Se dice que tus problemas son solo un reflejo de lo que hay en tu interior. Igual que tú, hace muchos años atrás estuve perdido e inundado de problemas. Era un chico tímido, sin confianza en mi mismo y con muchos miedos e inseguridades. Ningún trabajo me gustaba, quería estudiar pero tampoco sabia el qué y nada me gustaba en especial. Mi vida consistía en quedar con los amigos,intentar pasar las horas deseando que los días avanzaran y olvidarme de mi mismo en los momentos difíciles.

Además, vivía con miedo a la existencia y a la muerte. Por cualquier motivo pensaba que tenia una enfermedad grave y me ahogaba en mi propia agonía, llegando a sentir los propios síntomas.No tenía confianza, pensaba que era un inútil que no servía para nada en este mundo. Me sentía como un auténtico fracasado y no sabía cómo afrontar los problemas.Te podría contar mucho más, pero creo que con esta introducción te habrás dado cuenta que yo mismo me estaba creando toda esa infelicidad. Yo mismo era el máximo culpable de todas mis problemas.

Después de haber subsistido muchos años de forma autodestructiva llegué a tocar fondo. Mi mente se apoderó de mí hasta un punto que me ahogaba entre mis propios miedos. Fue entonces cuando decidí levantarme y tomarme cada golpe como una nueva oportunidad de aprendizaje.

Los problemas vienen solos cuando no estamos equilibrados con la vida. Una vez entramos en sintonía estos desaparecen por completo.Si no sabes cómo afrontar los problemas, antes deberás cambiar. Me gustaría darte una fórmula para ello, unas pautas a seguir, qué hacer y qué no hacer. Pero créeme, esto no se puede contar, simplemente se vive. Inconscientemente, se producen ciertos cambios en la mente que al final derivan con el cambio.

¿Cuánta gente se propone metas o cambios y estos terminan en nada?

Si quieres estar delgado pero no te motiva correr, correrás una semana, un mes, pero nada más. ¿Y por qué? Por qué no te motiva correr. ¿Y cómo puedo motivarme para correr? No hay respuesta a ello, solo un cambio en la mente producido de manera inconsciente por ciertas circunstancias podría derivar en ello.

Entonces, no puedo decirte como cambiar, pero tranquila, si puedo darte algunos consejos que te ayudarán en los momentos difíciles.

Primero de todo y más importante, tener fe. La fe da calor a nuestra alma, nos tranquiliza.

¿Y a qué debo tener fe?

No tiene que ser necesariamente a un dios. Lo más importante es tener fe en que todo pasa por algo. Y aunque nos pasen cosas malas, aceptarlas con el corazón y dar gracias a la vida por darnos la oportunidad de aprender de ellas.

En mi caso, cada vez que recibo un golpe, en vez de hundirme le doy gracias a la vida.Pienso, gracias por darme un toque de atención y ayudarme a volver a mi camino, a mi esencia. y digo : gracias por estar pendiente de mi, gracias por cuidarme. Solo así conseguiremos progresar, con actitud positiva y de aprendizaje.

Hay que tener confianza. Hay que confiar en la vida. Quiero que te enfrentes a todas tus preocupaciones. No le des vueltas a las cosas. ¿Qué no tienes motivaciones, ni objetivos, te sientes perdido? No te castigues, no le des vueltas, no pienses. Si te pierdes entre pensamientos, a la mínima que te des cuenta diste a tu mismo: ¡STOP!

Es lo que me toca vivir, y todo pasa por algo. Son etapas de la vida. Tendré paciencia y aprenderé a convivir con ello, y tengo fe y confianza en que la vida pondrá las cosas en su sitio cuando ella lo crea oportuno.

Insisto. No te juzgues. No te critiques. No te castigues. Y cuando lo hagas, intenta tomar conciencia de ello y elimina esos pensamientos. Y de nuevo diste a ti mismo: ¡STOP! Entonces, la conclusión de todo es que primero debes pasar por la aceptación y eliminar pensamientos tóxicos. Una vez te aceptes y te equilibres un poco más, de manera espontánea y sin saber por qué, quizás te llegará el cambio y tus problemas desaparecerán.

Patricio Varsariah.-