Las enseñanzas de mi gato “Vito”
Publicado por Patricio Varsariah el domingo, julio 23, 2023

Vivimos en un mundo marcado por esas prioridades a veces inútiles que nos hacen despegarnos de lo que de verdad es importante: la luz del sol, la tranquilidad, nosotros mismos, aquellos a quienes amamos… Nos envolvemos de artificios, de problemas en ocasiones sin importancia, acumulamos cosas y perdemos de vista el almacenar vida, experiencias, emociones…
Para ellos, para los gatos, el mundo sigue el ritmo que debe. La vida es pausada, se mide por instantes de descanso al sol, por tardes de sofá a nuestro lado, por excursiones donde buscar el límite para aprender y curiosear. Son criaturas sabias que abren sus miradas al mundo como ventanas llenas de luz y esperanza.
En ocasiones, suele decirse que los gatos son grandes entendidos del mundo del yoga. Pueden pasarse largas horas meditando frente a una ventana. ¿Qué verdades atisbarán sus sentidos? ¿Qué realidades se nos escaparán a nosotros, los humanos?
Pasan de la inmovilidad de su propio mundo, de su propia introspección a la acción en poco más de un segundo. Discurren entre las dimensiones de la reflexión y la actividad de una forma tan rápida que me admira y me deja sin aliento.
Y lo entrañable, es que cada cosa que hacen, la realiza con todos sus sentidos, que seguramente, no sean cinco, sino 6, porque su intuición, su capacidad para ir hasta nuestro regazo cuando más lo necesita un humano, es sin duda una virtud que sólo ellos tienen.
Acariciar a un gato es un acto catártico. Regula el estrés, mejora la salud cardiovascular al relativizar la mente, y a su vez, ofrece una sincera oportunidad de expresar cariño y dejarse envolver por uno de los animales más cautivadores que el ser humano ha domesticado jamás. (O tal vez sea a la inversa, no lo sabemos).
Te atrae su belleza, pero te cautiva su personalidad. El gato a diferencia de los perros, no pertenecen a nadie más que a ellos mismos. Es más, somos nosotros quienes quedamos cautivos de sus artes, de su liderazgo de su sibilino encanto, ese que entiende de espacios, y de un amor donde no hay dependencia, pero sí fidelidad absoluta.
Y si bien es cierto que lo primero que se dice de ellos es que son egoístas e independientes, en realidad, nunca es del todo cierto. De ahí lo interesante de su naturaleza, de ahí el interés que nos suscita. El gato nos amará, nos respetará y defenderá como su propia familia. Son posesivos en cuanto a sus espacios, a sus rutinas y también respecto a sus dueños, no obstante, saben mantener muy bien las distancias sin llegar a asfixiar o a depender por completo de nosotros.
Disfrutan siendo mimados y casi adorados, buscan el cariño diario, pero cuando así lo exigen, aparece el límite y se despegan para ensalzar su cuidada elegancia e independencia. Y sí, puede llamarte la atención el brillo sincero de sus ojos, o su ronroneo terapéutico y apaciguador, pero lo que de verdad más me gusta de los gatos es su personalidad.
Los gatos para mí son criaturas sabias y serenas que hacen la vida más rica, más simple e intensa a todo aquel que quiera experimentar lo que es vivir con un animal con esta personalidad. Son ideales para niños, para ancianos, son fieles compañeros de tardes tranquilas, de instantes de relax en la cama y excelentes camaradas con los que convivir y de los que aprender cada día.
Finalmente, los gatos son individuos soberanos, con sus propias ideas sobre todas las cosas… y eso incluye a las personas de su posesión.
Saludos de Patricio y de mi gato "Vito"
Patricio Varsariah.