Libérate de la presión de las expectativas.
Publicado por Patricio Varsariah el miércoles, mayo 3, 2023

Con los años he aprendido a no esperar nada y ha disfrutar de todo, sin juicios ni decepciones.Hay dos formas de ser feliz: mejorar tu realidad o reducir tus expectativas.
¿Alguna vez te has encontrado constantemente decepcionado por tus expectativas?
Tal vez tenía grandes esperanzas en un trabajo secundario o anticipó una promoción laboral que nunca se concretó. Es fácil sentirse defraudado cuando las cosas no salen según lo planeado. Pero, ¿y si cambiamos el guion y no esperamos nada en su lugar?
Al liberarnos de la presión de las expectativas, nos abrimos a un mundo de posibilidades mientras disfrutamos el viaje hacia una gran vida. Te ofrezco una perspectiva refrescante sobre la experiencia humana, recordando que no podemos perseguir y atrapar una vida mejor. Es un cambio de mentalidad que puede ayudarnos a navegar los altibajos de la vida con más facilidad y gracia.
La mayoría de la gente nunca vive. Siempre están a la expectativa de algo que probablemente perciben erróneamente. Nunca vivimos; siempre tenemos la expectativa de vivir. Las expectativas no siempre son malas. Sin embargo, cuando nuestras expectativas se vuelven demasiado rígidas e inflexibles, pueden limitarnos y evitar que experimentemos toda la riqueza de la vida.
Tener una visión para nuestras vidas y trabajar para lograrla es importante. Pero cuando nos acercamos a nuestras metas con un sentido de desapego, es menos probable que nos quedemos atrapados en el resultado. Podemos centrarnos en el proceso y disfrutar del viaje en lugar de obsesionarnos con el destino.
Mis expectativas se redujeron a cero cuando tenía 31 años. Todo desde entonces ha sido una ventaja.
Nos preparamos para el fracaso y la frustración cuando nuestra realidad sobre la vida y cómo vivirla está lejos de la vida real. Sin embargo, cuando adoptamos la mentalidad de “no esperar nada específico”, nos abrimos a las infinitas posibilidades que ofrece la vida.
La expectativa es una espada de doble filo: puede ser tanto una bendición como una maldición. Si bien puede motivarnos a luchar por la grandeza, también puede frenarnos, llevarnos a la decepción y crear una presión y estrés innecesarios, dejándonos sintiéndonos derrotados y desanimados.
Libérate para experimentar la vida plenamente, sin juicios ni decepciones. Tu eres tu propio peor enemigo. Si puedes aprender a dejar de esperar una perfección imposible, en ti mismo y en los demás, puedes encontrar la felicidad que siempre te ha eludido.
Nuestras expectativas pueden tener un profundo impacto en nuestras vidas. Pueden afectar nuestro estado de ánimo, motivación y perspectiva general de la vida. Cuando tenemos expectativas positivas, es más probable que seamos felices, saludables y exitosos. Cuando tenemos expectativas negativas, es más probable que estemos estresados, ansiosos y deprimidos.
Nos exponemos a la decepción cuando tenemos expectativas muy altas o poco realistas. A menudo creamos escenarios en nuestras mentes que es poco probable que sucedan en la realidad, y cuando no suceden, nos sentimos defraudados.
Las expectativas son peligrosas cuando son demasiado altas y sin forma. Por supuesto, no siempre es posible controlar las expectativas. De hecho, muchas cosas no saldrán según lo planeado. Esté preparado para ajustar sus expectativas según sea necesario.
Nuestras expectativas son poderosas. Pueden dar forma a nuestra realidad. Así que optemos por esperar lo mejor. Elijamos creer en nosotros mismos y en nuestra capacidad para lograr nuestras metas. Elijamos vivir una vida llena de alegría, amor y felicidad.
La vida es en gran medida una cuestión de expectativas. Si nos acercamos a la vida con una “mentalidad de proceso”, enfocándonos en las experiencias diarias que nos ayudan a acercarnos al resultado que esperamos, es más probable que nos sorprendan gratamente las experiencias que se nos presenten.
Podemos apreciar lo que hacemos y tenemos sin sentir que nos estamos perdiendo algo más que esperábamos.
Equilibrar las expectativas es una habilidad. Encontrar el punto óptimo entre las expectativas altas y bajas es la clave para una vida plena. Pero no siempre es fácil. Cuando dejamos de lado las expectativas, nos liberamos de la necesidad de controlar todos los aspectos de nuestras vidas. Aprendemos a abrazar el presente y encontrar alegría en las cosas simples.
Empezamos a apreciar la belleza de las sorpresas de la vida y los giros inesperados de asombro y asombro. La clave para disfrutarlo todo es cultivar un profundo sentido de gratitud y aprecio por todo lo que nos sucede. Así es como encuentras satisfacción incluso en las situaciones más desafiantes. Cuando dejamos de lado las expectativas locas y poco realistas, nos abrimos a nuevas experiencias y oportunidades que de otro modo podríamos haber perdido.
La vida es demasiado corta para dejarse llevar por las expectativas. En cambio, debemos aceptar la incertidumbre y la imprevisibilidad de la vida y aprender a disfrutar los pequeños momentos y experiencias todos los días. Cuando dejas de esperar un resultado específico por todos los medios necesarios, te liberas del miedo a la decepción y del estrés de estar a la altura. Te apoyas en las experiencias.
Prefiero estar gratamente sorprendida que fatalmente decepcionada. A muchos de nosotros nos frena el miedo a no estar a la altura de nuestras expectativas o de las de los demás. Pero cuando dejamos de lado estas expectativas, podemos tomar riesgos y probar cosas nuevas sin temor al fracaso. Puede conducir al crecimiento, el aprendizaje y la realización personal.
Al adoptar la mentalidad de “no esperes nada y disfrutarás de todo”, podemos encontrar alegría y satisfacción incluso en las situaciones más desafiantes. Simplemente sepa que tus expectativas son solo pensamientos en tu cabeza y sigue haciendo lo que haces.
Se alcanza una gran paz interna cuando se tiene la certeza de que estamos haciendo lo posible para ser mejores cada día. Esa gran paz se halla siempre más allá de las circunstancias personales, radica en ser no en tener, es un flujo natural reconocible y se expresa en la madurez amorosa de todas nuestras acciones y de todas nuestras palabras.
Hay dos tipos de dolor en este mundo: el dolor que te duele y el dolor que te cambia.
Saludos.
Patricio Varsariah.