Lo que alimentas crece. Lo que ignoras muere.
Publicado por Patricio Varsariah el martes, junio 10, 2025

La mayoría de la gente cree que quiere un cambio, pero lo que hace la mantiene estancada. Sucede con decisiones pequeñas y repetidas. Si no estás donde quieres estar en la vida, no es porque tengas mala suerte. No es porque el mundo sea injusto. Aunque a veces lo es. Ni siquiera es porque no tengas talento. Es porque, día tras día, alimentas la vida equivocada. Repites las mismas acciones, hábitos y comportamientos que garantizan la vida que no quieres. Deseas una vida específica, pero tus acciones alimentan lo contrario. No solo estás estancado. Estás manteniendo y alimentando el estancamiento.
Lo alimentas cuando dices "solo una vez más" a las cosas que te agotan. Lo alimentas cuando pones excusas en lugar de cambios.
La vida siempre ha sido como un jardín. No se obtienen rosas regando la maleza. Cada decisión que tomas, incluso las más pequeñas, alimenta algo. Lo que alimentas crece. Lo que ignoras muere. Si quieres que las cosas cambien o que te lleven a una vida diferente, empieza a alimentar la versión que deseas. No digo que lo finjas. Digo que lo construyas, ladrillo a ladrillo. Di no a algo que te haga perder el tiempo. Di sí a algo que te ayudé a subir de nivel. No tienes que esforzarte al máximo. Si todo lo que haces ahora mismo no te acerca a la vida que quieres, te aleja de ella. Si no te ayuda, te hace daño. No hay un punto muerto. Si dejas de alimentar la vida que te frena, recuperarás la vida que deseas.
Alimenta la vida que deseas. Deja morir de hambre a la que no deseas. Pero vivirla, hacerlo de verdad, es lo difícil. Porque la vida que no quieres es cómoda. A tu cerebro le encanta la familiaridad, aunque sea mala para ti. La vida que no quieres es predecible. Es el trabajo que no amas, pero toleras. Las relaciones que mantienes porque es más fácil que poner límites. Los hábitos que dices que cambiarás "el próximo lunes". Déjame preguntarte esto: ¿cuántos "próximos lunes" han pasado ya?
La verdad es que no te sientes mejor. Te has repetido las mismas historias: "No es el momento". "No tengo energía". "Quizás cuando las cosas se calmen". Pero la única verdad que tuviste que afrontar es que las cosas nunca se calman. O das un paso en medio de la vida que no quieres o no te mueves en absoluto.
La buena noticia es que una decisión de dejar de alimentar la vida equivocada lo cambia todo. Así que, si no estás viviendo la vida que quieres ahora mismo, revisa tus hábitos diarios. Tus conversaciones. Tus decisiones. Sé muy honesto contigo mismo. ¿Estás alimentando la vida que dices querer o la de la que te quejas constantemente?
No puedes esperar resultados diferentes tomando las mismas decisiones. Es autosabotaje. Cada decisión es un voto por la vida que quieres o no. Tu mejor vida exige renunciar temporalmente a la comodidad.
El cambio no es un rayo que llega de repente. Es un puente construido ladrillo a ladrillo, cada día, con sudor, humildad y tropiezos. Es un trabajo duro y lento, pero puede ser emocionante ver cómo toma forma. La buena noticia es que puedes hacer más de lo que crees. Empieza por ser consciente.
Observa lo que estás alimentando. Tu tiempo, dinero y energía van a alguna parte. ¿Adónde? Descúbrelo. Yo hago un inventario personal para detectar las fugas cada trimestre. A veces, cada mes. Y luego reemplaza los hábitos poco a poco. Eliminar los malos hábitos deja un vacío.
Llénalo con mejores. Y luego protege tu enfoque. Las distracciones te roban el futuro. Di no a lo que no te sirve. Empieza a auditar tu vida. ¿Qué haces a diario? ¿Te impulsa hacia adelante o te frena? Si dejas de quejarte, reemplázalo con la resolución de problemas. La mayoría de la gente sabe qué les frena. Simplemente no pueden dejar de sentirlo.
La vida que alimentas es la vida que llevas. Tus acciones no mienten. Si sigues alimentando la procrastinación, las deudas, las relaciones tóxicas o la inseguridad, estas crecen. Si alimentas la disciplina, el ahorro, las conexiones sanas y la confianza, estas crecen. Nadie se despierta y arruina su vida de un día para otro. Sucede lentamente, una meta ignorada, un compromiso a la vez.
Un día se convierte en semanas, luego en años. De repente, estás a kilómetros de donde querías estar. Lo contrario también es cierto. Los pequeños pasos constantes hacia tus metas se acumulan.
Lo único que intento hacer es preguntarme qué hago a diario si es un depósito o un retiro de la vida que quiero. He dejado de negociar conmigo misma las rutinas y los hábitos que me impulsan hacia las cosas que quiero. Pero antes de que eso suceda, ten claro cómo es "la vida que quieres". No sueños vagos. Los verdaderos detalles. Lo que quieres. Cómo te hará sentir. Qué tendrás que hacer a diario para alcanzar esa meta. No necesitas reinventar tu vida. Necesitas renovar tu compromiso con las cosas que te acercan a la vida que deseas.
Elige una cosa que puedas dejar de alimentar hoy. Solo una. Quizás sea el compromiso con cosas que te agotan. Quizás sea el miedo a lo que piensen los demás. Quizás sea posponer todo lo que debes hacer. Entonces elige una cosa que puedas empezar a alimentar. Un hábito saludable. Una decisión audaz. Una verdad incómoda.
Repítela mañana. Y otra vez al día siguiente. No verás todos los resultados a la vez. Pero un día, levantarás la vista y te darás cuenta de que la estás viviendo. La vida que querías. Porque dejaste de alimentar la mentira de que no era posible. Así es como empiezas a vivir la vida que quieres. Y exactamente así cambias tu vida.
Mi gratitud por dedicar tu tiempo en leer, que tengas un día maravilloso.
Patricio Varsariah.