicidad. Aceptar que la mayoría de las cosas están fuera de nuestra influencia nos da permiso explícito para dejar que se desarrollen como puedan.

Algunas cosas están bajo nuestro control y otras no. Las cosas que están bajo nuestro control son la opinión, la búsqueda, el deseo, la aversión y, en una palabra, todo lo que sean nuestras propias acciones. Las cosas que no están bajo nuestro control son el cuerpo, la propiedad, la reputación, el mando y, en una palabra, todo lo que no sean nuestras acciones.

Superar los “tres grandes no” con los que tantos de nosotros luchamos a diario (infelicidad, no estar convencidos de que las cosas cambiarán alguna vez, no estar seguros de qué hacer a continuación) comienza con comprender lo que podemos controlar y lo que no.

El cambio mental aquí no es fácil. La mayoría de nosotros hemos pasado toda la vida preocupándonos por cosas que no podemos controlar. La sociedad prácticamente fomenta esto. Para la mayoría, es un hábito genuino, que debería reemplazarse por una comprensión saludable de cuánto podemos cambiar realmente. Sin embargo, es difícil comprender todo esto cuando escuchas constantemente…

“¿Por qué no lo superas de una vez?” o “Simplemente déjalo ir”.

Todos hemos escuchado alguna vez este consejo. Y pasa la prueba del olfato, hasta cierto punto.
Quiero decir, “el tiempo cura todas las heridas”, ¿no? Bueno, sí… más o menos. Pero las heridas se curan de manera diferente según cómo se traten.

Si no se trata, un corte en la piel dejará una gran cicatriz y será vulnerable a volver a lesionarse en el futuro. Por eso nos ponen puntos de sutura: ayudan a que la herida se cure de una manera que limita la posibilidad de volver a lesionarse en el futuro.

Las heridas emocionales funcionan de la misma manera. Con suficiente tiempo, la mayoría del dolor emocional disminuirá, eso es cierto. Pero… El simple hecho de “superarlo” deja cicatrices

En el sentido emocional, las cicatrices equivalen a un equipaje que llevamos con nosotros en todos los aspectos de nuestra vida. Estas cicatrices crecen y se acumulan hasta que un día te despiertas sufriendo una o más de las “tres no” (infelicidad, falta de convicción de que las cosas cambiarán algún día, inseguridad sobre qué hacer a continuación).

Así que no lo superes. Atraviésalo, paso a paso.

Sinceramente, entiendo el deseo de “superar” experiencias o situaciones difíciles en lugar de enfrentarlas. Revisitar recuerdos dolorosos o enfrentar nuestros demonios actuales es muy, muy difícil. Y nosotros, como seres humanos, estamos programados para no causarnos dolor. Sin embargo, como nos enseñaron nuestros padres, ignorar un problema no lo hace desaparecer. Y además de las cicatrices, ignorar o restarle importancia a una herida te pone en riesgo de infección, tanto emocional como físicamente.

Los problemas no resueltos en tu vida se instalan en tu mente e influyen en tus decisiones, tus relaciones y tus actitudes. Te roban tu felicidad y tu potencial. Por supuesto, hacer las cosas difíciles pero necesarias para resolver tus problemas y sanar tus heridas puede parecer imposible. 

Así que, si te sientes así ahora, como si fuera imposible hacer un progreso significativo hoy, no estás equivocada o equivocado, por sentir lo que sientes. En muchos casos, tienes razón: el progreso significativo llega gradualmente con el tiempo y la constancia. Se trata de dar un pequeño paso positivo a la vez y mantener el rumbo.

Considera el poder de los pequeños cambios. Piensa en el hecho de que solo se necesita un cambio de un grado en la temperatura para convertir el agua en vapor o el hielo en agua. Es un cambio minúsculo, apenas un paso en una dirección diferente, y sin embargo los resultados son espectaculares. Un cambio minúsculo puede marcar la diferencia en el mundo.

Ahora, pensemos en otro ejemplo en el que un pequeño cambio se ve agravado por el tiempo y la distancia. Tal vez estés intentando viajar a un lugar específico, pero te desvías de tu rumbo por solo un pequeño grado en la dirección equivocada... Después de una milla, te desviarías de tu rumbo por más de 92 pies. Si intentaras viajar de San Francisco a Washington, D.C., aterrizarías cerca de Baltimore, Maryland, a más de 42 millas de tu destino deseado. Si viajaras alrededor del mundo desde Washington, D.C. de regreso a Washington, D.C., te desviarías por 435 millas y terminarías aterrizando cerca de Boston. En una nave espacial que viaja a la Luna, un error de un grado haría que te desviaras de la Luna por más de 4100 millas.

Ya te haces una idea: en términos de tiempo y distancia, un simple cambio de un grado en el rumbo hace una diferencia significativa...

Esta misma filosofía se aplica a varios aspectos de nuestra vida. Las cosas más pequeñas y fundamentales que hacemos cada día, tanto positivas como negativas, pueden marcar la diferencia. Nos acercan o nos alejan de donde queremos estar. Y, sin embargo, la mayoría de las veces ignoramos esta realidad. Nos comportamos como si nuestras acciones diarias nunca fueran a ser lo suficientemente importantes. O, de nuevo, tratamos de ejercer control sobre las cosas más grandes sobre las que no tenemos control.

Piénsalo...
¿Cuántas personas mantienen hábitos poco saludables e improductivos?
¿Cuántas personas esperan y posponen el siguiente paso positivo?
¿Cuántas personas viven todos los días de sus vidas alejándose un grado de donde quieren estar?
¡No seas uno de ellos!

La verdad sea dicha, todos viajamos las 24 horas del día, ya sea que nos movamos en la dirección correcta o no. ¿Cuánto más rica sería tu vida si te comprometieras a hacer un solo grado de esfuerzo para mejorar algo de tu situación cada día? Y aunque seguramente será más difícil que no hacer nada, ni siquiera tiene por qué ser algo tan difícil. Solo necesitas reunir el coraje para liberarte del status quo y dar un pequeño paso fundamental hacia adelante hoy, y luego hacerlo de nuevo mañana.

Elige algo pequeño y productivo que puedas mejorar y conviértelo en un hábito diario. Hacerlo marcará una gran diferencia: podría cambiar literalmente tu vida en tan solo unas pocas semanas.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
Encuentra paz en el ahora. Sufrirás menos y vivirás más.
 

Dos niveles para vivir una vida mejor.

julio 28, 2024


Qué actitudes, realidad de lente única y pensamientos tienen que ver con nuestras mejores vidas. Y por qué su rutina puede estar saboteando su emocionante vida. Las personas son como vidrieras. Brillan y resplandecen cuando sale el sol, pero cuando la oscuridad se instala, su verdadera belleza se revela solo si hay una luz desde adentro.

Las personas más conscientes y pacíficas viven sus vidas desde adentro. Despiertan la luz interior, que es como encuentran claridad mental, resiliencia y esperanza. Todos tenemos luz dentro de nosotros. A veces, el miedo, la duda o las experiencias oscuras la apagan.

Pero siempre está ahí. Para conectar verdaderamente con los demás, debemos mirar hacia adentro. Debemos ver el vitral, no solo la ventana. Debemos apreciar la luz que brilla desde adentro, incluso en las noches más oscuras.

Puedes ser esa luz para ti y para los demás. Creo en la fuerza interior. Es lo que nos distingue. Cuando la vida se pone difícil, se muestran tus verdaderos colores. No puedes fingir. Si despiertas, te elevarás por encima de la oscuridad. Esa luz dentro de nosotros nos recuerda quién somos. Incluso cuando la vida se pone difícil, nos aferramos a ella.

Sé cómo un vitral. Brilla con fuerza en tu mejor versión. Pero lo más importante es que dejes que tu luz interior brille en la oscuridad. Es entonces cuando se muestra tu verdadero yo. Es entonces cuando inspiras y animas a los demás. Nutre y valora la fuente de tu fuerza, la luz que brilla desde dentro, incluso en los momentos más oscuros.

La buena vida consiste en obtener felicidad utilizando tus fortalezas distintivas todos los días en los principales ámbitos de la vida. La vida significativa añade un componente más: utilizar estas mismas fortalezas para promover el conocimiento, el poder o la bondad.

Existen dos niveles para vivir una vida mejor.

El primer nivel, la buena vida, invierte en fuentes de felicidad personal. Identificas las fortalezas y cualidades que surgen de forma natural y te traen alegría. Luego, incorporas conscientemente estas fortalezas a tu vida. Eso significa alinear tu trabajo, tus relaciones y tus pasatiempos con lo que eres bueno en hacer. Se trata de encontrar una profunda satisfacción en lo que haces.

Pero la buena vida es solo el comienzo, una vida verdaderamente plena requiere un propósito más profundo. Eso significa usar esas mismas fortalezas para hacer avanzar el conocimiento, inspirar a otros o promover la bondad.

El segundo nivel agrega un sentido de significado a tu vida. Identifica todas tus fortalezas. ¿Qué actividades te resultan naturales? ¿Qué disfrutas hacer? Una vez que tengas una imagen clara de tus fortalezas, busca formas de integrarlas por completo en tu vida diaria.

Pero no te detengas allí. Encuentra formas de compartir tu mejor yo con el mundo. Estamos hechos de tal manera que solo podemos obtener un disfrute intenso de un contraste y muy poco de un estado de cosas.

Estamos programados para la novedad. El estancamiento nos aburre. Encontramos emoción, significado y una sensación de vitalidad en la variedad, la originalidad y cierto nivel de sorpresa. Las relaciones se vuelven significativas y saludables cuando equilibramos la cercanía y la independencia.

Planifico deliberadamente nuevas experiencias en mi semana para romper con la monotonía. Cuando visito un lugar nuevo, todo me emociona. Las nuevas vistas y sonidos crean emoción. Una rutina practicada durante demasiado tiempo mata la emoción de la vida.

Esto no significa que evitemos la comodidad o la estabilidad: también las necesitamos. Pero la desviación ocasional de lo ordinario realmente crea emoción en la vida. Por supuesto, demasiados cambios pueden ser abrumadores.

Todos necesitamos períodos de calma para recargar las pilas. Pero sin esos momentos de intensidad, la vida puede parecer monótona y poco interesante. Esto simplemente significa encontrar un equilibrio entre las nuevas experiencias y apreciar lo que ya tienes. Puedes romper con tu rutina de vez en cuando, incluso si te resulta reconfortante.

El mayor descubrimiento de mi generación es que los seres humanos podemos alterar nuestras vidas modificando nuestras actitudes mentales. Tus pensamientos y actitudes sobre la vida y la manera de vivirla son fuerzas poderosas que moldean tu realidad. Cada creencia y cada duda crean tu vida.

Vale la pena reconocer que los pensamientos no son hechos. Puedes reemplazar la duda por la confianza en ti mismo. Es un trabajo duro, pero las recompensas cambian tu vida. Tu vida se transforma. Las relaciones mejoran. Las oportunidades aparecen. Tu actitud determina tu resultado. Puedes dejar que la adversidad te defina o aprender, crecer y volverte más fuerte.

Busco el lado positivo, la lección en cada experiencia, para ayudarme a crear mi próxima realidad. Me concentro en lo que me está sucediendo, no en todo lo que va en mi contra. Ha mejorado mi forma de vivir mi mejor vida. Mi actitud afecta mis resultados y experiencias, así que intento cambiar mi perspectiva para cambiar los resultados. Si los resultados no cambian, al menos he aprendido algo.

Para cambiar tu vida, comienza con tu actitud, modelos mentales, creencias y percepciones. Reflexiona sobre tus actitudes. ¿Están ayudando o saboteando tu mejor vida?

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
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Los detonantes de la felicidad.

julio 28, 2024


Los desencadenantes no tienen por qué ser símbolos de estrés, tienen mala reputación. La gente los asocia con el estrés y la ansiedad. Los escuchan y piensan en estrés, ansiedad y dolor. Yo los veo de otra manera. Quiero asociarlos con fuentes deliberadas de buen humor. Las experiencias son poderosas. Pueden causar dolor, pero también pueden curar, animarnos o ponernos de buen humor.

¿Por qué centrarse en el dolor?

Estoy replanteando los desencadenantes. Quiero asociarlos con buenas experiencias. Los desencadenantes no deberían ser una amenaza, sino una promesa. Una señal de felicidad. Algo que esperar. Una razón para sonreír. Así es como quiero interpretarlos.

Los recuerdos pueden ser felices. Y puedo invertir en fuentes de felicidad (desencadenantes) para vivir de verdad. Eso es exactamente lo que he estado tratando de hacer en los últimos años. Los desencadenantes de la felicidad son las actividades y cosas conscientes que hago a diario (no importa lo pequeñas que sean) que me provocan alegría y entusiasmo. Mejor aún, los hábitos, rutinas y rituales que me hacen sentir vivo. He descubierto que cuanta más curiosidad siento por lo que me hace sentir vivo, más feliz soy. Es un ciclo hermoso.

Creo espacios de forma activa para las cosas que me hacen sentir bien. Son mis fuentes de energía y desencadenantes de buen humor. Mantienen vivo mi espíritu. Y cuando la vida se pone difícil, son mis anclas, que me devuelven la alegría.

Por ejemplo, casi siempre, escucho música relajante mientras conduzco por la naturaleza. Algunas canciones me traen recuerdos felices y otras mejoran inmediatamente mi estado de ánimo. Tengo una lista de reproducción de estas canciones. La escucho siempre que necesito un empujón. Me hace sentir feliz en cuestión de minutos.

Leer es otro detonante de la felicidad para mí. Perderme en un buen libro es como escaparme. Me siento relajado durante y después de una sesión de lectura.

Incluso escribir se ha convertido en una fuente de fluidez (un estado mental de absorción total o concentración centrada en mi tarea). Estoy transformando mi vida de fuentes de estrés a claridad mental o detonantes de felicidad. Estoy explorando más actividades y experiencias que hagan que la vida sea más plena, detonantes que garanticen calidez, comodidad y amor. Eso es un detonante de felicidad. Puedes crear más.

Invierte en tu propia felicidad. Rodéate de cosas que saquen lo mejor de ti. Construye tu propio mundo de alegría. Una canción favorita, un lugar especial, una buena experiencia, una persona especial o una experiencia común que te ponga de buen humor pueden ser detonantes poderosos. Incluso los pequeños actos de bondad pueden ser detonantes poderosos.

Tú controlas tu realidad. Diséñala con la felicidad en mente. Llénala de cosas que te hagan sonreír: pequeños momentos, grandes alegrías. Deja que te impulsen hacia adelante. La vida es corta. No la desperdicies en dolor. Crea detonantes felices. Puedes diseñar tu mundo teniendo en mente detonantes felices. Rodéate de cosas que te despierten alegría. Crea rituales y experiencias que eleven tu espíritu.

Estos se convierten en tus fuentes personales de felicidad. Cada experiencia se convierte en una fuente potencial de alegría. Los detonantes pueden ser experiencias hermosas que deseamos para una buena vida. Los desencadenantes no tienen por qué ser símbolos de estrés. Define tus propias fuentes para encontrar experiencias felices. Empieza por algo pequeño.

Todo lo que necesitas son unas cuantas rutinas, hábitos o rituales intencionales.

¿Ese libro favorito que amas? Haz tiempo para él. ¿Ese pasatiempo que has estado posponiendo? Atrápalo, No son solo actividades; son inversiones en felicidad. Decora tu espacio con cosas que te traigan alegría. Crea listas de reproducción con canciones que te levanten el ánimo. Cultiva flores que calmen tu alma.

Las reglas de la felicidad son: “algo que hacer, alguien a quien amar, algo por lo que esperar”.

De vez en cuando, abandona tu rutina y haz tiempo para cosas que te hagan sentir viva o vivo. Si tu rutina actual te da lo que quieres, redobla la apuesta por las que más disfrutas. Recuerda seguir experimentando, descubriendo y refinando.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
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¿Estás lista o listo para el cambio?

julio 28, 2024



Todos viajamos en el tiempo. La mala noticia es que siempre estamos en movimiento. No hay botón de pausa. El tiempo no se detiene para nadie. El mundo no esperará a que nos pongamos al día. No podemos controlar el flujo. Por eso vivo según una regla simple: Estar preparado para el cambio. Estar siempre preparado para evolucionar, adaptarse, sobrevivir o quedarse atrás.

Estar preparado para el cambio es como sé que estoy preparado para cualquier cosa que el futuro incierto me depare. Sé que tendré las herramientas y la adaptabilidad para encontrar mi equilibrio nuevamente.

Llevo años aplicando ese mantra. Es mi primera regla para la supervivencia moderna. Es simple, pero funciona. A lo largo de los años, me he adaptado muchas veces en mi vida y mi carrera. Mi vida y mi carrera han sido una serie de experimentos en progreso. Así es como me preparé para el cambio. Lo dejo ir si un hábito, principio, modelo mental o habilidad ya no me sirve.

Soy un aprendiz permanente y me encuentro con muchas mentalidades y principios. La única forma de saber si algo puede funcionar para mí es aplicarlo y medirlo. Si los beneficios acumulativos valen la pena, sigo haciendo más. Hago más de lo que funciona y menos de lo que no me sirve ahora o no me servirá de nada en el futuro. La voluntad de cuestionar lo que sé y estar abierto a nuevas posibilidades me beneficiará a largo plazo.

Entonces, siempre miro hacia adentro, identificando todo lo que estoy haciendo bien o mal y lo que debo hacer para lograrlo mañana. Dejo ir lo que ya no me sirve y hago espacio para las herramientas que me llevarán hacia el futuro.

Mi “sistema operativo de vida” (habilidades, hábitos, principios) requiere una actualización para seguir adelante. Evolucionar, adaptarse y sobrevivir no son opciones; son exigencias en mi vida. Así fluyo con el tiempo. 

La resistencia no funciona. Ir contra la corriente es agotador. Pero eso ya lo sabes. Sabes que el cambio es una medida más inteligente. Adaptando tu rumbo es como te mantendrás mejor. ¿Por qué agotarte? El crecimiento está fuera de todos los patrones fijos Lo que me trajo aquí no me llevará al futuro. Me estoy salvando de mis creencias, habilidades, suposiciones y hábitos obsoletos. Estoy invirtiendo en mi yo futuro.

Los médicos no te ayudarán a estar sano. Los nutricionistas no te harán adelgazar. Los profesores no te harán inteligente. Los gurús no te calmarán. Los mentores no te harán rico. Los entrenadores no te pondrán en forma. En definitiva, hay que asumir nuestra responsabilidad. 

La única manera de seguir adelante y estar en tu mejor momento es tomar el control de tu propia evolución y supervivencia. Evoluciona con el tiempo. No tienes que perderte. Sé cómo el bambú. Se dobla con el viento, no en contra. Mantiene su núcleo fuerte y sus raíces profundas, pero sus ramas buscan la luz en constante cambio. Puedes hacer lo mismo.

Adaptarse es el enfoque más inteligente de la vida. No se trata de abandonar quién eres, sino de convertirte en quien necesitas ser para seguir haciendo lo que mejor sabes hacer. Estar preparado para el cambio es la forma de mantenerse a flote y mejorar. Te vuelves más resiliente, adaptable y listo para afrontar la vida.

Aferrarme a habilidades o hábitos obsoletos sin efectos tangibles en la vida es una receta para el estancamiento. El mundo no se disculpará por seguir adelante sin ti, así que encuentro nuevas formas de expresarte en un mundo cambiante sin perderte. La única manera de encontrarle sentido al cambio es sumergirse en él, moverse con él y unirse al baile.

Listo para el cambio es cómo me convierto en un participante activo en mi propia vida. Cada nuevo día es un motivo para aprender, crecer y seguir avanzando. El reloj nunca se detiene, pero puedo decidir cómo pasaré mi tiempo en movimiento.

El cambio no es el enemigo. Es el motor mismo del progreso humano. No lucharé ni me resistiré. Pero quiero tener el control de mi propio desarrollo personal. Y la única forma de hacerlo de forma eficaz es estar preparado para el cambio.

"Vacía tu mente, déjate llevar. Sin forma, como el agua. Si pones agua en una taza, se convierte en la taza. Pones agua en una botella y se convierte en la botella. Lo pones en una tetera y se convierte en la tetera. Ahora el agua puede fluir o puede golpear. Sé agua.

Tengo que ser honesto conmigo mismo. Debo admitir cuando mis habilidades y hábitos que alguna vez fueron confiables ya no me sirven. Debo reconocer cuando mis rutinas de comodidad se convierten en una trampa. Es la única manera de identificar dónde necesito adaptarme y crecer.

Adoptar un enfoque flexible en la vida moderna no siempre ha sido fácil, pero mi crecimiento depende de ello. Sentirse estancado no es una opción. Es una trampa mental que haré todo lo posible para evitar.

¿Estás lista o listo para el cambio? El futuro depende de tu respuesta.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
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¿Toda la vida es en su mayor parte una actuación?

julio 28, 2024


Estoy viendo “Shogun”, una serie de televisión basada en una adaptación de la novela de James Clavel. En el año 1600, en Japón, Lord Toranaga está en serios problemas. Está planeando una estrategia para su vida mientras sus enemigos se unen contra él. Mientras todo esto sucede, un extraño barco queda atrapado cerca de un pueblo pesquero. Shogun cuenta la historia de un inglés perdido en el mar, pero encontrado en Japón y atrapado en una lucha de poder entre señores feudales. 

Es un dicho que tienen, que un hombre tiene un corazón falso en su boca para que el mundo lo vea, otro en su pecho para mostrar a sus amigos especiales y su familia, y el verdadero, el verdadero, el secreto, que nunca es conocido por nadie excepto por él solo, escondido solo Dios sabe dónde.

Los tres corazones es un concepto pesado, un pensamiento inquietante. Todos desempeñamos papeles. Mostramos una cara al mundo y otra a nuestros seres queridos. Pero, ¿el verdadero yo? Está enterrado en lo más profundo de nuestra conciencia. Lo protegemos ferozmente.

Pero, ¿por qué hacemos eso? Miedo al juicio. Miedo a la vulnerabilidad. Es autoconservación. Es un mecanismo de defensa; una táctica de supervivencia. O tal vez, es simplemente la naturaleza humana la que nos hace compartimentar.

Todos desempeñamos papeles. Mostramos una cara al mundo y otra a nuestros seres queridos. Pero, ¿el verdadero yo? Está enterrado en lo profundo de nuestra conciencia. Lo protegemos ferozmente.

Pero, ¿por qué hacemos eso? Miedo al juicio. Miedo a la vulnerabilidad. Es autoconservación. Es un mecanismo de defensa; una táctica de supervivencia. O tal vez, es simplemente la naturaleza humana la que nos hace compartimentar.

¿Es una ilusión reconfortante del yo?

Todos tenemos una cara pública, un yo privado y un alma oculta. La gente usa máscaras. Mostramos al mundo lo que queremos que vean. Una personalidad cuidadosamente seleccionada para diferentes personas.

¿Toda la vida es en su mayor parte una actuación? Presentamos una cara particular a la sociedad; una versión pulida y curada. Queremos aceptación y aprobación. Entonces, ocultamos nuestros defectos y vulnerabilidades. Revelamos más de nosotros mismos cuando estamos con las personas que amamos. Pero incluso entonces, somos selectivos. Elegimos qué compartir. Todavía hay un filtro.

Una cautela. Somos más honestos, pero aún cautelosos. Solo unos pocos selectos pueden ver destellos de nuestro yo más profundo. Incluso entonces, no del todo. El miedo a ser heridos o incomprendidos nos frena. Ahora, debajo del filtro está nuestro verdadero yo. Intrigante, ¿verdad? ¿Es el corazón secreto? Desconocido, inexplorado. Un misterio para todos, incluso para el hombre mismo. 

Son las partes de nosotros mismos que no entendemos del todo pero que no queremos integrar en el mundo. Es donde viven nuestros miedos, pensamientos, deseos y verdades más profundos. Los mantenemos ocultos, en parte por hábito y en parte por miedo.

Solo Dios conoce su verdadera naturaleza. La idea de un yo oculto me hace cuestionar cada uno de mis pensamientos, emociones, deseos y comportamientos. ¿Por qué me comporto como lo hago? ¿Quién soy realmente? ¿Qué secretos escondo en lo profundo de mi alma? Tal vez los tres corazones sean un solo corazón, pero son personalidades dinámicas llenas de contradicciones que van más allá de la simple comprensión.

Un lugar de asombro y terror. Soy consciente, pero tengo un yo inconsciente. Hasta que hagas consciente lo inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino”. El tercer corazón puede ser un símbolo del anhelo humano real. Es la parte de nosotros que esperamos compartir pero que a menudo no podemos. La parte que anhela una conexión total. Comprensión. Amor sin juicio.

Un sentido de pertenencia, de aceptación. La pregunta más importante es si deberíamos tratar de descubrir nuestro tercer corazón. ¿Para entenderlo? ¿O es mejor dejarlo solo? Un misterio, un santuario. Un lugar de paz o agitación, que no podemos conocer.

Todo hombre tiene tres caracteres: el que exhibe, el que tiene y el que cree que tiene, lo manifestado enseña una valiosa lección de vida. Es poco frecuente que el mundo nos muestre por completo quiénes somos. Incluso cuando queremos ser fieles a quienes somos, partes de nosotros mismos permanecen ocultas. Si no tenemos cuidado, podemos perdernos en los diferentes roles que desempeñamos. No todo el mundo necesita verse a sí mismo, pero no deje que quede completamente enterrado. Comparta partes de él con quienes se ganan su confianza.

Esto hace que las relaciones sean más fuertes y significativas. Su verdadero yo es su mayor activo, protéjalo, pero déjelo brillar cuando sea seguro hacerlo. Para ser visto, verdaderamente visto, integre todo su ser. Si usa una máscara durante demasiado tiempo, llegará un momento en que no podrá quitársela sin quitarse la cara.

Equilibre los corazones que muestra al mundo, a sus seres queridos y a usted mismo. Sea genuino, pero también sabio. De esa manera, vivirá una vida fiel a quién es mientras sigue aprendiendo de sus muchas interacciones humanas.

Los tres corazones son un concepto hermoso pero trágico. La vulnerabilidad da miedo. Lo más aterrador es aceptarse a uno mismo por completo. Pero también es liberador. Tal vez lo más valiente sea mostrarle al mundo tus grietas y defectos, dejar que tu verdadero corazón brille. Es un desafío, sin duda, pero la recompensa podría ser una vida más plena. La vida siempre será una negociación entre el corazón, la mente y el alma.

Quien gane se convertirá en ti, para bien o para mal.

La vida es una máscara a través de la cual se expresa el universo. La vida siempre será una negociación entre el corazón, la mente y el alma.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
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Anclar pesadas cadenas.

julio 21, 2024


Este tema lo escribí hace mucho tiempo (21 de julio 2015) dirigida como un mensaje especial intentando ayudar a reflexionar para un cambio de dirección, lamentablemente no obtuvo el resultado que me había propuesto porque nunca pudo romper el ciclo de la toxicidad.

El escrito se trataba sobre las madres tóxicas, no obstante, cabe aclarar también que hay padres tóxicos y abuelos tóxicos. Pilares en la educación de los niños que lejos de fomentar una madurez personal y una seguridad con la cual, poder abrirse posteriormente al mundo, no hacen más que anclar pesadas cadenas vetando por completo la independencia física y emocional de esa persona.

Ahora bien, cabe decir que el rol de la madre tiene casi siempre, un peso más intenso en la educación de los niños. Es ella quien establece ese vínculo de cuidado y afecto tan estrecho con ese recién nacido, que día a día, irá desprendiéndose de sus brazos para avanzar con seguridad por el mundo sabiéndose amada, teniendo siempre ese referente que le ha aportado un amor incondicional pero saludable, con el que madurar de modo inteligente.

Las madres tóxicas ofrecen un amor a sus hijos hostigante a la vez que inmaduro. Proyectan sobre ellos sus inseguridades para reafirmarse personalmente, y así, tener mayor control sobre sus vidas y sobre la de sus hijos - una verdad incuestionable -

Yo me pregunto: ¿Qué hay detrás de la personalidad de las madres tóxicas? 

Puede que nos llame la atención, pero detrás del comportamiento de una madre tóxica, está el amor. Ahora bien, todos sabemos que, a la hora de hablar del amor, existen dos caras de una misma moneda: está esa dimensión capaz de propiciar el crecimiento personal de la persona, ya sea a nivel de pareja o a nivel familiar, y a su vez, está también ese lado más tóxico donde se ejerce un amor egoísta e interesado, a veces hasta asfixiante, que puede ser completamente destructivo.

Lo preocupante, es que los familiares que despliegan las artimañas de la toxicidad, lo hacen hacia personas adultas y con baja estima personal y en criaturas que están en pleno proceso de maduración personal, es ahí donde debe asentarse su personalidad, su autoestima… Todo ello, irá esculpiendo en ellos grandes vacíos, grandes inseguridades en ocasiones insalvables.

Las madres o padres tóxicos, en ocasiones, suele esconderse una clara falta de autoestima autosuficiencia que les obliga a ver en sus hijas o hijos “esa tabla de salvación” a la cual modelar y controlar para tener siempre a su lado, para que cubran sus carencias esta es una verdad incuestionable.

El ver por ejemplo que sus hijas o hijos empiezan a ser autónomos, que ya no las necesitan tanto y que poco a poco son capaces de hacer su vida, supone para ellas una gran ansiedad, puesto que temen ante todo quedarse solas. De ahí que sean capaces de desplegar “hábiles artimañas”, para seguir teniéndoles cerca e incluso justificarles que debe ser así, y un modo de hacerlo es proyectando en la niña o niño desde el inicio su misma falta de autoestima, y su misma inseguridad.

La necesidad por tener controlado cada aspecto de sus vidas, hace que acaben haciendo lo mismo en la vida de sus hijas o hijos. No son capaces de ver los límites. Para ellas, control es sinónimo de seguridad, de algo inmanente que no cambia, y lo que no cambia es bueno porque les hace sentir bien. Lo complicado de esta dimensión es que suelen ejercer el control pensando que, con ello, hacen el bien y que así demuestran amor por los demás. “Yo te hago la vida fácil controlando tus cosas para que seas feliz”, “Yo solo quiero lo mejor para ti, y por ello evito que puedas equivocarte” …

El control llevado a cabo desde la justificación del cariño, es el peor acto de la sobreprotección. Impedimos con ello que los niños o las niñas sean autónomos, capaces y valientes. Y aún más, que aprendan de sus errores.

Frases que se repiten a diario en ese ambiente toxico de madre a hija o hijo: “Quiero que consigas lo que yo no tuve “, “No quiero que caigas en mis mismos errores”, “Quiero que llegues a ser aquello que yo no puede conseguir”. Que, si "cómo te atreves a hablar mal de tus padres", que, si "ellos te dieron la vida, eres un ingrato o ingrata", y demás monsergas. 

Te hacen sentir totalmente indefenso o indefensa desesperado porque parece que no haya escapatoria de la situación. No solo la estás sufriendo, es que encima ni la puedes comentar porque todos se te ponen en tu contra. ¡Es tu madre y le debes la vida! y ni se te ocurra volver a quejarte de alguno de tus padres. uf... es difícil, porque si tienes la autoestima baja, te sientes culpable por pensar así de tu madre... y no es pensar, simplemente darte cuenta de que es así. 

En ocasiones las madres tóxicas proyectan en sus hijos los deseos incumplidos de su propio pasado, sin preguntar si quiera qué es lo que ellos desean, sin darles opción a elegir, pensando que, con ello, les demuestran un amor incondicional, cuando en realidad, es un falso amor. 

Un amor interesado. Uno de los problemas de las personas tóxicas, saben mentir y fingir muy bien para quedar bien delante de otros y hacerte quedar a ti como la mala persona. Los roles se invierten y, a ojos de todo el mundo, el verdugo se convierte en víctima y viceversa. la madre toxica es siempre súper agradable y simpática con todo el mundo para caerles bien y tenerlos de su parte y luego ponerlos en contra de quienes le caían mal. Manipuladora nata, pura y dura.

Para enfrentarnos a una madre o a cualquier familiar “tóxico” es importante ser consciente de que debes romper el ciclo de la toxicidad. Has vivido durante mucho tiempo dentro de él, sabes las heridas que te ha dejado, sin embargo, ahora ya comprendes que necesitas abrir tus alas para ser tú mismo. 

Para ser feliz. Te va a costar, pero debes empezar a decir “No”, a poner en voz alta tus necesidades y a alzar tus propios muros, esos por los que nadie debe pasar, lamentablemente eso no sucedió... y llego la depresión y te preguntas y te respondes: ¿Es tu madre, o es tu familia, los quieres y sabes que romper ese ciclo de toxicidad puede causar algún daño...? 

En ocasiones, decir la verdad de lo que uno siente hace daño a los demás, pero es una necesidad vital. Se trata solo de marcar límites y dejar claro lo que permites o lo que no. No deseas causar daño alguno, debes dejarlo claro, al igual que debe quedar constancia de que tampoco tú quieres ser herido o herida nunca más.

Por qué fracaso, porque no supo reconocer la manipulación. Hay veces que es tan sutil, que no nos damos cuenta, así que la persona debía ser atenta a cualquier palabra, cualquier comportamiento. Y sobre todo, no caer en las redes de la “victimización”, puesto que es un recurso fácil al cual suelen recurrir las personas tóxicas y las madres tóxicas y eso es lo que sucedió...

Esta madre toxica se alzó como la más dolida, la más herida, cuando en realidad, al que han hecho daño fue a su hijo o hija y a las personas que de verdad le ofrecieron un amor incondicional. Lamentablemente no lo tuvo en cuenta y el daño fue irreparable y nunca la hija o el hijo pudo romper el ciclo de la toxicidad.

Patricio Varsariah.
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Un estado de incertidumbre.

julio 20, 2024


Aunque nos parezca mentira, durante toda la vida estamos dudando, sin querer reconocer que en los momentos clave, si dudamos, fallamos. Cierto es que la vida está llena de dudas y si éstas no existieran, no llegaríamos a la verdad absoluta. Estas dudas hacen que nos bloqueen nuestras capacidades de entendimiento, llegando a un sufrimiento el cual hace que nos impida superarnos. 

Partiendo de que la duda es una indeterminación entre dos decisiones o dos juicios, a la que tenemos que afrontar, tratándose ante un hecho, una noticia o una creencia. La duda nos supone siempre un estado de incertidumbre.

¿Cuántas veces no nos atrevemos a ejecutar un paso sin la convicción de qué sucederá en el siguiente? 

Parece que dudando siempre de todo y analizándolo todo llegamos a estar más seguro de todos los aspectos que se nos presentan en la vida. Pero visto desde un punto de vista personal, creo que no se debe dudar de todo, ya que esto no llevará una continua incredulidad de todo lo que vemos. 

Consideremos pues, que donde hay dudas no hay certezas. Por tanto, si alguien duda sobre algo, debemos estar seguros de que no existe validez en esa cuestión; puesto que la duda llega a un límite de la confianza. Los motivos que originan las dudas pueden ser múltiples: malos entendimientos, desencuentros amorosos, meditaciones, especulaciones, celos, etc.
           
Simplemente necesitamos una pequeña pausa para analizar determinadas situaciones, cuando las vemos muy claras y seguras, entonces es cuando merece la pena ahondar en ellas. De esta forma es posible que cualquier intento de elección nos conlleve una carga de ansiedad y sobre todo dudas, haciendo que adoptemos decisiones por pequeñas que sean. 

Es entonces cuando nos damos cuenta de no haber tomado un “camino” el cual ni habíamos pensado. Luego, cuando empezamos a participar más activamente, vemos el compromiso el cual ya nos resulta amenazante. Todo esto está sujeto a emprender situaciones en la vida en medio de un “mar de dudas”
            
La inseguridad en uno mismo no es un sentimiento de superioridad, sino de independencia. Esa inseguridad llega a ser una emoción negativa, acompañada de unos sentimientos de inferioridad, como, por ejemplo: no sentirse amado, dudar de uno mismo o miedo a las críticas. Esta tendencia a dudar de uno mismo origina a que tenemos expectativas irreales, debido a opiniones de los demás. 

Otras de las razones de porqué dudamos tanto, son experiencias del pasado de haber sido criticado, ignorado, ridiculizado o quizás tengamos tendencia hacia el perfeccionamiento. Si una persona ha sido criticada constantemente, jamás podrá poseer la seguridad en sí misma, puesto que cada vez que quiera emprender “algo” aparecerá la duda. Ese hecho crea un estado de incertidumbre, de incapacidad y de comunicación ante los demás, llegando siempre al sufrimiento con la duda.

Gran parte de las dificultades por la que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes estén completamente seguros de si mismos... y los inteligentes, llenos de DUDAS.
 
No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué punto se dirige.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
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