más allá de esta realidad ...
Publicado por Patricio Varsariah el lunes, marzo 14, 2016

Hoy me levanté y desayunando, impávido ante el te de yerbas, trataba de recordar lo soñado. Era inútil, como casi siempre. No consigo recordar con nitidez lo que sueño y cuando recopilo algo son pedacitos absurdos sin demasiado sentido. Algunas veces me he despertado con una profunda sensación de bienestar o de extrañeza proveniente de mi vigilia y era incapaz de rememorar qué me había producido en el sueño tales sentimientos. Recuerdo tímidamente una mañana de hace más de veinte años cuando me desperté tremendamente “enamorado”. Como el sueño fue interrumpido bruscamente, fui capaz de desdibujar una nebulosa historia de una casa, unas escaleras y una hermosa chica con la que confundía pavorosamente los labios. No recordaba su faz, ni apenas algún detalle más, pero un amor inmenso y profundo me embargaba hasta lo más profundo de mi ser.
Recordando esta escena, pude darme cuenta, tanto antaño como hoy, que podríamos estar usando los sueños para mitigar las necesidades que en nuestra vida real no podemos satisfacer. Quizás algún control de nuestro ser compensa, por ejemplo, la necesidad de sentirse valorado cuando en el día a día no se siente ese afecto. Eso creo que no es una teoría demasiado extraña y alejada de la realidad, y consciente o inconscientemente todos los hacemos. Inmediatamente después de esta reflexión, me daba cuenta de que quizás en nuestra vida real soñamos. Me explicaré. Podría ser que la “vida” verdadera fuera otra, una protagonizada por nuestro yo más profundo, nuestra Alma. Podría suceder que ésta, en su estado puro espiritual de plena consciencia de la Verdad y la Realidad de la Vida y la Creación, planificara y proyectara una “vida” humana material para experimentar el crecimiento y desarrollo de su Identidad como Ser.
La mejor escuela es la Vida, el relacionarnos con nuestros semejantes aprendiendo a respetarnos y amarnos, y logrando a través de ello la felicidad. Así que una vida MATERIAL de lucha constante contra lo superficial sería una Gran Lección de Vida donde un despertar de la consciencia sería un logro inmenso y maravilloso. El regalo de Recordar una Maravillosa Existencia después de haberla olvidado sería increíble y toda esa experiencia nos haría mejores seres.
Quizás estuviera programado que podríamos perder el control inmersos en los placeres y comodidades de la Materia, olvidando que somos también espíritu y que éste es mucho más poderoso y veraz. Una vida tras otra, acumularíamos experiencia, olvidando lo no necesario al reencarnarnos, repitiendo el proceso hasta que decidamos romper la cadena que al final, más tarde o más temprano, nos conduce a la sabiduría del espíritu, es decir, la Realidad que hay más allá de esta realidad a medias que es la vida terrena.
Escribir todo esto puede que no sea sólo fruto de mi imaginación y yo, al menos, intuyo que la vida no es algo tan simple como nacer, arrasar con todo para ser feliz y morir sin más. Pero eso se llama Fe. El escribir todo esto no sólo es pues compartir paranoias, sino compartir la dicha de rozar la Verdad y la satisfacción del alma de sentirse en el camino correcto. Tómalo o déjalo, créelo o niégalo, medítalo u olvídalo, y júzgalo pero no me juzgues a mí que soy sólo el mensajero. No digo que esté inspirado divinamente, aunque... ¿quién sabe?..ajajá