No cambies, sólo evoluciona…
Publicado por Patricio Varsariah el miércoles, abril 15, 2015
Cuando aprendí a quererme de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento exacto. Entendí que todo lo que sucede es oportuno y desde entonces pude estar tranquilo. Hoy sé que eso se llama CONFIANZA”. Confía en ti, en tus posibilidades y en que siempre estarás en el momento y en el sitio adecuado. Es verdad que en la vida hay golpes de suerte, para qué negarlo, pero buena parte de lo que nos sucede depende de nosotros, de nuestra actitud ante lo que nos va ocurriendo y en tener la suficiente fe en nosotros mismos. Llegarás, seguro que llegarás…
Cuando aprendí a quererme de verdad, pude percibir que mi angústia y mi sufrimiento emocional no eran sino señales de que estoy viviendo contra mis propias verdades. Hoy sé que eso se llama AUTENTICIDAD”. Si algo te hace sentir mal, apártalo de tu vida. No permitas que nada haga tambalear lo que te ha funcionado hasta ese momento, pero revisa cada cierto tiempo esas verdades, que nadie tiene la razón de forma absoluta y es bueno aprender de todo el que se acerca a nosotros. No cambies, sólo evoluciona…
En el momento que aprendí a quererme de verdad, dejé de desear que mi vida fuese diferente y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama MADUREZ”. Aprecia tu vida, desde la familia que tienes a los amigos que te rodean, pasando por el trabajo que desempeñas. Es tu vida y tienes que quererla por encima de todo, cuidarla, procurar la mejor versión de ti mismo para alcanzar todo lo que te propongas, de la forma más honrada y digna que conozcas. Entonces, habrá merecido la pena.
Además, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, sólo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona no está preparada, incluso cuando la persona soy yo. Hoy sé que eso se llama RESPETO”. Probablemente lo mejor que tiene esto de vivir es la gente con la que te cruzas, trátala como es debido. Si “un amigo es un tesoro”, piensa que todo el que se acerque a ti puede formar parte de esa fortuna, trátalo bien y probablemente recibirás el mismo trato, pura justicia.
Como parte de mi evolución era quererme de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable para mí: personas, cosas, situaciones… Y de cualquier cosa que me empujara hacia abajo o lejos de mí mismo. Al principio mi razón llamó esa actitud egoísmo, pero hoy se que se llama AMOR PROPIO”. No dejes lugar para aquello que no debe tenerlo en tu día a día, eres tú quien tiene que discernir entre lo bueno y lo malo, lo que te hace ser mejor y lo que te convierte en aquello que nunca habrías deseado ser. Despréndete de todo lo que te resta felicidad y haz acopio de lo bueno.
Cuando uno se quiere de verdad, deja de temer al tiempo libre y dejé de proyectar proyectos grandiosos para el futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, lo que amo y lo que hace reír a mi corazón, a mi manera y a mi propio ritmo. Hoy sé que eso es HONESTIDAD”. Las horas pasan volando cuando las compartes con las personas correctas. Es importante priorizar y dedicarle más de ti a quien lo merece y también a quien lo necesita. En cuanto a ti, reserva varios minutos al día para ver fotos que te traigan los mejores recuerdos, para escuchar esa canción que te transporta a otra época, para escribir una carta que llevará ilusión a quien la reciba, para aprender algo nuevo… En definitiva, es importante acostarse cada noche teniendo la certeza de que has aprovechado el día, la cara es el espejo del alma, procura entonces esbozar una sonrisa.
Con el tiempo desistí de querer tener siempre la razón y con eso, erré menos veces. Hoy descubrí que eso es la HUMILDAD“. No somos infalibles, lo hemos repetido tantas veces por aquí… Y ahí reside nuestro encanto, que fallamos y tenemos el coraje de seguir intentándolo. Nos equivocamos conduciendo en otra dirección, en las relaciones humanas, marcando un gol en nuestra propia portería, en el trabajo, yendo a ver una película de cine en lugar de otra… ¡¡Cientos de veces al día!! ¿Sabes qué es lo mejor? Que en veinticuatro horas renovamos nuestro contrato con la vida de forma automática, la cuenta se pone a cero y volvemos a empezar. Suena bien, ¿verdad?
Una de las tantas cosas que comenzaron a cambiar cuando aprendí a quererme de verdad es que , desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece y así vivo cada día. Y lo llamo CONSCIENCIA”. El pasado es nuestro mejor legado, nuestros errores y aciertos nos han hecho llegar a donde estamos, por eso no debemos ignorarlo. El futuro es aquello que nos espera, que nos motiva a seguir adelante y a luchar por hacer que sea lo mejor posible. Pero que no te anulen, que no te impidan vivir un presente que te permita recordar el pasado sin nostalgia e imaginar un futuro ilusiónate, sustentado en lo que vivimos aquí y ahora, expectantes.
Cuando aprendí a quererme de verdad, percibí que mis pensamientos pueden atormentarme y hacerme miserable. Pero cuando los coloco al servicio de mi corazón, mi mente encuentra un poderoso aliado. Hoy llamo a esta conexión SABIDURÍA”. Hoy en día, la mayoría de nosotros cuenta con estudios universitarios que le hacen valedor de un buen puesto de trabajo o, al menos, la esperanza de encontrarlo. Pero no todo es formación académica, quizá caigo en el tópico cuando diga que lo importante no se aprende en los libros. Procura tener buenos sentimientos, no entraremos en detalles, simplemente haz que ellos rijan tu forma de comportarte, contigo y con los demás. Poniendo corazón a cada paso que des, muy pocas veces te equivocaras.
FINALMENTE no debemos tener miedo de la confrontación, de los conflictos o los problemas con los demás o con nosotros mismos… Hasta los planetas a veces chocan entre ellos, y de ahí surgen nuevos universos. Hoy sé que ESO ES LA VIDA”.