No hay una sola respuesta a la pregunta de cómo vivir.
Publicado por Patricio Varsariah el miércoles, mayo 3, 2023

La vida no es una serie de tareas a completar. El arte de vivir es un proceso complejo y multifacético. Involucra todo, desde las tareas mundanas de la vida cotidiana hasta los sueños y aspiraciones más grandes. Es un viaje lleno de alegría y tristeza, éxito y fracaso, amor y pérdida. Es una experiencia única para cada uno de nosotros. Pero a pesar de todo, una cosa permanece constante: la necesidad de encontrar significado y propósito en la vida. Es lo que hace que el acto de vivir sea tan desafiante y, sin embargo, tan gratificante.
No hay una sola respuesta a la pregunta de cómo vivir. Pero hay algunas cosas que podemos hacer para que el viaje sea más significativo y satisfactorio. Todos somos autores de nuestras propias historias. Podemos elegir quiénes queremos ser y cómo queremos vivir. Podemos elegir ser fuertes, valientes y decididos. Si la vida es un escenario y tu eres tu propio agente, entonces no dudes en interpretar el personaje que deseas interpretar. Vivir a través del acto de vivir es un arte que puedes dominar.
Pero, ¿cómo vivimos verdaderamente a través del acto de vivir?
Vivir a través del acto de vivir puede parecer una paradoja, pero es un concepto que ha sido explorado por muchos filósofos y pensadores a lo largo de la historia. Comienza poniendo el "significado" primero por encima de todas las demás experiencias. Se trata de crear recuerdos, construir relaciones y perseguir tus intereses sin contenerte. O pasar tiempo en la naturaleza para reflexionar o contemplar tu existencia.
La naturaleza tiene una forma de conectarnos a tierra y ayudarnos a apreciar las cosas simples de la vida. Da un paseo por el parque, camina por el bosque o simplemente siéntate afuera y disfrute del aire fresco.
También se trata de sumergirse en la experiencia de hoy: estar aquí y ahora y saborear cada experiencia a medida que se desarrolla. Se trata de encontrar significado en los momentos mundanos y ordinarios de la vida. Se trata de apreciar las cosas pequeñas y encontrar alegría en los placeres más simples.
Dondequiera que estés, quédate ahí. El estilo de vida no es algo que hacemos; es algo que experimentamos. Y hasta que aprendamos a estar ahí, nunca dominaremos el arte de vivir bien. Vivir el acto de vivir es abrazar la vida con los brazos abiertos y apreciar todo lo que tiene para ofrecer.
No puedes superar tu realidad de vida. Aprovecha al máximo avivando las pequeñas chispas internas de posibilidad en llamas de logro. Vivir a través del acto de vivir también se trata de encontrar significado a diario y no solo de seguir los movimientos. Y encontrar satisfacción incluso en las tareas más mundanas.
Es un viaje de vida que exige que naveguemos por varios desafíos y obstáculos, a menudo dejándonos sintiéndonos perdidos e inseguros.
Para vivir verdaderamente el acto de vivir, primero debemos descubrir nuestra trayectoria personal.
¿Qué nos impulsa? ¿Qué nos hace cobrar vida?
Una vida significativa comienza contigo. Tienes la oportunidad de elegir lo que quieres de tu vida finita.
Una vez que comencé a darme cuenta de que no había reglas y que mi camino no tenía que parecerse al de los demás, me relajé y todo mi mundo se abrió. Cuanto más sabemos sobre nosotros mismos, mejor podemos comprender nuestros pensamientos, sentimientos y motivaciones.
Esto puede conducir a una mayor claridad en nuestras vidas, ya que podemos tomar decisiones alineadas con nuestros valores y objetivos. La claridad es algo poderoso. Puede darnos la confianza para tomar riesgos, salir de nuestras burbujas de comodidad y buscar actividades y experiencias que saquen lo mejor de nosotros mismos.
Transformar la mera existencia en existencia significativa. La vida tampoco tiene sentido a menos que sepas quién eres, qué quieres y de qué manera sopla el viento. Cuando nos volvemos más conscientes de nuestros pensamientos, emociones y comportamientos, podemos comprender los patrones y tendencias que sacan lo mejor de nosotros. Empezamos a aceptar nuestra definición de una buena vida. Vivir en la dirección de nuestro mejor yo puedo tomar muchas formas, ya sea a través del crecimiento personal, el desarrollo espiritual o simplemente viviendo una vida de autenticidad.
Vivir a través del acto de vivir también requiere que vivamos con intención. Eso significa decir no a las cosas que no nos sirven y sí a las cosas que nos acercan a lo mejor de nosotros mismos. Significa saborear los buenos momentos y aprender de los malos. Significa vivir cada día al máximo. También significa priorizar las conexiones sociales significativas. Somos criaturas sociales y necesitamos relaciones para prosperar. Necesitamos personas que nos amen y nos apoyen, que nos desafíen y nos ayuden a crecer.
Puede ser fácil quedar atrapado en la rutina diaria y olvidarse de lo que realmente importa, pero reflexionar sobre nuestras prioridades puede ayudarnos a mantener el rumbo y vivir una vida con más propósito.
Finalmente, recuerda: Tan pronto como confíes en ti mismo, sabrás cómo vivir. Cuando encontramos sentido y propósito en la vida, el acto de vivir se convierte en algo más que una serie de tareas a realizar. Se convierte en una aventura, un viaje de descubrimiento y crecimiento. Se convierte en un regalo.
Saludos.
Patricio Varsariah.