No eres deforme..
Publicado por Patricio Varsariah el jueves, febrero 4, 2016

Según los cánones de belleza actuales la Venus del Milo es “deforme”. Sin comentarios..
Más o menos desde la pubertad, hay jovencitas que comienzan a darse cuenta de que sus pechos no se desarrollaban igual ni tienen exactamente el mismo aspecto que los de sus amigas, tías, primas y mujeres conocidas en general. Y buceando por Internet, encontré el nombre de esa condición: se llaman " mamas tuberosas ". En un arrebato de curiosidad, entré en el artículo de Wikipedia sobre el tema, y hallé esta magnífica definición: Las mamas tuberosas son una malformación o deformación de las mamas, que se presenta desde el desarrollo puberal. Puede ocurrir que el tejido que cubre la glándula mamaria presente una rigidez excesiva y no se expanda adecuadamente juntamente con el crecimiento progresivo de la glándula mamaria […]
Podéis imaginar la sorpresa mayúscula, si una jovencita llega a leer eso de “malformación”. ¡Qué horror! enseguida se preguntara : ¿Me provocarían mis deformes pechos dolorosas molestias? ¿Cáncer? ¿Hernias? Tras investigar un poco más he descubierto que las mamas tuberosas: No tienen nada que ver con padecer tumores o cáncer de pecho; Proporcionan exactamente el mismo placer sexual que unas mamas “normales”; No suponen problemas a la hora de dar amamantar a un bebé, No causan dolores, molestias ni problemas de salud de ningún tipo.
¿Bueno y cuál es el problema? Al descubrir todo esto, no entendía por qué a este tipo de mamas se les considera una malformación. Algo no me cuadraba, y decidí, entonces, buscar cuál era la definición de malformación. Encontré esto: Una deformidad o malformación es una diferencia notable en la forma del cuerpo o parte del cuerpo, u órgano del cuerpo (interno o externo) comparada con la forma promedio de la parte en cuestión. He aquí el meollo de la cuestión: esta definición es demasiado ambigua y cada cual la puede manipular como mejor le convenga.
Y es que la forma y tamaño son notablemente distintos a los valores promedio. Sin embargo, como es una deformidad considerada “bonita” y “sexy” nadie les pone la etiqueta de deformes. Paradójicamente, la misma industria de la cirugía estética que se ofrece a resolver su “malformación” de las mamas tuberosas también se ofrece a transformar unos labios promedio en unos labios exageradamente grandes y según la definición anterior… ¡deformes!
Esa poderosa industria que trata de convencer de que necesitan esa intervención quirúrgica porque sus mamas con “malformaciones” pueden causarme traumas y severos daños a su autoestima. ¿Y por qué, si en la mayoría de los casos para las jovencitas les parecen muy bonitas? Pues porque nuestra sociedad valora las mamas tuberosas como algo feo y rechazable. Y ante este hecho, ellas como individuos puedo tomar dos decisiones: Que le importe un rábano lo que opine la sociedad de su cuerpo. Meterse a un quirófano y someterte a una truculenta operación. Adivinad qué solución les recomiendan todos, absolutamente todos los artículos periodísticos que he leído (a sueldo de la industria de la belleza, claro).. Por supuesto, ninguno habla del postoperatorio, ni de la pérdida de sensibilidad tras la operación… Porque sí, aumentarse el pecho implica renunciar a algo tan sagrado como tu propio placer sexual, simplemente por complacer a los demás y obtener su aprobación.
Lo que he manifestado al principio, sobre el tamaño de los senos,es una simple excusa para hablar de una viciada manipulación a la que estamos sometidos de forma constante: crear un problema para venderte la solución. En este caso, crean algo llamado “problema estético” (cuando algo estético de por sí es dudoso que sea un problema, ya que la apreciación de lo que es bonito y lo que es feo varía según los infinitos gustos de las personas…) para vendernos SU solución, la cirugía estética. Una solución, que a su vez, genera otro problema (la insensibilidad mamaria) y para el que pronto inventarán otra solución… y así sucesivamente. El negocio redondo. Ocurre con todo. Venden productos para reparar vuestro pelo quemado por las planchas, cuando a lo mejor lo que tendrían que hacer es dejar de usar planchas…
Nos invitan constantemente a consumir comida rica en azúcares y grasas que engorda mucho, para después vendernos dietas y productos adelgazantes… Y también nos generan constantemente nuevas necesidades y mayor escasez para vendernos la solución de pedir un crédito. Incluso crean conflictos y crisis globales para después vendernos la solución geopolítica que más le conviene a la élite, por que La trampa está en la solución.
Tal vez no le damos demasiada importancia, pero lo cierto es que esta es una sibilina forma de control, de control sobre nuestros cuerpos, nuestra voluntad, nuestras finanzas… Nos convierte en débiles, dependientes de las soluciones que nos ofrezcan, y nos atrapa en una espiral de la que es muy difícil salir. Un proceso en el que llegamos a perder lo más esencial de nuestra existencia en la Tierra: nuestra propia integridad física y mental.
Yo no critico las personas que se han sometido a operaciones de cirugía estética, no soy yo quién para juzgar lo que cada cual hace libremente con su cuerpo y además la casuística es muy variada, hay muchos tipos de afecciones mamarias de distinta gravedad. Pero si nos centramos en el tema de las mamas tuberosas… En el 98% de los ejemplos que he visto en las web de cirujanos plásticos encuentro mamas completamente normales, bonitas, quizá más pequeñas que la media, sí, pero en absoluto deformes. Cada cual es libre de hacer lo que hace y operarse si así lo desea, pero lo que no debemos consentir es que les llamen “deformes” por ser diferentes, no podemos permitir que nos engañen y creen traumas en beneficio de sus bolsillos…
Si quieres tener un pecho perfecto, el resto de blogs y páginas web te dirán que te operes, que te sentirás mucho mejor sin tu “malformación” y bla, bla, bla. Yo te ofrezco hacerlo en un solo “paso”: “paso de lo que me digan los demás”, porque la noción de perfecto sólo la puedes definir tú. No eres deforme. La malformación la tienen ellos en el cerebro.
He dicho...
He dicho...