Nuestro veranillo indestructible.
enero 17, 2025Siempre he pensado que hay un santuario, una quietud en cada persona. Me refugio en él cada vez que necesito recargar las pilas. Hacerme un tiempo para volver a mí mismo está haciendo maravillas por mi salud mental. Llevo años practicando el “tiempo de quietud”. Es una de las cosas que hago para darle sentido a la vida. A veces lo hago para reflexionar sobre cómo me está yendo en la vida, sobre las cosas buenas que me están pasando.
En medio del largo invierno, descubrí que había, dentro de mí, un veranillo indestructible. Y eso me hace feliz. Porque dice que no importa lo mucho que el mundo me empuje, dentro de mí hay algo más fuerte, algo mejor, que me empuja de vuelta.
Todos hemos vivido tiempos difíciles en nuestra vida. Dia a día vemos a través de las noticias lo cruel e insensato que es el mundo. Vemos a la gente perder la esperanza y ceder a la desesperación. Pero también vemos a la gente resistir, luchar y encontrar razones para seguir adelante. De ver todo esto me surgió la idea del “veranillo indestructible”. Porque he visto en las personas que se negaban a ser aplastadas por el peso del mundo. O tal vez porque lo he sentido por mí mismo, ese espíritu obstinado de desafío frente al absurdo.
Todos hemos enfrentado pérdidas personales y enfermedades. Todos enfrentamos inviernos. La pérdida, la decepción e incluso la desesperación son momentos difíciles que intentan congelarnos de adentro hacia afuera. Pero hay algo más es que incluso en los momentos más oscuros, todavía podemos encontrar nuestro santuario interior: un lugar de calidez. Nuestro veranillo invisible, como lo llamo, que es nuestra capacidad innata para la alegría, la esperanza y el crecimiento.
Tal vez perdiste un trabajo o a un ser querido. Tal vez luchaste contra una enfermedad. Te sentiste perdido, tal vez incluso roto. Pero de alguna manera, encontraste una manera. Te adaptaste. Aprendiste. Te hiciste más fuerte. Volviste a nutrir tu jardín interior. A conectarte con seres queridos. A encontrar alegría en las experiencias ordinarias. Estas son fuentes de alegría que florecen en ese veranillo irreducible.
Vemos a la vida como absurda pero que aun así valía la pena vivirla. En etapas frías, duras e implacables de la vida, encontramos algo invencible: fuerza, esperanza y luz. Encontramos resiliencia dentro de nosotros mismos. La etapa invernal de la vida es un período de dolor, pérdida, fracaso y dolor. Pero dentro de esa lucha, podemos encontrar la fuerza para retirarnos a nuestro veranillo indestructible interior.
No importa cuán dura se vuelva la vida, hay algo más fuerte dentro de nosotros. Podemos hacerles frente a las dificultades y ayudarnos a soportar si podemos encontrarlo. Los tiempos difíciles revelan nuestra fuerza interior. Nos obligan a enfrentar nuestros límites. Y, a menudo, descubrimos que somos más fuertes de lo que pensábamos.
En mis tiempos difíciles, descubrí una resiliencia que no sabía que tenía: mi veranillo indestructible. No hace que el dolor desaparezca. Pero me ayuda a soportar. Me ayuda a seguir adelante y afrontar con valentía lo absurdo de la vida. Mi veranillo indestructible es un símbolo de esa fuerza. Yo la aplico en los momentos más oscuros para encontrar mi camino hacia la luz.
En nuestras vidas, enfrentamos muchos inviernos. Los desafíos nos presionan. Tal vez sea algo grande, como perder a un ser querido o lidiar con una enfermedad grave. O tal vez sea algo que parece más pequeño pero que aun así te agobia: estrés, preocupación, ansiedad o una sensación de falta de sentido. Sea cual sea tu “invierno”, piensa en cómo has respondido a él. ¿Te has dejado llevar por la desesperación o has encontrado una manera de seguir adelante? ¿Has descubierto ese “veranillo indestructible” dentro de ti, esa fuente de fuerza que te permite hacer frente a la oscuridad?
Quizás lo hayas encontrado en tu familia, tus amigos, tu fe. Tal vez lo hayas encontrado en un proyecto personal, el arte o la naturaleza. O tal vez lo hayas encontrado en ti mismo, en esa voz tranquila que dice: “No me rendiré”. Cuando las cosas se ponen difíciles, hay una parte de ti que es fuerte, resiliente y capaz de encontrar la alegría.
La próxima vez que te enfrentes a un “invierno”, recuerda ese “veranillo indestructible” que llevas dentro. Deja que sea tu fuente de fuerza, tu luz. Eres capaz de superar más de lo que crees.
¿Recuerdas a Sísifo, el hombre de la mitología griega que fue condenado a empujar una piedra cuesta arriba por toda la eternidad? Hay algo heroico en Sísifo. Vemos a un hombre que siguió empujando esa piedra, que se negó a rendirse, aunque no tuviera sentido. Ese es el “veranillo indestructible” en acción. Es como cuando te enfrentas a un desafío difícil, tal vez estás lidiando con una relación difícil. Sería fácil simplemente rendirse, decir “¿Qué sentido tiene?” Pero esa fuerza interior, ese “veranillo irreducible”, te permite seguir adelante.
Encuentras la fuerza para seguir empujando esa roca cuesta arriba. Y ahí es donde entra la felicidad. La sensación de satisfacción que surge al saber que te enfrentas a lo absurdo de frente. No estás ignorando la falta de sentido de la vida, pero estás eligiendo vivirla plenamente de todos modos. Estás creando tu propio significado, tu propio " veranillo indestructible ", en medio del frío y sin sentido del invierno.
Gracias por dedicar tu precioso tiempo en leer, que tengas un día maravilloso.
Patricio Varsariah.
Publicado por Patricio Varsariah.