Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. 
    Mi pequeño sitio donde digo libremente lo que pienso y siento.   

Todos tenemos obligaciones y deberes hacia nuestros semejantes. Pero parece bastante curioso que, en la sociedad neurótica moderna, las energías de los hombres se consuman en ganarse la vida y rara vez en la vida misma. Se necesita mucho coraje para que un hombre declare, con claridad y sencillez, que el propósito de la vida es disfrutarla. Hay tanto que amar y admirar en esta vida que es un acto de ingratitud no ser feliz y estar contento en esta existencia.                                                        Mis escritos están encauzados como un camino de crecimiento personal y espiritual.

Vivir una vida plena y psicológicamente rica.

noviembre 25, 2022
Todo depende de cómo miramos las cosas, y no de cómo son en sí mismas, dijo.  Al prestar atención a cómo respondemos a los eventos, podemos comprendernos mejor a nosotros mismos y nuestros motivos para actuar de cierta manera.

Aliento a las personas a ver su entorno como un sistema interconectado con circuitos de retroalimentación que pueden tener efectos de gran alcance en los resultados que experimentan, tanto positivos como negativos.

La vida es mucho más que lo que te sucede. Se trata de cómo respondes a las experiencias, los eventos y tu entorno inmediato.

Muchos de nosotros nos enfocamos en las peores cosas que nos han pasado: malas relaciones, negocios fallidos, pérdida de seres queridos, despidos, rupturas desagradables, etc.

Pero considerar estas experiencias negativas como momentos definitorios permanentes en nuestras vidas nos impedirá avanzar, crecer y ser felices.

Podemos hacer mucho más si vemos la vida a través de una lente diferente y reconocemos las oportunidades de crecimiento o mejores experiencias en el futuro.

No podemos escapar de nuestra oscuridad; lo mejor que puedes hacer es entenderlo y aprender a lidiar con él. Solo puedes comenzar a abordar tus miedos e inseguridades cuando los conoce.Esto significa enfrentar todo lo que te hace sentir incómoda o incomodo: reconocer de dónde vienen tus miedos, por qué están ahí y qué los desencadena.

Conocer tu oscuridad significa confrontar cosas sobre ti que pueden ser dolorosas o aterradoras de admitir. Sin embargo, una vez que conoce su oscuridad, puede aprender a superarla o diseñar una vida significativa a pesar de sus defectos.

No importa para qué estemos trabajando, los dolores de crecimiento son inevitables. Para alcanzar nuestro máximo potencial como seres humanos, debemos superar nuestros miedos, romper las limitaciones autoimpuestas y resistir la tentación de tomar siempre el camino fácil.

Una mejor comprensión de tu "yo" es el comienzo de la sabiduría para la vida. El privilegio de toda una vida es convertirte en quien realmente eres.

Todos tenemos un impulso innato para explorar quiénes somos. Cuando descuidamos este deseo, nos sentimos insatisfechos, vacíos y huecos. En otras palabras: no encontrar un lugar para nosotros mismos en el mundo nos hace sentir perdidos y deprimidos. El hombre no puede soportar una vida sin sentido.Cuando encontramos nuestro propósito, nos sentimos más conectados con el mundo que nos rodea y tenemos un mayor sentido de significado y propósito.

Por otro lado, cuando perdemos nuestro camino o nos sentimos desconectados del mundo que nos rodea, puede ser difícil encontrar un sentido y propósito en la vida. En última instancia, todo se reduce a cómo elegimos vivir nuestras vidas y qué significado y propósito podemos encontrar.

Encuentra un equilibrio entre tu mente consciente e inconsciente. Hasta que hagas consciente lo inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino.

La plenitud se trata de encontrar el equilibrio en la vida, la mente, el cuerpo y el espíritu. Es un proceso de volver a estar completo y no solo estar contento con partes de nuestras vidas. Es un viaje para redescubrir quién eres, qué es lo más importante para ti, qué le da sentido a tu vida y reconocer que todo lo que vivimos es una oportunidad de aprendizaje en nuestro camino para convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos. 

La salubridad nos hace sentir arraigados y felices en nuestra propia piel, también aporta equilibrio y significado a nuestra vida.

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Saludos.

Patricio Varsariah.

 

“¿Valió la pena?”

noviembre 22, 2022


Los años y las experiencias me han enseñado de los arrepentimientos que quizá mucha gente tendrá en muy poco tiempo.

Comparto contigo experiencias que por no poner atención a tiempo, descubrimos que nunca hemos vivido, y a final, todos debemos preguntarnos: “¿Valió la pena?”

1.- Aferrarse demasiado. — 
No puedes perder lo que nunca tuviste, no puedes quedarte con lo que no es tuyo, y no puedes aferrarte a algo que no quiere quedarse. Pero puedes volverte loco si lo intentas. Lo que debes darte cuenta es que la mayoría de las cosas son solo una parte de tu vida porque sigues pensando en ellas. ¡Deja de aferrarte a lo que duele y deja espacio para lo que se siente bien! 

No dejes que lo que está fuera de tu control interfiera con todas las cosas que puedes controlar. En otras palabras, di “adiós” a lo que no funcionó para poder decir “hola” a lo que podría. 

En la vida, las despedidas son un regalo. Cuando ciertas personas se alejan de ti, y ciertas oportunidades te cierran las puertas, no hay necesidad de aferrarse a ellas ni de rezar para tenerlas presentes en tu vida. Si te cierran, tómalo como una indicación directa de que estas personas, circunstancias y oportunidades no son parte del próximo capítulo de tu vida. Es un indicio de que tu crecimiento personal requiere de alguien diferente o algo más, y la vida es simplemente hacer espacio.

 2.- Falta de presencia. —
 Date cuenta de que la vida es simplemente una colección de pequeñas oportunidades para la felicidad, cada una vivida un momento a la vez. Que se debe dedicar algún tiempo cada día a notar la belleza en el espacio entre los grandes eventos. Esos momentos de ensueño y atardeceres y brisas refrescantes no pueden ser superados. Pero sobre todo, date cuenta de que la vida se trata de estar presente, mirando y escuchando y trabajando sin reloj y sin anticipar los resultados en cada momento y, a veces, en días realmente buenos, para dejar que estos pequeños momentos llenen tu corazón de una intensa gratitud. 

A decir verdad, inevitablemente, ya sea mañana o en tu lecho de muerte, llegarás a desear haber pasado menos tiempo preocupándote y corriendo por tu vida, y más tiempo siendo realmente consciente y agradecido de cada día...

Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente. 

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Patricio Varsariah.
 

Una analogía que me parece tremendamente poderosa es la siguiente:

noviembre 21, 2022
Imagina por un instante que entras en una habitación totalmente oscura, y de repente enciendes las luces. Un solo gesto, un solo instante, pero todo a tu alrededor cambia súbitamente con ese simple acto de darle al interruptor. 

Lo mismo puede suceder en nuestras vidas si simplemente decidimos darle al interruptor de nuestra actitud personal y empezar a ver todas las situaciones y lo que podemos lograr en el futuro desde una perspectiva de tener las “luces” bien encendidas. 

Todos tenemos momentos de dificultad en nuestras vidas. Si pudiésemos escrutar en los corazones de todas y cada una de las personas con las que nos encontramos o relacionamos a diario, a buen seguro que todos ellos también tienen momentos de “oscuridad” en sus vidas. Es algo inherente a estar vivo. 

Pero el elemento diferenciador y la gran clave es como nos enfrentamos a esos momentos. Es en nuestro propio interior donde se encuentra ese “interruptor” que es capaz de transformarlo todo. 

Es cierto que en muchas ocasiones necesitamos para superar esos momentos el apoyo de un ser querido, notar una ligera mejoría en la situación, … pero al final la transformación solo llega cuando en nuestro interior decidimos encender ese “interruptor” llamado actitud mental positiva. 

Un cambio de enfoque y mentalidad es la herramienta más poderosa que existe para superar cualquier adversidad. 

Por eso una actitud personal positiva tiene el mismo efecto transformador inmediato que un interruptor de luz con la oscuridad. 

Esta mañana dedica un tiempo a reflexionar por unos instantes. Tal vez has estado en algunos momentos de tu vida y en la actualidad en una situación de “oscuridad”. 

¿Por qué no darle a ese “interruptor” de tu actitud personal ahora? 

Permitir que toda tu potencial y grandeza brille en toda su magnitud. 

Mañana también volverá a salir el sol, y no olvides que cada instante de nuestra vida es una nueva oportunidad y un nuevo comienzo. 

Nunca olvides que la mayor de las oscuridades es derrotada por el más mínimo haz de luz. 

Los años y las experiencias me han enseñado que NUNCA quieras a alguien que te enamora, ya que se enamora desde el corazón, quiere a alguien que te quiera desde el alma, porque quien te enamora te ilusiona y quien te quiere, siempre te valora.

El amor debe de ser mutuo y ser mutuamente de los dos y amarse con infinita sinceridad y de corazón para tener una buena relación y caminar juntos como compañeros del camino de la vida.

Saludos.

Patricio Varsariah.

 

Atrapada o atrapado en un tiempo muerto.

noviembre 21, 2022
Por cada minuto que dedicas a experiencias muertas, pierdes 60 segundos de tu vida

El tiempo es finito, y las presiones del trabajo, el hogar y otras responsabilidades a menudo nos hacen sentir que no nos queda tiempo para disfrutar de la vida. Una vida sobre programada y una rutina estresante sacan lo peor de nosotros.

Hay toneladas de cosas que ocupan nuestro tiempo pero no nos dejan sintiéndonos satisfechos o felices; simplemente nos hacen sentir aburridos y vacíos por dentro.

No es que estas actividades sean malas; simplemente no tienen un propósito mayor en nuestras vidas en este momento.

¿Alguna vez has sentido que tu vida se ha vuelto tan agitada, ocupada y caótica? Casi no hay tiempo para relajarse, reflexionar o simplemente ser uno mismo. Probablemente esté atrapado en un tiempo muerto que agrega poco o ningún valor a tu vida.

Cuando estás atrapado en un tiempo muerto, corres de una actividad a otra sin prestarle a tu ser interior la atención que merece para encontrar la realización. Pasas por el movimiento de la vida sin crecer ni aprender.

El tiempo vivo son las muchas (o pocas) inversiones de tiempo que genuinamente nos llenan o nos hacen revivir o perdernos. Hay tantas maneras en que podemos usar nuestro tiempo de manera más efectiva y hacer que rinda más.

El tiempo vivo es subjetivo: significa cosas diferentes para muchas personas. Algunas personas pasan su vida explorando, persiguiendo sus curiosidades, conociendo gente nueva y teniendo aventuras emocionantes.

Otros pueden pasar su tiempo vivo realizando un trabajo significativo que disfrutan profundamente. Tu percepción del significado de la vida determina cómo pasas tu tiempo vivo.

Ya sea que tu objetivo sea encontrar una carrera satisfactoria, construir relaciones significativas o simplemente encontrar más paz y equilibrio en tu vida, invertir en experiencias, eventos, tareas y habilidades que saquen lo mejor de ti es el mejor uso de tu tiempo.

Una forma de hacer tiempo para el "tiempo vivo" es priorizando tus tareas y actividades. Reserva tiempo para paseos por la naturaleza, actividades al aire libre que te hagan perderte y experiencias que valoras profundamente en la vida, y ejercicios que mejoren tu bienestar.

Se más intencional acerca de cómo pasas tu tiempo. Podrías hacer un inventario de tiempo (separar tu día en zonas horarias muertas y vivas) para descubrir actividades y eventos que puedes hacer pasar hambre (distracciones) y aquellos a los que debes alimentar (actividades valiosas) para sacar lo mejor de ti mismo.

Prioriza tus actividades en función de su valor. Concéntrate en inversiones de tiempo que te acerquen a tus objetivos. Debemos intentar, concentrarnos en mantenernos saludables, tener paz, ser feliz, recordar lo que es importante, disfrutar de la naturaleza y los animales, pasar tiempo leyendo, tratando de entender el universo, donde la ciencia y lo espiritual se encuentran.

Es esencial encontrar formas de encajar en actividades que sean significativas y que se sientan adecuadas. No necesariamente tienes que hacer todo a la vez, pero es esencial hacer tiempo para lo que más te importa.

Ya sea pasando tiempo con conexiones sociales positivas, trabajando en proyectos creativos o simplemente dando un paseo o leyendo un libro, asegúrese de pasar tu tiempo vivo en cosas que te hagan cobrar vida.

El tiempo bien empleado es una inversión del presente para un futuro práctico y abundante.

Para cada hábito, acción, actividad, experiencia o evento, pregúntate; ¿Es este el mejor uso de mi tiempo vivo? Recuerda, cómo pasas tu tiempo es cómo pasas tu vida.

La vida nos pregunta constantemente: ¿Será tiempo de vida o de tiempo muerto?”. Cómo pasas tu tiempo depende de ti; puede ser tan simple o complejo como desee, pero hazlo significativo.

Centrarse en experiencias saludables y valiosas todos los días hará que te sientas más vivo, renovado y listo para afrontar cada día como un ganador. La forma en que administramos o invertimos nuestro tiempo impacta en gran medida en quiénes nos convertimos.

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Patricio Varsariah.
 

Toda la vida real duele, cumple y la felicidad es un resultado.

noviembre 16, 2022
La vida es una progresión compleja. La vida real es desordenada, frustrante y requiere un esfuerzo significativo. También resulta ser el único tipo de vida que vale la pena vivir.

La vida real duele porque a menudo es desordenada y está llena de contratiempos que desafían tus creencias sobre ti mismo, los demás y el mundo que te rodea.

Sin embargo, a pesar de toda esta incomodidad, la vida auténtica nos permite aprender de nuestras experiencias y crecer como individuos. También nos permite expresarnos auténticamente.

La felicidad de toda la vida radica en ser usado por la vida; herido por la vida, impulsado y aguijoneado por la vida, reabastecido y rebosante de alegría con la vida, luchando por el bien de la vida. Esa es la verdadera felicidad. En el sufrir, una gran parte es dolor”.

La vida real puede ser dolorosa. También puede ser gratificante si tomas el control de la dirección de tu vida. La fea verdad es que la vida real no siempre es conveniente para todos. No siempre tiene un final de cuento de hadas. La paradoja interminable es que aprendemos a través del dolor.

La vida real consiste en aceptar lo bueno y lo malo y mantener el equilibrio a pesar del dolor. También se trata de buscar experiencias que minimicen la miseria y maximicen la alegría; de lo contrario, terminarás arrepintiéndote del pasado y preocupándote por el futuro el noventa por ciento del tiempo.

La vida real es involucrar tus emociones ahora. Aférrate siempre al presente. Cada situación, de hecho cada momento, tiene un valor infinito, porque es el representante de toda una eternidad.

Una vida significativa se trata de vivir tus emociones, no solo de pensar en ellas. Esto significa comprometerte con todos tus sentidos en el momento. La vida se realiza cuando practicas vivir el momento, vivir el ahora. La vida real no tiene por qué ser costosa o complicada.

Puede ser tan simple como dar un paseo por el parque o sentarse junto al fuego con un buen libro. Pasar tiempo a solas con la naturaleza es increíblemente sanador. O hacer un esfuerzo deliberado para disfrutar de las vistas, los sonidos y los olores que te rodean. En otras palabras, no hay desconexión entre tu mente y tu cuerpo.

Tu vida requiere tu presencia consciente para poder vivirla. Estar aquí ahora. Cuando estamos verdaderamente presentes, nuestros sentidos están abiertos y totalmente conectados con todo lo que nos rodea. Nos sentimos enraizados en nuestros cuerpos, lo que nos ayuda a sentirnos más relajados y cómodos. Estar presente también nos permite ver el mundo con más claridad, dándonos una mayor conciencia y compasión por los demás.

Mucha gente corre en piloto automático. Realizan los movimientos, haciendo lo que "tienen que hacer" para ir de un lugar a otro a la hora prescrita cada día. Incluso pueden convencerse a sí mismos de que no hay otra forma de vivir.

Pero si construyes tu vida en torno a la misma rutina durante años, te perderás toda la belleza y la alegría que provienen de conectarte verdaderamente contigo mismo, la naturaleza, el medio ambiente y los demás. Vale la pena revisar el sistema que ha creado para sí mismo de vez en cuando y modificarlo para reflejar la vida que desea o el resultado que espera.

Para vivir una vida significativa, debe experimentar dolor, lucha, pérdida, alegría, éxito y satisfacción a lo largo de las muchas fases de la vida. No hay otra manera de aprender a amar o crecer.

La vida real es incómoda. Planificar para una buena vida requiere esfuerzo. La buena salud significa invertir en mejores hábitos. Una buena relación requiere un compromiso para que funcione. Una gran carrera significa invertir en habilidades indispensables para protegerse a sí mismo en el futuro. La vida real es difícil. Pero también es gratificante y satisfactorio si haces bien la mayoría de las cosas.

Cuando vives plenamente, estás completamente comprometido con lo que estás haciendo; ese proceso puede ser un equilibrio de dolor y alegría.

Enfrenta tu vida, su dolor, su placer, no dejes ningún camino sin tomar. Los eventos, expediciones y experiencias memorables en la vida pueden ser incómodos, pero nos hacen cobrar vida. El dolor que siento ahora es la felicidad que tenía antes. Ese es el trato.

Por mucho que duela, la vida real se trata de lecciones aprendidas, nuevas experiencias, oportunidades de crecimiento, recuerdos felices, superación de desafíos y disfrutar de tiempo de calidad con nuestras conexiones sociales.

La felicidad es un resultado. La felicidad llega cuando hemos vivido y tenemos un respiro del puro olvido. La felicidad, en el sentido vulgar, es solo una experiencia de vacaciones. La felicidad es algo que experimentas, un proceso, no algo que tienes. Es un resultado de comprometerse con la vida. Una vida con sentido se puede encontrar siendo utilizada por la vida.

Una vida sin experiencia, en mi opinión, no es vida en absoluto. Y es por eso que les digo a todos que, incluso cuando duela, nunca dejes de vivir.

La felicidad no puede ser forzada o dictada por fuentes o individuos externos. Se puede cultivar momento a momento para maximizar su potencial y mantenerlo creciendo con el tiempo. Al enfocarse en las cosas que le brindan alegría y comprometerse con la vida a través de los dolores y obstáculos, naturalmente aumentará tu sentido de bienestar y satisfacción con la vida como un todo.

Se alcanza una gran paz interna cuando se tiene la certeza de que estamos haciendo lo posible para ser mejores cada día. Esa gran paz se halla siempre mas allá de las circunstancias personales, radica en ser no en tener, es un flujo natural reconocible. Que encontramos al redescubrir nuestra naturaleza espiritual y se expresa en la madurez amorosa de todas nuestras acciones y de todas nuestras palabras.

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Patricio Varsariah.

 

¿Cómo lidias con todo el estrés de la vida? ¿Hay alguna lógica en algo?

noviembre 14, 2022


La vida no es lineal, no se desarrolla en etapas, fases o ciclos cronológicos. Las cosas no salen y no siempre saldrán según lo planeado. Hay altibajos, picos y valles. A veces estás en la cima del mundo, y otras veces parece que el infierno se ha congelado. ¡Y luego están los momentos intermedios en los que se siente como una locura!

El estrés es una respuesta normal a las exigencias de la vida moderna. Es la reacción natural de nuestro cuerpo al peligro, la amenaza, la incertidumbre y el desafío. Cuando nos sentimos estresados, se trata tanto de lo que está pasando en nuestra mente como de cualquier otra cosa. Y eso comienza con la forma en que pensamos acerca de los muchos desafíos de la vida.

La buena noticia es que puede asumir un estado mental específico para prepararse para enfrentar los muchos obstáculos inevitables.

Con los años he aprendido muchas lecciones sobre el tema que escribe hoy y lo comparto contigo amiga o amigo lector y es que aprendí a entender la vida de manera diferente a como muchas personas lo hacen hoy. Aprendí a percibir los obstáculos y los desafíos de manera diferente. No permitiendo que las adversidades me obstaculizaran o me abrumaran. Si estás angustiado por algo externo, el dolor no se debe a la cosa en sí, sino a tu estimación de ella; y esto tienes el poder de revocarlo en cualquier momento.

Veo los obstáculos como oportunidades en lugar de algo que debía evitar a toda costa. Veo la adversidad como algo que me haría más fuertes en lugar de algo a lo que debo temer. Y acepto las desgracias como pruebas destinadas a ayudarme a ser mejor persona.

Percibo la vida como un juego mental, ya que cómo percibes los desafíos determina nuestra respuesta emocional. Hay que elegir no ser lastimado, y no te sentirás lastimado.  Observó que nuestra evaluación de las adversidades nos hace sentir miserables, estresados y ansiosos. Estamos más a menudo asustados que heridos; y sufrimos más en la imaginación que en la realidad.

Solo hay un camino a la felicidad y es dejar de preocuparnos por cosas que están más allá del poder o de nuestra voluntad. Para cultivar una mente pacífica o tranquila, minimizar el estrés y mejorar tu enfoque de la vida, piensa en los factores estresantes externos fuera de su control como eventos que no puede cambiar. En lugar de estresarte por cosas que no puedes cambiar, concéntrate en acciones, experiencias y eventos en los que puedas influir.

Comience por separar las cosas que están fuera y dentro de su círculo de control. “Si está fuera de control, déjalo ir. Expresa : "No me importa", hasta que haya desarrollado una sana indiferencia hacia la situación. Si está bajo tu control, ¡actúe! Dedica el tiempo, la energía y el enfoque necesarios para crear el cambio que desees.

Si sientes que constantemente te estresas o te obsesiona con los eventos pasados, el futuro, las acciones y reacciones de otras personas, y lo que dicen, piensan, sienten o hacen, comience a ignorarlos, es un cambio de vida. Al aceptarlos, podrá tomar mejores decisiones sobre cómo tratarlos.

Si algo está fuera de tu control, no debes dejar que afecte tu día. Si llegas tarde al trabajo porque se quedó atascado en el tráfico, respira hondo y ponte a trabajar.

Si tienes un mal día, está bien decir: "Tuve un mal día", aprende de él y hazlo mejor mañana. Pero si lo analizas demasiado y lo conviertes en un gran problema, causará un estrés innecesario.

Si te preocupa no tener suficiente dinero, piensa en cuánto dinero tienes en este momento y qué puedes hacer para complementar tus ingresos, no en lo mal que se pondrán las cosas en el futuro.

En lugar de preocuparte por lo que podría salir mal, trata de concentrarte en lo que podría salir bien. ¿Hay algo bueno que pueda salir de esto? En lugar de dejar que las experiencias pasadas o las acciones de otras personas te estresen y te hagan sentir miserable, da un paso al frente y actúa; no dejes que te afecten.

La mayoría de personas no se perturban por las cosas, sino por las opiniones que tienen de las cosas.

Es fácil perderse en las minucias de tu vida. Hay tantas cosas pequeñas y sin importancia de las que puedes preocuparte, y puede parecer que pasas la mitad de tu tiempo lidiando con molestias menores. Insistir en las cosas negativas solo las empeorará. Al concentrarte en las cosas que puedes controlar e ignorar el resto, podrás neutralizar el estrés.

No importa lo mal que parezcan las cosas, tú tienes el control de tus propios pensamientos y acciones. Si sientes que no puedes pensar con claridad, intente tomar un descanso y concentrarse en otra cosa durante unos minutos. Esto permitirá que tu cerebro se reinicie y te dará tiempo para recuperar el enfoque.

¿Alguna vez te sientes frustrada o frustrado, por el hecho de que tu cerebro está conectado para prestar más atención a las cosas que temes? Es un mecanismo de supervivencia. Nacemos con esta tendencia y, como humanos, pasamos mucho tiempo preocupándonos. Pero puedes cambiar este patrón de pensamiento.

¿Por qué debemos castigarnos por algo que no podemos cambiar?

Para romper el ciclo de estrés constante, enséñele a tu cerebro a ignorar las cosas que están fuera de tu control. Empieza pequeño. Para todo lo que sientas la tentación de pensar demasiado o estresarte, piensa deliberadamente en tu propia influencia y en lo que puedes hacer positivamente para cambiar tu vida.

Es casi seguro que te encontrarás con situaciones que no puedes controlar. No importa cuánto desees que las cosas sean diferentes o cuánto creas que los eventos deberían suceder, no hay garantías. Lo importante es que dejes de centrarte en ellos porque por mucho que nos preocupemos por ellos, no podemos hacer nada ni influir en ellos.

Siempre tienes la opción de no tener opinión. Nunca hay necesidad de enfadarse o de molestar a tu alma por cosas que no puedes controlar. Estas cosas no piden ser juzgadas por ti. Déjalos en paz.

Hay fuerza en aceptar la realidad de las cosas; cuanto antes sepamos que algunas cosas están fuera de nuestras manos, mejor estaremos. Adoptar una mentalidad de aceptación devuelve el control a tu corte. Te ayuda a concentrarte en tus propias acciones y en cómo seguir adelante.
A veces estamos tan concentrados en las cosas que no podemos controlar que nos perdemos las cosas que podemos cambiar positivamente. Dar un paso atrás, ser consciente de lo que puedes controlar y concentrarte en tus acciones son cambios positivos para la claridad mental. Al hacerlo, podrás mantener un mejor sentido del equilibrio y reducir los niveles de estrés.

La capacidad de mantener la cabeza fría frente a la confusión y responder con claridad en lugar de reaccionar impulsivamente es vital para tener éxito en cualquier cosa en la vida. Recuerda siempre : Tú tienes poder sobre tu mente, no sobre eventos externos. Date cuenta de esto, y encontrarás la fuerza que necesitas.

Se alcanza una gran paz interna cuando se tiene la certeza de que estamos haciendo lo posible para ser mejores cada día. Esa gran paz se halla siempre mas allá de las circunstancias personales, radica en ser no en tener, es un flujo natural reconocible. Que encontramos al redescubrir nuestra naturaleza espiritual y se expresa en la madurez amorosa de todas nuestras acciones y de todas nuestras palabras.

Deja que tus recuerdos inunden tu mente, traigan calidez, paz, consuelo y fuerza a tu corazón y te guíen hacia adelante.

Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.

Saludos.

Patricio Varsariah.
 

La hipocresía.

noviembre 14, 2022



La hipocresía es sencilla y llanamente la falta de coherencia entre aquello que decimos aceptar como principios base de nuestro comportamiento, y lo que realmente hacemos. La hipocresía a nivel moral depende siempre de la coherencia en valores, no de otros comportamientos que dependen más de la banalidad de nuestro carácter que de la moralidad de nuestros actos. Ser hipócrita es decir que respeto la igualdad real entre géneros y luego tener comportamientos machistas, micros o macros, justificándolos con cualquier peregrina excusa que se me ocurra.

La honestidad total es un mito. No existe nada parecido, ni siquiera somos siempre sinceros con nosotros mismos. Nos autoengañamos con cierta frecuencia, con tal de no ver las carencias de nuestro carácter o de nuestros hábitos. A veces subconscientemente, pero en la sociedad de las vanidades en la que vivimos la mayoría de las veces para disimular ante los demás. Las máscaras se han convertido en nuestra segunda naturaleza y en pocas ocasiones y a regañadientes nos mostramos tal y como somos. Hipócrita es pedir a los demás que se muestren tal y como son, o reprocharlo en algún cotilleo social, y no autoevaluar nuestro propio comportamiento. Solemos aplicar las reglas morales que decimos respetar rara vez en primera persona y casi siempre en casa ajena, qué le vamos a hacer.

Lo mismo podemos decir del racismo o de otros deleznables comportamientos que nunca nos gusta reconocer en primera persona, pero en los que a veces caemos. No debemos confundir la hipocresía directamente con la mentira, pueden coincidir, o no, pero hay muchos factores que pueden hacer que mintamos que no dependen de no respetar aquellos valores que decimos forman parte de nuestros principios morales. 

El prototipo de hipócrita moral que vemos en la política, y que tanto daño produce a todo un pueblo, . cuando algún personaje de relevancia, como la gran mayoría 99% de políticos – prototipos de la hipocresía moral y social, dicen respetar unos valores y se disfrazan con ellos para mostrarnos unas facetas en público que no corresponden en absoluto con los que lleva a cabo en su vida privada, o cuando se aprovecha de ese disfraz para beneficiarse por las simpatías que despiertan, se venden como un personajes humilde, que trabajan por revertir la pobreza y asume en teoría los valores de una vida sencilla, cuando en realidad vive a costa del Estado como una familia rica. 

Lo vemos demasiado a menudo en política o en la sociedad, pero estamos tan acostumbrados a la incoherencia entre los principios que se dicen afirmar y la excusa de la “política real”, que lo damos por descontados. Hemos aceptado que la incoherencia en política es parte de la misma, y esa es una de las causas del auge de los populismos extremos. No tenemos en cuenta que aceptar como normales este tipo de contradicciones termina por degradar la vida política a una inmoralidad que no beneficia a nadie, salvo a los “politiqueros de pacotilla” que se aprovechan de ella.

Lo vemos tambien el “los predicadores” que han perdido la fe, sin embargo, sigue predicando porque cree que es lo mejor para la comunidad. Su motivación es pragmática, no religiosa. Hay falsedad en su forma de vida, sin duda, pero no tanto hipocresía, pues algunos no muchos, siguen viviendo con la sencillez y humildad que predican para los demás. Mantiene la coherencia entre como pide a los demás que vivan y como vive él acorde a esos mismos principios. 

En la hipocresía, como en la mentira, hay muchos matices. A veces tenemos unos principios morales y vivimos de acuerdo a ellos, pero la presión social es tal, que nos ponemos una máscara y pretendemos ante los demás ser alguien diferente. Las máscaras que utilizamos para sobrevivir a las presiones sociales pueden ser tan falsas como los filtros de las fotografías que usamos al subir nuestras fotos a las redes sociales, pero en ocasiones para sobrevivir, en el amor u otras pasiones vitales, se necesita de estas máscaras. El toque moral que diferencia la bondad o maldad de las máscaras dependerá del uso que hagamos de ellas. 

La hipocresía no estará en aparentar algo que no somos estrictamente, si el juego simulado es aceptado, o si necesitamos alguno de estos recursos retóricos sociales para sobrevivir a ambientes hostiles, sino en el daño que conscientemente podamos causar a otros. Se puede ser una persona íntegra si mantenemos la coherencia entre lo que en verdad pensamos y cómo vivimos acorde ante esa creencia, aunque de cara a los demás, por los motivos que fuera, aparentamos otra cosa, y pudiera parecer hipocresía. Pero no lo es. 

Hemos de tener cuidado con los matices.Digamos pues que la clave en el debate moral de la hipocresía, por si no hubiera quedado claro en los párrafos que anteceden, se encuentra más en el egoísmo que en la falsedad en sí. La falsedad o insinceridad puede tener muchos motivos; ser partícipes del juego social de espejos en el que vivimos, sobrevivir a presiones hostiles en el trabajo, sacrificar parte de las creencias propias para compartir espacios comunes con otra persona, añadir picante al sexo o al enamoramiento romántico, mantener la llama de amistades complicadas o mil recursos más con los que convivimos en una comunidad heterogénea. 

Puede que ocultemos nuestra vulnerabilidad, para evitar ser castigados por la ceguera de otros, o por el contrario la expongamos buscando sus simpatías. Utilizar sin embargo la hipocresía como un disfraz para aprovecharnos de la ingenuidad ajena no tiene justificación moral ninguna. Ni si se usa para causar daños a terceros.

Ser estrictos en nuestros juicios morales, sobre lo propio o lo ajeno, nunca es una buena medida. Podemos desear alcanzar un altar de honestidad presupuesta donde seamos todo sinceridad y no haya lugar a la hipocresía, pero como he manifestado; primero, alcanzar virtudes morales es un proceso, un hábito que cuesta trabajo. No podemos decepcionarnos por no vivir siempre acorde a principios en los que creemos. Segundo, porque a veces ser estrictos aplicando estos principios causa daños ajenos a los demás a los que hemos de ser especialmente sensibles. Tú puedes sentirte muy bien siendo sincero, pero si tu sinceridad causa un daño irreparable lo mismo has de pensar cuidadosamente qué decir, a quién decirlo y cómo decirlo.

En personas de virtudes moderadas la modestia es simple honestidad, pero en los que poseen gran talento es hipocresía.  O lo que es lo mismo, como en tantas cosas que hemos olvidado, y en tantas otras cosas imposibles de olvidar como la política, el amor, el trabajo, el ocio, apliquemos el sentido común que mesura nuestros juicios. 

Tratemos de ser sinceros, sin un uso dogmático de nuestra coherencia entre cómo pensamos y cómo vivimos, respetando por el camino cómo los demás piensan y cómo los demás viven. Menos hipocresía y más sinceridad, pero sin daños colaterales. Todo hombre es sincero a solas, cuando aparece una segunda persona comienza la hipocresía.

Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.

Saludos.

Patricio Varsariah.
 

La vida no es complicada; solo tiene muchas partes móviles.

noviembre 13, 2022

Un hermoso pop de color 🌈 Amsterdam


La vida es desordenada, caótica y no lineal. Las personas cambian, crecen y evolucionan constantemente, lo que a menudo significa más cosas que hacer y cuidar y mucho de lo que estar al tanto. Confucio tenía razón cuando dijo: “La vida es realmente simple, pero insistimos en complicarla”. Cuando permitimos que los desafíos externos controlen nuestras vidas, terminamos sintiéndonos estresados, ansiosos o deprimidos, sin mencionar lo que eventualmente podrían llevarnos a hacer.

La vida, desde la carrera hasta las obligaciones familiares, puede ser muy compleja y abrumadora si no tomas el control. Con todo lo que sucede en tu vida, es fácil distraerse y perder de vista lo que realmente importa; tiempo para perseguir nuestras curiosidades más profundas, tiempo de calidad con las personas que amamos y experiencias significativas que nos hacen cobrar vida. Pero la vida no tiene por qué ser complicada. Por eso es tan importante simplificar tu vida.

Los seres humanos, naturalmente, tendemos a hacer las cosas más complicadas de lo necesario. Es fácil crear un escenario en el que los detalles se conviertan en una excusa para no actuar. Incluso si conoce las formas más simples de vivir una vida plena, es difícil no agregar algunos pasos innecesarios. Cuidado con la esterilidad de una vida ajetreada.

La vida puede ser una fuente constante de estrés y presión abrumadores. Desde el trabajo hasta las finanzas y las obligaciones familiares, siempre siente que necesita hacer más o lograr más. Esta respuesta constante de lucha o huida puede hacer que sea casi imposible hacer tiempo para el tiempo de inactividad, dejarse llevar o disfrutar el momento.

Complicar la vida es la raíz del estrés y la ansiedad. La gente tiende a complicar las cosas en la vida.
Cuando todo parece precipitarse hacia ti desde todas las direcciones, necesitas encontrar una manera de simplificar tu vida para que puedas mantener el control y no perderte en el camino. 

Para mí, mantener las cosas simples es la mejor manera de vivir la vida, de no complicar las cosas, de mantener las cosas en perspectiva. 

A menudo pensamos en simplificar nuestras vidas como renunciar a cosas que ya no valoramos o tener menos en lugar de más. Pero simplificar su vida no significa renunciar a las cosas que amas; significa encontrar maneras de hacer las cosas que tengan más sentido para tus metas futuras pero que también te permitan disfrutarlas ahora. También significa encontrar formas de racionalizar, optimizar y simplificar las cosas que importan.

Hay muchas formas en las que puedes simplificar tu vida; no deberían requerir cambios importantes; solo requieren un poco de dedicación hacia ellos hasta que se conviertan en una segunda naturaleza para ti. Puedes reducir la vida a una serie de tareas, experiencias, eventos y experiencias significativas. La buena noticia es que las pequeñas experiencias se suman para hacer que tu vida sea lo más rica y plena posible.
Cada día es una nueva oportunidad de acumular ricas experiencias significativas, ver el mundo a través de nuevos ojos y aprovechar nuevas oportunidades para encontrar verdadera alegría y satisfacción en tu vida. Cuando estás luchando con los muchos desafíos de la vida, puede ser tentador imponer una estructura complicada en tu vida.

Puede tratar de reservar tiempo para todo o cambiar su horario para acomodar casi todo. Pero este tipo de cambios rara vez son necesarios. En su lugar, debes concentrarte en pequeños ajustes que afectarán significativamente su vida.

Comienza con una cosa pequeña y luego desarrolle hasta que esté satisfecho con lo que ha logrado. Es imposible hacerlo todo, así que elige algunas cosas esenciales y hazlas bien.

Si tienes demasiadas bolas en el aire, es probable que dejes caer algunas. Cuando te enfocas en una cosa a la vez, tu cerebro maneja mejor las cosas. Y puede lograr tareas y objetivos más rápido. Uno de los mayores desafíos que enfrentamos como humanos es mantenernos enfocados en una cosa a la vez. Ya sea en el trabajo o en las relaciones, es muy fácil distraerse y hacer demasiadas cosas a la vez en lugar de una a la vez. ¿El resultado? A menudo nos sentimos agotados y frustrados, lo que puede llevarnos a tomar malas decisiones. No dejes que las distracciones roben tu enfoque.

Has tenido éxito en la vida cuando todo lo que realmente quieres es solo lo que realmente necesitas. En nuestra búsqueda por ganar el juego de la vida, nos perdemos en el ruido y olvidamos lo que realmente importa. Para tener éxito en hacer que tu vida sea grandiosa, necesitarás prioridades: administrar tareas y experiencias es clave.

Hay tantas actividades que queremos hacer en nuestras vidas, pero las limitaciones de tiempo lo hacen más difícil de lo que nos gustaría. Encontrar tiempo para lo más esencial crea equilibrio y una sensación de tranquilidad.

1. Divide las cosas en segmentos más pequeños. Esto puede ser tan simple como dividir tus días en partes pequeñas o tan complejo como dividir su proyecto en tareas más pequeñas con plazos claros.
2. Priorice lo que realmente debe hacerse. Elija primero las cosas más importantes y concéntrese en ellas, una a la vez. Defiende tu tiempo como si tu vida dependiera de ello porque así es.
3.-Tómate un descanso con frecuencia, incluso si son solo 15 minutos. Te ayudará a sentirte renovado y más productivo en la vida.

La vida está llena de interminables demandas y responsabilidades. Todos enfrentamos variables como presiones financieras, estrés laboral, responsabilidades familiares y más. La buena noticia es que estos desafíos no tienen por qué abrumarnos; solo necesitan ser manejados correctamente. Al simplificar tu vida, tendrás más energía para dedicarte a las cosas que realmente te importan. Y como resultado, también serás más feliz.

Haz espacio en tu vida para las cosas que importan, para la familia y los amigos, el amor y la generosidad, la diversión y la alegría. Sin esto, te quemarás a mitad de tu carrera y te preguntarás a dónde fue tu vida.

Cuando aprendemos a priorizar lo esencial y simplificar nuestra vida, empezamos a ver cómo todo lo que nos rodea está conectado. Al simplificar nuestras rutinas diarias, liberamos tiempo y energía que se pueden usar en otros lugares. Nos volvemos más conscientes de cómo nuestras decisiones diarias impactan nuestro futuro, tanto positiva como negativamente. Al ralentizar nuestras acciones, podemos tomar mejores decisiones que finalmente nos beneficiarán a largo plazo.

Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.

Saludos.

Patricio Varsariah.
 

"Si solo hubiera…"

noviembre 13, 2022

stSrpondoe sf5e068136ag81l2Amu940y4:ac 82 4l42rf16il12038img Ámsterdam, Holanda Septentrional, Países Bajos 

"Si solo hubiera…" Estas tres palabras juntas crean una de las frases más tristes del idioma español.

Te comparto cinco opciones que uno aprende con los años que finalmente conducen a esta frase de arrepentimiento ("Si solo hubiera…" )  y cómo eludirlas:

1. Asentamiento. — Cuando llegue el momento, sé lo suficientemente fuerte para soltar y lo suficientemente sabio para esperar lo que mereces. A veces tienes que ser derribado más bajo de lo que nunca has estado para levantarte más alto de lo que nunca antes. A veces tus ojos necesitan ser lavados por tus lágrimas para que puedas ver las posibilidades frente a ti con una visión más clara nuevamente. No te conformes.

2. Aferrarse demasiado. — La vida debe ser tocada, no estrangulada. A veces tienes que dejar que la vida suceda sin preocupaciones constantes o micro gestión. Aprende a soltar un poco antes de apretar demasiado. Tomar una respiración profunda. Cuando el polvo se asiente y puedas volver a ver el bosque por los árboles, da el siguiente paso adelante. Y recuerda, no tienes que saber exactamente hacia dónde te dirigirás a algún lugar grandioso.

3. Renunciar demasiado pronto. — No hay fracasos, solo resultados. Incluso si las cosas no salen como esperabas, no te desanimes ni te rindas. Aprende lo que puedas y sigue adelante. El que continúa avanzando un paso a la vez ganará al final. Porque la batalla siempre se gana lejos y mucho antes de la victoria final. Es un proceso que ocurre con pequeños pasos, decisiones y acciones que gradualmente se construyen unas sobre otras…

4. Centrarse en lo incontrolable. — No dejes que lo que está fuera de tu control interfiera con todas las cosas que puedes controlar. En otras palabras, di "adiós" a lo que no funcionó para que puedas decir "hola" a lo que podría. En la vida, las despedidas son un regalo. Cuando ciertas personas se alejan de ti, y ciertas oportunidades te cierran las puertas, no hay necesidad de aferrarse a ellas ni de rezar para tenerlas presentes en tu vida. Si te cierran, tómalo como una indicación directa de que estas personas, circunstancias y oportunidades no son parte del próximo capítulo de tu vida. Es un indicio de que tu crecimiento personal requiere de alguien diferente o algo más, y la vida es simplemente hacer espacio.

5. Tratar de complacer e impresionar a todos. — Si quieres impresionar a alguien, impresiónate a ti mismo progresando en algo de lo que estés sinceramente orgulloso. ¡Enfócate en lo que importa! Es realmente sorprendente lo que puedes lograr en un día en el que no estás constantemente preocupado por lo que todos los demás en el mundo están pensando y haciendo. Demuéstrate a ti mismo que puedes crecer y mejorar. Nunca se trata de impresionar o competir con los demás. Al final, solo eres tú contra tú...

¿Cuántas veces has pensado “esto no funciona” o “algo no está bien” o “las cosas tienen que cambiar”? — esos pensamientos y palabras son de tu voz interior. Es tu llamado de atención. No necesitas más estrés ni una gran crisis para despertar. Y nadie necesita decírtelo porque ya lo sabes. Tu voz interior ha estado tratando de decírtelo, pero en caso de que haya sido un desafío encontrar tiempo y espacio para escuchar a través del caos, tal vez resuene con una de estas situaciones.

Si tu vida está sin rumbo en piloto automático, esta es su llamada de atención. Si nunca te pones a ti mismo en primer lugar, esta es tu llamada de atención. Si te has convertido en alguien que no reconoces para complacer a otras personas o para perseguir una versión de éxito que no resuena contigo, esta es tu llamada de atención. Si está agotado, golpeado, estresado y completamente agotado, esta es su llamada de atención.

Obtener tu llamada de atención no es la parte difícil, contestar la llamada sí lo es. Elegir contestar la llamada en lugar de ignorarla es difícil. En este momento, puede parecer más fácil seguir, y seguir, y poco a poco en la dirección equivocada. Pero sabes que si no encuentras una salida al ciclo interminable en el que te encuentras, empeorará.

Es hora de escuchar lo que tu voz interior te ha estado diciendo. . .

La conclusión es que, a pesar de los desafíos del mundo real que enfrenta, el obstáculo más grande y complejo que tendrá que superar personalmente es su propia mente y la frecuencia con la que se resiste a su mejor juicio. No, no eres responsable de todo lo que te sucede en la vida (el caos que te rodea), pero ERES responsable de deshacer los patrones de pensamiento autodestructivos (el caos dentro de ti) que crean estas experiencias indeseables.

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Saludos.

Patricio Varsariah.
 

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noviembre 10, 2022
 

Pensar muy bien antes de hacer una promesa.

noviembre 10, 2022
Prometer es fácil, cumplir lo prometido es harina de otro costal. Si no fuera así no existirían ni los notarios ni abogados que tuvieran que dar fe y defender que las intenciones declaradas existieron y que no fueron fruto de nuestra imaginación. Ni sacerdotes o similares gurús posmodernos ante los que declararse amor eterno. Bastaría con la promesa de un beso sincero, de un cálido abrazo o un honesto apretón de manos. 

Prometer algo es tan sencillo como desconfiar de quien nos lo promete, pues el valor de una promesa sufre las mismas oscilaciones que las bolsas financieras en estos tiempos intempestivos y líquidos que vivimos.
Algunas promesas nacen para ser rotas, otras nacen forjadas con la intención de durar eternamente. Al menos esa es la creencia capaz de pasar el más certero detector de mentiras en el momento de pronunciarlas.

 La dificultad es mantenerlas contra las mareas del tiempo y los vendavales de acontecimientos que laceran y quiebran los muros sobre lo que erigimos las promesas

Una vez descartadas por hipócritas las promesas que nacen rotas desde el mismo instante en que son pronunciadas, ya que nunca hubo más intención que calmar las inquietudes de la persona ante la que se pronuncian, o engañarla sin más, sin ninguna intención de cumplirlas, podemos centrarnos en las dificultades y avatares de aquellas promesas cuyo valor inicial está avalado por la honradez y sinceridad, y a pesar de ello, pueden terminar siendo cadenas que aprisionan tanto al que las hizo como al que las recibió. 

Y desvelar, también, el valor de aquellas otras promesas incólumes a las acechanzas de pasiones, acontecimientos, heridas y cambios vitales, que se mantuvieron firmes ante todas estas acechanzas. 
En ocasiones, mantener una promesa es lo más honesto, difícil sin duda, pero honesto y de un enorme valor, otras, si las heridas acechan a uno u a otro de los implicados, sea por maldad de uno, mala fe, o por simple mala suerte en la deriva de los acontecimientos, romper la promesa es necesario, pues se cumple el riesgo de que las cadenas, que antes honorablemente unían las intenciones declaradas,  pasen de ser un paraíso compartido a un infierno de soledades y lacerantes heridas en los que antaño fueron sanos sentimientos.

Los políticos prometen cumplir que harán lo que declaran en sus programas y discursos, y suele suceder que, si no les reprochamos que no cumplan las promesas en las urnas, terminan prometiéndonos construirnos puentes aunque no haya ningún río que cruzar o trenes aéreos que cruzaran cordilleras para llegar al mar. 

Los amantes se comprometen a amarse eternamente y no sucumbir a la mortalidad innata de los sentimientos humanos, pero salvo escasas ocasiones se sucumbe, a veces por culpa de uno, otras de otro, en ocasiones por culpas compartidas, e incluso sin que haya que culpar a nadie más que al inmisericorde tránsito del tiempo que desgasta toda buena intención. 

Los hombres de negocios se comprometen a respetar las promesas sobre los acuerdos alcanzados en sus actividades comerciales, los empresarios prometen acuerdos con sus trabajadores, pero el inmisericorde y avaricioso capitalismo desbarata estos acuerdos con la misma facilidad que la marea destruye las ilusiones de los castillos de arena erigidos en la playa. 

Los amigos prometen estar uno siempre al lado del otro cuando lo necesite cualquiera de ellos, pero rara vez la amistad sobrevive a las transformaciones en cada uno de nuestros propios espacios vitales, sea debido a amantes, trabajo, distancia de aquellos lugares compartidos, o simplemente el desgaste de los afectos que antes tanto nos unían. 

Las decepciones de las promesas rotas entre amigos son tan cotidianas como la de aquellos que comparten amores más pasionales. Los futbolistas y otros deportistas de equipos prometen fidelidad al equipo de sus amores, hasta que llega alguien con una chequera mayor que el amor por su querido equipo. La lista de promesas que hacemos, y rompemos, en una sociedad cada vez más tendente a la ligereza y a la infidelidad a la palabra dada, sería interminable. Todos conocemos ejemplos de esta retahíla de buenas intenciones declaradas en formato de promesa, cuya intención original se quebró. Nos duele cuando traicionan la palabra que nos dieron, pero rara vez nos duele traicionar la propia. Lo que dice poco de nuestra propia coherencia moral.

Uno de los problemas es la ligereza con la que pretendemos engatusar al otro a través de esta poderosa y catártica palabra: prometer, aunque el más lento en prometer es siempre el más fiel en cumplir. Si no nos dejáramos acelerar tanto, y pusiéramos un poco de pausa en los acontecimientos de nuestra vida honraríamos la carga ética que se encuentra tras una promesa. 

La promesa implica una intención, la acción un hecho. Las mejores promesas son aquellas que no quedan en la intención, sino que se renuevan en hechos cotidianos que las mantienen actualizadas, y presentes en nuestra vida, y son ejemplos vivientes de nuestro compromiso. 

La facilidad con la que incumplimos promesas se debe probablemente a que prometemos según nuestras esperanzas y cumplimos según nuestros temores. El miedo que nos paraliza y nos desvía de nuestras intenciones originales es un tumor que corroe las buenas intenciones iniciales. Si una promesa no se renueva a través de la acción cotidiana, si no se muestra su intención de mantenerla, pierde su vigor, y en vez de alentar, desmotiva; no hay nada más amargo que estar largo tiempo pendiente de una promesa.

Hay circunstancias en las que mantener una promesa puede dañar o perjudicar a esa persona, en ese caso es más imperativo no ser inflexible respecto a la palabra dada. Cuando, para la persona que la cumple, resultaría un mal mayor que el bien que obtendría el beneficiario. Pensemos, por ejemplo, en el maltrato que algunas mujeres sufren, físico o psicológico por parte de los hombres, y como desde la ortodoxia de las religiones absolutistas se las conmina a mantener la palabra dada en el matrimonio, a pesar de que está claro el daño que mantener esa palabra implica para quien la pronunció. No solo está justificado romper la promesa en estos casos, sino que es imperativo hacerlo. 

Cuando para cumplirla habría que ir contra el interés público. Pensemos en todos esos casos de corrupción que no se destaparían sino hubiera personas que hubieran pensado que el bien común está muy por encima de cualquier fidelidad personal. 

No podemos confiar en las palabras de quienes, abusando de nuestra buena fe, nos han engañado tantas veces. En efecto, su perfidia nos causa algún perjuicio, no habrá nadie a quien podamos echar la culpa sino a nosotros mismos. Si te engañan una vez y no cumplen lo prometido es culpa del causante, si ocurre una segunda vez, porque hemos creído en un sincero arrepentimiento y por la bondad de nuestro corazón, y de ahí que abusen, también podemos disculparnos, pero si ya ocurre en más ocasiones, o es que estas cegado, por no decir que eres tonto, o masoquista.

El valor de una promesa se encuentra en el buen uso que hagamos del sentido común a la hora de cumplirla, siguiendo las advertencias y sabios consejos de aquellos que nos advierten de cuándo y cómo ser fiel a la palabra dada, y siguiendo la guía de tu propia conciencia moral. Pensar muy bien antes de hacer una promesa y ante quien la haces, valorando las consecuencias y a qué exactamente te comprometes.

Al igual que has de pensar muy bien qué puede justificar faltar a tu palabra dada. Y nunca la excusa puede estar basada en el egoísmo de buscar únicamente tu propio bien. Si esa era tu intención original, nunca debiste pronunciar ninguna promesa.

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Saludos.

Patricio Varsariah.
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La capacidad de vivir bien es una habilidad.

noviembre 8, 2022
Todo el mundo anhela una vida con casi todo: una vida de comodidad, alegría y satisfacción. El tipo de vida que puedes mirar hacia atrás con orgullo y alegría, no por ninguna circunstancia externa sino porque tú mismo hiciste que sucediera. No es tarea fácil tener una vida tan buena, pero es completamente posible si tienes la mentalidad y las habilidades adecuadas.

Las buenas habilidades para la vida son como herramientas que podemos usar todos los días para ayudarnos a mejorar nuestras vidas: un conjunto de rutinas, rituales, hábitos y comportamientos que influyen en la dirección de su vida.Es un compromiso a largo plazo. La buena vida es un proceso, no un estado de ser. Es una dirección, no un destino.

Una buena vida implica tener las habilidades necesarias para vivir una vida satisfactoria, significativa y con propósito. De hecho, mejorar su conjunto de habilidades para la vida es una de las mejores maneras de mejorar tu calidad de vida en general.
Vivir una buena vida es una elección, y se puede cultivar a través de hábitos positivos que contribuyan a una mejor salud física (al reducir el estrés), una fuerte conexión social (al reducir la soledad) y claridad mental (al ayudarnos a relajarnos).

Un estilo de vida activo contribuye a una buena vida. Esto incluye expresarnos creativamente y construir relaciones con las personas que sacan lo mejor de nosotros. Lo importante es que sigamos aprendiendo y creciendo en el camino.

Vivir bien significa hacer tiempo para hacer ejercicio regularmente, comer una dieta saludable y tomar descansos frecuentes del trabajo para descansar y relajarse. Esto ayuda a su cuerpo a recuperarse de todo su arduo trabajo. También significa pasar tiempo con familiares y amigos y socializar para reducir el estrés y aumentar la felicidad.

Vivir bien requiere práctica y conciencia. Es el arte deliberado de aprender cómo hacer pequeños cambios en tu vida que te ayudarán a lograr una vida más feliz, significativa y plena.

Hay tres ingredientes en la buena vida: aprender, ganar y anhelar. Para lograr la buena vida, primero debes reconocer y aplicar los patrones de las personas inteligentes y sabias que te han precedido. Vivir bien es el acto humilde de practicar lecciones, principios, hábitos y comportamientos que han funcionado para otros y hacer más de lo que funciona para ti. Esto implica aprender de los demás, así como la práctica constante. Requiere internalización y externalización, competencia y desempeño, conocimiento interno y acto externo.

La capacidad de vivir bien es una habilidad; como cualquier habilidad, se puede mejorar. Es algo que se aprende haciendo. Al igual que cualquier otra cosa en la vida, las habilidades que necesita para vivir una buena vida vienen con la práctica.

No todo el mundo estará inclinado naturalmente a llevar una buena vida, pero todos pueden trabajar para desarrollar los hábitos que hacen que vivir una buena vida sea más fácil.

Pero saber qué hacer y cómo hacerlo no es suficiente. Necesita la combinación correcta de hábitos y mentalidad que pueda prepararlo para una buena vida durante el tiempo que esté dispuesto a permanecer en esa trayectoria.

Muchas personas se pasan la vida agotándose y sin ir a ninguna parte porque no saben cómo priorizar y organizar su tiempo. Para vivir bien, necesitas ser consciente de tus propias necesidades y limitaciones y las de los demás. También debe ser capaz de priorizar hábitos y tiempo específicos de manera inteligente y saber cómo lidiar con situaciones estresantes.

A medida que las personas envejecemos y tenemos más responsabilidades, mantener el equilibrio puede volverse cada vez más difícil. Luchamos por encontrar tiempo para caminatas deliberadas, comer saludablemente y con frecuencia, fomentar las conexiones sociales y se enfocarnos en estar más presentes.

El primer paso para vivir bien es evaluar tus hábitos actuales, tomar nota de cualquier patrón poco saludable en el que pueda haber caído a lo largo de los años y diseñar una nueva rutina para superar tus viejos patrones y comportamientos.

Cuando estés abierto a nuevas oportunidades y te tomes el tiempo para cultivar las habilidades necesarias para vivir una buena vida, descubrirás que tienes más control sobre tu destino de lo que pensabas.La clave es concentrarse en lo que es importante para ti, ser honesto consigo mismo y estar dispuesto a asumir riesgos cuando sea necesario. Al hacerlo, estarás bien encaminado para crear la vida que realmente deseas.

Vivir una buena vida es una combinación de muchos componentes: cada uno prospera cuando se practica sin descuidar los otros hábitos igualmente buenos.

Vivir una buena vida, como pensar con claridad, no es una habilidad con la que nacemos. Acumulamos buenos hábitos con el tiempo. Es la libertad de vivir una vida consciente lo que tenemos que ganar. También es una elección. Se más deliberado acerca de tus rutinas y hábitos: tu mejor vida depende de ellos.

No hay escapatoria posible a ese epílogo a nuestra vejez; tratemos de llevar una buena vida, epítome de una buena muerte. Vivamos lo mejor posible, respiremos al ritmo de nuestro corazón, acelerado o pausado, amemos siempre que podamos, evitemos odios inútiles, disfrutemos de la amistad y los buenos placeres de la vida y evitemos dañar a otros al igual que evitemos dañarnos a nosotros mismos.

Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.

Saludos.

Patricio Varsariah.

 

Aprendiendo a envejecer.

noviembre 7, 2022



No hay escapatoria posible a ese epílogo a nuestra vejez; tratemos de llevar una buena vida, epítome de una buena muerte. Vivamos lo mejor posible, respiremos al ritmo de nuestro corazón, acelerado o pausado, amemos siempre que podamos, evitemos odios inútiles, disfrutemos de la amistad y los buenos placeres de la vida y evitemos dañar a otros al igual que evitemos dañarnos a nosotros mismos.

No permitamos que la sociedad nos considere un inútil por envejecer, es un error si aceptamos esa falsa premisa que trata de arrinconar al desván de los olvidos. El cuerpo con el que llegamos a nuestra vejez depende en gran parte de lo que hemos hecho en nuestra vida, por tanto es responsabilidad nuestra, y escondernos o renegar de ella, es tan absurdo como gritar al león que se alimenta de su presa,

La fuerza física tiene sus límites, la fortaleza mental, no. Y si no te sacude una enfermedad que te la arrebate, en tu voluntad se encuentra que esa fortaleza se erija en la principal defensa ante los achaques de la vejez. 

Si hemos de abandonar placeres más terrenales, que tiempo hemos tenido de disfrutarlos, por qué no centrarnos en otro tipos de placeres que siguen estando a nuestro alcance, más sutiles, más finos, y que nunca nos abandonarán mientras nuestra mente no lo haga.

En la infancia la posibilidad de convertirnos en ancianos, de que la vejez nos alcance y nos equipare a esas venerables e irritantes criaturas que nos achuchan, de manera tan frágil que parece que se van a romper, nos parecía algo tan lejano como cualquier tierra incógnita a cuya orilla nunca llegaremos. 

En la juventud, ya conscientes de la posibilidad de tal destino, cuando nuestras fuerzas y sinos se han desvanecido, nos rebelamos y nos decimos que nunca llegaremos a viejos, que apuraremos hasta la última gota de nuestra vitalidad en un interminable baile de orgia de los sentidos. 

En la madurez, esa elusiva etapa que nos llega entre que abandonas la juventud y de repente te das cuenta que no falta tanto para arribar a la tierra antes incógnita, empezamos a tantear, entre balbuceos incómodos, que esa posibilidad que tan lejana veíamos, comienza a acercarse. Y de repente, un día te levantas, y el niño que aún permanece escondido en tu corazón llora por el abandono de la juventud ansiada. El joven rebelde que tanto te dio, y tanto te quitó, balbucea ante una madurez a la que nunca debió arribar. Y esa persona madura, en la que nunca creíste que llegarías a convertirte, grita sorprendido ante el incontestable hecho de la llegada de la vejez. 

Puede incluso que te hayamos salta la etapa de la madurez y hayamos pasado directamente de la adolescencia o la juventud a la vejez. A veces sucede, cuando el niño que nunca nos abandona decide resistirse a cualquier precio al ineludible destino de todo ser humano. 

El arte de saber vivir no es sencillo, entre otras cosas porque nadie nos enseña las claves para aprender esa virtud. A nadie le importa cómo vivas mientras seas productivo e (in)útil a la sociedad. El arte de aprender a envejecer es aún más complicado, pues todo es merma, física, mental y anímica. A lo que hay que añadir la dura perdida de personas queridas, amigos, amantes, compañeras, que me habían custodiado en mi viaje, pero el destino les deparó una estación término diferente a la mía. 

Mi piel va adquiriendo tonos más grises, por mucho que trate de trampear la aridez del tiempo en los poros de mi rostro. Mis músculos y huesos comienzan a dialogar sobre tiempos mejores en los que fantaseaban con atléticas hazañas, imaginarias o reales. Mi corazón pausa cada vez más los latidos de las pasiones que antes tanto me encendían y provocaban la maravillosa sensación que me salía del pecho. 

Y la belleza, esa luz que antes solo buscaba en la superficie de las personas, comienzo a encontrarla en rincones escondidos, tras una segunda y una tercera mirada, más profunda, que indaga en lugares donde antes ni se te ocurría mirar, y si por casualidad lo hacías, los ignorabas por ser carentes de relevancia para lo que te importaba, tan sólo arañar la superficial belleza de las personas.

Cuando más se envejece más se parece la tarta de cumpleaños a un desfile de antorchas. Un desfile de antorchas que lloran por los años calcinados que nunca volverán, una procesión de recuerdos agridulces a los que ni siquiera la azucarada tarta puede endulzar. Y lo más terrible de la llegada de la vejez, acompañada por esa procesión de antorchas, es aún más que adquirir plena conciencia de tu mortalidad, el aterrador silencio que acompaña a la soledad. Esa plaga inmoral que acompaña a los ancianos a los que nuestra sociedad abandona y arrincona. 

Lo hemos visto en la pandemia. Fueron los primeros en caer en masa de manera indigna, y ahora que el resto de la sociedad festeja la salida de la pesadilla del Covid-19, ellos son los últimos en caer, sin apenas conmoción, ni lágrimas por parte de nadie. Una soledad, abandonados por familias, por toda la sociedad despreocupados por ellos, que es uno de los peores cánceres que indican lo mal que están los indicadores de salud moral de nuestras acomodadas sociedades. A nadie parece importar en exceso esa soledad a la que un gran número de ancianos se ven abocados.

Solo la fantasía permanece siempre joven, lo que no ha ocurrido jamás no envejece nunca. 

Quizá esa sea una de las claves para mantenerse joven, incluso disfrazado por lo ropajes de la vejez, dar siempre rienda suelta a la imaginación, dejarse llevar por esos mundos o deseos que probablemente nunca obtengamos, pero cuya solo presencia, en nuestra mente y en nuestro corazón, nos inspira a mantener esa llama que el tiempo, las circunstancias, y la aridez de otros corazones humanos siempre trata de extinguir. 

Lo mismo podría decirse de ese infante, que se queda deslumbrado ante cualquier novedad que llega a su vida, que se sorprende con cada beso y abrazo, que se esconde del dolor inmerecido, que se desborda de jolgorio y placer ante cualquier lluvia inesperada o la caída de la primera nieve. Ese niño que la sociedad y su cruel egoísmo tratan que escondamos porque ha de avergonzarnos, y sin embargo, es otra de las claves del arte de saber envejecer. Mantener a ese niño a salvo, y nunca dejar que se desvanezca de nuestras vidas. Nunca perder su sentido de la maravilla ante los acontecimientos inesperados y felices de nuestra vida.

La clave del arte de saber envejecer es haber llevado una buena vida. Difícil premisa, pero comprensible exigencia. Creo firmemente que también que el fruto de una vida llevada con calma, con honor y con dignidad, es una vejez apacible y dulce, la naturaleza, los azotes de la existencia, pueden haber tratado de descarrilarnos una y otra vez, pero si hemos resistido, si hemos mantenido la honestidad como nuestra principal ancla a la vida, el adiós, cuyo preludio es la vejez, resulta más fácil. 

Si al mirar atrás te sientes satisfecho, no de logros egoístas, sino de tu integridad y de tus aportaciones al bien común, no de las heridas que has causado, sino de las que has ayudado a remendar, entonces, y solo entonces, la plenitud de nuestra vida coincide con nuestro final.

La vejez nos pone límites, muchos, ¿cómo no iba a ponerlos? Pero no podemos escapar de la necesidad del tiempo que transcurre y nos desgasta. Aceptar nuestra corporalidad, y con ella nuestra mortalidad, es un principio para el arte de saber envejecer. La vejez no es solo una cuestión de nuestro cuerpo, es un estado del alma, de nuestra voluntad. 

Hay personas que en la plenitud y madurez de sus vidas se comportan como si la vejez les hubiera llegado antes de tiempo. Sin embargo, encontramos personas que casi alcanzan el siglo de edad y nos sorprenden por la vitalidad que desprenden, a pesar de las ineludibles carencias de la carne a la que se ven atados.

Negarse a envejecer cuando ha llegado el momento es un lastre para disfrutar de la serenidad que nos proporciona. Aceptarla estoicamente es un preludio al arte de saber envejecer. A los que no tienen ningún recurso en sí mismos para llevar una vida buena y feliz, toda edad les resulta pesada. En cambio a los que buscan todo lo bueno en sí mismos, nada de lo que ocurra por la ley de vida les puede parecer malo. 

El estoico muestra su verdadera cara al enfrentarse con valor a la vejez y a la enfermedad, condiciones que suelen ir juntas. Nuestra mente ha de jugar un papel fundamental en saber envejecer. El cuerpo podrá estar debilitado, pero si otras condiciones no nos afectan a la mente, en nuestra mano está fortalecerla día a día. Si lo físico disminuye, aumentemos la fuerza que nos aporta nuestra voluntad, y esa fortaleza es una virtud que se practica con ejercicios mentales.

No podemos aprender a morir, ni a envejecer, sin antes haber aprendido a vivir. El arte de saber envejecer encuentra en esta premisa su principal corazón.

La mejor manera de acabar la vida es mantener la mente lúcida y todos los sentidos en plena forma, y dejar que la propia naturaleza destruya lo que ella misma creó.

Deja que tus recuerdos inunden tu mente, traigan calidez, paz, consuelo y fuerza a tu corazón y te guíen hacia adelante.

Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.

Saludos.

Patricio Varsariah.



 

La buena vida es un proceso.

octubre 28, 2022
En los últimos años, el bienestar se ha generalizado. La idea de 'la buena vida ya no es algo que lees en libros o ves en películas, es algo que muchos aspiran a crear o tener. Una crisis existencial está redefiniendo nuestro enfoque en la vida.

En los últimos años, muchas personas eligen vivir una “buena vida” en lugar de una “gran vida”. En lugar de perseguir la riqueza y el éxito a toda costa, buscan la realización interior. A medida que más personas adopten esta filosofía, podemos esperar una explosión de creatividad y realización existencial.Un número creciente de personas ahora cree que la determinación, el significado existencial, la autorrealización y la vida auténtica son cosas esenciales para perseguir en la vida.

Puedes abrazar y vivir “la buena vida” a través del autoexamen, la reflexión y la introspección. Puedes explorar lo que significa ser verdaderamente feliz en el mundo de hoy a través del autoexamen y la introspección.

Existen muchas definiciones de lo que significa una buena vida, pero un mayor porcentaje comparte un mismo objetivo fundamental: la autosatisfacción, el autodominio y la realización personal.El concepto de la buena vida se puede dividir en varios elementos interrelacionados: seguridad, propósito, realización, felicidad y significado.

Si bien estos cinco elementos no son necesariamente excluyentes entre sí, es importante considerar cada elemento al evaluar la definición que uno tiene de la buena vida. Por supuesto, hay muchas maneras de lograr una buena vida, y no hay dos personas que la experimenten de la misma manera. Todos tienen su definición de lo que significa ser feliz y realizado. Y por lo tanto, no hay una forma correcta de hacerlo.

Pero, en esencia, todas las versiones se esfuerzan por lograr un equilibrio entre el trabajo y el juego, la salud y la riqueza, el crecimiento personal y la conexión social.

La buena vida es un proceso.No la vida, sino la buena vida, debe ser valorada principalmente. La buena vida es un equilibrio de relajación, comodidad financiera y realización personal. No se trata necesariamente de riqueza o estatus social, se trata de tomar decisiones conscientes para que cada aspecto de tu vida se alinee con lo que te hace feliz.

Vivir la buena vida es un esfuerzo complejo que involucra muchos componentes diferentes. Factores como la salud, los ingresos, las relaciones familiares y la felicidad tienen diferentes significados para muchas personas.

La buena vida es aquella que está libre de estrés, ansiedad e infelicidad en general. Es una vida llena de propósito, significado y amor. Si alguna vez has oído hablar de la buena vida o del debate entre el bien y el mal, sabes que es algo por lo que todos nos esforzamos.

Hay muchas maneras de vivir una buena vida. Pero, ¿cómo es la buena vida? ¿Hay más de una manera de lograrlo? ¿Cómo podemos lograrlo? ¿Qué significa llevar una buena vida en el mundo de hoy?

La buena vida es un concepto filosófico que engloba muchos ideales y valores. Incluye cosas como la felicidad, la salud, la autoestima y la realización.

Pero también es un estado de ánimo. La vida es buena cuando pensamos que es buena. La vida es mala cuando no pensamos. En otras palabras, ser feliz se trata de estar contento con tu vida tal como es ahora, disfrutar el momento y buscar tu verdadero norte, incluso si no puedes convertirlo en una fuente de vida.
Una buena vida puede significar muchas cosas para diferentes personas. Para algunos, una buena vida significa tener relaciones saludables y felices y estar contento con su situación actual.Una buena vida es una colección de momentos felices. Otros pueden pensar en una buena vida como tener una fuerte ética de trabajo, ser financieramente estable o vivir en el lugar correcto y aprovechar al máximo la naturaleza.

Una buena vida también se puede definir como estar en armonía con uno mismo y el mundo que te rodea. Es una forma de vida caracterizada por virtudes como la sabiduría, la compasión, el coraje y la integridad. El término puede referirse al mundo mismo, a vivir un estilo de vida equilibrado y saludable. El concepto de buena vida a veces se usa para describir la forma ideal de vivir, pero también se puede usar para describir el estado de ser bueno. En general, la buena vida es aquello que te hace feliz.

La vida proviene de la supervivencia física; pero la buena vida viene de lo que nos importa.

Lo más importante es definir lo que significa una buena vida para ti. Eres el único que conoce el tipo de vida que puede hacerte feliz. Si quieres llevar una buena vida, créala y encarnarla. Sé fiel a ti mismo, y el resto se arreglará solo.

Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.

Saludos.

Patricio Varsariah.

 

La buena vida es una experiencia subjetiva.

octubre 28, 2022

A medida que avanzamos hacia el final del siglo XXI, es tentador pensar que sabemos todo lo que hay que saber sobre el trabajo, la riqueza y la felicidad. Esto no es sorprendente si considera cuánto tiempo pasamos todos en el trabajo. Durante siglos, la forma en que las personas se ganan la vida determinó su nivel y calidad de vida.

De hecho, la mayoría de las personas hoy en día pasan más tiempo trabajando que en cualquier otra actividad. Desde la revolución industrial hasta la era digital, nuestra forma de vida se ha transformado casi hasta hacerse irreconocible.

La forma en que trabajamos, generamos valor y creamos riqueza se está redefiniendo. Las personas están bajo presión para trabajar más duro, más rápido y por más tiempo para avanzar en sus carreras o tener éxito en el trabajo. El estrés constante de hacer malabares con el trabajo y la vida personal puede pasarle factura a cualquiera.

La mayoría de las personas pasan la mayor parte de su tiempo trabajando para poder vivir, y la poca libertad que les queda los llena de tanto miedo que buscan todos los medios para deshacerse de ella.
Las invenciones y las innovaciones han impactado significativamente nuestras prácticas de trabajo, condiciones de vida y relaciones personales. Y, sin embargo, la sociedad moderna todavía se enfrenta a una triple crisis de trabajo, riqueza y felicidad.

La sociedad moderna está obsesionada con el trabajo. Todo lo que hacemos parece estar relacionado con el trabajo de una forma u otra, incluso nuestras actividades de ocio suelen estar asociadas con algún tipo de costo, monetario o de otro tipo.

En nuestra sociedad, el trabajo es el máximo símbolo de identidad. A menudo se promociona como la fuente de satisfacción y felicidad para muchas personas. Nos define lo que hacemos y cuánto ganamos. El trabajo siempre ha sido una parte fundamental de la vida humana, ya que nos proporciona dinero y un sentido de propósito.

No es coincidencia que las encuestas muestran que las personas con trabajos significativos son más felices que las que tienen roles menos satisfactorios. Pero la búsqueda incesante del dinero y el éxito profesional por encima de todo ha dejado a muchos sintiéndose vacíos e insatisfechos. No debes confundir tu carrera con tu vida. Ya sea que se trate de un trabajo secundario para obtener algo de dinero extra o un puesto de tiempo completo que, con suerte, lo llevará a un futuro próspero, encontrar el trabajo adecuado es esencial para vivir una buena vida.

Hoy trabajamos más tiempo, más duro y más intensamente que nunca. Pero, ¿nos hemos vuelto más felices como resultado? ¿O la búsqueda de riqueza y una carrera nos ha llevado a una crisis existencial?
El trabajo, la riqueza y la felicidad se han convertido en el santo grial para muchos. Pero, ¿por qué estas tres cosas son tan importantes para nosotros? ¿Cuál es el vínculo entre el trabajo, la riqueza y la felicidad?

La riqueza y la felicidad son dos cosas por las que la gente suele luchar. Sin embargo, ¿qué impacto tienen en nuestra vida cotidiana? La riqueza es la capacidad de experimentar plenamente la vida se dice.. Como han demostrado muchos estudios anteriores, el dinero no puede comprar la felicidad. Pero, ¿eso significa que la riqueza no aumenta tu sensación de bienestar?

Las tres crisis de trabajo, riqueza y felicidad están estrechamente vinculadas. A medida que crece la desigualdad de ingresos, también lo hacen la infelicidad y el estrés. Trabajamos más que nunca, pero estamos menos acomodados que nunca. Vivimos más que nunca, pero también estamos experimentando mayores niveles de estrés, ansiedad, depresión y agotamiento.

Siempre hemos tenido que trabajar duro para ganar dinero y vivir cómodamente, pero hoy en día estos objetivos a veces están reñidos entre sí. Trabajar demasiado provoca estrés y agotamiento. Perseguir el dinero solo (o por sí mismo) puede conducir al aislamiento social. Y tener altas expectativas para uno mismo y bajas expectativas para los demás puede hacer que se sienta frustrado y vacío.

El secreto para una vida más satisfactoria. No existe tal cosa como el equilibrio entre el trabajo y la vida. Todo aquello por lo que vale la pena luchar desequilibra tu vida. Un cuerpo considerable de investigación muestra que la satisfacción laboral y la riqueza están relacionadas. Mientras más satisfechas estén las personas con sus trabajos, más probable será que estén económicamente cómodas y felices. Y cuanto más riqueza tiene una persona, menos probable es que esté insatisfecha con su trabajo.

Muchos factores contribuyen a la satisfacción laboral, pero uno de los más importantes es la seguridad laboral. Las personas que pueden contar con un ingreso estable son mucho menos propensas a sentir que están trabajando para “satisfacer las necesidades de la vida” que aquellas que no pueden pagar lo básico como el alquiler y la comida.

No es sorprendente que algunos campos de bajos salarios atraigan a un número desproporcionado de personas insatisfechas porque no ofrecen estabilidad.

Otros factores que afectan la felicidad en el trabajo incluyen la seguridad laboral, el nivel de ingresos, la autonomía, un fuerte apoyo social de colegas y gerentes, horarios flexibles y ambiente de trabajo.En las últimas décadas, ha quedado claro que el dinero y la riqueza por sí solos no garantizan la felicidad. Mientras que algunas personas ricas y económicamente seguras experimentan alegría en sus vidas, otras luchan por encontrarle sentido.

Muchos sienten ansiedad o desesperación y no pueden disfrutar plenamente de las cosas buenas que la vida tiene para ofrecer. Y si bien no existe una explicación única de por qué a algunas personas les va mejor que a otras en lo que respecta a la felicidad, existen algunos factores clave.

Primero, la riqueza y la seguridad financiera no equivalen necesariamente a la felicidad. La clave de la felicidad es encontrar un trabajo significativo; eso podría significar hacer algo fuera de su verdadera fuente de ingresos que garantice la realización y la felicidad.

Cuando encuentras un trabajo que te importa, todo lo demás encaja. Se vuelve mucho más fácil lidiar con las dificultades porque tu trabajo te da significado y propósito en la vida.

Este es el verdadero secreto de la vida: estar completamente comprometido con lo que estás haciendo aquí y ahora. Y en lugar de llamarlo trabajo, date cuenta de que es un juego.

El segundo es el acceso a una buena salud. La mala salud puede provocar depresión y una sensación de falta de sentido en la vida de uno; por otro lado, la buena salud puede conducir a un sentido de propósito y entusiasmo. La primera riqueza es la salud.

La ventaja significativa de la vida. Inventar el significado de tu propia vida no es fácil, pero aún está permitido, y creo que estarás más feliz por la molestia. La felicidad y el éxito profesional significativo van de la mano. La capacidad de encontrar significado en su trabajo puede ser la diferencia entre una vida plena y una que simplemente existe.

Pero la felicidad es una experiencia subjetiva que no se puede medir directamente. Sin embargo, numerosos estudios de investigación han proporcionado información sobre la relación entre el trabajo y la felicidad. De hecho, incluso hay un nuevo subcampo de la economía de la felicidad que analiza cómo el bienestar subjetivo de las personas afecta los resultados económicos.

Si bien la riqueza financiera no garantiza la felicidad, proporciona la base para una vida de calidad. Al adoptar el aprendizaje permanente y el trabajo significativo, estará bien encaminado hacia el éxito en la vida. La acción no siempre trae felicidad, pero no hay felicidad sin acción. Sobre todo, recuerda que tienes derecho a ser feliz, es tu derecho como persona, así que no dejes que nadie te diga lo contrario.

Defina el trabajo significativo a su manera, genere riqueza sin perder la cabeza y haga más de lo que lo hace cobrar vida; tu felicidad depende de ello. Y recuerda que aprende a valorarte, lo que significa: lucha por tu felicidad.

Se alcanza una gran paz interna cuando se tiene la certeza de que estamos haciendo lo posible para ser mejores cada día. Esa gran paz se halla siempre mas allá de las circunstancias personales, radica en ser no en tener, es un flujo natural reconocible. Que encontramos al redescubrir nuestra naturaleza espiritual y se expresa en la madurez amorosa de todas nuestras acciones y de todas nuestras palabras.

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Saludos.

Patricio Varsariah.

 

Vive la vida con asombro radical todos los días.

octubre 28, 2022


El asombro es el comienzo de la felicidad. Cuando era niño, el mundo estaba lleno de magia y misterio. Había mundos ocultos al acecho detrás de cada esquina, esperando ser descubiertos. Todo se sentía como una aventura porque aún no sabíamos todo sobre el mundo. Ahora, como adulto, muchas cosas se sienten mundanas y ordinarias. Ya no nos entusiasman las cosas simples que solían emocionarnos cuando éramos niños.

En lugar de estar asombrados por lo ordinario, estamos hastiados por ello. Todo se siente aburrido y poco inspirador porque hemos dejado de apreciar y buscar inspiración. Hemos dejado de buscar maravillas en el mundo que nos rodea. Como resultado, hemos dejado de verlos también.

La vida y el vivirla se apoderan de los sentidos cuando asumimos la responsabilidad de nosotros mismos y de los demás. Pero la ironía es que el significado y la felicidad dependen esencialmente de apreciar incluso las cosas más pequeñas que suceden para nosotros y alrededor de nosotros.

Para una vida más significativa, debemos hacer un esfuerzo consciente para ver la vida a través de los ojos de un niño nuevamente, para encontrar maravillas en todas las cosas, grandes y pequeñas, una vez más, porque sin maravillas; la vida puede volverse rápidamente menos emocionante.

Pienso que la vida sin maravillas no vale la pena vivirla. La capacidad de sentir asombro ha desaparecido de nuestro mundo, razón por la cual parece que solo los ancianos pueden vivir una vida de sabiduría. Nuestro objetivo debe ser vivir la vida con asombro radical. …levantándonos por la mañana y mira el mundo de una manera que no da nada por sentado. Todo es fenomenal; todo es increíble; nunca trates la vida a la ligera. Ser espiritual es estar asombrado.

¿Alguna vez te has preguntado sobre el increíble aliento de vida? ¿Cómo interpretas el amanecer y el atardecer? ¿Las pequeñas cosas (la vista y el sonido de la naturaleza te hacen sentir con asombro y aprecio por la vida?

¿O ves todo a través de la lente de la lógica y el racionalismo? ¿Es necesario que todo tenga sentido antes de que lo apreciemos?

Vivir en asombro radical es la práctica de estar continuamente sorprendido, encantado y asombrado por lo que experimentas en la vida. Se trata de no dar nada por sentado y estar abierto a la posibilidad de que un milagro de la vida pueda estar a la vuelta de la esquina en cualquier momento.

También significa elegir deliberadamente ver el mejor resultado posible en cada situación mientras permaneces presente y con la mente presente. Significa ser resistente y optimista incluso cuando se siente que las cosas se están desmoronando.

Significa ser flexible y estar abierto a nuevas posibilidades, sin importar cuán locas parezcan. El asombro radical es la única forma de prosperar verdaderamente en este mundo. Cuando estás en un estado de asombro constante, estás totalmente comprometido con tu vida todos los días. Y de eso, querido lector, es de lo que se trata el asombro radical.

El asombro es el comienzo de la felicidad.

¿Qué es la vida sin asombro?

Cuando comienzas a ver el mundo a través de la lente del asombro radical, aprecias más las cosas. Vives en el presente porque estás aquí y ahora, presenciando la maravilla de la vida y tu lugar e influencia en la tierra.

Cuando vivimos una vida de asombro radical, vemos nuestro mundo con ojos nuevos y frescos. Vemos las cosas como si fuera la primera vez y reconocemos que el mundo está lleno de misterio y maravillas.Una vida de asombro radical nos obliga a salir de nuestra zona de confort para ver las cosas como realmente son y no solo como esperamos que sean. Nos sacude para que podamos ver lo que está justo en frente de nuestras narices sin verlo.

Nos hace darnos cuenta de cuánto damos por sentado, desde el sabor de la comida hasta el cielo azul sobre nuestras cabezas. Y nos recuerda cuánto hay por descubrir sobre todo lo que nos rodea.
Con asombro radical, hacemos preguntas sobre una vida mejor. Y exigir más de nuestro ser consciente. Hacemos más por nuestro yo presente.

Nunca en mi vida le pedí a Dios éxito, sabiduría, poder o fama. Le pedí maravilla, y me la dio. El asombro más que la duda es la raíz de todo conocimiento. El comienzo de nuestra felicidad radica en comprender que la vida sin asombro no vale la pena vivirla.

La maravilla es algo especial. Es un sentimiento que le da sentido a la vida y te hace apreciar todo lo que te rodea. Numerosos estudios han demostrado los beneficios de poder mirar el mundo con asombro.
La investigación más reciente sugiere que tomarse el tiempo para experimentar el asombro, ya sea interactuando con la naturaleza, disfrutando del gran arte o la música, o incluso disfrutando de impresionantes videos de YouTube, puede ser un camino para mejorar tu vida y tus relaciones.

Las personas que pueden ver los pequeños detalles, que pueden detenerse y admirar las pequeñas cosas, tienden a ser más felices y a vivir vidas más plenas.

Hay mucho que aprender y ver en este mundo, y no hay mejor momento que ahora para aprovecharlo al máximo. Podemos hacer esto aprovechando cada oportunidad de experimentar cosas nuevas y probar cosas nuevas.

Lo único que importa cuando se trata de la vida es cómo eliges vivirla. Y no hay mejor manera de vivir que con asombro radical.

Deja que tus recuerdos inunden tu mente, traigan calidez, paz, consuelo y fuerza a tu corazón y te guíen hacia adelante.

Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.

Saludos.

Patricio Varsariah.

 

Viene el invierno.

octubre 28, 2022

Si no tuviéramos invierno, la primavera no sería tan agradable: si no saboreáramos a veces la adversidad, la prosperidad no sería tan bienvenida.

El invierno es la época del confort, de la buena comida y el calor, del contacto de una mano amiga y de una charla junto al fuego: es la época del hogar.

Pasa la primavera y uno recuerda su inocencia.
Pasa el verano y uno recuerda su exuberancia.
Pasa el otoño y uno recuerda su reverencia.
Pasa el invierno y uno recuerda su perseverancia.

 Cuando está nublado, por las tardes, y salgo a caminar solo, me parece que la lluvia cae a través de mi corazón y hace que se derrumbe en ruinas.

Saludos.

Patricio Varsariah.
 

Para dejar de luchar y empezar a vivir.

octubre 20, 2022



Toda la vida humana implica dolor: la mayor parte del sufrimiento proviene de la evasión. Los seres humanos estamos construidos con un impulso innato para evitar el dolor y el sufrimiento. Eso es porque el dolor y la incomodidad indican directamente que algo anda mal o necesita arreglo.

¿Qué pasa si, en lugar de evitar el dolor de navegar por los muchos obstáculos de la vida, decidimos aceptarlos y tomar medidas proactivas para encontrarle sentido a la vida a pesar del sufrimiento?

¿Deberíamos las personas estar dispuestas a soportar el dolor y las dificultades para lograr algo que mejore sus vidas a largo plazo? ¿O deberíamos evitar a toda costa cualquier tipo de desagrado, incluso si eso significa sacrificar los beneficios a corto plazo?

Estas preguntas han sido discutidas desde que los humanos han podido reflexionar sobre ellas. Y aunque no hay una respuesta definitiva, podemos obtener una idea de estos problemas al pensar en qué aspectos de nuestra experiencia constituyen experiencias dolorosas y cómo podemos elegir responder a ellas.

Tanto sufrimiento humano proviene de nuestro deseo de no evitar nada desagradable. La evasión conducirá inevitablemente a la infelicidad y la angustia a menos que se aborde y resuelva. Cuanto más tratamos de evitar la realidad básica de que toda vida humana implica dolor, más probable es que luchemos con ese dolor cuando surja, creando así aún más sufrimiento. 

No solo suprimimos los sentimientos dolorosos cada vez que aparecen; en cambio, los mantenemos constantemente bajo control para que no nos causen ningún daño. El problema de reprimir o evitar las experiencias dolorosas es que, tarde o temprano, resurgirán de alguna manera en la siguiente etapa de tu vida.

Todo lo que queda sin resolver o se deja de lado sin pensarlo a veces vuelve más fuerte que antes debido a lo que lo desencadenó en primer lugar (por ejemplo, culpa, vergüenza, baja autoestima). El miedo es a menudo la razón por la que evitamos las experiencias desafiantes.

El carácter no puede ser desarrollado en tranquilidad y quietud. Solo a través de la experiencia de la prueba y el sufrimiento se puede fortalecer el alma, inspirar la ambición y lograr el éxito. Cuando vives negando tus circunstancias, el mundo exterior encontrará otras formas de lastimarte. Esto puede venir en forma de dolor emocional o angustia mental.

El dolor es inevitable y una parte de la vida que todos experimentamos en algún momento. Sin embargo, la forma en que reaccionamos al dolor puede determinar si es el comienzo de algo bueno o algo que se convertirá en un pozo abismal de desesperación. Si seguimos huyendo de todo lo que nos incomoda, tarde o temprano vamos a ver sufrimiento por todas partes: en nosotros mismos, en los demás y en cómo percibimos la vida.

Evitar el sufrimiento es una forma de sufrimiento. Evitar la lucha es una lucha. La negación del fracaso es un fracaso. Ocultar lo que es vergonzoso es en sí mismo una forma de vergüenza. En un mundo saturado de imágenes mercantilizadas de felicidad, libertad y autorrealización, no sorprende que hoy en día muchos luchen por reconciliar su deseo de propósito y significado con las exigencias de la vida diaria. Aquellos que han pasado por largos períodos de soledad o aislamiento pueden experimentar angustia existencial.

La conciencia humana es incapaz de comprenderse a sí misma como una entidad existente en el universo. En otras palabras, no podemos comprender nuestro propio ser porque este concepto desafía nuestra capacidad de pensar en términos de un individuo que existe por sí mismo independientemente del resto del mundo. No somos sólo lo que hacemos sino también cómo lo hacemos; no sólo lo que decimos sino cómo lo decimos; no solo quiénes somos, sino también cómo experimentamos la vida. Al evitar sentimientos o situaciones que tememos, evitamos experiencias nuevas y desconocidas y la posibilidad de que suceda algo bueno o malo.

En lugar de crecer y aprender de tales experiencias (buenas, malas y desafiantes), nos estancamos en nuestro estado actual y, por lo tanto, somos incapaces de avanzar. Cuando sentimos miedo, debemos reconocerlo y confrontarlo de frente en lugar de huir de él. También es fundamental que no dejemos que nuestros miedos nos mantengan atrapados en nuestro interior, donde nos pueden consumir fácilmente. Darse cuenta de esto es el primer paso para superarlos.

En el momento en que tratamos de escapar de cualquier incomodidad o sufrimiento, estamos creando más. En todo caso, al tratar de evitar el dolor y la incomodidad, creamos un desafío aún mayor para nosotros mismos. Es como combatir fuego con fuego: cuanto más lo combates, más fuerte se vuelve. El miedo al sufrimiento es peor que el sufrimiento mismo. Así que en lugar de huir de lo que nos asusta o nos incomoda, cultivemos la presencia. Enfrentemos lo que sea que esté ahí y veamos a dónde nos lleva.
Como regla general, evitar el sufrimiento tiene un alto precio a largo plazo para nosotros y para quienes nos rodean.

Vivir es sufrir, sobrevivir es encontrar algún significado en el sufrimiento. Toda la vida está llena de sufrimiento. No podemos evitarlo. Pero eso no significa que tengamos que aceptar todo como viene. Existen mecanismos de afrontamiento específicos que tenemos, y se presentan principalmente en dos formas: ya sea encontrando significado en el sufrimiento o encontrando paz interior desde adentro.

El primer caso suele manifestarse como negación, a menudo acompañada de autocompasión y autor recriminación (p. ej., “¿por qué yo?”, “¿qué hice para merecer esto?”). La negación reduce la intensidad de una experiencia desagradable, pero si no se aborda, eventualmente conduce a la mera existencia en lugar de vivir plenamente.

El otro generalmente se manifiesta al intentar mejorar nuestras circunstancias a través del compromiso de vivir significativamente a pesar de nuestros dolores y obstáculos. Y un fuerte sentido de responsabilidad por todo lo que nos rodea (p. ej., “elegir una mejor manera de responder al dolor o sufrimiento o interpretarlos de una manera que nos permita seguir adelante).

El sufrimiento es inevitable, pero no tiene que dictar tu vida. Tu propósito en la vida no es soportar el sufrimiento. Es encontrar algún sentido al sufrimiento. Cuando encuentra significado en el sufrimiento humano, puede vivir una vida más plena. Elija anular la inclinación natural del cerebro a revolcarse en el dolor y el sufrimiento. Redefinir el sufrimiento humano para hacerlo soportable.

Las personas más hermosas que he conocido son aquellas que han conocido la derrota, el sufrimiento, la lucha, la pérdida y han encontrado la manera de salir de esas profundidades. Puedes inspirarte en la adversidad para encontrar fuerza y resiliencia en ti mismo. Y puedes aprender de tu sufrimiento para sobrellevar mejor el dolor inevitable que inevitablemente vendrá en tu camino.
Deja que tus recuerdos inunden tu mente, traigan calidez, paz, consuelo y fuerza a tu corazón y te guíen hacia adelante.

Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.

Saludos.
Patricio Varsariah.
 

La “libertad” justifica la ira y el odio?

octubre 20, 2022
La verdadera libertad se ejerce mejor comportándose como el resto del equipo. La realización de tu individualidad y de tu yo superior viene a través de la sumisión al grupo. Las personas no se unen a las sectas porque les "lavan el cerebro", sino porque la membresía los hace sentir como ellos mismos. No sorprende que “libertad” sea el término más utilizado en los nombres de los movimientos fascistas de todo el mundo.

Partiendo de una posición de altura moral o religiosa, rechazan los principios básicos de igualdad y democracia. Si reclamas la salvación en esta vida a través de la religión, entonces, por definición, estás más cerca de Dios que cualquiera que no esté de acuerdo contigo. Nada de lo que hagas puede estar mal porque tus intenciones siempre son correctas. Está bien insultar, dañar, intimidar, mentir, engañar o forzar la obediencia y la sumisión porque el fin justifica los medios. 

La conformidad total es la antítesis de la innovación y la creatividad, que son los motores del crecimiento económico. La “libertad” justifica la ira y el odio. Es más fácil “defenderse” de una amenaza percibida de otro equipo (inmigrantes, homosexuales, grupos religiosos minoritarios, lo que sea) que aprender nuevas habilidades laborales y adaptarse a un futuro incierto. Los complejos problemas económicos y políticos se destilan en cuestiones únicas. ¿Eres uno de nosotros o no?

Me fascina que miles de millones de personas en todo el mundo tengan sus propias tradiciones (democráticas, religiosas, nacionales, culturales, filosóficas) con valores similares de igualdad, decencia y respeto mutuo, lo que comúnmente se conoce como la regla de oro. La diversidad de cómo estas tradiciones se manifiestan en diferentes creencias, rituales, dioses, arquitectura, vestimenta, etc., es un testimonio de la creatividad y la innovación del espíritu humano. 

Los líderes religiosos y nacionales son los ejemplos más evidentes, pero lo mismo sucede con la innovación y el emprendimiento. Un patrón en el que los inventores del telégrafo, el teléfono, la radio, la televisión y el cable tenían la visión de conectar el mundo. Estaban motivados por el altruismo, no por las ganancias. Entonces apareció un hombre de negocios y transformó sus ideales utópicos en imperios monopolísticos que aplastaron sin piedad a la competencia.

Estos mismos imperios monopolísticos secuestran todas las buenas intenciones para el marketing, reclutando a las personas más creativas e innovadoras del mundo para que no hagan cosas que agregan valor a la humanidad y aplican su brillantez para vendernos basura que realmente no queremos ni necesitamos. Se siente imposible tener una conversación pública auténtica y genuina sobre la comunidad, el altruismo o el verdadero potencial de la humanidad. Cada buena intención sobre la conexión y la autenticidad ha sido reempaquetada y vendida. La salvación es un imán de plomo.

Desde los albores de los tiempos, la gente ha buscado el sentido de la vida. Tenemos las respuestas. La alegría de vivir proviene del alivio del sufrimiento, la compasión y la sabiduría, el compartir y la comunidad, el acceso a nuevas experiencias. Tenemos las herramientas y los recursos para mejorar la calidad de vida general de todos en el planeta. Para generar energía sostenible, proporcionar suficientes alimentos y agua, sacar a miles de millones de la pobreza y co-crear una sociedad de abundancia. Y de alguna manera hemos etiquetado esto como una amenaza peligrosa.

No sé qué hacer con toda mi profunda decepción en la humanidad excepto hablar, nómbrala, para que sea objeto de meditación y contemplación. Elijo abrazar el camino que por compasión regresa a la tierra para aliviar el sufrimiento. Lo único que puedo hacer es correr directamente hacia él, sabiendo que estoy haciendo todo lo posible para mejorar la calidad de vida del planeta.

Contaré una historia diferente de igualdad y esperanza, el mismo tipo de historia sobre la que se basan las tradiciones religiosas y nacionales del mundo. Miraré hacia atrás en mi vida sin remordimientos, sabiendo que mi trabajo contribuyó a sentar las bases de un mundo que beneficia a toda la humanidad. Perseveraré y me elevaré por encima, porque debo hacerlo mejor. Todos debemos hacerlo mejor.

Saludos

Patricio Varsariah.
 

¿Cómo lidiar con la profunda decepción en la humanidad?

octubre 20, 2022
Últimamente me concibo mucho la pregunta de: ¿Cómo lidiar con la profunda decepción en la humanidad? , y decidí escribir en busca de una respuesta, a este interrogante. El mundo y sus habitantes son a veces decepcionantes. Quizá lo sean para ayudarnos a apreciar mejor todo aquello que no lo es. En la vida hay momentos de alegrías y desilusiones. La solución no pasa por vivir sin esperanza, pasa por mirar hacia la realidad, aceptarla y pasar a la acción.

Aquí estamos, juntos, girando alrededor del sol en una pequeña canica azul que llamamos Tierra, una entre miles de millones de sistemas solares y galaxias, una pequeña mota de polvo en el contexto del cosmos. Nacemos con una curiosidad innata por explorar y crear.
¿Qué tan increíble sería colaborar como un solo equipo, el equipo humano, y usar todas las herramientas y recursos a nuestra disposición para expandirnos y aventurarnos en el universo? ¿Aplaudir colectivamente nuestros logros y acelerar el progreso en la erradicación de la pobreza, el desencadenante económico subyacente de la mayor parte de la violencia y el odio en el mundo? ¿Qué tan orgulloso estaría de ser parte del equipo de la humanidad?

Sin embargo, seguimos apegados a las concepciones divisivas de los equipos heredadas de nuestros antepasados. Debes ser “uno de nosotros” (raza, nacionalidad, religión, género, clase) para poder pertenecer. Estamos a un pequeño paso evolutivo de ser monos y simios. Tribal por naturaleza, propenso a actuar por interés propio, sujeto a los caprichos de los machos más dominantes. Gobernados por nuestros instintos de lucha o huida para protegernos, sin preocuparnos por el resto de la humanidad, justificando el odio y la ira hacia los dioses que se percibe que solo se preocupan por "nosotros".

Ojalá pudiéramos anclar nuestras identidades en las cosas que logramos después de nacer. El mandato de estar orgullosos de nuestro mínimo común denominador, las circunstancias de nuestro nacimiento, es la causa fundamental de mucho sufrimiento. Celebramos cosas que no podemos controlar y elevamos a la más alta importancia cualidades que no requieren habilidad como nacionalidad, religión, raza o género. Estas etiquetas que alguna vez fueron útiles para el orden social en tiempos premodernos nos maldicen a ciclos perpetuos de guerra, violencia, pobreza, intolerancia, crimen, desigualdad.

No quiero estar en el equipo de nadie excepto en el equipo de humanidad. Quiero vivir mi vida. Excepto que no puedo. Al querer vivir mi vida, automáticamente me uno al equipo de personas que piensan que los equipos no deben definir quiénes somos. No es posible estar en el equipo de la humanidad, trabajando para co-crear una sociedad colaborativa caracterizada por valores de justicia, igualdad y recursos compartidos. Eso te convierte en una amenaza para la mayoría de los equipos del planeta porque se definen por suposiciones subyacentes de desigualdad y oposición.

Estas categorías de interno/externo parecen tontas en el contexto del panorama general. Tenemos herramientas notables para aliviar el sufrimiento y resolver los problemas de la humanidad. Podríamos compartir la abundancia y liberar nuestro tiempo para hacer juntos actividades más significativas en lugar de trabajos mundanos que odiamos. Las mejores mentes del mundo podrían articular una visión para una sociedad colaborativa que empoderara a la humanidad para alcanzar su verdadero potencial. Podríamos trascender las divisiones polarizadoras basadas en cosas que no podemos controlar y juzgar a las personas por lo que hacen en lugar de dónde o cómo nacieron.

Excepto que eso no va a suceder. Un maremoto de sufrimiento del tamaño de un tsunami está en el horizonte debido a la automatización, la disrupción, la desigualdad económica y el cambio climático. Los próximos 10 a 20 años serán brutales en esta nueva era de todo exponencial, ya que más del 50 al 80 % de los trabajos están en riesgo de automatización. Los desencadenantes económicos de la pérdida masiva de empleos, especialmente entre los trabajadores poco calificados con poca educación, alimentarán más el odio y la ira.

Nuestra respuesta a la incertidumbre radical de nuestro futuro es duplicar los sistemas rotos de desigualdad. No es de extrañar que las películas de zombis sean tan populares: reflejan cómo nos deshumanizamos hasta el punto en que somos incapaces de dialogar. Estamos corriendo hacia un precipicio al borde del colapso económico, político y ambiental.

A veces siento que me estoy ahogando en un mar de profunda decepción, incapaz de detener la locura de todo esto. Hay tanto potencial para elevar a la humanidad a través de la innovación y la creatividad, la colaboración y la creación conjunta, y en lugar de actuar en consecuencia, parece que aumentamos exponencialmente el sufrimiento y permanecemos atrapados en sistemas de desigualdad. ¿Qué puedo hacer? ¿Cuál es la respuesta apropiada? ¿Cómo avanzamos cuando permanecemos atrapados por el pasado, perseguidos como fantasmas por las circunstancias de nuestros nacimientos?

La cruda realidad es que preocuparte por toda la humanidad te convierte en un blanco y objeto de odio. Si crees que lo más importante en el mundo es amar a todos, independientemente de su raza, religión, nacionalidad o género, entonces te etiquetan como peligroso. Se supone que no debes cuestionar nada heredado por las circunstancias de tu nacimiento. No hay una casilla de exclusión para marcar al salir del útero. Hay consecuencias por hacer esta elección. Los grupos religiosos le dirán que están bajo ataque. Los grupos nacionalistas llaman a levantar las armas en defensa de su país de los llamados liberales, socialistas, hippies, ateos o cualquier etiqueta que funcione mejor para satanizar el cuidado de la humanidad. 

Los expertos de los medios y los políticos visten la ropa de la igualdad y luego moralizan con condescendencia y autosuficiencia. Estás en un equipo que adopta los mínimos comunes denominadores desde el nacimiento, o estás agrupado con un equipo intolerante que etiqueta a todos los demás como "estúpidos". Exigen y esperan una lealtad y una obediencia incondicionales que solo se pueden mantener a través de la desigualdad y la oposición.

Saludos.

Patricio Varsariah.
 

Una nube gris llamada cáncer

octubre 19, 2022


Hoy quiero rendir un homenaje a todas las personas que están en la lucha día a día por superar y hacer de cada batalla vuestro propósito para continuar a pesar de las tormentas. Para ti hoy es mi admiración porque puedes ver la luz cuando aparecen las tinieblas. Para ti hoy son mis palabras para que recuerdes que estás llena de amor, valentía y grandeza.

Conozco el rostro de seres valientes, que luchan por amanecer cada día con una sonrisa a pesar de que en vuestra vida exista una nube gris llamada cáncer. Vuestra mirada cargada de coraje, repleta de fuerzas os hacen ver que la vida puede ser dura pero que merece la pena vivirla. Sois seres valientes no porque no tengamos miedo, sino porque a pesar de ésa situación, han decidido seguir adelante.

Para vosotros, la lucha es vuestra rutina constante, vuestra tarea diaria, vuestro recurso, y estrategia. Día a día exprimen fuerzas y ganas de vivir, impregnando a todos aquellos que están cerca. Han sabido construir la luz en cada dificultad, en cada tormenta. Se han armado de valor, han puesto una armadura para luchar contra las adversidades y han aceptado que son parte activa de la lucha contra el cáncer. Son seres valientes, mujeres y hombres con coraje. Vuestra grandeza radica no solo en la actitud de lucha, sino en la capacidad de resurgir y de levantarse. Porque si de algo saben es de cómo sacar toda la fuerza interna y su potencial para no rendirse y continuar hacia adelante.

Han encontrado en cada debilidad la oportunidad de construir su fortaleza, sus rostros dicen que a pesar de los miedos, la incertidumbre y en ocasiones, el sufrimiento se mantendrán erguidas para exprimir la vida. Son padres, esposos, abuelas, madres, hijas, amigas, princesas guerreras y guerreros de color rosa con la fuerza por escudo y la actitud como armadura. En sus ojos se desvela el valor que llevan a cuestas. Son seres con decisión, mujeres y hombres con libertad, valientes, y con mucho coraje. 

En ocasiones también se derrumban, su sonrisa se entristece, pierden las ganas de luchar, el silencio las acoge, el miedo sale a escena. Se han hemos olvidado de que en tu interior está repleto de fuerza. Pero son hábiles constructoras de puentes hacia sus fortalezas. Por eso, lo mínimo que pueden hacer las familias que están a vuestro alrededor, es cuidarles, y amarles para acompañarles en el sendero de lucha para ayudarles cuando lo necesitan. Abrazar tu alma para sentir que no están solos o solas, que ustedes serán sus compañeros de batallas. Comprender sus silencios como símbolo de vuestro apoyo y cuidar tu sensibilidad ante la vida.

Admiro la fortaleza, la capacidad de renacer y de sacar fuerzas, las ganas de levantarse y continuar, y la potencial para seguir adelante. Lo que si estoy seguro es que las personas que pasan por esta situación en sus vidas están llenos de coraje, de amor y de vida, sus ojos son la transparencia de sus batallas y la sonrisa el motor de su día a día. 

Puede que llegara sin avisar, sin pedirte permiso para instalarse. Puede que el miedo les invadiera y la incertidumbre se hiciera su compañera. Pero con coraje, con fuerza interna y lucha han sabido buscar la luz entre las tinieblas. Nadie sabe cuánto duele, ni el miedo que puedas albergar. Nadie sabe cómo se sienten, ni lo que piensan. Pero siempre recuerdan quienes son y hasta dónde pueden llegar.

Deja que tus recuerdos inunden tu mente, traigan calidez, paz, consuelo y fuerza a tu corazón y te guíen hacia adelante.

Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.

Saludos.

Patricio Varsariah.

 

19 de Octubre Día Mundial del Cáncer de Mamas

octubre 19, 2022


Todo empezó cuando me descubrí un pequeño bultito en el pecho. Lo primero que pensé es que era un quiste sebáceo sin importancia, pero decidí consultarlo al médico del centro de Salud. En el hospital me dijeron que no era nada, que me olvidara. Pero yo no podía olvidarme, el bulto seguía allí y aunque me sentía bien consulté con otro médico. Por segunda vez, me dijeron que no tenía importancia. 

Seis meses más tarde decidí ir a un cirujano para que me lo extirpará y acabara con aquel bulto molesto de una vez por todas. Entonces es cuando llegó la sorpresa. El análisis de la muestra reveló que era un tumor de mama maligno. Me molesta mucha recordar el rosario de especialistas que me examinaron sin que ninguno llegara a sospechar que un varón también podía tener cáncer de mama. Yo hice lo que tenía que hacer como paciente. Consulté con un médico, no solo una sino tres veces. Y, pese a mi insistencia, mi diagnóstico se retrasó un año. Hoy estoy vivo después de un tratamiento muy duro, pero no sabemos lo que podía haber ocurrido si me hubieran tratado a tiempo.

El cáncer de mama masculino es una rareza clínica. Por cada cien mujeres, apenas hay un varón afectado. Es una enfermedad tan femenina que el rosa sigue siendo el color que tiñe las campañas de prevención y es fácil que se escape a la sospecha de médicos no especializados. Se han hecho tantas campañas de concienciación, que no hay médico que no se alerte ante la presencia de un bulto anómalo en el pecho de una mujer. En cambio, en el varón, la primera sospecha casi siempre es un acúmulo de grasa.

¿Debería ponerse ahora el acento en el varón?. Tengo mis dudas. Creo que hay que seguir haciendo el esfuerzo con mamografías y campañas de cribado en las mujeres, donde los casos siguen creciendo. O en programas para prevenir el cáncer de pulmón o colon con un gran número de afectados. Sin embargo, se debe divulgar el mensaje de que a los hombres también les puede ocurrir y que ante la aparición de un bulto sospechoso deben consultar con el médico.

En su consulta, como en la mayoría de las unidades de mama, los hombres suelen ser los acompañantes, no los pacientes. Cuando les toca cambiar su papel, lo viven sobre todo con extrañeza. Ningún hombre piensa que pueda tener esta enfermedad y algunos incluso como un ataque a su virilidad. A mí no me afectó en absoluto. Estoy muy seguro de mi masculinidad. He tenido un cáncer de mama, pero podía haber sido de un melanoma o cualquier otro tumor. Lo de menos es al órgano al que afecte. Eso era irrelevante, nunca sentí en la necesidad de ocultar nada. Mis amigos y compañeros de trabajo lo sabían. No he tenido nunca ningún tabú.

Lo que sí era relevante era la enfermedad. La angustia es la misma con cualquier cáncer, ya sea de próstata, de piel o de mama. El tratamiento fue como una maratón. Intenté seguir adelante con mi vida, seguí trabajando, haciendo mi vida. Por la mañana me ponían la “quimio” y, por la tarde, me iba a trabajar.

Este es mi carácter, no quiere decir que no fuera duro ni que todo el mundo pueda llevarlo así. Lo mejor de esta historia es que me pasó a mí y no alguna mujer de mi familia. Si le hubiera ocurrido a alguna de ellas, probablemente no lo hubiera podido superar.

Por retraso en el diagnóstico o por desconocimiento, la mayoría de los varones acuden tarde al oncólogo. En general, el cáncer suele detectarse más avanzado que entre las mujeres. Eso no significa que fallezcan más porque la estadística indica que la supervivencia es similar.

Nada es muy diferente entre hombres y mujeres. La patología es la misma y el diagnóstico, manejo y tratamiento debe ser el mismo. La única diferencia sustancial es que en el caso del varón no se hacen cirugías conservadoras, la mastectomía (extirpación de la mama) siempre es radical. Después, como en la mujer, el tratamiento oncológico se decide tras comprobar si existen mutaciones genéticas como la del gen BRCA2, si hay antecedentes familiares, si el tumor es hormono dependiente, en definitiva tras conocer el tipo de tumor de mama. Los fármacos son los mismos, aunque todos los ensayos clínicos para demostrar su eficacia se han hecho en mujeres. Creo que hacer un ensayo clínico exclusivo con hombres es un concepto muy interesante, pero creo que sería poco práctico. creo costaría mucho reclutar a pacientes porque hay muy pocos.

Lo que sí recomiendo a los varones es hacer un estudio genético para saber si son portadores de una de las mutaciones genéticas conocidas para el cáncer de mama.

Saludos

Patricio Varsariah.

 

El arte de vivir bien.

octubre 14, 2022
La mayoría aspiramos a ser felices y vivir una buena vida, pero no todos están listos para aprender lo que eso significa para ellos personalmente. Cuando no dedicamos suficiente tiempo a pensar en lo que realmente necesitamos para una buena vida, terminamos con una lista más grande de lo que no necesitamos: todo lo que nos complica demasiado la vida. 

Vivir es lo más raro del mundo. La mayoría de la gente existe, eso es todo. La vida a menudo se siente abrumadora e insatisfactoria si te excedes con cosas, obligaciones o actividades innecesarias que no son tan importantes como crees.

Vivir bien significa simplificar tus compromisos y eliminar cualquier cosa que no te brinde verdadero valor o satisfacción, al mismo tiempo que se enfoca en agregar hábitos, experiencias y actividades significativas que sacan lo mejor de ti. Todo el arte de vivir radica en una fina mezcla de soltar y aferrarse.

Vivir bien no es algo que te pase; tú eliges hacerlo a propósito. Es una elección deliberada de estilo de vida en la que todos podemos trabajar, independientemente de nuestras circunstancias. Las decisiones que tomes hoy tienen un impacto mucho más profundo en tu carácter, relaciones personales y calidad de vida en general ahora y en el futuro.

Si quieres ser feliz y vivir una vida larga y plena, entonces vivir bien es esencial. Vivir bien se trata de encontrar alegría en experiencias simples pero significativas en la vida. La buena noticia es que no es necesario que obtengas un ingreso del diez por ciento más alto para experimentar una vida más feliz, saludable y plena.

Vivir una buena vida también significa priorizar conscientemente las actividades que te harán sentir pleno y feliz y restar tareas, experiencias y actividades no esenciales que te lleven por un camino de miseria y estrés. Un buen ejemplo es disfrutar de una actuación artística en lugar de comprar un teléfono nuevo que ya el que tienes es excelente; si bien ambos ofrecen satisfacción, no ofrecen el mismo tipo de estimulación y emociones. Por lo tanto, desarrollar nuestros valores existenciales es esencial para construir una vida feliz en lugar de simplemente tener metas de vida. Lo realmente importante no es vivir, sino vivir bien. Y vivir bien significaba, junto con las cosas más agradables de la vida, vivir de acuerdo con tus principios.

Los valores de nuestra vida y los “porqués” más importantes actúan como nuestros principios rectores y nos ayudan a vivir de acuerdo con lo que queremos llegar a ser en lugar de solo cómo las circunstancias exigen que nos comportemos. La mejor manera de obtener respuestas personales para vivir bien es haciéndonos preguntas sobre todo, desde pequeñas experiencias diarias como un almuerzo con amigos o leer un libro hasta actividades a gran escala como unas vacaciones de ensueño.

Menos y significativo no es solo más; es un mejor enfoque para una buena vida. Aspira no a tener más, sino a ser más. La clave para una vida mejor es vivir un estilo de vida de menos es más; menos cosas y más experiencias te hacen cobrar vida.

El arte de la resta se trata de aumentar tu capacidad de felicidad a largo plazo en lugar de usar las cosas para emociones temporales o emoción en el momento presente. Las metas profesionales y financieras tienen su lugar en la vida, pero si deseas algo de importancia existencial (una vida mucho más significativa fuera del trabajo y el dinero), debe mirar más allá de lo obvio.

El único factor que podría ser aún más importante es aprender más activamente sobre lo que podría hacerte feliz si no tuvieras una carrera o un éxito financiero. La vida puede ser una colección de eventos, pero tú tienes un papel específico si quiere influir en ella para que sea satisfactoria para ti. Vivir bien puede ser tan simple como dedicar más tiempo a experiencias personales significativas que te interesen profundamente.

En lugar de centrarse en lo que no puede tener o hacer las cosas por el simple hecho de hacerlo, elije centrarte en actividades fuera del trabajo que significan el mundo para ti, y que no tiene que tener sentido para los demás. El secreto de una buena vida no es lo que tienes sino lo que disfrutas. Vive como si estuvieras viviendo una segunda vez y como si hubieras actuado mal la primera vez.

La vida es una serie de pequeños momentos, y estos momentos son los que componen nuestra vida. Las pequeñas cosas se suman para crear una imagen más grande. Entonces, ¿cómo vives tu vida al máximo? Primero, resta los elementos obvios e innecesarios de tu vida. Luego agregue las cosas significativas que hacen que valga la pena vivir tu vida.

Las cosas obvias son aquellas con las que la mayoría de la gente se puede relacionar; hoteles caros, decenas de suscripciones que ofrecen prácticamente lo mismo, pasar tiempo con gente tóxica, comprar para complacer a los demás y gasto emocional solo para sentirse feliz en el momento. Estas cosas son necesarias para un estilo de vida demasiado complicado que tiende a estresarnos. Sin embargo, no necesariamente significan mucho en sí mismos. Son solo partes del panorama general inventado por la sociedad.

Los elementos significativos son aquellos que realmente importan. Le dan a tu vida una dimensión vital y lo ayudan a apreciar todo lo demás que tiene en tu vida porque no son obvios ni comunes para todos los demás. Ejemplos de experiencias significativas incluyen:
Pasatiempos que alimentan tu alma.
Intereses que te traen alegría cada vez que estás comprometido con ellos.
Actividades o deportes que te mantienen activo.
Conectar con otras personas que enriquecen tu existencia.
Lugares donde te sientes como en casa.
Causas que hacen del mundo un lugar mejor para los demás.
Libros o música que te inspiran y te animan.
La naturaleza como un recordatorio de ser uno con todo y
La participación comunitaria como forma de retribuir a la sociedad.

La felicidad no se trata solo de los placeres físicos de la vida. También se trata de estar contento con el lugar en el que te encuentras en tu vida, adoptar la mentalidad de crecimiento e invertir en las conexiones y los eventos que más valora en la vida. La felicidad no puede viajar, poseer, ganar, usar o consumir. La felicidad es la experiencia espiritual de vivir cada minuto con amor, gracia y gratitud.

Vivir bien requiere un esfuerzo consciente de tu parte. Es una inversión de tiempo. Un esfuerzo deliberado para vivir una vida mejor. También es un viaje personal. Eres el único responsable de esa trayectoria en la vida. Y recuerda: Vive bien, aprende mucho, ríe a menudo, ama mucho.

Cuando llegue el momento de morir, no descubramos que nunca hemos vivido, al contrario al final, todos debemos decir que si valió la pena este paseo por este mundo.

Saludos.

Patricio Varsariah.
 

No siempre sabemos que nos deparará el día.

octubre 14, 2022


Mil soles y mil lunas serán testigos de nuestra osadía, completando la perspectiva que reinventamos cada día, sin desfallecer en el intento de superarnos, de no darle a la rutina el bastón de mando, de ser visionarios de nuestro propio destino, el cual se reescribe con la intención de solventar contrapuntos. Creo que nunca sabemos lo que nos depara nada, y ahí está tanto el placer como el dolor...

No siempre sabemos que nos deparará el día, cuando al despertar nos enfrentamos a una nueva perspectiva, esta será sin duda totalmente distinta a la que imaginamos o esperábamos mientras el sueño hacía acto de presencia la noche anterior pegadito a la almohada, en un ataque de esperanza recibimos con inusitada algarabía al nuevo día, con aire de indiferencia los sueños desgastados de tanto usarlos complementan el seguir adentrándonos en el mundanal camino de la cotidianeidad.

Mil colores dibujaran nuestro alrededor, mil conjeturas doblegaran el comienzo de un nuevo principio, mil casualidades conseguirán componer nuestro equilibrio, mil tipos de vértigos congeniaran en recordarnos que somos tan solo un puntito en el universo, mil serán las sonrisas que deberemos gesticular para empaparnos de todos y cada uno de los rayos de sol que osaran convertirnos en parte del engranaje que mueve al mundo, mil serán las veces que cercioremos las prisas para seguir adelante.

Mil momentos a cámara lenta nos recordara lo genial de las pequeñas cosas, clases de zancadillas asomarán por nuestras espinillas, vuelos rasantes sobre las alternativas, palabras se aturullaran en nuestra garganta complaciendo el devenir de cada instante, suspiros y otros tantos parpadeos rejuvenecerán nuestro engranaje, mil pasos arremeterá nuestros pies sobre el escenario de nuestras vidas y ganas no nos deberían faltar para completar el privilegio de poder asomarnos al día a día que nos da la oportunidad de completar el viaje hacia la satisfacción de sentirse parte del compendio de sensaciones que alborota nuestro despertar.

Exacto, ser visionarios de nuestro propio destino. Hay que tener mucha fuerza de voluntad, además es cuestión del cristal con que se mire ..mis lentes solo intentan reflejar las luces y colores del NUEVO día. Sueños que se duermen, ilusiones que se cumplen...horas que gozamos, minutos que sufrimos... pero contentos por estar vivos.

Saludos.

Patricio Varsariah.
 

Quiero estar siempre de lado de la ilusión y la esperanza.

octubre 14, 2022


En continua discordia están los acentos del alma, la fragilidad de nuestras emociones, la continua disputa entre las luces y sombras que proyectan nuestra realidad... Siempre andamos dejando cabos sueltos, pedacitos de nosotros mismos que a veces cuesta recomponer, podemos empezar por abrir los ojos al amanecer, perdiéndonos el final de aquel sueño donde podíamos sentirnos como peces en el agua, felices de revolotear con las burbujas en la danza de las olas, sin ganas de despertar, detrás de los espejos existe el no reflejado, el yo inventado, delante de los espejos el yo reconocido, el yo consumado, ¿de qué lado del espejo quieres estar...? 

La negatividad es un postizo cercenado que nos sugiere las partes desgajadas de nuestro propio yo, de alguna forma los primeros rayos de sol o una sonrisa de buenos días, vienen a suplir esos pedazos extirpados, recreando la positividad al llenarlo con otros pedazos, posiblemente imaginados, como el país de las maravillas, pero necesariamente admitidos como posibilidad de volvernos a reinventar...

Quiero estar siempre de lado de la ilusión y la esperanza, pensar que cada día que nace, es un mundo nuevo por conquistar, donde podemos avanzar y lograr mucho si así lo queremos. Somos los dos polos, lo mejor es encontrar ese equilibrio, aquel donde encontremos la paz... y el podernos reinventar cada día y seguir soñando, es vital para seguir adelante....más allá de lo que pensemos que somos.. más allá de lo que podamos imaginar, cada molécula de nosotros que se vierte al aire, cada día, cada hora, cada segundo.. cada vez que expiramos, de sueño o despiertos.. volvemos a inspirar y somos. Podemos ser lo que imaginamos que somos.

Demasiadas veces la vida se vuelve dura, impenetrable, irremediablemente descomunal a nuestros ojos, variopintas discusiones se generan desde adentro, a veces sin posibilidad de extraerlas, otras muchas explotan cuando surgen los inconvenientes para poder reinventarse e intentar ser feliz.

Cuando respirar es solo una formalidad, algo encubre la verdadera razón de la situación, sinfonía propia de expansión, a golpe de esos imaginarios deseos que involucran la reacción, fantástica presunción, elástica la disposición, pero dura la elección de regenerar la eterna cuestión, es más fácil lograr la clasificación que la satisfacción propia de quien osa maniobrar en los suburbios de la razón, no siempre se camina del mismo lado, adelante o hacia atrás, se evoluciona según el viento de cara o de costado, eternos veletas que empañan la verdadera noción de la complicidad, donde más vale amansar tiempos perdidos que lograr el significado de los mismos.

Demasiadas veces los que creemos amigos solo son espejismos que desaparecen cuando menos te los esperas… Es cierto, hay amistades que por infinidad de razones se esfuman en el camino y otras hasta un mal sabor nos dejan, pero lo importante es que al final siempre quedaran solo los verdaderos amigos. Y son ellos, a quienes aprendemos a valorar más y aunque sean pocos valen por un millón.

Saludos.

Patricio Varsariah.