No estarás sola o solo.

Abandona
tu comodidad, enfrenta tus miedos e inseguridades, y sólo así,
comenzarás a volar. Si sientes que la vida no tiene sentido, que los
problemas te están acabando, memoriza esta parábola.
“Un
pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del
pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del
fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo. Sus alas
estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día
un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue
tragado por el cieno y el se dio cuenta de que iba a morir.
En
un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para
emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado
como volar, pero enfrento el dolor del entumecimiento hasta que logró
levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque
fértil y hermoso.”
Los problemas son como el ventarrón que
ha destruido tu guarida y te están obligando a elevar el vuelo o a
morir. Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importan
los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que
se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo
para decir BASTA,
para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para
sacudirnos el cieno y volar
ALTO y muy lejos del
pantano.
Abandona la vía segura y cómoda. Lánzate a la ruta
incierta, llena de enigmas e inseguridades y hazlo
solitariamente.
No estarás solo.
Patricio Varsariah.