Dada mi situación de salud y comprendiendo que la verdadera naturaleza de las cosas, me doy cuenta que son cíclicas, a veces estoy en lo alto y otras veces estoy en la parte más baja como hoy. Esos ciclos pueden ser bruscos cuando estoy fuera de sintonía con el universo, y suaves cuando estoy en armonía con él.

Siempre aparece en mí un miedo intenso que siento cuando alcanzaba las partes más bajas. Con el tiempo he llegado a comprender que en la época más baja en aquella situación no me queda otra posibilidad sino subir, aunque a veces en ese momento yo no soy capaz de pensar racionalmente pero al final saber que todo está en movimiento y que todo se mueve en ciclos es algo reconfortante para mí. Mis ciclos son ahora espontáneos y a veces un poco agradables.

No creo que los bajones sean particularmente agradables, más ahora entiendo que son apenas el otro lado de los ciclos más altos. Por más larga que sea la noche, el sol vuelve siempre a brillar.

Dos palabras y un abrazo.

Patricio Varsariah.