Nuestra vida no es estática.
Publicado por Patricio Varsariah el domingo, abril 17, 2022
Me he quedado muy pensativo y reflexivo después de haber conocido por vez primera el concepto de hemorragia del alma, que no es más que la repulsión hacia sí mismo. Creo –por todo lo que nos circunda y leemos- que estamos invadidos por personas que llevan hemorragias del alma. que “es un flujo de sangre incontrolable, enterrado en las cavidades corporales” lo cual resulta “indolora para la víctima”, ya que no es consciente de lo que pasa internamente.
Es un hecho y una realidad que nuestra sociedad no está lo suficientemente nutrida internamente. He conocido muy de cerca a personas que hacen y se hacen daño continuamente. Daño físico, moral y espiritual y siempre me he preguntado a qué obedece esa enorme tiranía hacia sí mismo, y con los años, he llegado a pensar que es la falta de autoestima y valoración de sí mismos.
Aparentemente lo tienen todo: salud, dinero, amor y un físico atrayente. No hay nada que pueda convencer a esas personas de lo que son: un ser en vías de continua transformación evolutiva, y que seguir puliendo esa materia prima es una obligación para consigo mismos. Se detestan por vivir cada día en costumbres que los devalúan y los deshonran, lo cual es un círculo vicioso de degradación y terminan siendo artífices de una hemorragia continúa de su alma. Quizá para aprender, muchas personas hayan elegido el camino del dolor y de la destrucción. Quizá como crisálidas, podrán salir airosas y victoriosas de ese continuó drama que perpetúan en sus vidas.
Nuestra vida no es estática. No podemos controlar las circunstancias de lo que externamente sucede. Sin embargo, saber que atravesamos por una etapa crítica y dolorosa, no es lo mismo que recrearse una y otra vez en la autocompasión. Sobrevivir no es lo mismo que vivir. En la sobrevivencia, hay continúa lucha. En el vivir, hay continuó flujo.
La imagen que tenemos de nosotros mismos es la imagen que nos otorgaron en un momento clave y débil de nuestra vida, donde no teníamos opinión propia, y todo nuestra sobrevivencia dependía de alguien que nos nutriera y nos cuidara. Pero no veo por qué no replantearnos dichas imágenes y comenzar a reconstruirnos a partir de aquéllas que nos parecen más vitales, más reales, más dignas.
A través del trascurso de nuestra vida siempre hay heridas, que a mi persona le han hecho ser muchísimo más fuerte, para afrontar cualquier adversidad. Recibí desprecios a raudales yo que soy muy afectivo y eso me marco de por vida, pero aquellas personas que eran el todo del todo y yo no era nada, cuando me fui haciendo más adulto fui creciendo interiormente y dándome cuenta de que ellas estaban vacías y que yo ya no estaba a sus alturas si no que ya hacía tiempo que las había dejó atrás. Y hoy les tengo que dar las gracias a quienes me despreciaron, porque mi mente no comprendía que era envidia. Y la felicidad me llegó el día que lo entendí, lo ruin que puede ser un ser que no tiene sentimientos y que repito, están vacías.
Si excavamos en nuestro interior encontraremos heridas y recuerdos que hacen de nosotros lo que hoy somos. ¿Quién no ha sido en alguna oportunidad devaluado? ¿Quién no ha experimentado el rechazo y el fracaso? ¿Quién puede librarse de la tiranía del qué dirán?
¿Tendremos las herramientas para colocar pinceladas de color donde una horrible herida nos altera y nos deforma?
Pienso…que el amor y el respeto deben empezar por uno mismo…que no puedes dar amor si te amas como un mendigo porque eso sería amar desde las carencias y no desde los rebalses. Pero también pienso que hay que respetar los procesos de cada persona…sus tiempos y ponernos en el lugar del otro desde un modo compasivo y no desde el juicio. Pienso que el amor se ha encasillado en el amor de “pareja” muchas veces y para mí el amor es mucho más que eso el amor es una actitud hacia la vida hacia el universo, desde la flor, el gato, el perro, los niños, los mayores, y todo lo que nos rodea o sino claro es muy fácil quedarse amando a solo unos pocos escogidos no? Amigabilidad es lo le hace falta al mundo.
Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme.
Patricion Varsariah.