mantengo una cantidad innecesaria de estrés..
Publicado por Patricio Varsariah el lunes, enero 25, 2016

Convertir pequeñas complicaciones en grandes problemas solo me aporta una cantidad innecesaria de estrés. Todos los días encontramos situaciones-problemas-, unos más importantes que otros. Pero no a todos hay que tratarlos igual. Tengo que aprender a seleccionar y a no dejarme llevar por el estrés generado por todo lo demás. Una de las mejores maneras para hacer la vida diaria más fácil, más ligera, más positiva y menos estresante es aprender cómo evitar crear problemas dónde no los hay. Pero cuando estamos estresados o muy ajetreados es fácil dramatizar los problemas y extrapolar la sensación de urgencia.
Para relajar mi mente ante todo lo que parezca un problema, debo plantearme si realmente eso importa y a quién, si es tan relevante como para seguir siendo un problema dentro de 5 semanas, 5 meses o 5 años. Debo mirar a mi alrededor y fijarme en los demás. Seguro que encontrare que hay personas que encaran objetivamente una situación más complicada y que son capaces de encontrar la paz a pesar del muro que enfrentan.
Vivir deprisa hace que mis emociones se disparen, se confundan. Si disminuyo la velocidad de mis acciones físicas al moverme, al hablar o al hacer cosas (incluido conducir, comer o trabajar en mi escritorio) creo que mi nivel de estrés se reducirá automáticamente. Al reducir la velocidad se acumularán menos cosas en mi mente y podre percibir mejor los detalles. La reducción de la fatiga mental y física que conlleva reducir la velocidad me permitirá estar en sintonía conmigo mismo. Ordenar mi entorno mi ayudará a mantener ordenada mi mente. Un espacio limpio, colocado y simple trae claridad y orden a mi mente. Dedicar unos minutos diarios a ordenar y limpiar mi casa y mi espacio de trabajo es muy beneficioso para relajar la mente.
Mientras ordeno y limpio, no debo olvidar eliminar todo lo que es prescindible, especialmente aquello que me evoque malos recuerdos o genere pensamientos que sobrecarguen mi mente. No debo olvidar que cuanto más simple sea mi entorno, menos posibilidades hay de que me distraiga y termine convirtiéndose en un caos. Lo que pasó, pasó. Aceptar y dejar que se vaya. Da igual de quien fue la culpa o que podría haber pasado en otras circunstancias. Tengo que dejar que esos sentimientos se alejen dejando de darle vueltas. Para relajar mi mente tengo que desterrar todos esos pensamientos negativos y recuerdos desagradables que me perturban. Céntrame en el presente, en las oportunidades que tengo ahora. Afrontar el futuro libre de culpa y rencor.
Si tengo un problema o como yo digo "una situación" , debo resolverlo. No dejar que sea el tiempo el que decida por mi o el que dicte sentencia. Solucionar un problema me liberara de estrés y me permitirá dejarlo marchar. Debo enfrentar a mis problemas, incluso cuando la solución no me gusta o me cueste aceptarla. Cuanto más tiempo pase, más complicado será todo y más me pesará tomas decisiones o aceptar las consecuencias. Tener paz interior implica tener armonía y bienestar emocional, sentirse satisfecho con uno mismo a pesar de las luchas del día a día. Pero no es fácil liberar la mente cuando estamos siempre ocupados en un entorno agitado, a veces abrumador.
Alcanzar la paz interior es para muchos, como para mi persona, un deseo sin esperanza. Pero esto no tiene por qué ser así. Pequeños cambios y estrategias pueden ayudarnos a relajar nuestra mente y alcanzar esa paz que tanto necesitamos y tan beneficiosa es tanto para uno como para los nuestros. Sin embargo, el camino hacia la paz interior no es sencillo. Alcanzar la paz interior es un proceso que exige estar dispuesto a dejar ir lo que es inútil y a aceptar todas nuestras emociones. Alcanzar la paz interior implica estar dispuesto a descubrir quién eres en realidad y darse cuenta de que solo tú eres capaz de controlar tus respuestas y reacciones emocionales.
Si en mi vida como en tu vida está demasiado saturada vamos a tener que establecer límites. Es posible que tengamos que dejar de hacer algunas de las cosas menos importantes. Debemos ser honestos y elimina aquello que realmente no necesitamos. Simplifica nuestra vida. Finalmente, la simplificación de la vida es uno de los pasos hacia la paz interior. Una simplificación persistente creará un interior y exterior de bienestar que nos procurará armonía.