Nuestros bajos, reveses y frustraciones.
Publicado por Patricio Varsariah el lunes, enero 22, 2024

Los desvíos inesperados son inevitables en la vida. Ya sea que se pierda un tren, un café derramado, un colega desafiante o una fecha límite de trabajo imposible, estos obstáculos a menudo amenazan con arruinar nuestro día. Nuestros bajos, reveses y frustraciones a menudo emergen como adversarios formidables.
Sin embargo, la forma en que respondemos a estas frustraciones puede afectar profundamente nuestras vidas. Cómo reaccionas ante cualquier cosa es cómo vives.
Pregunto:
1. ¿Qué pasaría si nuestras frustraciones y los muchos obstáculos que se interponen en el camino de un día ideal fueran oportunidades excepcionales para la resiliencia mental?
2. ¿Qué pasaría si, en lugar de desinflarnos, pudieran actuar como fuentes de crecimiento?
La madurez es la capacidad de pensar, hablar y actuar según tus sentimientos dentro de los límites de la dignidad. La medida de tu madurez es qué tan espiritual te vuelves en medio de tus frustraciones.
La frustración no es un obstáculo sino un desvío. Es un empujón hacia el autodescubrimiento. Una oportunidad para descubrir fortalezas y debilidades.
En lugar de sucumbir al peso de las exasperaciones diarias, aprovechemos su energía para el crecimiento personal. Los inconvenientes pueden llevarnos a descubrir nuevos caminos de autodescubrimiento.
Convirtamos las quejas cotidianas en motivación para convertirnos en lo mejor de nosotros mismos.
Te comparto algunas lecciones que he aprendido con los años:
1. Reformula tu perspectiva.
Al final del día, eres responsable de ti mismo y de tus acciones y eso es todo lo que puedes controlar. Entonces, en lugar de frustrarte con lo que no puedes controlar, intenta arreglar las cosas que sí puedes.
El primer paso es cambiar tu percepción de la frustración. Es una molestia. Sí. Pero considérelo como una señal, un suave empujón hacia un área de mejora. Podría ser una señal de advertencia que insta a tener precaución en el futuro.
¿Qué lecciones puedo aprender de este desvío? ¿Qué revela este obstáculo sobre mis objetivos? Las frustraciones son indicadores de presión interna. Nos dicen áreas que necesitamos ajustar o adaptar.
Reconocerlos puede ayudarnos a liberar tensiones y encontrar formas más saludables de afrontarlas.
¿Perdiste los estribos con un colega o con un familiar?
Quizás sea una oportunidad para perfeccionar tus habilidades comunicativas. Conecta la frustración con un área específica de crecimiento. Puede ser regulación emocional, establecimiento de límites o gestión de expectativas.
Replantea las dificultades como oportunidades para aprender, experimentar y perfeccionar tus habilidades. Ese simple cambio de mentalidad puede permitirle superar la irritación inmediata. Es una gran oportunidad para la evolución personal.
Preguntas clave para reflexionar:
• ¿Qué desencadenó esta frustración?
• ¿Qué puedo aprender de esta experiencia?
• ¿Cómo puedo utilizar esto para crecer?
2. Busca la lección oculta.
Sin frustración no descubrirás que puedes hacer algo por tu cuenta.
Cada frustración es una lección valiosa.
Reflexiona sobre la situación, pregúntate qué desencadenó tu malestar e identifica el problema subyacente.
Si falta a una reunión o cita importante, tómate un momento y pregúntate:
• ¿Es éste un patrón recurrente? ¿A menudo llego tarde?
• ¿Qué hay detrás de la procrastinación? ¿Miedo a salir temprano? ¿Perfeccionismo? ¿Falta de gestión del tiempo?
Una vez que identificas la causa raíz, surge la lección: prioriza mejor o perfecciona tus habilidades de gestión del tiempo.
¿El conflicto en la oficina o en la familia expone tu miedo a la confrontación?
Los desacuerdos con colegas o familiares, pueden hacer que tú te sientas infravalorado y no escuchado. La ira estalla, las palabras duelen. Pero antes de permitir que las llamas te consuman, da un paso atrás y reflexiona:
• ¿Qué desencadenó el conflicto? ¿Es un choque de estilos de comunicación? ¿Prioridades diferentes? ¿Expectativas poco claras?
• ¿Cómo puedo expresarme más eficazmente? ¿Cómo puedo practicar la escucha activa o centrarme en las soluciones en lugar de culpar?
Una vez que encuentres la lección oculta, podrás tomar medidas proactivas antes de que vuelva a suceder.
3. Elévate, canaliza tu energía.
Ve las posibilidades positivas. Redirige la energía sustancial de tu frustración y conviértela en una determinación positiva, efectiva e imparable. La frustración es una potente fuente de energía. En lugar de dejar que hierva a fuego lento y se convierta en negatividad, aprenda a canalizarlo hacia algo positivo.
Canaliza tu irritación en un entrenamiento productivo. Sal a correr o caminar. Ir al gimnasio. La actividad física elimina el estrés de forma comprobada, y el subidón de endorfinas puede hacer que te sientas lleno de energía y empoderado, listo para afrontar el día con una concentración renovada.
Utiliza el conflicto con tu colega o con un familiar, como inspiración para un proyecto creativo. Escribe, pinta, dibuja o escucha música. Deja que tu frustración fluya a través de tu arte y crea algo hermoso.
Transformar la frustración de una fuerza debilitante en un catalizador para la acción. Ya sea escribiendo o trabajando en proyectos personales, convertir la frustración en energía creativa puede generar resultados satisfactorios.
La frustración es una poderosa fuente de energía. Es nuestra elección dejar que nos controle o aprovecharlo para siempre. Entonces, la próxima vez que surja la frustración, elija desatar tu poder sabiamente.
Saludos.
Patricio Varsariah.
El arte de vivir implica saber cuándo aguantar y cuándo soltar.