mis lecciones de vida...
Publicado por Patricio Varsariah el sábado, junio 11, 2016

Hay muchas lecciones que aprender a lo largo de nuestra vida, aquí quiero compartir contigo mis lecciones de vida, que espero que puedan ayudarte a ti a superar tus propias dificultades.
1. Nadie necesita que sientan lástima por ellos, pero sí empatía. ¿Por qué?. Al sentir lástima por una persona suceden dos cosas, por un lado le estamos dando el mensaje al otro de que él o ella sufre de algo de lo cual tiene que lamentarse, haciendo que se enfoque en aquello que les falta y no en aquello que tiene, lo cual últimamente lo limita. Por otro lado hace que nosotros veamos todo aquello que el otro es incapaz de hacer, en vez de ver el potencial de todas aquellas cosas que sí puede hacer.
Mi compañera del camino nunca sintió lástima por mi situación de salud y esto es precisamente lo que más agradezco: por que Yo necesitaba volver a encontrar mi norte. La lástima es lo último que necesitas para ello. En la lástima no hay esperanza. La lástima es lo que te da alguien porque tienen miedo de realmente cuidarte. Yo no necesitaba eso. Si logramos sentir empatía por la situación del otro y no lástima lograremos no sólo que el otro vea sus propias capacidades y no incapacidades, sino que le haremos sentir acompañado en su situación, que no está solo en su proceso, lo cual seguro te ayudará a salir adelante.
2. Las apariencias no importan. Las personas a veces inconscientemente evaluamos a los demás basándonos únicamente en cosas observables, en su aspecto físico, vestimenta, en las personas con las que se junta, en el sector en el que vive, etc; y al hacerlo creamos una división entre ellos y nosotros y ponemos un muro entre aquellos que son como yo y aquellos que no. Pero la verdad es que cuando somos capaces de evaluar a una persona más allá de por cómo se ve, más allá de “su portada”, nos llevamos gratas sorpresas.
Las personas somos muchos más que sólo portadas, somos mucho más bellos y complejos que eso, todos nosotros, sin excepción. Cuando nos damos la oportunidad de ver a los demás por lo que son realmente, por lo que hacen, por cómo viven, por lo que entregan al mundo, por lo general aprendemos mucho de la vida. Hay muchas más cosas que nos unen como seres humanos de las que nos separan.
3. Nunca pierdas la esperanza. La esperanza no es racional, la esperanza no siempre hace sentido y la esperanza parece siempre ver más allá de lo evidente. Pero si no nos queda esperanza, ¿Qué nos queda?. La esperanza es hermosa, es como una sola vela prendida en la noche más oscura, nunca la tenemos que perder, porque nos da la luz que necesitamos para continuar por nuestro camino. La esperanza nos hace seguir adelante, no rendirnos, nos alimenta los sueños y consuela nuestras desilusiones. La esperanza es vital porque ilumina el camino hacia la felicidad. Nunca debemos perder la esperanza, porque aunque el panorama luzca muy oscuro, no nos olvidemos de que hasta de las nubes más negras cae agua limpia.
4. La vida es más rica cuando se toma con humor. Todos tenemos defectos, a veces nos hace bien reírnos de ellos. Todos sabemos que nuestras vidas están llenas de ironías y dificultades, pero no debemos dejarnos deprimir por ellas. La vida con una enfermedad incurable y degenerativa puede ser divertida y también triste. Pienso que muchas personas encuentran que tener una discapacidad es atemorizante, pero lo que queremos es que las personas se relajen alrededor de nosotros y esa persona que te acompaña y te cuida debe tener un gran sentido del humor. Nunca idiota, simplemente divertido. Me gusta reírme. La mayoría de nosotros sabe por experiencia que tener un sentido del humor acerca de las cosas hace que la vida sea más fácil.
Hay ciertos estudios que respaldan que el reírnos de nosotros mismos contribuye con que seamos más felices y mejora nuestro humor en general. Además nos hace personas más resilientes y aumenta nuestra capacidad de perdonar a otros y a nosotros mismos. Si puedes reírte de ti mismo, te puedes perdonar a ti mismo y si puedes perdonarte a ti mismo, puedes perdonar a otro. La vida es mucho más rica cuando se toma con humor, ¡haz la prueba!
5. Las demás personas merecen que les des una oportunidad. Cuando somos capaces de derribar nuestros prejuicios y nuestras preconcepciones acerca de los demás nos damos cuenta de sus potenciales y vemos cosas que quizás nadie más valora. Muchas veces lo único que necesita una persona es que otro crea en ella, y de esa manera ella comienza a creer en sí misma. Las demás personas merecen que les des una oportunidad, ya sea que cumplan con expectativas o no, todo el mundo merece la oportunidad de probarse a si mismo y todo el mundo merece que alguien crea en ellos.
6. Las personas menos esperadas te pueden dar las lecciones más importantes de tu vida. Alguna vez te ha pasado que alguien muy mayor o muy menor dice algo que te hace echar la cabeza para atrás y pensar, ¿cómo no me había dado cuenta de eso antes?. Esto sucede porque muchas veces son las personas más diferentes a nosotros las únicas que nos pueden ensanchar la mirada frente a la vida y hacernos ver todo aquello que no estábamos viendo.
Mi compañera y Yo somos personas completamente diferentes, que probablemente al principio, no nos imaginábamos que el uno podía aprender del otro, pero lo hicimos. ¿Por qué? Porque la vida es muy diversa y nos necesitamos los unos a los otros para entenderla en su completa extensión.
Todos tenemos nuestras propias historias, nuestras propias experiencias y nuestros propios sentimientos, pero todos tenemos algo que entregar a los demás. Nuestra vida es única y por lo tanto nuestra visión también, nunca pienses que no tienes nada para enseñar a otro. Tú por ser tú eres muy valioso para alguien más, preocúpate de entregar lo que guardas dentro.
Saludo de corazón a corazón.